Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 jun 2013

La poderosa crecida del río Moldava amenaza a Praga

La capital checa declara el estado de emergencia y lucha por salvar el histórico Puente de Carlos.

Vista del puente de Carlos, en Praga, amenazado por las lluvias. / ATLAS

Al menos 10 personas han muerto y millares se han visto obligadas a abandonar sus casas en República Checa, Austria, Alemania, Polonia y Suiza por las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de los últimos días. Las riadas han obligado a cerrar tiendas y colegios y el transporte, tanto ferroviario como por carretera, ha sufrido alteraciones.
 Los cortes de electricidad
Cinco de las muertes ocurrieron en República Checa, según la policía. Un electricista murió al intentar desconectar un transformador como medida de precaución, mientras una mujer falleció al caerle encima una rama de un árbol. Otras tres personas perecieron ahogadas, mientras que la policía busca a otras cuatro.
Las lluvias han obligado a declarar el estado de emergencia en la capital checa, Praga, donde la fuerza del río Moldava, que cruza la ciudad, amenaza con llevarse consigo el histórico puente de Carlos, del siglo XIV. Las autoridades intentan retirar los escombros acumulados bajo la estructura con una excavadora de 25 toneladas.
La inundación ha obligado a evacuar más de 1.000 animales del zoológico de Praga. Petr Velensky, responsable de reptiles del zoo, recuerda las riadas de 2002, que mataron a miles de animales: "
Es una sensación terrible volver a vivir todo esto otra vez".
 Las autoridades prevén que el río llegue a su nivel más alto el martes.
Al menos dos personas murieron en Austria, donde más de 1.000 personas tuvieron que ser evacuadas, especialmente en el norte y en el oeste del país.
 Según las autoridades austríacas, las inundaciones este año pueden ser peores que las de 2002, que dejaron daños por valor de 7.500 millones de euros.
 Los ríos Danubio, Inn e Ilz ya han superado los niveles de hace 11 años.
En la vecina Suiza, al menos una persona ha muerto, según las autoridades.
En Alemania, las inundaciones en los estados de Sajonia y Turingia, al este del país, han obligado a evacuar a millares de personas.
 Las labores de rescate se han visto perjudicadas por los cortes de electricidad. La canciller Angela Merkel visitará el martes las regiones afectadas.

 

‘Galileo Galilei’, de Brecht

El argentino Miguel Ángel Solá, actor y director de teatro, se inclina por Galileo Galilei, de Bertolt Brecht, porque “siente como yo, porque piensa como yo lo haría si él hubiera sido.
Y no sólo en algunas frases”. Para llegar a esta elección Solá no lo ha tenido nada fácil: “Entiendo por clásicos a aquellos libros que han formado mi sentir y mi pensar.
 A mí me resulta más clásico Memoria del Fuego, de Eduardo Galeano, que El Quijote.
 O que los autores de teatro que me encanta leer, pero no terminan de expresar el espíritu de lector que hay en mí. Clásico para mí es Hermann Hesse, pero corresponde a una edad de mi vida en la que todo este mundo era una desolación incomprensible.
 Y es mucho más clásico Mario Benedetti que Luis de Góngora a mí sentir.
Los autores anidan en mi alma, mueven mi cuerpo y lo impulsan a llevar alguna de mis manos al bolsillo que pueda comprarlos.
 Clásicos son Antón Chéjov, Vsévolod Meyerhold, Yevgueni Vágtangov y Constantin Stanislavsky en el arte de actuar, pero olfateo el teatro que me gusta cuando leo mis propios pensamientos y me transformo en mi clásico favorito".
El director y actor de teatro Miguel Ángel Solá / Bernando Pérez

La confianza de los consumidores en la economía rompe la racha y cae en mayo

La confianza de los consumidores volvió a caer en mayo, cuando se desplomó 5,9 puntos respecto al mes anterior, debido fundamentalmente a un empeoramiento de las expectativas que tienen los ciudadanos de la economía, así como por la peor perspectiva de la situación actual tras un lustro completo de crisis.
 Por el contrario, pese a las malas perspectivas sobre el conjunto, la valoración sobre la situación de los hogares repunta 1,5 puntos y alcanza su máximo dentro de los últimos 14 meses.
El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), difundido este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), se situó en mayo en 50,8 puntos, 5,9 puntos menos que el mes anterior y su peor dato desde diciembre.
 Con ello, rompe la tendencia ascendente que había iniciado en marzo situándose en niveles cercanos a los de febrero de este año.
El CIS ha destacado que, en porcentaje, el indicador de confianza de los consumidores descendió en mayo un 10,4% respecto a abril.
Por componentes y en comparación con el dato del mismo mes de 2012, el indicador de situación actual es 4,8 puntos superior, mientras que el de expectativas es 4,2 puntos inferior el valor de un año atrás.
El ICC recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.

Peor que hace seis meses

En general, casi ocho de cada diez encuestados por el CIS entienden que la situación económica actual es peor que la de hace seis meses, mientras que el 13,5% no aprecia cambios y solo el 6,1% estima que ha mejorado
. De cara a los próximos seis meses, los españoles no son muy optimistas, ya que solo el 17,8% de los entrevistados confían en que el estado de la economía será mejor, frente al 59,5% que auguran un empeoramiento y el 15,9% que no espera cambios.
Sobre la situación del mercado laboral, más de uno de cada cinco encuestados afirma que ninguna persona de su entorno se encuentra en paro, mientras que el 13,9% dicen conocer a una persona en esta situación, el 9,9% a dos y el 8,8% a tres
. Casi el 7,1% asegura que conoce a más de diez personas en paro.
El 28,8% de los entrevistados afirma que ahora hay más personas en paro en su entorno que hace seis meses, y el 77,5% piensa que la situación en España para encontrar un empleo es peor que la de hace seis meses, mientras que el 15,9% cree que la situación no ha cambiado y el 3,8% que ha mejorado.

Abajo sueldos y pensiones

Hace más de una década que los técnicos de la Unión Europea plantean la necesidad de prolongar la actividad laboral. La esperanza de vida es hoy mucho mayor que antaño y a los 65 años la mayoría de la gente no solo está en forma para seguir trabajando, sino que, según las estadísticas y en según en qué sectores, muchos desearían continuar en su empleo si su empresa no les echara. Seguir trabajando más tiempo, dicen los técnicos, aliviaría de paso la presión de las pensiones sobre las arcas públicas.
La crisis ha acelerado la adopción de aquellas ideas, pero de la manera más lesiva para los contribuyentes gracias a las recetas de esas llamadas élites extractivas que imponen su ley y tanto velan, por cierto, por sus particulares balances financieros. Esas élites no han ideado grandes bonificaciones e incentivos para que las empresas mantengan a sus trabajadores hasta los 67 ni han generado una corriente a favor de la experiencia laboral de los mayores. En realidad, el grueso de sus reformas es un diabólico sistema que impone al trabajador una penalización en caso de jubilarse antes de esa edad y exige más años de cotización y de cómputo para alcanzar la totalidad de la pensión.
El resultado es que, gracias a fórmulas tan insensibles con el empobrecimiento de los mayores, los que puedan seguir trabajando hasta los 67 ahorrarán dinero al Estado y los que no puedan, también, por cuanto no accederán a su pensión completa. Se inflige así un daño irreparable y, sobre todo, poco equitativo. ¿Es que acaso no debería ser este el último recurso al que acudir para equilibrar las cuentas? Puede que, tal como están las cosas, no quede más remedio que hacer ajustes en este capítulo, pero ¿no hay antes otras importantes fórmulas por explorar?
Con un escaso nivel de compromiso ético y social, la política dominante ha invertido los términos y ha convertido en fin supremo lo que debería ser solo un medio. Porque es necesario mantener bajo control el déficit público para sostener el Estado de bienestar. No desmantelar este para equilibrar las cuentas.
Es urgente una reforma fiscal que promueva un sistema más justo y redistributivo de la riqueza, pero siempre se demora. Ahora, el Gobierno dice que se pondrá a ello en 2014 y me temo que no lo hará en el sentido que se necesita.
 No es de recibo que las rentas de capital paguen menos impuestos que las del trabajo
 Apenas se avanza en la lucha contra el fraude fiscal, las exenciones de que disfrutan las grandes empresas o la eliminación de los paraísos fiscales, donde se refugian más de 500.000 millones de euros de origen español, según Tax Justice Network. Pero antes de explorar esas vías, aquí se opta por erosionar lo que merece la pena sostener: educación, sanidad, dependencia y pensiones.
España registra un gasto público en jubilaciones por debajo de la media de la UE (10,1% del PIB frente al 11,3%) y la pensión media actual es de 852,61 euros al mes frente a los 1.216 euros de Francia (dato de 2010). La Comisión Europea y la OCDE urgen, sin embargo, a dar otra vuelta de tuerca. Un comité de sabios está en ello y propone inextricables fórmulas matemáticas para recortar las pensiones no solo de manera coyuntural. También para el futuro; aunque se recuperen la economía y el mercado laboral. Los sueldos españoles también están por debajo de la media, pero el gobernador del Banco de España pide que se permitan salarios por debajo del mínimo (645 euros mensuales) y fuera de convenio. Ya puestos, ¿por qué no jornadas de diez horas siete días por semana?
Consuela ver cómo los políticos franceses plantan cara a Bruselas. Parecen pensar un poco más en los contribuyentes. Le han dicho a la Comisión que se abstenga de indicarles cómo reducir el gasto social, un capítulo, por cierto, en el que Bruselas no tiene competencias. ¡Cuánto añoro aquellos años en que allí se hablaba de la Europa social y se confeccionaban estadísticas para que todos trabajaran por la convergencia imitando a los mejores, que siguen siendo los nórdicos!
Hoy las élites extractivas cabalgan como nunca, triunfantes.
 Pero que no se fíen de tanto silencio resignado. Como diría Kapuscinski, la rebeldía solo se produce cuando hay alguna esperanza. A lo que se podría añadir que es cuestión de encontrarla.
gcanas@elpais.es