La modelo Kylie Bisutti se quitó las alas de Victoria's Secret porque no encajaban con su fe.
Las fotos sensuales y Dios no encajan en la vida de una supermodelo
de lencería, o por lo menos esto es lo que concluye el exángel de
Victoria's Secret Kylie Bisutti, que decidió dejar de lado su carrera de
maniquí de ropa interior para convertirse "en una esposa ejemplar".
Así lo cuenta en el libro que ha escrito y que saldrá a la venta el próximo 14 de mayo, No soy un ángel. Y así lo ha contado en una larga entrevista con el periódico estadounidense The New York Post.
"Desde niña, siempre deseé trabajar para esta marca de ropa íntima, pero según mi carrera iba avanzando cada vez me sentía más incómoda posando con tan pocas prendas debido a mi fe cristiana.
Y decidí abandonar. Cada vez que leo la Biblia, estoy más convencida de que hice lo correcto", cuenta la joven de 23 años.
La exmodelo consiguió llegar a ser un ángel de Victoria's Secret tras ganar una competición contra 10.000 candidatas en 2009.
Según Bisutti, el momento que cambió su vida para siempre fue cuando un fotógrafo, durante una sesión en una cama, le pidió que se subiera la camiseta y colocara las sábanas como si no llevara bragas: "No me sentí nada bien, pero él seguía presionándome.
Fue cuando entendí que no se trataba de ser modelo, me estaban pagando por desnudarme y excitar a los hombres.
Era un pedazo de carne", cuenta la exmaniquí, que ahora vive en Montana con su marido.
"Al día siguiente [de esa sesión] me derrumbé
. Recuerdo que estaba en mi habitación, me puse de rodillas y comencé a rezar.
No sabía por qué Dios me había hecho ser un ángel de Victoria's Secret si me iba a sentir así. Solo buscaba respuestas. Decidí dejarlo cuando llegué a la conclusión de que mi cuerpo era de Dios, de mi esposo, que era una cosa sagrada", cuenta Bisutti. De esto hace ya dos años.
El tema de ser casada, según cuenta, se convirtió en un tabú.
"Los ejecutivos de la firma no me dejaban hablar de mi marido", recuerda.
"Solo a las que estaban casadas con famosos se lo permitían, con Miranda Kerr". Y es que, según asegura Bisutti, tenía que parecer "que estaba ligando con todo el mundo".
Además, el exángel cita otras razones que propiciaron su ruptura definitiva con Victoria's Secret en la entrevista. Como, por ejemplo, su lucha constante contra la báscula: "
Mi dieta se basaba en frutas, verduras y avena que me ayudaban a mantener un peso alrededor de los 52 kilogramos midiendo 1,80 metros
. No se nos permitía engordar. Algunas de mis compañeras eran bulímicas, sufrían mucho".
Tras su experiencia en Victoria's Secret, Bisutti confiesa estar muy sana, con los 56 kilos que pesa ahora, y contenta llevando una vida "de perfil bajo, lejos de las cámaras".
La exmodelo, que vive en Montana con su marido y es voluntaria en una iglesia, ha escrito un libro sobre su vida como supermodelo que se titula No soy un ángel: de Victoria's Secret a ser un ejemplo
. La novela, que se publica el próximo 14 de mayo en Estados Unidos, narra los desafíos a los que se enfrentó y cómo gracias a su fe cristiana los superó. Bisutti espera que sus memorias transmitan el mensaje de que la "belleza no está en el exterior, sino dentro del corazón".
Así lo cuenta en el libro que ha escrito y que saldrá a la venta el próximo 14 de mayo, No soy un ángel. Y así lo ha contado en una larga entrevista con el periódico estadounidense The New York Post.
"Desde niña, siempre deseé trabajar para esta marca de ropa íntima, pero según mi carrera iba avanzando cada vez me sentía más incómoda posando con tan pocas prendas debido a mi fe cristiana.
Y decidí abandonar. Cada vez que leo la Biblia, estoy más convencida de que hice lo correcto", cuenta la joven de 23 años.
La exmodelo consiguió llegar a ser un ángel de Victoria's Secret tras ganar una competición contra 10.000 candidatas en 2009.
Según Bisutti, el momento que cambió su vida para siempre fue cuando un fotógrafo, durante una sesión en una cama, le pidió que se subiera la camiseta y colocara las sábanas como si no llevara bragas: "No me sentí nada bien, pero él seguía presionándome.
Fue cuando entendí que no se trataba de ser modelo, me estaban pagando por desnudarme y excitar a los hombres.
Era un pedazo de carne", cuenta la exmaniquí, que ahora vive en Montana con su marido.
"Al día siguiente [de esa sesión] me derrumbé
. Recuerdo que estaba en mi habitación, me puse de rodillas y comencé a rezar.
No sabía por qué Dios me había hecho ser un ángel de Victoria's Secret si me iba a sentir así. Solo buscaba respuestas. Decidí dejarlo cuando llegué a la conclusión de que mi cuerpo era de Dios, de mi esposo, que era una cosa sagrada", cuenta Bisutti. De esto hace ya dos años.
El tema de ser casada, según cuenta, se convirtió en un tabú.
"Los ejecutivos de la firma no me dejaban hablar de mi marido", recuerda.
"Solo a las que estaban casadas con famosos se lo permitían, con Miranda Kerr". Y es que, según asegura Bisutti, tenía que parecer "que estaba ligando con todo el mundo".
Además, el exángel cita otras razones que propiciaron su ruptura definitiva con Victoria's Secret en la entrevista. Como, por ejemplo, su lucha constante contra la báscula: "
Mi dieta se basaba en frutas, verduras y avena que me ayudaban a mantener un peso alrededor de los 52 kilogramos midiendo 1,80 metros
. No se nos permitía engordar. Algunas de mis compañeras eran bulímicas, sufrían mucho".
Tras su experiencia en Victoria's Secret, Bisutti confiesa estar muy sana, con los 56 kilos que pesa ahora, y contenta llevando una vida "de perfil bajo, lejos de las cámaras".
La exmodelo, que vive en Montana con su marido y es voluntaria en una iglesia, ha escrito un libro sobre su vida como supermodelo que se titula No soy un ángel: de Victoria's Secret a ser un ejemplo
. La novela, que se publica el próximo 14 de mayo en Estados Unidos, narra los desafíos a los que se enfrentó y cómo gracias a su fe cristiana los superó. Bisutti espera que sus memorias transmitan el mensaje de que la "belleza no está en el exterior, sino dentro del corazón".