Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

23 abr 2013

Si alguna vez........................

Dedicatoria
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.

Autor: Luis García Montoro

Versos de antología

Dos selecciones de sus versos celebran el Cervantes a Caballero Bonald.

J. M. Caballero Bonald, Claudio Rodríguez y Jaime Gil de Biedma.
José Manuel Caballero Bonald ha publicado 11 libros de versos en 60 años, es decir, entre 1952 (Las adivinaciones) y 2012 (Entreguerras o De la naturaleza de las cosas). Dado que la última edición de su poesía reunida –Somos el tiempo que nos queda (Austral, 2011) ocupa 800 páginas en formato bolsillo, las antologías de su obra lírica son una buena forma de entrar en el universo del último premio Cervantes.
Sombras le avisaron (Fondo de Cultura Económica/Universidad de Alcalá).
La editorial mexicana –que se instaló en España hace ahora medio siglo- publica cada año una muestra de la obra del ganador correspondiente del Cervantes seleccionada por él mismo.
“No sé si estos son mis poemas más aceptables, pero son los que yo prefiero”, dice el autor jerezano en la breve nota que precede a una antología más generosa con los últimos libros que con los primeros y que se cierra con un largo fragmento de Entreguerras. “He seleccionado los textos que conservan un mayor afinidad con lo que ahora me concierne de la poesía: su poder, como tal construcción verbal, para que el significado de las palabras suponga algo más de lo que recogen los diccionarios”. Un Caballero Bonald por Caballero Bonald que tiene un pariente remoto en Selección natural, la antología que hace 30 años preparó el poeta para la canónica colección Letras Hispánicas de Cátedra.
Aquella llega hasta Descrédito del heróe, es decir, hasta 1977, y contiene un interesante prólogo del autor y una cronología detallada. Además, la Universidad de León publicó en 2010 una Antología poética personal con introducción de Ángel L. Prieto de Paula, uno de los grandes expertos en la poesía española de la segunda mitad del siglo XX.
Marcas y soliloquios (Pre-Textos).
 Otra antología recién aparecida y otra que llega hasta Entreguerras. En este caso, preparada por el poeta, traductor y profesor Juan Carlos Abril (1974), doctorado en Granada con una tesis sobre Caballero Bonald dirigida por Luis García Montero y que ya preparó una selección de su obra con el título de Estrategia del débil (2010).
 Su prólogo a Marcas y soliloquios es una introducción crítica –académica pero no árida- a una obra que él divide en cuatro ciclos: “1) Plenitud metafísica/vocación metapoética de la juventud. 2) Problemática existencial: individual/social. 3) Laberinto vital y literario. 4) Lamentaciones por el irreparable paso del tiempo e insumisión”.
 Otra antología a cargo de poeta-más-joven es Ruido de muchas aguas (Visor, 2010), en la que Aurora Luque selecciona la obra del autor de Diario de Argónida tirando de dos hilos temáticos decisivos para el autor andaluz: la noche y el mar. Antes, en 2007, Jenaro Talens había preparado para Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores el volumen Summa Vitae.
Caballero Bonald de viva voz.
 Hay poetas que enriquecen sus versos al leerlos en público y poetas que los destrozan. José Manuel Caballero Bonald, de acento inconfundible, es de los primeros.
 Siguiendo la tradición de editar discos de poetas que leen su propia obra, Visor publicó en 2003 una Antología personal acompañada de un CD con 31 poemas
. Más tarde, el Círculo de Bellas Artes publicaría el disco-libro Prefiguraciones (2010), que recoge una lectura comentada del escritor y una interesante entrevista sobre su vida y obra a cargo de Anna Caballé, experta en estudios biográficos.
 Un año más tarde, la Residencia de Estudiantes editó La voz de J. M. Caballero Bonald, disco-libro que recoge una lectura de enero de 2011
. Forma parte de una colección que cuenta con títulos dedicados a clásicos contemporáneos como Rafael Alberti, Olga Orozco, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Fina García Marruz, Francisco Brines o Tomás Segovia.
El monte Parnaso en la colina de los chopos.

 

Acerca de Giselle (y V) Personaje inmortal

Acerca de Giselle (y V) Personaje inmortal

Por: | 23 de abril de 2013
Giselle2.grisi.chalon El gran misterio de la interpretación de Giselle, paradigma de carácter romántico en el ballet, reside en dos factores de sutil y compleja aplicación escénica: por una parte, el rigor estilístico planteado por el propio romanticismo balletístico, que radica, desde los Taglioni, en el sofisticado camuflaje gestual que debe ocultar la técnica y sus esfuerzos dinámicos dentro de una presencia grácil, y dado el caso, etérea y casi incorpórea.
 Por otro lado, téngase en cuenta la parte teatral de la frágil campesina traicionada por amor, su doliente mímica y sus dos escenas cumbres: la locura del primer acto y el ruego del perdón en el segundo. En ambas escenas no hay apenas baile como tal, y la “prima ballerina” debe sustituir el registro de sus puntas por el de su talento dramático
.Ya en el siglo XX, la génesis de la línea básica de Giselle como personaje ha estado marcada por las fuertes personalidades de las artistas de ballet que se han convertido en dueñas “assolute” del papel.
 Como siempre en estos casos, no hay acuerdos ni unanimidad. Tal trayectoria puede ser seguida, si se quiere, paso a paso, digamos, desde Pavlova a hoy.
 No sucede lo mismo con las leyendas de las bailarinas del siglo XIX, pues el tiempo ha limado a la propia información, que no era mucha. 
En este decurso, hay dos figuras puente entre los siglos XIX y XX, que son las bailarinas de San Petersburgo Anna Pavlova (San Petersbutrgo, 1881 – La Haya, 1931) y Olga Spessitseva (Rostov, 1895 – Nueva York, 1991)
. Ambas formaron parte en distintas épocas de la compañía Ballets Russes de Serguei de Diaghilev, y ambas contribuyeron a resucitar definitivamente un ballet y un personaje que en Europa occidental había sido injustamente relegado al olvido en tiempos de la decadencia del ballet, un período que se puede datar desde 1880 hasta la llegada de Diaghilev a París en 1907-1908.
 Giselle había sido olvidada en su país natal, Francia, y vivía en la lejana Rusia de los Teatros Imperiales gracias a que el ballet era allí el arte rey.
 Lo mismo que había sucedido prodigiosamente con “Giselle” sucedió con otros ballets franceses, como “Coppelia” y “La Fille Mal Gardée”, que gracias a Marius Petipa (y otros nobles maestros europeos) habían atravesado la memoria coréutica y el tiempo, notablemente revisados la mayoría de ellos por el genio marsellés, pero asegurándose trascendencia, y quién sabe, una merecida eternidad: el soñado carácter de clásicos.
 Giselle, como obra y como personaje, al parecer se lo ganó el día de su estreno en 1841 con Carlotta Grisi (Visinada, 1819 – St. Jean, Suiza, 1899) al frente. 
La Grisi era una de las grandes estrellas del romanticismo, y competía con la danesa Lucile Grahn, la austriaca Fanny Elsseler, la italiana Fanny Cerito y la gran dama María Taglioni, que era sueco-italiana
. Ellas eran las heroínas adoradas de su tiempo y La Grisi tuvo en sus manos la baza de Giselle muy a tiempo, papel al que dotó de vida a través de su escuela, es decir, la ya hoy mítica Escuela Italiana del norte (trufada con el gusto armónico francés), la que se fraguaba en los salones del Teatro alla Scala de Milán y sus alrededores (las primeras escuelas privadas ideadas décadas antes por Carlo Blasis).
 Las bailarinas rusas a las que nos hemos referido, Pavlova y Spessitsseva (también Tamara Karsavina), recibieron también rudimentos de los últimos flecos de esa Escuela Italiana antigua a través de Enrico Cecchetti, un maestro que se inscribe en la línea delgada de una tradición de entrenamiento y pulimento profesional muy refinado y preciso, y que, como tantos otros artistas de ballet, acabó viajando hasta Rusia, que era donde había mucho trabajo bien pagado que hacer. 
 Las rusas mencionadas venían hasta Occidente muy bien preparadas en lo técnico y recordaban el personaje esencialmente francés y romántico.
 En Francia se establecieron maestros rusos de gran prestigio, como Alexander Volinine, Boris Kniaseff, Lubov Egorova, Vera Trefílova, Olga Preobayenskaia, e italianas que habían pasado por Rusia, como Carlotta Zambelli.
 En el caso de las mujeres, todas ellas prestigiosas Giselle en otros tiempos, transmitieron su saber. Y precisamente en Spessitseva es que está el tronco de la Giselle moderna. 
Ella incorporó una cierta dramaturgia más contemporánea al personaje y también puso énfasis en el virtuosismo de que era capaz, con las limitaciones antes apuntadas. 
Su sobriedad y elegancia, perfectamente visible en sus fotografías y en los fragmentos que se conservan de su primer acto en Londres a fines de los años veinte, aseveran su fuste y su avanzado criterio escénico.
 La gran Olga insistió en una escena de la locura que, trágicamente, fue la antesala de su propio y real desequilibrio emocional. Tras esta bailarina, surgió una inglecita que se había rusificado el nombre cuando era casi una niña todavía: Alicia Markova (Londres, 1910 – Bath, 2004).
 Ella trabajó intensamente con Anton Dolin y bordó su Giselle sobre el refinamiento y esmero “de quien sirve el té a las cinco sobre un servicio de Sevres”. Markova (se llamaba en realidad Lilian Alice Marks) tocó la esencia del personaje a través de su distante elegancia muy británica, rozando la frialdad
. Pisando casi exactamente sobre sus huellas y sustituyéndola a mediados de los años cuarenta en Nueva York por una repentina enfermedad, Alicia Alonso (La Habana, 1920) hizo de su Giselle su bandera, adaptando la versión antigua a sus poderes técnicos, asombrosos en aquellos tiempos, y haciendo del lirismo del segundo acto, un tierno drama de muerte que le ha valido una merecida y sólida reputación en la historia del ballet. Es justo decir que hay que hablar del antes y después de Alonso en Giselle.
 Esto es en sí solo tema de un estudio minucioso (este 2 de noviembre de 2013 se cumplirán los 70 años de esa primera aparición de Alonso en Giselle). Su versión, en realidad debida a un conjunto de factores y artistas donde se cuentan, entre otros las contribuciones capitales de Fernando Alonso, José Parés y Mary Skeaping, fue aceptada por muchos teatros, entre ellos la Ópera de París, que la mantuvo en repertorio varios años hasta volver al tronco ruso-francés y desechando el norteamericano-ruso-cubano. Volviendo a Markova, la inglesa dibujó su Giselle con lápiz afilado y trazo fino, pero firme.
 De hecho, la ecléctica escuela norteamericana –donde Alonso concibió su propia imagen de la campesina— sigue dando a Markova su justo papel fundador
. Las Giselle francesas se pueden resumir a partir de Lisette Darsonval en cuatro grandes: Ivette Chauviré, Noelle Pontois, Geslaine Thesmar y Dominique Kaolfuni. Italiana solamente hay una histórica: Carla Fracci, y una continuadora de delicada textura: Alessandra Ferri y rusas de hoy, puede que Natalia Makarova para algunos, Ekaterina Maximova para casi todos; unas generaciones atrás, recuérdese a Alla Sizova, y aún antes a Alla Shellest. 
Todas ellas precedidas de la gran Galina Ulánova (San Petersburgo 1910 – Moscú, 1998), quien dotó a Giselle de una emoción sin igual en una línea decorativa e intimista pero profundamente humana.
 Roslaeva escribió que Ulánova pudo crear esa inigualable Julieta porque tenía ya una creación propia precedente: su Giselle. 
En resumen: no hay muchas Giselles de leyenda, porque si no, dejarían de ser esos singulares luceros nocturnos y misteriosos que alumbran lejanamente la senda de creación de un papel que encarna la redención por amor desde una sencillez exponencial que es su cebo y su esencia.

¿Saben sumar en el Gobierno?.......Por: José María Izquierdo

¿Se acuerdan ustedes de cuando nadie discutía que dos más dos eran cuatro? Una antigualla, aquello.
Ahora es distinto.
 El Gobierno de Rajoy, por poner un verbigracia, hace unos presupuestos basados en que el PIB se va a contraer este año un 0,5%, y ya en abril el ministro de Economía –repito, el ministro de Economía- dice que él calcula que la cosa se nos va a poner en 1,5%, tres veces más.
 Que si la prevista ya era tremenda para iniciar la recuperación, la de Luis de Guindos es para tirarse, piso más, piso menos, desde lo alto de la torre de Norman Foster.
 ¿Estaba previsto que este Gobierno del PP, que tantas soluciones económicas traía antes de noviembre de 2010, redujera el déficit como no supo hacerlo el inútil de Zapatero, mantra repetido una y mil veces?
Déjenme recordarles el griterío que montó el PP porque el déficit de Zapatero en los niveles que controla el Gobierno central fue del 5,2% en 2011.
 En 2012, tras los durísimos recortes y las numerosas subidas de impuestos de Rajoy, ha sido del 5,2% en el mismo ámbito, Gobierno central y Seguridad Social.
  Las autonomías, la mayoría en manos del PP, dieron otras desviaciones.
 ¿Verdad que les gusta?
Y esta derecha que ha acabado con el Estado que había hasta anteayer, se permite acusar de golpistas a quienes van a ejercer su derecho democrático de manifestarse ante el Congreso. ¿Les extraña el descaro?

El editorial de La Razón es sencillo de resumir: “Merkel, por tu madre, echa una mano a Rajoy”.
 Si para ello hay que silenciar los tres puntos de las ayudas a la banca se silencian, y si Luis de Guindos –que solo es ministro de Economía, poca cosa- dice que el PIB va a alcanzar el triple de lo esperado, de un 0,5 a un 1,5%, se oculta el dato en el editorial y ya está
. Dice La Razón esta cosa tan graciosa: “Es cierto que la desviación del déficit en 2012 fue de siete décimas con respecto al objetivo fijado, pero aciertan las autoridades comunitarias al mirar más allá de los números y fijarse en la sinceridad del compromiso de nuestro país para cuadrar sus cuentas sin trampas ni excusas”.
 Ha debido ser Olli Rehn el que ha mirado fijamente a los ojos a Mariano Rajoy y ha visto en ellos un mar de inocencia, a la par que de franqueza en las intenciones. Ja.
Anda últimamente un poco revuelto Javier González Ferrari, molesto quizá por los resultados de su emisora, frente a sus competidoras, por ejemplo la SER.
Y si antes era como era, ahora imagínense cómo es: “El manual por excelencia de la agitación lleva en España el sello de la izquierda radical, que carece de principios, pero le sobra discurso que, en tiempos de estabilidad y bonanza, suena a demagogia de quinta y desprende un tufo a rancio que tira de espaldas, pero que en momentos como los actuales adquiere un falso halo mesiánico”.
Con Alfonso Ussía me pasa siempre lo mismo.
 Me parece un espanto cuando ejerce de gracioso –qué horror-, pero me parece un espanto cuando quiere escribir en serio y me parece un espanto –ay- cuando escribe en mediopensionista. Pues eso va a ser, ya ven, que me parece un espanto siempre.
 Por ejemplo: “No me atrevo a insinuar que nos ahorraríamos un territorio feudal si los catalanes aceptaran formar parte de un reunido Reino de Aragón con el Principado de Cataluña y de Gerona y el Condado de Barcelona como pruebas inequívocas. Me pueden correr a gorrazos muchos catalanes, hoy desviados de su trasanteayer, su anteayer, su ayer y su hoy, así como algunos aragoneses, que por su bravo patriotismo poco quieren saber de uniones con sus compatriotas vecinos. Compatriotas españoles, deseo aclarar”.
Señor, señor…
El editorial de Abc se titula “La doble moral de UGT”.
 La cosa va porque el periódico lleva tres días con los gastos –exorbitantes, según Abc- de Manuel Pastrana, el secretario general de UGT-Andalucía.
 Lo ignoro todo sobre ese buen –o mal señor- incluida  su existencia hasta que apareció su foto en el periódico
. Así que me limitaré -y brevemente, porque ya digo que desconozco el caso- a los gastos que da el mismo Abc. Por ejemplo, que asistió a un Congreso sindical en Durban y se alojó en el hotel Hilton.
Bien: lo pagó la organización, dice Pastrana, que alojó allí a todos los delegados.
 Utilizó su Visa en una cena que costó 852,35 euros. “Fue una cena de invitación  para 19 delegados sindicales de varios países”, explica Pastrana
. A algo más de 40 euros por barba. Y hoy mismo cuenta Abc el importe que costó al sindicato el chalé en el que vive su secretario general: 228.384 euros.
La casa es propiedad del sindicato
. Esas son las cifras. Dadas por el mismo periódico. Que las tiene porque el sindicato las ha registrado puntualmente. Pongan ustedes donde gusten el listón para escandalizarse.
El otro es para la propaganda del Gobierno, pura y dura: “La oficina estadística de la UE (Eurostat) certificó ayer el inédito esfuerzo llevado a cabo por las administraciones públicas para reducir el déficit en línea con el objetivo marcado por Bruselas, a pesar de la recesión.
 España registró un descuadre fiscal del 6,98 por ciento del PIB en 2012, una vez excluidas las ayudas bancarias (que suman otros 3,6 puntos), lo cual supone una rebaja de dos puntos con respecto al agujero que dejó en herencia Zapatero”.
 Ya hemos expuesto más arriba nuestra modesta opinión sobre datos tan deslumbrantes
. Y tan falaces.
A Hermann Tertsch le ha dado hoy por dar caña a Vladimir Putin –nada que objetar, en principio- para resaltar la figura del perseguido Mijail Jodorkovski. Y eso ya es otra cosa.
 Me limito  a reproducir lo que cuenta el propio Tertsch sobre el reo: “Mijail Jodorkovski (…) fue uno de los grandes oligarcas que se enriquecieron vertiginosamente durante el desmantelamiento de la URSS.
 Era ya en 2003 propietario de la principal empresa petrolífera y el hombre más rico de Rusia. Odiado por eso y además judío, Putin pudo convertirlo en enemigo ideal y poner en efervescencia todas las emociones antisemitas rusas. Jodorkovski no era un oligarca más de los muchos surgidos en aquellos años, solo ávidos de amasar dinero para la ostentación del poder y la riqueza con clubes de futbol, yates cada vez más largos y sicarios sin cuento.
 Aunque utilizara muchos de los métodos de los demás tiburones para amasar la fortuna desde su puesto de confianza del presidente Boris Yeltsin.
 Pero pronto volcó su dinero en intentar crear y defender una pluralidad que desaparecía bajo el rodillo implacable de los hombres del antiguo KGB y de las mafias leales a Putin (…) Cuando, tras ayudar al bloque disidente, Jabloko quiso elaborar una opción democrática contra Putin sonaron las alarmas en el Kremlin.
 Y cuando quiso crear una alianza con compañías petroleras americanas con la venta de parte de Yukos, su suerte estaba echada”. Poco admirador de Putin ya es el catavenenos, pero esto de ‘Jabloko’ no sé yo, la verdad…
A Juan Carlos Girauta le preocupa muchísimo el previsto “asedio al Congreso” del jueves 25. Creo, sinceramente, que se le va la mano: “Quien toma a broma el asedio al Congreso, bromea con un golpe de Estado.
 Quien se muestra comprensivo con la acción, lo es con un golpe de Estado. Quien, interrogado por el asunto, responde con los muchos y ciertos fallos de nuestro sistema, ampara un golpe de Estado. Establezcamos esto para empezar”.
 Pues lo establecerá usted, amigo. Porque irse a manifestar ante el Congreso es, por mucho que le duela, un acto perfectamente democrático
. Los golpes de Estado, si me permiten, los dan quienes han acabado con el Estado que existía hasta que sus políticas han acabado con él, que eso sí es un golpe de Estado, un golpe de Estado, un golpe de Estado, que puestos a hacer gracietas, aquí las utilizamos como el que más.
 Hacer pasar por mayoritaria la publicidad que entresaca Girauta de los panfletos de grupúsculos antisistema no es más que una maniobra bastante deleznable de asustaniños.
De El Mundo, sólo advertirles que he detectado la presencia de un texto –o así- firmado por Salvador Sostres en la página 8. Va por abajo.
Y una vez que ya hemos pisado las tierras procelosas habitadas por seres mitológicos de varias cabezas y aún más lenguas –venenosas-, presten atención a Cayetano González, portavoz y conocido fan de Mayor Oreja. ¿Han oído o leído ustedes alguna vez el cuento de la lechera contado por un pesimista?
 Pues aquí lo tienen: “De UPN y del PP no se puede dudar de que siempre defenderán una Navarra foral y española. Del PSN no se puede asegurar tal cosa. Su abstención de la pasada semana en la moción presentada por Bildu y Na-Bai contra Yolanda Barcina pone de manifiesto la estrechez de miras de un partido y de unos dirigentes absolutamente erráticos
. Y lo mismo que en el País Vasco no es descartable pensar en una futura alianza del PSE con Bildu e IU, al estilo del nefasto tripartito catalán de hace unos años –PSC, ERC e ICV–, en Navarra tampoco se puede descartar que pudieran intentar algo similar con tal de desplazar al centro-derecha navarro del Gobierno de la comunidad foral. 
De ahí a ceder en las pretensiones anexionistas de ETA y de los nacionalistas habrá solo un paso. Y eso podrá suceder perfectamente con un ‘vasquito’ –en expresión de Odón Elorza–, Madina o López, en la Secretaría General del PSOE”. Y además, se estropearán las cosechas de espárragos blancos.
También hablan de los exquisitos apoyos que recibe la plataforma francesa contra los matrimonios gais.
 José Javier Esparza, director de La Gaceta, se muestra entusiasmado: “Se lo ha dicho en la Asamblea la diputada del Frente Nacional Marion Maréchal-Le Pen (sí, nieta de Jean-Marie) al ministro del Interior, el socialista Valls: ‘Su Gobierno ha utilizado los métodos más contestables [sic], por no decir inquietantes, para minimizar y romper la vasta movilización popular contra el matrimonio y la adopción homosexuales: publicación de cifras falsas, propaganda antifascista, represión en las manifestaciones e incluso presos políticos.
 Y estoy pesando [sic] mis palabras’. El Frente Nacional, tibio al principio, ha acabado denunciando que el proyecto de gaymonio ‘atenta gravemente contra la institución del matrimonio, la familia y los derechos fundamentales del niño”.
 ¡El Frente Nacional, ni más ni menos! ¡Qué sorpresa que la ultraderecha se incline por esta opción! ¡Y qué asombro nos causa que al director de La Gaceta le emocione tanto la opinión de la ultraderecha!