Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 abr 2013

Vamos como los Cangrejos.....

Ley del aborto: a un paso de la vuelta atrás

La línea dura del PP gana posiciones en una de las reformas más controvertidas

Gallardón aparca la opción menos restrictiva, que hasta ahora barajó.

Durante más de un año, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha tenido sobre su mesa dos opciones para la reforma de la ley del aborto. Una, la más restrictiva, suponía derogar el sistema actual de plazos —que considera el aborto un derecho de la mujer en las primeras 14 semanas de embarazo— y sustituirlo por un sistema de supuestos despenalizados como el que rigió hasta 2010, pero más duro que aquel; la otra, exactamente igual que la primera en sus mimbres —el sistema de supuestos—, contenía un matiz de fondo que la hacía completamente distinta: dejaba la decisión final, fuera cual fuera el supuesto, en manos de la mujer. Esa segunda opción es la que Ruiz-Gallardón nunca defendió abiertamente en público pero siempre contempló y fue desarrollando en privado, según sostenía su entorno y según fue publicado varias veces en distintos medios y jamás desmentido por él. Ahora, esa opción está a punto de quedar definitivamente enterrada.
A día de hoy, y aunque la decisión aún no ha sido tomada por quien puede tomarla —el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy—, todas las señales y todas las fuentes del Ejecutivo consultadas apuntan a que Ruiz-Gallardón, si alguna vez tuvo intención de llevar esa segunda opción hasta el final, ha renunciado a hacerlo. La ley del aborto que prepara el ministro de Justicia y a la que él pondrá nombre en los libros de historia sería, así, la más restrictiva de la democracia.
"La última palabra no está dicha", insisten fuentes del ministerio. Pero el entorno de Gallardón, que hasta hace apenas tres semanas seguía defendiendo en privado la posibilidad de aprobar una ley que, aun volviendo al sistema de supuestos y endureciendo las condiciones, respetase en última instancia la decisión de la mujer —porque se reconocerían derechos al feto pero primarían los de la madre—, ya no lo hace.
Ese as en la manga que lo cambiaba todo, el de dejar en manos de la mujer la decisión final, no se menciona ya en las conversaciones. Mientras, el ministro ha retomado sus declaraciones públicas anunciando una ley muy dura. Y todo ese aparente cambio de rumbo ha coincidido, además, con la reunión de Rajoy con el Papa y las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, metiendo prisa al Gobierno con la ley del aborto. Fuentes de Justicia aseguran, sin embargo, que esos dos hechos no han influido en nada; también sostienen que la ley será fruto de una decisión "colegiada" y que el ministro nunca ha ido por libre ni ha llegado a defender "una opción por encima de la otra".
Si se confirma que la línea más dura se ha impuesto, la nueva ley del aborto supondrá una vuelta a 1985 o más atrás. Se tratará de un sistema acotado de supuestos (es decir, abortar es delito salvo en los supuestos que se fijan), como el de la ley que aprobó el Gobierno de Felipe González, pero con menos supuestos, ya que Gallardón ha adelantado que eliminaría el de malformación fetal. Además, hay un asunto clave que podría ser modificado: qué médico o médicos asumen la responsabilidad de autorizar el aborto.
Con la ley de 1985 —en los casos de riesgo para la madre o malformación fetal, que requerían la firma del médico— , ese papel lo ejercían generalmente los propios profesionales de la clínica en la que luego se realizaba el aborto: casi siempre el psiquiatra del centro, porque el daño psicológico era el supuesto alegado en la gran mayoría de los casos. También ocurre así con la ley actual, que declara el aborto como un derecho hasta la semana 14 (la mujer no tiene que alegar motivos en ese plazo) pero que después también requiere el informe médico para acreditar posibles daños a la madre o al feto: esa acreditación la firman, de nuevo, los profesionales de las clínicas (porque el 97% de las interrupciones del embarazo se realizan en centros privados). La reforma del PP podría traspasar esa potestad a médicos especialistas de la red pública, quitándoselo a las clínicas. Eso es, al menos, lo que propusieron los populares en sus enmiendas a la ley de plazos de 2010.

1985-2013: de la despenalización al derecho

La primera ley del aborto en democracia la sacó adelante el PSOE, siendo ministro de Justicia Fernando Ledesma. Aunque fue inicialmente aprobada en 1983, tuvo que ser corregida en parte tras la sentencia del Tribunal Constitucional de 1985 (el PP la había recurrido) y entró en vigor ese año.
Establecía que el aborto era delito salvo en tres supuestos: violación (alegable en las primeras 12 semanas); malformación del feto (hasta la semana 22) y riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer (en cualquier momento). Los dos últimos supuestos requerían un informe médico.
El sistema de supuestos de 1985 (que el PP no tocó durante sus años de Gobierno) fue sustituido por uno de plazos con la ley de 2010, siendo ministra de Igualdad la socialista Bibiana Aído.
La ley establece que el aborto es un derecho de la mujer en las primeras 14 semanas (en ese plazo, no tiene que alegar ningún motivo); después permite abortar, hasta la semana 22 y previo informe médico, por “grave riesgo para la vida o la salud de la madre o el feto”; a partir de entonces, solo si el feto sufre “enfermedad extremadamente grave o incurable” o anomalías “incompatibles con la vida”.
El actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), ha dado algunas pistas de cómo será su ley: “Volveremos a una ley de supuestos”, aseguró. Solo ha citado dos: violación y “peligro cierto” para la salud física o psíquica de la madre. Y ha añadido que esos supuestos “no deben ser pretextos”: “Se deberán acreditar”. "No entiendo que se desproteja al concebido [con el aborto] por el hecho de que tenga alguna minusvalía o malformación”. Desaparecerá la posibilidad de que [las menores] aborten sin permiso de sus padres”, ha asegurado.
La Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), que agrupa a cerca de la mitad de las existentes, augura que esa fórmula estrecharía mucho las posibilidades de abortar. "Si se deja en manos de las comunidades autónomas la creación de comités médicos en los hospitales para autorizar todos los abortos, la elección de esos profesionales podría estar marcada por criterios políticos", señala Francisca García, vicepresidenta de ACAI, que hace hincapié en que la mayoría de las comunidades están gobernadas por el PP. La asociación no cree que la situación actual, en la que es un médico de la clínica, la mayoría de las veces, el que autoriza el aborto (aunque este es practicado por otro médico), peque de lo contrario: que los médicos sean más permisivos. "En las clínicas no solo se practican abortos, también se llevan embarazos y partos, planificación familiar...
Nuestro interés no es que las mujeres aborten", argumentan desde ACAI.
En todo caso, esa puede ser una de las claves de la nueva ley: hasta qué punto quedará la mujer en manos de un médico u otro, porque el aborto como derecho en las primeras 14 semanas —que es cuando se produce más del 90% de los abortos, con esta ley y con la anterior—, se suprimirá y el médico volverá a jugar ese papel fundamental. La otra cuestión clave es la más que probable eliminación del supuesto de malformación fetal. Representa un porcentaje ínfimo de las interrupciones voluntarias del embarazo (un 3%, unos 3.500 abortos al año), pero suelen ser casos especialmente dolorosos para las mujeres. Gallardón considera que es necesario eliminar ese supuesto porque genera "discriminación".
"No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación. Es éticamente inconcebible", dijo el pasado verano. Este periódico publicó entonces una encuesta según la cual el 80% de los ciudadanos (y el 65% de votantes del PP) eran contrarios a suprimir ese supuesto.
 En toda Europa, solo Malta e Irlanda prohíben el aborto por malformación fetal.
 Gallardón nunca ha llegado a aclarar a qué grado de "minusvalías" o "malformaciones" se refiere: si a todas o solo a algunas; ni quién y con qué criterio asumiría hacer esa distinción en cada caso.
España, con 118.359 abortos en el año 2011, tiene una tasa de 12,4 por cada 1.000 mujeres fértiles (similar o menor a la de países de su entorno)
. La ley de plazos que rige desde 2010 es equivalente a la de la mayoría de los países europeos.
 Según una encuesta de Metroscopia, en España sigue siendo la opción más apoyada (véase gráfico en esta página).
 El ministro Ruiz-Gallardón la sustituirá por otra que, previsiblemente, devolverá la cuestión, de una sola zancada, a los años ochenta.
Pues no No los dejaremos...pasan cosas oigo escalofriantes opiniones ...No Diguem NO Nosaltres no son de ese mon

 

 

No sé que pasa ante tanta involución de pensamientos que costaron un triunfo conseguirlos y........

Los contrarios al matrimonio gay ganan la calle en Francia

Muchos de los que están con esa locura igual es que no deberían de haber nacido....

Manifestación contra el matrimonio homosexual en París. / PIERRE ANDRIEU (AFP)

Unas 45.000 personas, según la policía, y 270.000, según los organizadores, se han vuelto a echar a la calle esta tarde en París en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción para parejas homosexuales, cuando los diputados se disponen este martes a adoptar definitivamente el proyecto de ley. En paralelo, y en un ambiente de recrudescencia de los actos homófobos, otros miles de personas se han concentrado en la plaza parisiense de Bastille, convocados por la asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales. Salvo sorpresa de última hora, Francia se convertirá así en el 14º país en legalizar el matrimonio gay.
“Hollande, tu ley no la queremos”, gritaba la multitud que marchaba entre la plaza Denfert-Rocheraud y la de los Invalides, al lado de la Asamblea Nacional, en un ambiente festivo, entre banderas azules y rosas del movimiento organizador, la Manif pour tous.
 Familias enteras con carritos, niños pequeños, jóvenes y más mayores desfilaron a ritmo de Shakira y de Queen entre pancartas con eslóganes como “todos hemos nacido de un hombre y una mujer”. “Dicen que somos unos fachas, pero mire, esto está lleno de familias normales”, resaltaba Marie Pierre, una abogada de 36 años, que al igual que la mayoría de los manifestantes denunciaba sobre todo la falta de diálogo del Gobierno.
Como viene siendo habitual en estas manifestaciones -suman ya cuatro desde el otoño pasado- junto a Frigide Bargot, una excómica y cabeza visible del movimiento, desfilaron varios diputados de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), como el exconsejero especial del exmandatario Nicolas Sarkozy, Henri Guaino, al igual que representantes del partido de extrema derecha, el Frente Nacional (FN). El todo ha transcurrido sin grandes incidentes, entre grandes medidas de seguridad, después de que la anterior manifestación, el pasado 24 de marzo, acabara con sonados altercados en los Campos Elíseos. Entonces se reunieron unas 300.000 personas según la policía y 1,4 millones según los organizadores.
Con muchos menos medios, como evidenciaba sin ir más lejos la calidad del equipo de sonido, unas 3.500 de personas, según la policía, acudieron a la cita dada por el colectivo Act Up y LGBT, y apoyada por la extrema izquierda, en la plaza de la Bastilla, prácticamente a la misma hora, en contra de la homofobia y a favor del proyecto de ley.
“Estoy muy cansada del clima ambiente, de los ataques verbales que sufrimos”, explicaba Amandine, de 27 años. “Tenemos miedo, antes nos dábamos la mano por la calle sin pensarlo, ahora en función de quien nos cruzamos, nos la soltamos”, añadía Lucía, de 28.
 “Para venir hasta aquí, en el metro, hemos escondido la pancarta [‘el amor no hace daño. Los homófobos sí’, reza].
 No la hemos sacado hasta que hemos llegado a la plaza”.
Y los franceses están bien para ser homófobos ellos que son más cursis que la nata con miel. Podríamos dar nombre de grandes hombres intelectuales que lo son o lo fueron pero precisamente se respetó siempre esa opción en hombres y mujeres.


Cada vez que paso...

Este árbol..., este árbol... Cada vez que paso a lo lejos, intimidado, escondiéndome detrás de los matorrales. Qué elevación. Qué palabra le estará ofreciendo al cielo. ¿Partida, como la copa que ya no existe?

Nosotros somos hijos de una ausencia parecida, ramas que miran a la tierra distante, inabordable el cielo, el aire sin voces en torno al árbol que se mantiene, contra todo pronóstico.
 
Del Diario Virtual de Jose Carlos Cataño

Stephen Hawking: “El universo no necesitó ayuda divina para formarse”

El físico británico cuenta que el papa Juan Pablo II advirtió al mundo científico que no estudiase el momento de la creación porque era sagrado.

 

El físico teórico británico Stephen Hawking. / NASA

Stephen Hawking triunfó esta semana en Pasadena (cerca de los Los Ángeles) al impartir una conferencia sobre El origen del universo en el Instituto de Tecnología de California (Caltech).
 Mucha gente hizo cola durante 12 horas para lograr entrar.
Y el célebre físico británico fue contundente: “Nuestro universo no necesitó ninguna ayuda divina para formarse”, según informa Space.com. Abordó cuestiones fundamentales como “¿Por qué estamos aquí?” y recordó que mucha gente todavía busca una solución divina para contrarrestar las teorías los físicos curiosos que investigan el cosmos.
 “¿Qué estaba haciendo Dios antes de la divina creación? ¿Estaba preparando el infierno para la gente que hiciese tales preguntas?”, bromeó.
En su charla popular, Hawking repasó el debate teológico sobre la creación del cosmos y las teorías cosmológicas científicas (incluida la alternativa al Big Bang del universo estacionario, de Fred Hoyle) antes de entrar en la física relativista y la cosmología con sus teorías, incluidas las más avanzadas
Volviendo al asunto religioso contó que, en los años ochenta, cuando él publicó un artículo científico sobre el momento inicial del universo, el papa Juan Pablo II advirtió a la comunidad científica contra el estudio del momento de la creación, dado que era sagrado.
“Me alegró no ser arrojado a la inquisición”, bromeó.
La conferencia concluyó con un llamamiento del célebre físico teórico por continuar la exploración del cosmos y del espacio, como una necesidad humana.
 “No creo que sobrevivamos otros mil años sin escapar de nuestro frágil planeta”, dijo. Hawking ha pasado un mes en Caltech, como suele hace todos los años, para discutir problemas de física con sus colegas, como su amigo Kip Thorne, señala Space.com.