20 abr 2013

October Baby”,

October Baby”, la película sobre la vida de la activista pro-vida Gianna Jessen, superviviente de un aborto fallido, llega a los cines de España.

GIANNA JESSEN | BIO
La madre biológica de Gianna tenía diecisiete años y siete meses y medio de embarazo cuando tomó la decisión de someterse a un aborto. Fue a una clínica de aborto en el condado de Los Angeles, donde se le aplicó una inyección salina en el vientre. Se le dijo que en 24 horas el bebé moriría, sin embargo, Gianna nació viva, pesando 910 gramos.
El bebé fue trasladado a un hospital donde estuvo tres meses en una incubadora. Allí le diagnosticaron parálisis cerebral como resultado de la falta de oxígeno en el útero, producida por el intento de aborto. Aunque los médicos no esperaban que viviera ni pudiera si quiera sostener la cabeza, sentarse, gatear o caminar, se le estableció un programa de urgencia por 17 meses antes de entregarla a una madre adoptiva provisional a través de un programa de acogimiento familiar.
Gracias a los cuidados y al esmero de esta madre adoptiva, a los 3 años y medio la pequeña Gianna comenzó a caminar con un andador y aparatos ortopédicos. A los 4 años fue adoptada definitivamente.

SU ACTIVISMO

En 1995, cuatro años después de Jessen se colocara en el centro de atención nacional, la autora Jessica Shaver publicó una biografía sobre su historia.
A principios de 1996, el Festival de la Luz Australia patrocinó una gira en la que Jessen hablaría en diversos lugares, estados y territorios.
Alrededor de dos años después, el 20 de mayo de 1998, Muriel Patterson, miembro del Consejo Legislativo australiano occidental, leyó extractos de la biografía de Jessen al Consejo.
En un discurso en la firma de la Ley de protección infantil (2002) el presidente George W. Bush mencionó a Jessen reconociendo su activismo, lo que favoreció su popularidad.
En diciembre de 2005 Jessen viajó a Londres para apoyar una campaña para reducir el número de abortos en virtud de la Ley del Aborto en el Reino Unido, y para hablar en una reunión parlamentaria en la Cámara de los Comunes
. Tanto el arzobispo de Canterbury como el arzobispo de Westminster indicaron que se esperaba que su historia animara al Parlamento a re-examinar su posición sobre el aborto.
El 8 de mayo de 2006, un representante republicano mencionó la historia de Gianna en la Cámara de Representantes del Estado de Colorado, en un evento en honor del 90 aniversario de una rama local llamada Planned Parenthood. .
En septiembre de 2008 Jessen partició en un evento en Canberra, Australia, patrocinado por el Lobby Cristiano Australiano, con el fin de persuadir a los políticos federales a estar en contra los abortos tardíos. Ese mismo mes, Jessen apareció en un anuncio durante la campaña presidencial de EE.UU. afirmando: "si Barack Obama se saliera con la suya, yo no estaría aquí".
En 2011 se terminó de producir el film October Baby, la película que cuenta la historia de Jessen y que este mes se estrena en los cines de España.
SU DISCURSO

«Mi madre tenía siete meses y medio de embarazo cuando decidió abortarme. Yo soy la persona que ella abortó».

Hay quien dice que es un "aborto fracasado", el resultado de un trabajo mal hecho. Ella, en cambio, lo ve como un regalo del Cielo, y proclama su amor a la vida y a Jesucristo.

“Soy adoptada. Tanto mi madre como mi padre biológicos tenían 17 años de edad cuando decidieron acudir a la Federación Internacional de Paternidad Planificada (IPPF), que es la proveedora de abortos más grande del mundo, y allí le aconsejaron someterse a un aborto de término tardío de solución salina. Esta solución se inyecta en el vientre de la madre. El bebe traga la solución que le quema por dentro y por fuera. Entonces la madre da a luz a un bebé muerto en el plazo de 24 horas”.

“Pero para la sorpresa y el shock de todos, no nací muerta sino viva el 6 de abril de 1977, en una clínica abortista en el condado de Los Ángeles”.

Son las palabras de Gianna Jessen en una conferencia que ofreció en Australia en el año 2008. (Ver vídeo adjunto).
Fuente: Agencias, varias / Redacción: Actualidad Evangélica
Y una denuncia en la sala te vienen dos chicas antes de empezar la Película, para que al final tu digas si quieres dar tu opinión.
Puedes pensar que va de Provida porque de un aborto, hacen una película y te meten tiempo para que todo el mundo quede perdonado.
No me gusta que me digan si estaba bien o mal cuando se resume que por un intento de Aborto se queda un bebé por el camino y una chica en busca de su origen con un padre que por miedo es sobreprotector y bueno todo lo demas se ve venir. Que me haya metido a ver esa "cosa" es que me invtaron y ya tenia la entrada. Es Manipuladora, y contra la libertad de elegir que puedes o no hacer.

Hallados en León dos hombres muertos y una mujer herida grave

Dos hombres han sido hallados muertos en las localidades leonesas de Espinosa de Compludo y Ponferrada, al menos uno de los cuales presenta herida de bala, mientras que una mujer ha sido encontrada con heridas de gravedad junto al segundo de los fallecidos
. Las dos muertes podrían responder a un caso de violencia de género, ya que contra el fallecido encontrado en Espinosa de Compludo pesaba una orden de alejamiento, según han informado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
Aunque por el momento se desconoce si la orden se refería a la mujer que ha aparecido herida junto al segundo de los cadáveres en Ponferrada, cabe la posibilidad de que se trate de ella, lo que establecería una conexión entre ambos sucesos
. Sin embargo, por el momento solo se ha confirmado la existencia de la orden y, al respecto, el delegado de Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, ha pedido "prudencia" hasta que se aclaren los hechos.
Según han informado fuentes de la Delegación de Gobierno en Castilla y León, el primero de los muertos es un varón con una herida por disparo que ha sido localizado a las 9.18 horas de este sábado en Espinosa de Compludo.
Unos 20 minutos más tarde, en el barrio ponferradino de Fuentes Nuevas, han aparecido dos personas en el interior de un vehículo: un hombre muerto y una mujer con pronóstico grave que fue trasladada en helicóptero al Complejo Asistencial de León. Aunque en este caso no se ha confirmado que existan heridas por arma de fuego, fuentes del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León han indicado que una de las dos personas habría sido trasladada con herida de bala, en un primer momento al Hospital del Bierzo de la localidad, y posteriormente en helicóptero al Complejo Asistencial de León.

De Isabel Coixet a Daniel Calparsoro, pasando por Gracia Querejeta

Arranca la 16ª edición del Festival de Málaga Cine Español, con nuevo director

Imagen de '15 años y un día', de Gracia Querejeta

Málaga sobrevive. Que no es poco.
Entre la crisis y el potente paquete de cine español que se reserva para llegar a las salas en otoño, tras los certámenes de San Sebastián y Sitges, que aún haya películas atractivas para su pase por la sección oficial del Festival de Málaga Cine Español parece casi un milagro.
En la 16ª edición, que empieza hoy y se clausura el próximo sábado, concursarán 13 películas, cuatro de ellas óperas primas, y varias dirigidas por primeras espadas del cine español: Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, que tras su paso por el festival de Berlín se estrenará comercialmente el próximo viernes, inaugura esta noche la sección oficial. Detrás llegarán, entre otras, el thriller Combustión, de Daniel Calparsoro, que mezcla trío amoroso, timos, robos y coches, con toda la intención de llegar al público joven.
El filme 15 años y un día, de Gracia Querejeta, con la que la directora repite con Maribel Verdú y retorna al tema de la adolescencia; el argentino Alberto Lecchi (Perdido por perdido) estrena el drama Sola contigo, con Ariadna Gil; Miguel Alcantud, que ha concursado con sus dos anteriores filmes, tripite con Diamantes negros sobre el tráfico de niños africanos para ser futbolistas en Europa...
Y rozando el morbo se podrá ver por fin en salas con público La mula, la adaptación de la novela de Juan Eslava Galán que empezó a dirigir Michael Radford, y que abandonó a falta de una semana de su conclusión. Tras años de enfrentamientos y diversas batallas legales entre el cineasta y la empresa productora española, la última versión va firmada como “anónima” y serán los espectadores quienes decidan si el resultado merece la pena.
Entre los directores debutantes, Somos gente honrada, de Alejandro Marzoa, también supone el debut como productora de cine de El Terrat, la empresa de, entre otros, Andreu Buenafuente.
Debuta asimismo como director el nuevo responsable del festival, Juan Antonio Vigar, que ha tenido solo cuatro meses para amoldarse al cargo, aunque con la ventaja que desde 2000 era adjunto a la dirección.

Juan Cruz: memoria en claroscuros de un tiempo ido

El autor activa sus recuerdos de editor y periodista en su nueva obra ‘Especies en extinción'.

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Juan Cruz, entre Jorge Semprún (izquierda) y Ángel González, en mayo de 2003. / Ricardo Gutiérrez

A Juan Cruz, quienes le conocen cometen el ligero error de considerarle sobre todo un optimista irredento, un cascabel, vital e intolerante con el mundo de los aguafiestas
. Pero él dice que es nostálgico. También se le puede confundir con un hombre de acción.
Pero mientras marcha sin parar busca obsesivamente la reflexión.
En lo que no cabe confusión posible es en su manera desgarrada de entregarse al oficio
. A los oficios, mejor. El de periodista y el de editor, con un puente que ha unido a ambos cuando una cosa no le permitía ejercer la contraria: sus libros.
Quizás por eso le guste José Alfredo Jiménez.
El rey de la canción mexicana aparece a cada paso de Especies en extinción (Tusquets), su nueva obra, su nueva entrega de la memoria casi nada difusa de los tiempos a los que se aferra como un hijo a las faldas de su madre. “Los recuerdos son beneficiosos y traidores.
La memoria es una hipótesis”.
Lo que resulta palpable son los años transcurridos atrás y ahora.
Por eso, Especies en extinción le ha salido tremendamente realista. “Porque es un libro sobre el tiempo”, dice, muy consciente de que quizás no haya escrito sobre otra cosa desde que publicó por primera vez Crónica de la nada hecha pedazos, allá por 1973.
Aunque este nuevo libro, a veces, hay que leerlo entre líneas.
No por mala intención, sino porque el inconsciente le juega sus pasadas y Juan Cruz, a sus 64 años, mantiene un pulso constante contra las cacareadas debacles que no le gustan.
“No morirá el papel, ni el periodismo, serán otra cosa”, reta a los agoreros. “Lo que me aturde, más que las predicciones, son los estados de ánimo de los periodistas, los libreros, los editores”.
Ha querido ser noble y seguir el consejo de su amiga y maestra para el oficio de hacer libros, la agente Carmen Balcells.
“Me advirtió que no hiciera ajustes de cuentas”.
Pero lo que sí debía hacer era reflejar esa hipótesis de la memoria enfrentada contra lo que él considera verdad. Su verdad.
Así aparecen, con sus claroscuros, virtudes y defectos, noblezas y debilidades, todo lo más granado del universo literario mundial: desde J. K. Rowling a Manuel Vicent; de Günter Grass, bailando con una pata de jamón, a Arturo Pérez Reverte, del boom al boomerang, todo el talento latinoamericano que puebla su agenda, escritores en busca de mimo constante y resguardo de la intemperie a la que les someten sus dudas. “Yo entendía que mi trabajo era cuidarlos, darles buenas noticias, ocuparme de ellos, aunque quizás ni me lo pidieran, ni lo necesitaran y pecara de ser pesado.
Me convertí en un intervencionista de su ánimo”.
Pero lo hizo —lo hace—, porque en el fondo no ha dejado de ser ni una cosa ni otra. Ni editor, ni mucho menos un periodista consciente de la suerte de poder ejercer el oficio más bello del mundo con el temor de que si no cumple con nervio y tensión, dice, “me van a echar”. Sabe diferenciar sus rasgos: “Un editor es quien asume como propia la obra ajena.
Un periodista, como decía Eugenio Scalfari, director de La Repubblica, es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente”.
Pero a Juan Cruz no lo echa nadie. Ni la gente ni las circunstancias.
Quizás lo aparte algo más de todo su nieto, Oliver, que junto a José Alfredo Jiménez y el tarareo constante de Un mundo raro, son los dos personajes que más aparecen en el libro: “Me aturde no verlo crecer. En él veo al niño que no he dejado de ser.
Nunca me acostumbré al mundo de los adultos”.