Arranca la 16ª edición del Festival de Málaga Cine Español, con nuevo director
Imagen de '15 años y un día', de Gracia Querejeta
Málaga sobrevive. Que no es poco.
Entre la crisis y el potente paquete de cine español que se reserva para llegar a las salas en otoño, tras los certámenes de San Sebastián y Sitges, que aún haya películas atractivas para su pase por la sección oficial del Festival de Málaga Cine Español parece casi un milagro.
En la 16ª edición, que empieza hoy y se clausura el próximo sábado, concursarán 13 películas, cuatro de ellas óperas primas, y varias dirigidas por primeras espadas del cine español: Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, que tras su paso por el festival de Berlín se estrenará comercialmente el próximo viernes, inaugura esta noche la sección oficial. Detrás llegarán, entre otras, el thriller Combustión, de Daniel Calparsoro, que mezcla trío amoroso, timos, robos y coches, con toda la intención de llegar al público joven.
El filme 15 años y un día, de Gracia Querejeta, con la que la directora repite con Maribel Verdú y retorna al tema de la adolescencia; el argentino Alberto Lecchi (Perdido por perdido) estrena el drama Sola contigo, con Ariadna Gil; Miguel Alcantud, que ha concursado con sus dos anteriores filmes, tripite con Diamantes negros sobre el tráfico de niños africanos para ser futbolistas en Europa...
Y rozando el morbo se podrá ver por fin en salas con público La mula, la adaptación de la novela de Juan Eslava Galán que empezó a dirigir Michael Radford, y que abandonó a falta de una semana de su conclusión. Tras años de enfrentamientos y diversas batallas legales entre el cineasta y la empresa productora española, la última versión va firmada como “anónima” y serán los espectadores quienes decidan si el resultado merece la pena.
Entre los directores debutantes, Somos gente honrada, de Alejandro Marzoa, también supone el debut como productora de cine de El Terrat, la empresa de, entre otros, Andreu Buenafuente.
Debuta asimismo como director el nuevo responsable del festival, Juan Antonio Vigar, que ha tenido solo cuatro meses para amoldarse al cargo, aunque con la ventaja que desde 2000 era adjunto a la dirección.
Entre la crisis y el potente paquete de cine español que se reserva para llegar a las salas en otoño, tras los certámenes de San Sebastián y Sitges, que aún haya películas atractivas para su pase por la sección oficial del Festival de Málaga Cine Español parece casi un milagro.
En la 16ª edición, que empieza hoy y se clausura el próximo sábado, concursarán 13 películas, cuatro de ellas óperas primas, y varias dirigidas por primeras espadas del cine español: Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, que tras su paso por el festival de Berlín se estrenará comercialmente el próximo viernes, inaugura esta noche la sección oficial. Detrás llegarán, entre otras, el thriller Combustión, de Daniel Calparsoro, que mezcla trío amoroso, timos, robos y coches, con toda la intención de llegar al público joven.
El filme 15 años y un día, de Gracia Querejeta, con la que la directora repite con Maribel Verdú y retorna al tema de la adolescencia; el argentino Alberto Lecchi (Perdido por perdido) estrena el drama Sola contigo, con Ariadna Gil; Miguel Alcantud, que ha concursado con sus dos anteriores filmes, tripite con Diamantes negros sobre el tráfico de niños africanos para ser futbolistas en Europa...
Y rozando el morbo se podrá ver por fin en salas con público La mula, la adaptación de la novela de Juan Eslava Galán que empezó a dirigir Michael Radford, y que abandonó a falta de una semana de su conclusión. Tras años de enfrentamientos y diversas batallas legales entre el cineasta y la empresa productora española, la última versión va firmada como “anónima” y serán los espectadores quienes decidan si el resultado merece la pena.
Entre los directores debutantes, Somos gente honrada, de Alejandro Marzoa, también supone el debut como productora de cine de El Terrat, la empresa de, entre otros, Andreu Buenafuente.
Debuta asimismo como director el nuevo responsable del festival, Juan Antonio Vigar, que ha tenido solo cuatro meses para amoldarse al cargo, aunque con la ventaja que desde 2000 era adjunto a la dirección.
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