Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 abr 2013

“Comencé a escrachar al encontrarme en un bar al torturador de mi padre”Aprende Cospedal lo que es el Escracher, pero ustedes no tienen vergÜenza

Los fundadores de H.I.J.O.S, la organización argentina que inició los señalamientos públicos, explican cómo fue evolucionando esa actividad política.

Escrache en Buenos Aires (Argentina), en septiembre de 2000. / INFOSIC
Paula Maroni y Carlos Pisoni trabajan ahora en un edificio de la antigua y tenebrosa Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro de tortura y exterminio durante la última dictadura argentina (1976-1983). Ella tiene 36 años y él 35. Pertenecen a la asociación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S). Sus padres desaparecieron durante la dictadura cuando ellos eran bebés. Cuando tenían 17 y 18 años, en diciembre de 1996, decidieron escrachar a un médico de la ESMA. Sería el primero de una larga lista. Nunca pensaron que aquella actividad, con ese mismo nombre, terminaría llegando a España. Y que sería empleada por ciudadanos que están siendo obligados a salir de sus casas tras el impago de sus créditos bancarios. Convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), cientos de personas han protestado en las últimas semanas frente a los hogares de varios diputados del Partido Popular. El origen hay que buscarlo entre aquellos adolescentes argentinos.
“Escrachar se usaba siempre en el lunfardo, el lenguaje popular de Buenos Aires”, explica Carlos Pisoni. “Su raíz no está muy clara, pero significa poner en evidencia a alguien. Y al principio fue algo muy espontáneo. Nos enteramos de que Jorge Luis Magnacco, que era un médico que atendía los partos de las mujeres secuestradas en la ESMA, trabajaba como jefe de obstetricia en un hospital de Buenos Aires. Y que vivía muy cerca de ese hospital. En aquella época era imposible aplicar justicia. Estos genocidas vivían con total impunidad, ocupaban puestos de responsabilidad en la sociedad. Así que empezamos arrojando bombitas de pintura roja en sus casas, repartíamos información entre los vecinos y nos íbamos. Temíamos también por nuestra seguridad. A Paula Maroni llegaron a montarla en un coche y darle vueltas por Buenos Aires. Después nos dimos cuenta de que lo importante no era sólo señalarlos, sino que la sociedad los condenara. Que el panadero no le vendiera el pan ni el carnicero la carne”.
“Escrachar se usaba en el lenguaje popular de Buenos Aires. Su raíz no está muy clara, pero significa poner en evidencia a alguien"
“Al cabo de un año el trabajo la actividad se hizo más compleja. Hacíamos un trabajo previo de información en los barrios que podía durar unos tres meses”, continúa Paula Maroni. “Citábamos a las organizaciones sociales del barrio y creábamos una mesa del escrache. Ya no se trataba de una acción en sí. No tenía que ver con el hecho fascista que puede suponer decir yo digo que vos sos culpable de algo, voy, te marco y me marcho. Lo nuestro era una construcción política en el tiempo. Llegamos a disfrazarnos de carteros para comprobar que en tal casa vivía quien nosotros creíamos que vivía. Informábamos paso a paso, semana a semana, al barrio. Y el día del escrache era sólo la culminación de un proceso que había culminado mucho antes”, añade Maroni.
Había unos 200 miembros de Hijos en la capital y 500 en el país. Escracharon a más de 50 personas en Buenos Aires y a una centena en Argentina. ¿Se habría conseguido enjuiciar a muchos militares sin aquellos escraches en los domicilios? “Fuimos un granito de arena muy importante”, explica Carlos Pisoni. “Yo comencé a escrachar cuando me encontré en un bar al que torturó a mi padre. Podía haber optado por partirle una botella en la cabeza, pero pensé que la salida tendría que ser colectiva. Y conseguimos implicar a la sociedad”.
En 2004, tras la llegada de Néstor Kirchner al Gobierno y con la reapertura de los juicios contra los militares entendieron que ya no tenía sentido continuar con los escraches, salvo en casos puntuales. Uno de esos casos concretos fue el del general Jorge Rafael Videla. “Le habíamos hecho un escrache en 1998 y después otra modalidad que le llamamos el escrache móvil. Íbamos en bicicleta, motos y autos, por casas que ya habíamos pasado otras veces”, relata Pisoni. “Pero en 2006 el tenía prisión en su domicilio. Era el símbolo de la dictadura y nos propusimos que fuera a una cárcel común. Logramos que se revocara la prisión domiciliaria”.
“Nuestra aparición revitalizó la lucha que habían iniciado antes las madres y las abuelas de la plaza de Mayo”, señala Maroni. “En ese momento ellas seguían dando vueltas a la plaza todos los jueves sin que la sociedad acompañara esa acción. De pronto empezamos a escrachar y casi toda la sociedad y los medios de comunicación nos apoyaron”. En 2001, cinco años después de los primeros escraches, sobrevino el corralito en Argentina. Millones de personas se vieron privados de acceder a sus ahorros en el banco. “Hubo cientos de escraches”, recuerda Carlos Pisoni. “A empresas, a políticos, a banqueros, a las compañías telefónicas... La gente iba a sus puertas y les rompía los vidrios”. ¿Y qué hicieron ellos? “Lo que hizo el pueblo”, contesta Paula Maroni. Escracharon.
“Después esa práctica se la apropió el pueblo y nosotros ya no tenemos nada que decir sobre cómo cada uno la traduce”. ¿Y qué piensan de los escraches que se están produciendo en España ante las casas de los políticos del Partido Popular”. “Cuando una sociedad busca medidas alternativas es porque hay un contrato social que se ha roto. El escrache es producto de la impunidad y la impunidad tiene mucho que ver con la impotencia”, señala Maroni. ¿Y no se podría limitar el señalamiento público al lugar en que la persona en cuestión desempeña su trabajo? “Les daría igual. Hasta que no tocas el timbre de la casa del tipo no surte efecto el escrache”, contesta Maroni.
El escrache siguió funcionando de forma esporádica en Argentina. Sus defensores y detractores se encuentran por igual dentro y fuera del peronismo y dentro y fuera del Gobierno. Aníbal Fernández, uno de los senadores peronistas más conocidos en Argentina, ha sufrido varios escraches y los ha criticado también cuando se ejercían sobre políticos opositores. “No se puede aceptar que se agreda o se insulte o se escrache, todo este invento nazi que han traído a la Argentina y tiene un comportamiento espantoso, so pretexto de defender una ideología", declaró en 2009 tras el escrache a un senador de la oposición.
En los escraches más recientes de Argentina las víctimas han sido miembros del Gobierno. En septiembre de 2012 varios manifestantes acudieron con sus cacerolas a la casa del secretario de Estado de Comercio, Guillermo Moreno. Y el pasado febrero, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, cerebro de la expropiación de YPF a Repsol, sufrió otro escrache cuando viajaba con su esposa y dos hijos en un buquebús desde Montevideo a Buenos Aires. Kicillof tuvo que ser trasladado junto a su familia a primera clase para evitar el abucheo. "La verdad, fue muy angustiante", relató su esposa, Soledad Quereilhac.
"Yo le pedía a la gente que no fuera irrespetuosa porque estábamos con nuestros hijos de 1 y 4 años".
Sus defensores y detractores en Argentina se encuentran por igual dentro y fuera del peronismo y dentro y fuera del Gobierno
“A Axel nosotros lo conocemos desde que empezó nuestro movimiento. Su grupo universitario participaba en nuestros escraches”, recuerda Pisoni. “Y no estamos de acuerdo con el escrache que sufrió.
 Sin embargo, estamos de acuerdo con que se vaya a protestar ante las empresas eléctricas cuando se producen cortes de luz porque no invirtieron lo que tenían que invertir”.
¿Y apoyarían una protesta ante la casa del director de cualquier empresa eléctrica?
“Claro que sí”, contesta Paula Maroni.
 “El escrache tiene sentido cuando no tenés otra herramienta para obtener un resultado
. Si vos le negás al pueblo el canal para encontrar una solución… Tal vez el tipo que se esconde detrás de un escritorio de una empresa privada va a salir a la terraza.
Y te puedo asegurar que se le cae la cara de vergüenza delante de sus hijos, de sus vecinos”.
El escritor y bloguero Jorge Asis suele ser muy crítico con el Gobierno de Cristina Fernández.
Pero cuando escracharon a Moreno y Kicillof repudió públicamente el escrache. “Creo que se trata de una expresión neo fascista.
 Es un acto de cobardía colectiva de señores que necesitan purificarse en la protesta ante cualquiera que mantenga la arbitraria representación del culpable”, indica Asís.
“Acaso por haber sido escrachado yo mismo durante años en presencia, incluso, de mis hijos, en un restaurante o por la calle, pienso que saldría a defender a mis adversarios políticos si los escracharan en mi presencia.
 Sé que se los intenta comprender por razones que aluden a la impotencia, por la necesidad de descargarse que tiene quien se siente víctima de alguna injusticia.
Conozco de memoria los argumentos
. Pero la democracia no se hizo para legitimar estos desatinos”, concluye Asís.
Por su parte, Paula Maroni, cree que no existe una vara única para medir o valorar los escraches. “Esto es política, no matemáticas.
Y cada persona tiene que hacerse cargo de su opción ideológica”.

 

La Pesada de Cospedal y su obsesión, que no digan que hace algo mal. LosEscraches acaba de descubrirlos.

Cospedal tilda los escraches de “nazismo puro” propio de antes de la Guerra Civil.Debe saber mucho de lo mucho que habla....pero Boucoup de mucho.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal , ha calificado hoy los escraches de “nazismo puro” al finalizar una mesa redonda organizada por el partido para debatir sobre la pérdida de confianza y el desapego ciudadano a la clase política.
 La dirigente popular considera que las polémicas protestas domiciliarias que han sufrido dirigentes y parlamentarios de la formación reflejan “un espíritu totalitario y sectario” y un intento de “tratar de violentar el voto” y las reglas de la representatividad democrática.
 Así, en su opinión, “por muy loable y defendible” que sea la causa de las víctimas de desahucios, “pierde todo el sentido” con estos “acosos”.
Otro de los intervinientes en el acto, el diputado Pablo Casado, había señalado antes que los escraches son parte de una "hoja de ruta", por desgracia "nada espontánea", contra el PP y orquestada por una alianza de la izquierda y nacionalistas.
 "Lo hacen con un fin y recuerdan a la España o la Alemania de los 30", ha añadido.
Cospedal, que ha evitado pronunciar la palabra escrache -"además no me gusta", ha apuntado-, ha insistido en que "por primera vez en la historia de España, el Gobierno se está ocupando de los desahucios"
"TENDRÄ MORRO? pero  Morro de Bocoup
. Lo ha señalado al reivindicar la política y el sentido de los partidos. "El partido político es el instrumento que canaliza el derecho de la participación política.
Sin políticos no hay política y sin política no hay democracia... Jugar a que la diana sea el político es ir contra la democracia", ha asegurado.Cospedal mejor vete ya.
Pero en el debate, organizado en un bar del barrio madrileño de Salamanca, y en el que han participado el vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons, el ministro de Industria, José Manuel Soria, la dirigente popular se ha referido también a la corrupción, la segunda preocupación de los ciudadanos y la causa principal del desprestigio de la política.
Y al hacerlo, Cospedal ha nombrado al "señor Bárcenas" para recordar que el que fue "hasta hace tres años" el tesorero de los populares "está inmerso en dos o en tres procedimientos judiciales, algunos empezados antes de que el PP gobernara" y que ahora siguen
. En este sentido, ha considerado la respuesta de jueces y fiscales de "reflejo de calidad democrática".
"Yo soy la primera indignada de conocer lo que ha ocurrido de lo que hacía y lo que tenía el tesorero de nuestro partido", ha agregado la número dos del PP. "Pero serán los tribunales, si queremos vivir en un país habitable, los que tengan que decidir".
Antes de la intervención de Cospedal, Pons ha moderado una mesa redonda, a la que han asistido varios diputados del PP, miembros del Comité Ejecutivo Nacional y la presidenta del partido en la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
 En ella han intervenido el empresario y expolítico Rodolfo Martín Villa, que ha animado a buscar la “complicidad” entre los principales partidos y ha contextualizado la Transición frente a la etapa actual; el sociólogo del CIS Narciso Michavila, quien ha recordado que el problema no son las protestas por los desahucios sino los desahucios en sí; y la periodista Isabel Durán.Esa que habla y habla y que nadie la calla, que facilidad para hablar de Democracia tienen las Fachas, y los fachas. Pero me pregunto...¿Que es el Nazismo Impuro? ella habla del Puro, será que lo conoce, pero no sabe cuando fue el Impuro Nazismo.

12 abr 2013

Desmantelada una gran organización de venta de ropa falsificada

50 detenidos y 21 imputados en las provincias de Cádiz, Sevilla, Badajoz y Orense.

Un agente muestra material incautado durante la Operación Walking en Cádiz.

La Guardia Civil ha desmantelado una de las mayores organizaciones afincadas en España para el comercio ilícito de ropa y perfumes de marca falsificada en una operación en la que han sido detenidas 50 personas e imputadas otras 21, especialmente en las provincias de Cádiz, Sevilla, Badajoz y Orense.
La Operación Walking, comenzó en Cádiz después de que la Guardia Civil detectara la presencia de personas en una situación personal y económica vulnerable que vendían ropa deportiva y perfumes durante el verano y Navidad en mercadillos y sobre todo en las zonas más turísticas de la provincia.
Los vendedores, captados por un grupo organizado para la distribución del género falsificado, obtenían unos pequeños beneficios, según ha explicado la Guardia Civil en un comunicado.
La red, que tenía a los vendedores en una situación cercana a la explotación, utilizaba después sus beneficios para financiar otras actividades del crimen organizado.
La Guardia Civil descubrió que el punto de almacenaje y distribución de la mercancía falsa estaba en unos garajes y naves de la provincia de Sevilla, tanto de la capital andaluza como de la localidad de El Cuervo, donde se realizaron varios registros, se incautaron miles de prendas y se detuvo a diez de los principales distribuidores de la red.
Las investigaciones se dirigieron después a las provincias de Orense (Galicia) y Badajoz (Extremadura), donde fueron localizados otros tres distribuidores de los productos falsificados a gran escala, y se registraron seis de sus domicilios, donde aprehendieron más de 10.000 artículos por valor de más de 700.000 euros y procedieron a la detención de las dos personas cabecillas del negocio.
Según la Guardia Civil, la red distribuyó por todo el territorio nacional durante 2012 más de 250.000 artículos falsificados a través de empresas de paquetería, con las que enviaban los productos a otros distribuidores a menor escala.
La red utilizaba testaferros y sociedades interpuestas para blanquear los beneficios y financiar otras actividades criminales, según una información que estaba registrada en los sistemas de alerta de la Europol y que sigue siendo investigada.
En la operación se ha incautado ropa deportiva y perfumes falsos por valor de más de 2.184.000 de euros y 20.000 euros en efectivo, además de 16 vehículos.

 

Vista, oída y sabida....................crítica de 'alacrán enamorado' Por Carlos Boyero


Carlos Bardem le ajusta el casco a Álex González en uno de los entrenamientos de 'Alacrán enamorado'.

A veces me resulta demasiado enfático y melifluo el epígrafe que encabeza este texto
. Hay semanas en las que no se estrena ninguna película que te provoque sensaciones que justifiquen escribir media página sobre ellas.
 Y resulta más fatigoso cuando posees expectativas, debido al contrastado talento de directores y actores que tantas veces te apasionaron.
La decepción es particularmente dolorosa en el caso de To the wonder, firmada por alguien como Terrence Malick, ese artista incuestionable, dueño de un estilo visual esplendoroso y una poética conmovedora, que había descrito anteriormente y de forma genial en El árbol de la vida esas cosas que se sienten de forma especial en la infancia y que dejaran huella imborrable en la vida futura.
 Consecuentemente esperas el escalofrío cuando este hombre habla de la plenitud del amor, de su pérdida y de su monstruosa resaca en To the wonder, pero aunque reconozcas el personal lenguaje de su cámara, lo que pretende transmitir te resulta engolado, vacuo y grotesco.

ALACRÁN ENAMORADO

Dirección: Santiago A. Zannou.
Intérpretes: Álex González, Carlos Bardem, Miguel Ángel Silvestre, Judith Diakhaté, Hovik Keuchkerian.
Género: drama. España, 2013.
Duración: 100 minutos.
Y también lo pasas mal en Tipos legales cuando ves a tres actores casi ancianos y con un pasado glorioso como Pacino, Walken y Arkin interpretando un guion muy tonto que pretende ser lírico y tragicómico. Todavía no he visto Oblivion, que imaginas con justificado miedo como otro de esos trajes a la medida que encarga la estrella Cruise para seguir alimentando su infalible aunque olvidable carrera comercial.
Y me asomo con cierta esperanza a Alacrán enamorado, fundada en la vitalidad que desprendía El truco del manco, la primera e irregular película del director Santiago A. Zannou.
 Pero mi semana cinematográfica sigue siendo intrascendente.
 Posee un defecto irritante y es que todo lo que va a ocurrir en esta trama presuntamente negra te resulta previsible y convencional.
 Existen voluntarias o involuntarias referencias a un género y a unos personajes que le han dado mucho juego al gran cine y cuya última, profunda y dolorida obra maestra lleva la firma de Clint Eastwood en Million dollar baby.
¿Les suena el género? Lo habitan perdedores dignos o indignos, que quieren dejar de serlo o resignados a la desolación, con hambre de reconocimiento, de triunfo o de redención, buscando un lugar en el sol o limitándose a sobrevivir en el desastre, gente que se rige según los códigos éticos y estéticos de la verdadera profesionalidad o tan dotada como autodestructiva.
 El cuadrilátero funciona como simbología de la existencia.
Ahí puede ocurrir de todo, lo mejor y lo peor, la miseria y la grandeza, la luz y la tiniebla.
 Cuando existe auténtica complejidad en el tratamiento, cuando ese género no responde a una fórmula tan prestigiosa como vendible que se presta a frases y lugares comunes sino que posee autonomía, originalidad expresiva, genio y alma, el resultado es perdurable, esos perdedores dejan eterno poso en la memoria.
Zannou tiene fuerza visual, pero en el filme nada sorprende"
Zannou tiene fuerza visual y vocación sincera hacia ese mundo bronco, se maneja bien con el argot callejero, pero su historia está repleta de convenciones, su pretendido desgarro no tiene matices e involuntariamente acaba pareciendo académico.
 Y todos estamos de acuerdo en que los descerebrados nazis pueden ser muy peligrosos en tiempos de penuria, que necesitan encontrar chivos expiatorios y cebarse con el inmigrante, el color de la piel, la disidencia, la rareza, la heterodoxia, la marginalidad, el aullido de los parias.
 Y que siempre hay un negocio detrás de los principios inflexibles y las presuntas grandes verdades.
 Y que la historia de Romeo y Julieta no tiene caducidad a lo largo del tiempo.
 Pero las buenas intenciones no sirven para justificar una película que te la sabes de memoria de principio a fin.
 Hay actores que están muy bien, veraces en su gesto, su mirada, su lenguaje y su silencio, como Carlos Bardem, su hermano Javier, Alex González o el para mí desconocido Hovik Keuchkerian y alguno que me parece lamentable como un aclamado sex-symbol de las series televisivas.
No te ocurre nada, ni frío ni caliente, con esta película pretendidamente emotiva. Resulta elemental, oída y sabida.