Anastasiadis critica a los socios de la eurozona por el "experimento" del rescate a Chipre
Los bancos abren con normalidad en la segunda jornada tras el cierre de 10 días.
El presidente de Chipre, el conservador Nikos Anastasiadis, ha querido despejar hoy la intranquilidad suscitada por el rescate del país
en círculos financieros e instituciones internacionales con un mensaje
muy claro: Chipre no abandonará la moneda única.
“No tenemos ninguna intención de salirnos del euro”, ha dicho Anastasiadis este viernes en la conferencia anual del sindicato de la función pública, que se ha celebrado en Nicosia.
No obstante, ha aprovechado la ocasión para criticar a sus socios de la Eurozona por imponer a su país “demandas sin precedentes que han forzado a Chipre a convertirse en un experimento”, en referencia a la obligación de los depositantes de los bancos a cargar con parte del rescate, imponiendo quitas a los ahorradores que tengan más de 100.000 euros en depósitos, acciones u obligaciones.
La permanencia en la eurozona, sin embargo, no está libre de obstáculos, subrayó. “Asumí un Estado en bancarrota [al tomar posesión hace un mes] y ahora lo que toca es hacer reformas difíciles” para reducir el gasto público, dijo, sin referirse expresamente a una reducción de salarios de funcionarios, en un país donde el sector público es el mayor empleador.
“En ningún caso se va a jugar con el futuro de Chipre”, añadió.
Con su mensaje, y enarbolando el ejemplo de sus propias medidas de austeridad –bajarse el sueldo un 25%-, Anastasiadis salía al paso también de las voces más críticas con el rescate en el interior de Chipre, como la del presidente del Parlamento, el socialdemócrata Yannis Omiru, que ha hecho suyo el discurso popular: sí al euro, no a las imposiciones de la troika.
En la misma conferencia de funcionarios, Omiru defendió la viabilidad del país dentro de la eurozona, pero no a cualquier precio. “Chipre no debe tolerar cadenas” de la troika, dijo; “me pregunto si lo correcto es aceptar condiciones humillantes, rayanas en la esclavitud de los chipriotas y de Chipre, o sería mejor buscar soluciones alternativas”.
El frente interno no ha concedido ni un segundo de respiro a Anastasiadis tras la aprobación in extremis del rescate, el lunes pasado.
A las críticas de Omiru, a quien como representante del Legislativo correspondería en teoría un papel más institucional y menos político, se suman las del resto de partidos en la oposición. El centrista Diko acusó ayer a Gobierno y bancos de conocer de antemano las condiciones del rescate de la troika y actuar en consecuencia. El comunista AKEL ha solicitado un referéndum sobre la permanencia del país en el euro. Todos ellos rechazaron en el Parlamento el primer rescate acordado, que imponía una tasa sobre todos los depósitos, tanto los superiores como los inferiores a 100.000 euros.
El discurso de Anastasiadis coincide con la valoración del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que reúne a los principales bancos del mundo, según el cual la posibilidad real de una salida de la zona euro es evidente.
“Chipre tiene todas las cargas derivadas de estar en el euro, pero ninguna de sus ventajas”, informaron a última hora del jueves fuentes del IFF en Washington. Lo mismo, pero con otras palabras, que opinan muchos chipriotas, líderes políticos incluidos.
Tras la excepcionalidad de la jornada de ayer, marcada por la reapertura de las sucursales tras casi dos semanas de cierre y la aplicación de medidas de control de capitales, la normalidad ha presidido este viernes el funcionamiento de los bancos.
Todas las oficinas han abierto con el horario habitual y solo eran perceptibles mínimas colas ante algunas sucursales del Laiki Bank, el banco más afectado por la crisis.
“No tenemos ninguna intención de salirnos del euro”, ha dicho Anastasiadis este viernes en la conferencia anual del sindicato de la función pública, que se ha celebrado en Nicosia.
No obstante, ha aprovechado la ocasión para criticar a sus socios de la Eurozona por imponer a su país “demandas sin precedentes que han forzado a Chipre a convertirse en un experimento”, en referencia a la obligación de los depositantes de los bancos a cargar con parte del rescate, imponiendo quitas a los ahorradores que tengan más de 100.000 euros en depósitos, acciones u obligaciones.
La permanencia en la eurozona, sin embargo, no está libre de obstáculos, subrayó. “Asumí un Estado en bancarrota [al tomar posesión hace un mes] y ahora lo que toca es hacer reformas difíciles” para reducir el gasto público, dijo, sin referirse expresamente a una reducción de salarios de funcionarios, en un país donde el sector público es el mayor empleador.
“En ningún caso se va a jugar con el futuro de Chipre”, añadió.
Con su mensaje, y enarbolando el ejemplo de sus propias medidas de austeridad –bajarse el sueldo un 25%-, Anastasiadis salía al paso también de las voces más críticas con el rescate en el interior de Chipre, como la del presidente del Parlamento, el socialdemócrata Yannis Omiru, que ha hecho suyo el discurso popular: sí al euro, no a las imposiciones de la troika.
En la misma conferencia de funcionarios, Omiru defendió la viabilidad del país dentro de la eurozona, pero no a cualquier precio. “Chipre no debe tolerar cadenas” de la troika, dijo; “me pregunto si lo correcto es aceptar condiciones humillantes, rayanas en la esclavitud de los chipriotas y de Chipre, o sería mejor buscar soluciones alternativas”.
El frente interno no ha concedido ni un segundo de respiro a Anastasiadis tras la aprobación in extremis del rescate, el lunes pasado.
A las críticas de Omiru, a quien como representante del Legislativo correspondería en teoría un papel más institucional y menos político, se suman las del resto de partidos en la oposición. El centrista Diko acusó ayer a Gobierno y bancos de conocer de antemano las condiciones del rescate de la troika y actuar en consecuencia. El comunista AKEL ha solicitado un referéndum sobre la permanencia del país en el euro. Todos ellos rechazaron en el Parlamento el primer rescate acordado, que imponía una tasa sobre todos los depósitos, tanto los superiores como los inferiores a 100.000 euros.
El discurso de Anastasiadis coincide con la valoración del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que reúne a los principales bancos del mundo, según el cual la posibilidad real de una salida de la zona euro es evidente.
“Chipre tiene todas las cargas derivadas de estar en el euro, pero ninguna de sus ventajas”, informaron a última hora del jueves fuentes del IFF en Washington. Lo mismo, pero con otras palabras, que opinan muchos chipriotas, líderes políticos incluidos.
Tras la excepcionalidad de la jornada de ayer, marcada por la reapertura de las sucursales tras casi dos semanas de cierre y la aplicación de medidas de control de capitales, la normalidad ha presidido este viernes el funcionamiento de los bancos.
Todas las oficinas han abierto con el horario habitual y solo eran perceptibles mínimas colas ante algunas sucursales del Laiki Bank, el banco más afectado por la crisis.