Un Mar que cambió de color
Estuve junto a un mar que cambió de azul
A negro aceituna,
Que se agitaba y respiraba
Y se volvía a calmar.
No entiendo nada de ondas marítimas
Pero el contexto me insinuaba
Su pretensión de que evocara
Las rastras de la desidia,
Porque también odio mi poesía.
Más mi alma tuvo el deseo de no pensar.
Preferí estarme quieta. Cerré los ojos.
Me dijo de una mujer en mi sitio
De extraños cabellos blancos
Que escribía poemas
Cuando apenas articulaba dos palabras.
Ahora que lo recuerdo, estuvo bien
Que al menos por unos minutos
Ese mar me callara.
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