Hay amores que agotan. El pobre extesorero zarandeado por el deseo de dos jueces, declara ante uno un día y ante el otro al siguiente..
Llega la primavera, y con ella el amor: ¡le florecen los pretendientes al ex tesorero del partido Popular, Luis Bárcenas!
Son el juez Ruz y el juez Bermúdez, dos magistrados enamorados en primer grado de su caso. Ruz no tiene un pelo de tonto. Bermúdez se ha quedado sin pelo.
Es un calvo con mucho tirón popular que transpira esa extraña seguridad paternal y conservadora
. Al contrario, Ruz tiene un aire dinámico, como si perteneciera al C.S.I, Las Vegas. Bermúdez ha aprendido mucho de Kojak, la serie de TV que disfrutó cuando era adolescente sobre un teniente de policía, inmortalizado por Telly Savalas, que chupaba piruletas tan calvas como él.
Hay amores que agotan.
El pobre ex tesorero zarandeado por el deseo de los dos jueces, declara ante uno un día y ante el otro al siguiente.
La verdadera batalla del amor está entre los jueces victimas de un agudo subidón hormonal. ¿Será que Bermúdez quiere neutralizar los lances de Ruz? ¿Será que Ruz está demasiado verde para Luis? ¿No sería mejor resolverlo todo con un ménage à trois?
Cupido, caprichoso como es, dispara sus flechas ciego, sin calcular el resultado.
Así, mientras Luis Bárcenas tiene dos novios, Rita Barberá no tiene ninguno. Estuvo más sola que nunca en la noche de la Cremá durante las fallas de Valencia.
Sola en el balcón, no recibió a ningún galán ni galana de su partido.
Se ha hablado de mal timing (coincidió con la misa inaugural del Papa). Además, el año que viene les toca subir el IVA de las fallas, que este año por alguna razón se les perdonó
. La prensa informó de que las fallas ganadoras y devoradas por las llamas habían costado más de siete millones de euros. Si los chipriotas tuvieran esa cantidad, ¿le pondrían fuego también?
Estamos preocupados con Chipre.
Aunque ahora la isla resulte un paraíso fiscal encubierto y en llamas, no se puede olvidar que Chipre es uno de los países que más nos apoya en el festival de Eurovisión.
¿Qué va a pasar sin el voto Chipriota? Siempre gustan de darnos esos cariñosos diez o doce puntos, cualquiera que sea la canción que llevemos.
Si han mantenido esa afinidad y ahora no reaccionamos con un gesto solidario, estaríamos poniendo en jaque una buena posición en el concurso europeo. ¿Qué importa más: un corralito o ganar Eurovisión?
¿Qué título queda mejor sobre nuestra tarjeta de visita?
Esta semana asistimos a la declaración del Conde de Fontao, el abogado Real.
Y quiso dejar claro que, en algún momento, le hizo ver al duque de Palma que ya no debía usar su título y condición como tarjeta de visita.
Por lo visto no le hicieron mucho caso, pero ni en el Ducado de Palma ni en la propia Casa Real, donde nadie suelta su tarjeta de visita.
Mira que han sido utilizadas esas tarjetas, aunque la más perfumada sea la de la Princesa Corinna, que dejó su dulce rastro hasta en el CNI.
Nostálgicos, pensamos en la condesa de Romanones, Alinne Griffith hasta ahora la única de nuestras nobles que se jactaba de ser espía (vestida de rojo), ahora sorprendida de que Corinna le haya superado su exclusivo título de condesa espía con el de princesa del servicio secreto.
La familia real, sin el rey ni Cristina, presidió una cena de honor para los exigentes miembros del COI, que viven como reyes disfrutando olímpicamente de como todo el mundo hace lo indecible para complacerles. Los señores del COI se habrán quedado algo chafados con la ausencia de Corinna, experta en conectar personas y empresas globales.
No seria mala idea que la princesa, desde la entraña donde esté, eche un capote a la candidatura olímpica de Madrid.
Cristina Fernández, con perdón del ¡Hola! que solo tiene ojos para princesas, dio la campanada en la misa inaugural de su compatriota el Papa Francisco. Fue como la resurrección de Evita Perón en negro adamascado masivo
. Eso es un estilismo presidencial y cardenalicio a la vez, ¡el auténtico Papa negro! Cristina fue, vistió y venció. ¿Qué habrá pensado Ángela Merkel? Fiel a sus creencias, la canciller alemana asistió de lo más normal, normalito, (vamos no se puso ni un broche, ni un pañuelo, ni nada).
Al ver este derroche de emergente poderío latino, Ángela, con las tijeras en el bolsillo, no supo por donde empezar a hacer recortes en el despampanante look de Cristina. ¡Pelo, sombrero, maquillaje, botox, alta tecnología dental y tela como si fuera Pampa para regalar!
Al parecer el avión presidencial argentino puede salir del país pero no puede aterrizar fácilmente en otros porque podrían confiscarlo por las deudas acumuladas, Cristina y su séquito viajaron a Marruecos y desde allí continuaron hasta Roma en línea comercial. Fernández siempre buscando una vía alternativa.
Es que Argentina sorprende. Ellos sí que saben cuanto significa una buena tarjeta de visita.
Su vecina, Dilma Rousseff llegó también a lo grande, con una comitiva de 17 habitaciones en uno de los hoteles más caros de Roma, ¡Ay, quién fuera país emergente!
Un Papa, pobre o no, necesita rodearse de damas ricas, en la Iglesia esto siempre ha funcionado así para poder ayudar a los más desfavorecidos, claro, y no es el momento de ponerse a cambiar tradiciones.
Que sigan las fallas, porque la primavera no falla.
Son el juez Ruz y el juez Bermúdez, dos magistrados enamorados en primer grado de su caso. Ruz no tiene un pelo de tonto. Bermúdez se ha quedado sin pelo.
Es un calvo con mucho tirón popular que transpira esa extraña seguridad paternal y conservadora
. Al contrario, Ruz tiene un aire dinámico, como si perteneciera al C.S.I, Las Vegas. Bermúdez ha aprendido mucho de Kojak, la serie de TV que disfrutó cuando era adolescente sobre un teniente de policía, inmortalizado por Telly Savalas, que chupaba piruletas tan calvas como él.
Hay amores que agotan.
El pobre ex tesorero zarandeado por el deseo de los dos jueces, declara ante uno un día y ante el otro al siguiente.
La verdadera batalla del amor está entre los jueces victimas de un agudo subidón hormonal. ¿Será que Bermúdez quiere neutralizar los lances de Ruz? ¿Será que Ruz está demasiado verde para Luis? ¿No sería mejor resolverlo todo con un ménage à trois?
Cupido, caprichoso como es, dispara sus flechas ciego, sin calcular el resultado.
Así, mientras Luis Bárcenas tiene dos novios, Rita Barberá no tiene ninguno. Estuvo más sola que nunca en la noche de la Cremá durante las fallas de Valencia.
Sola en el balcón, no recibió a ningún galán ni galana de su partido.
Se ha hablado de mal timing (coincidió con la misa inaugural del Papa). Además, el año que viene les toca subir el IVA de las fallas, que este año por alguna razón se les perdonó
. La prensa informó de que las fallas ganadoras y devoradas por las llamas habían costado más de siete millones de euros. Si los chipriotas tuvieran esa cantidad, ¿le pondrían fuego también?
Así, mientras Luis Bárcenas tiene dos novios,
Rita Barbera no tiene ninguno.
Estuvo más sola que nunca en la noche de
la Cremá durante las fallas de Valencia.
Aunque ahora la isla resulte un paraíso fiscal encubierto y en llamas, no se puede olvidar que Chipre es uno de los países que más nos apoya en el festival de Eurovisión.
¿Qué va a pasar sin el voto Chipriota? Siempre gustan de darnos esos cariñosos diez o doce puntos, cualquiera que sea la canción que llevemos.
Si han mantenido esa afinidad y ahora no reaccionamos con un gesto solidario, estaríamos poniendo en jaque una buena posición en el concurso europeo. ¿Qué importa más: un corralito o ganar Eurovisión?
¿Qué título queda mejor sobre nuestra tarjeta de visita?
Esta semana asistimos a la declaración del Conde de Fontao, el abogado Real.
Y quiso dejar claro que, en algún momento, le hizo ver al duque de Palma que ya no debía usar su título y condición como tarjeta de visita.
Por lo visto no le hicieron mucho caso, pero ni en el Ducado de Palma ni en la propia Casa Real, donde nadie suelta su tarjeta de visita.
Mira que han sido utilizadas esas tarjetas, aunque la más perfumada sea la de la Princesa Corinna, que dejó su dulce rastro hasta en el CNI.
Nostálgicos, pensamos en la condesa de Romanones, Alinne Griffith hasta ahora la única de nuestras nobles que se jactaba de ser espía (vestida de rojo), ahora sorprendida de que Corinna le haya superado su exclusivo título de condesa espía con el de princesa del servicio secreto.
La familia real, sin el rey ni Cristina, presidió una cena de honor para los exigentes miembros del COI, que viven como reyes disfrutando olímpicamente de como todo el mundo hace lo indecible para complacerles. Los señores del COI se habrán quedado algo chafados con la ausencia de Corinna, experta en conectar personas y empresas globales.
No seria mala idea que la princesa, desde la entraña donde esté, eche un capote a la candidatura olímpica de Madrid.
Cristina Fernández, con perdón del ¡Hola! que solo tiene ojos para princesas, dio la campanada en la misa inaugural de su compatriota el Papa Francisco. Fue como la resurrección de Evita Perón en negro adamascado masivo
. Eso es un estilismo presidencial y cardenalicio a la vez, ¡el auténtico Papa negro! Cristina fue, vistió y venció. ¿Qué habrá pensado Ángela Merkel? Fiel a sus creencias, la canciller alemana asistió de lo más normal, normalito, (vamos no se puso ni un broche, ni un pañuelo, ni nada).
Al ver este derroche de emergente poderío latino, Ángela, con las tijeras en el bolsillo, no supo por donde empezar a hacer recortes en el despampanante look de Cristina. ¡Pelo, sombrero, maquillaje, botox, alta tecnología dental y tela como si fuera Pampa para regalar!
Al parecer el avión presidencial argentino puede salir del país pero no puede aterrizar fácilmente en otros porque podrían confiscarlo por las deudas acumuladas, Cristina y su séquito viajaron a Marruecos y desde allí continuaron hasta Roma en línea comercial. Fernández siempre buscando una vía alternativa.
Es que Argentina sorprende. Ellos sí que saben cuanto significa una buena tarjeta de visita.
Su vecina, Dilma Rousseff llegó también a lo grande, con una comitiva de 17 habitaciones en uno de los hoteles más caros de Roma, ¡Ay, quién fuera país emergente!
Un Papa, pobre o no, necesita rodearse de damas ricas, en la Iglesia esto siempre ha funcionado así para poder ayudar a los más desfavorecidos, claro, y no es el momento de ponerse a cambiar tradiciones.
Que sigan las fallas, porque la primavera no falla.