Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

14 feb 2013

Detenido el atleta Oscar Pistorius por la muerte de su novia

La policía encuentra a la modelo Reeva Steenkamp muerta por dos disparos y acusa formalmente al ocho veces medallista paralímpico, que comparecerá el viernes ante un tribunal.

Pistorius sale de la comisaría de Boschkop con policías. / AFP
El sudafricano Oscar Pistorius, primer atleta con prótesis que participó en unos Juegos Olímpicos (Londres 2012), ha sido detenido y acusado por la policía de matar a disparos a su novia en su domicilio en Pretoria, según informan los medios locales. La policía ha confirmado que la mujer murió en el domicilio y que había sido objeto de varios disparos: uno en la cabeza y otro en un brazo. El velocista comparecerá el viernes ante un tribunal: aunque estaba previsto que lo hiciera hoy, los investigadores necesitaban más tiempo para tomar muestras de sangre. Las autoridades, según informó Reuters, tenían conocimiento de incidentes domésticos previos y se opondrán a que Pistorius quede libre tras pagar una fianza.
"Estamos en estado de shock", le dijo a AFP Henke Pistorius, padre del velocista. "La única persona que nos puede decir lo que ha pasado es el mismo Oscar. No le he visto. Está con la policía. El asunto está en manos de las autoridades".
Pistorius, junto a Reeva Steenkamp, durante un acto en Johanesburgo en noviembre de 2012. / L. N. (AP)
"Hay testigos, y han sido entrevistados esta mañana", ha explicado la brigadier Denise Beukes. "En este momento, el sospechoso está siendo examinado por un cirujano".
“Puedo confirmar que una mujer ha sido fatalmente herida en un intercambio de disparos en casa de Oscar Pistorius”, dijo una portavoz policial, supuestamente en referencia a Reeva Steenkamp, la pareja del velocista, extremo que no han confirmado aún fuentes oficiales.
 “Un hombre de 26 años ha sido detenido”, continuó esa portavoz, sin especificar tampoco que se tratara de Pistorius, porque así se lo impiden las leyes locales.
 “El incidente ocurrió a las tres de la mañana.
 Recibimos una llamada y acudimos al lugar.
 La llamada no vino del hombre al que hemos detenido, sino de otra persona.
Ahora mismo se investiga qué ocurrió
. Puedo confirmar que en la casa solo estaban él y su novia”.
Pistorius, de 26 años, nació sin peronés y a los 11 meses le amputaron ambas piernas justo por debajo de las rodillas.
 Sus padres se separaron cuando el pequeño Oscar tenía seis años.
 Su madre murió cuando tenía quince.
Su vida está jalonada de obstáculos que ha ido superando con una fuerza fuera de lo común.
Una muestra de ello es el accidente que sufrió en 2008, cuando estrelló una embarcación de recreo en un muelle cuando navegaba por un río al sur de Johanesburgo. Se rompió la mandíbula y dos costillas.
 Le tuvieron que dar 172 puntos de sutura en la cara.
En 2008 consiguió que el Tribunal de Arbitraje Deportivo reconociese su derecho a participar en competiciones olímpicas
. Un año antes la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) había prohibido la utilización de “cualquier aparato técnico que conlleve resortes, ruedas o cualquier otro elemento” que aporte ventaja sobre los atletas que no utilicen alguno de esos dispositivos”.
Sin embargo, el éxito en los tribunales no estuvo acompañado del éxito absoluto en las pistas
. Pistorius no logró la marca mínima para los anteriores Juegos Olímpicos, celebrados en 2008 en Pekín
. Después, consiguió convertirse en el primer atleta discapacitado clasificado para los Mundiales de Atletismo.
Participó en los celebrados en Daegu en 2011 y cayó eliminado en las semifinales de la prueba individual de 400 metros.
 También formó parte del relevo en las pruebas de clasificación, pero no participó en la final de 4x400, en la que Sudáfrica obtuvo la medalla de plata.

 

13 feb 2013

Molina-Mur, un romance verdadero

Los actores, que acaban de tener una hija, reflexionan sobre las decisiones de pareja en tiempos de crisis

Los actores Olivia Molina y Sergio Mur. / Alfonso Ohnur

Se abre la puerta y aparece una mujer de belleza salvaje: ojos inmensos, boca carnosa y melena indomable. En el salón, una silueta de casi dos metros se recorta contra la ventana.
 Al volverse, descubre un precioso bebé de cinco meses entre sus manos. Podría ser el arranque de una película hollywoodiense, pero los actores Olivia Molina (Ibiza, 1980) y Sergio Mur (Madrid, 1977) se interpretan en esta ocasión a sí mismos
. Guapos, con prometedoras carreras y una familia recién estrenada, la felicidad les sale a borbotones por los poros.
 Están en un momento luminoso. Y no quieren ni pueden disimularlo.
“Vivimos tiempos duros, de desesperanza. Pero bastante jodido está ya todo para dejar que te corten también las alas en las cosas más importantes.
 Tener ahora a Vera es una forma de responder a todo con amor, con fe”, explica Molina sin apartar sus ojos de los de la niña.
Mur coincide en parte.
Si esperas a que tu vida profesional y personal estén asentadas, puede que nunca se presente la ocasión de dar el paso. Hoy, en España, estar enamorado y tener un trabajo fijo (o bien remunerado) es como que te toquen el Gordo y El Niño jugando al mismo número: una anomalía estadística.
Ellos se saben privilegiados en muchos sentidos
. Pero el subidón de endorfinas en el que viven no ha hecho perder la perspectiva al actor: “Las cosas materiales no son lo fundamental para el amor, ni para crear una familia.
Pero hay gente pasándolo fatal, sin nada.
Tienes que tomar las decisiones que te funcionen a ti.
 Yo soy capaz de vivir con las cosas menos atadas, en una situación que a otra persona le supondría un estrés tan grande que le llevaría a la infelicidad.
 De hecho, he elegido una profesión profundamente inestable. Solo sé lo que va a ser de mi carrera hasta abril”.
Tener a nuestra hija Vera nos ha cambiado como actores”
Mur forma parte del reparto de Antígona, la obra dirigida por Rubén Ochandiano y producida por el Teatro Español que se representa en el Centro Cultural Matadero de Madrid. Molina, que debutó en 2000 con Jara y Al salir de clase, espera el estreno de su último trabajo en la serie de Antena 3 Luna, el misterio de Calenda. “Ahora estoy centrada en Vera, el papel más importante de mi vida”
. Y aunque, impresa o en pantalla, esta afirmación supere la categoría de tópico, salida de sus labios transmite una autenticidad a prueba de cinismo.
La pareja se conoció durante el rodaje de la serie Física y química, y juntos se han apoyado mientras Mur preparaba el papel de Dan Wolf en la adaptación teatral de Closer y Molina afrontaba el rodaje de Luna. Esta nueva etapa no solo les ha transformado como pareja, “sino también como actores”, apuntan.
“Los intérpretes tendemos a mirar mucho para dentro: tú eres tu herramienta. Pero en mi caso había un profundo aburrimiento de mí mismo. Vivo el trabajo de una forma más sana desde que Vera está en mi vida”, asegura Mur.
 La profesión, la vocación, la identidad. Una tríada que, en estos tiempos de crisis, tanto determina la felicidad, incluso de los que, como ellos, tienen la suerte de poder desarrollar estas tres facetas. “Todos los que somos herederos culturales de los ochenta compartimos una visión
. Se nos vendió que podíamos dedicarnos a lo que quisiésemos: eso situó nuestra prioridad en lo que íbamos a ser en el mundo. Y hasta que lo logremos, no empezamos con todo lo demás. Ponemos mucha energía en conseguir unas metas que se nos dijo que podíamos lograr y por el camino perdemos de vista otras cosas importantes”, reflexiona el actor.
Aunque ellos tienen muy claro qué es lo primero. Vera, Olivia y Sergio. Esa es su tríada. Por eso han decidido llevarse a su niña a todas partes.
 Desde los ensayos hasta las sesiones de fotos.
La actriz se explica: “Nos gusta que sume a la vida. Creo que es una actitud que heredé de mi madre [la actriz Ángela Molina], pero también es que estoy tan feliz con Sergio y con ella que no quiero separarme de los dos ni un segundo”.

 

Todos los versos de un libertino que fue beato................Juan Cruz

'La musa furtiva’ reúne la obra poética de Vicente Molina Foix.

Vicente Molina Foix en una reciente entrevista. / BERNARDO PÉREZ

Ya no es el joven que tiene maestros Vicente Molina Foix.
 Pero se ha puesto a rebuscar entre sus papeles poéticos y se ha visto desnudo, de cuerpo entero, un joven que descubrió “el género chico”, que tuvo amores contrariados y que todo lo fue contando en forma de poesía. “Dejé de ser beato y me hice libertino”, dice para explicar la principal bifurcación de su vida.
La autobiografía poética que se encontró está ahora en La musa furtiva, su poesía reunida (Vandalia, Fundación José Manuel Lara), en la que está lo que ya publicó a lo largo de su vida y también lo que estaba oculto en esos papeles que ahora le han devuelto las caras que tuvo.
Que haya sido apasionado creyente antes de ser abiertamente libertino (un libertino que miraba para todos los lados del sexo) lo atestiguan esos poemas inmaculados y un objeto, el cilicio que usaba en aquellos tiempos dedicados a la Virgen.
 Las carpetas se fueron llenando; las vació para que figuraran algunos de sus versos en la antología Los nueve novísimos de Josep Maria Castellet; luego, en 1990, publicó Los espías del realista, hasta que en 2001 publicó Vanas penas de amor.
 La poesía siempre es biográfica, de modo que aquí se le puede encontrar de cuerpo entero, y parece que desnudo. “La poesía exuda lo más íntimo de la persona”, dice, “de modo que ahí estoy: es el espejo más claro de mi pensamiento y de mi sentimiento”.
Tiene Molina Foix una sensación “de mirada hacia atrás” que incluye poemas cínicos (contra aquellos amantes que merecieron despecho) o, como los llamó un colega suyo, “poemas del dandy gore”, como aquel que titula Comedia ligera: “Sólo soy una pobre víctima/ del género/ chico”.
“El cinismo”, explica, “es una pasión muy antipática, lo sé, pero es que soy cínico y cruel conmigo mismo”… En el libro hay —es su vida— “mucha herida amorosa, ¡pero me pongo verde! Hay muchos finales de historias, y todo final de historia remite a goces y a engaños.
 Es el libro en el que cuento cuándo dejé de ser beato y me hice libertino. Y a partir de ahí no ahorro en el relato de amarguras y pérdidas”. ¿Amarguras? “No, no soy de carácter amargo; pero me afecta el paso del tiempo, el fin de las cosas, de las personas”.
“La relación de los padres mayores que se fueron en plenitud es un recuento que me construye y me destruye porque así pasó con nuestra generación”.
 Nombra a Juan Benet, a García Hortelano, a Guillermo Cabrera Infante, a Carmen Martín Gaite, a Jaime Gil de Biedma, “que se fueron jóvenes aún”, a Jaime Salinas… “Ahora me veo como un impostor, vivo sobre los años que ya ellos no tendrán”, lamenta
. Esas ausencias “crearon entre nosotros, aparte del dolor personal, un gran desconcierto.
Eran nuestros padres simbólicos.
 Ya no eres el joven que tiene maestros, ya no están cerca”.
Se produjo, dice el poeta, “una devastación tras esas muertes, y hubo un efecto explosivo en los escritores que tanto dependimos de ellos.
 Era un derrumbe, se había roto un edificio a cuyo lado habíamos crecido”. “Me veo no tan sabio como ellos, pero sí tan viejo”, cree ahora Molina Foix.
Los poetas de aquel tiempo, los que constituyeron los novísimos de Castellet, fueron un antídoto para el realismo de los 60 y los 70 del siglo XX: “Éramos comprometidos, íbamos a las manifestaciones, acabábamos en las comisarías o en las cárceles, pero no hacíamos poesía comprometida”. Ahora, tantos años después, en esas carpetas que descubren al Molina Foix más desnudo, se hallan poemas sobre los inmigrantes, sobre la guerra de Irak; “no es panfletaria, pero es realista esa poesía”.
El tiempo permite “mostrarme en el terreno amoroso a mi manera; nunca tuve dudas en hacerlo, jamás oculté mi propia sexualidad…”.
 En ese campo de minas que es la confesión ante el espejo de sus carpetas hay también poemas íntimos, por ejemplo uno sobre el hijo que no tuvo… “Ese hijo que no nació ha vuelto, ha vuelto quizá por no haber nacido”. Esta Musa furtiva “es el libro de lo que yo he sido y también de lo que yo no he sido… Pertenezco a una etapa en la que no ha sido preciso ocultar mi desordenada vida amorosa, que también aparece claramente en narrativa, por ejemplo en mi novela El vampiro de la calle México”.
 Con cinismo, con ironía y con amargura, los vaivenes del amor de un libertino que fue beato.

 

Házmelo al oído.........del Blog Eros

Házmelo al oído

Por: | 13 de febrero de 2013
Autora invitada: M. Pepita Lanuit
Sexy talking.
 Unos susurros al odio, que te hablen en francés, en catalán o en un idioma desconocido, una voz sugerente, un extranjero hablando tu idioma con su acento natal nos pone malas, malísimas, malérrimas. Y si viene acompañado de un mordisco con premeditación, lujuria y alevosía en el lóbulo, mejor que mejor. Alguien sugirió que “la mejor forma de llegar a los ovarios es por la trompa de Eustaquio”.
 Quizá.
Parole. Palabras. Nos envuelven, nos electrifican, nos liberan, nos dulcifican, nos empoderan, nos enternecen, incluso nos hacen volar. En el sexo y en la cama, al oído, esas canciones, esas palabras que vienen de la persona adecuada funcionan, y vaya si funcionan.
Para estas semanas en estos meses de la cuesta de enero y febrero y de marzo os propongo un poco de sexo al oído, un poco de sexy talking, aunque no siempre los labios que más hablan son los de la boca. 
Favim.com-5500
Lanzad una convocatoria de dos para una sesión de Skype o una menos moderna pero igualmente eficiente conversación telefónica.
 Se trata de probar un poquito de eso que llaman sexo telefónico, pero con tu chico y contando con el aliciente de que cuando deis por clausurada la sesión, en la habitación de al lado, apenas a unos metros e ti, está el objeto de tu deseo, ese hombre que te pone con los tacones mirando pal techo.
Os sugiero que para ir calentando motores, de eso se trata siempre, empecéis por la mañana, sin previo aviso, que le pille de sopetón.
 Podéis comenzar con un sutil mensaje bien tempranito, cuando lleguéis a trabajar y él también acabe de llegar al trabajo. Podéis lanzarle una misiva sexual, una frase picante, grabar tu voz y enviarle un texto que despierte inminentemente su deseo. Una proposición indecente que no podrá rechazar. ¡Así estará calentito todo el día!
Dresscode: Nunca olvidemos y subestimemos la importancia del dresscode adecuado. Como siempre, el estilismo es básico y para esta sesión hay poca tela, bien en ropa interior, un conjuntito mono y sexy, un tanguita o una batita o directamente desnuda. ¡Nada de franelas y lanas por favor!
No querrás ser la próxima ARRGG del Cuore. Sólo seda, satén y raso.
Sexo-en-internet
Se os hará más largo que un día sin pan, pero quando arriva a casa se merece un premio... y no, no será una marca de café o capuccino.
 La idea es que ya en casa cada uno estéis en lugares distintos, aunque poco a poco podéis ir acercándoos, eso lo dejo a vuestro criterio. Descorchad una botella de vino o champagne y servíos una copa, dad un sorbito y brindad a solas por el homenaje que os vais a dar.
Soltaos la melena, coquetead, seducid, pero recordad siempre los límites de la elegancia.
No sois un 902, 908, 999 ni tenéis que hablar como fulanillas. La idea es empezar una conversación sugerente, sensual que paulatinamente vaya cobrando fuerza y pasión. Para esto no podéis ser remilgadas o monjiles, la conversación debe ser de alto voltaje sexual, una bomba, para ponerse de cero a mil en cuestión de nanosegundos.
Ya en materia, imaginad que estáis alejados y de nuevo dejad volar la imaginación.
 Derrochad vuestras fantasías: os separa un océano o miles de kilómetros. Echaos de menos temporalmente y poneos en la piel de una pareja que hace tiempo que no se ve y está deseando el próximo encuentro, harta de mojarse las ganas en el café.
Decid dirty things, sed un poco malas, utilizad vuestra genialidad verbal para encenderle.
 Sed insolentes, pero con gusto
. Decirle cositas calientes, gorrinadas básicamente, a vuestro hombre incrementará su ego, y eso es bueno, para él, para los dos. Se sentirá deseado, pletórico, pleno y tú también. Confiésale lo mucho que te gusta como te toca, el sabor de su piel, el tacto de sus manos, su cuerpo rozando el tuyo, dile cuánto te enloquece su olor.
Es muy probable que durante estos preliminares empieces a encenderte, así que siempre es buena idea que tengas tu juguetito a mano. Mientras os deis placer, no alejéis el teléfono de la boca, todo lo contrario, siempre cerca
. Imagina que el teléfono es su oído y que él está junto a tu boca, compartid vuestros gemidos, vuestros jadeos, vuestras respiraciones entrecortadas, incluso esos silencios cargados de tensión sexual
. El sonido del sexo es muy poderoso y atravesará ipso facto las paredes que os separan. 
No todo van a ser palabras subidas de tono, que también, por supuesto, pero intercalad recuerdos y momentos estelares de vuestra historia, anécdotas románticas, apasionadas, la primera vez que hicisteis el amor.
Pronunciad vuestros nombres, confesaos que os sugiere a cada uno el nombre del otro
. Canta, cantad los dos La música aviva los corazones y si están ardientes más todavía.
  Pídele que se describa físicamente, que te describa, que te cuente cómo os conocisteis, vuestra primera cita. Conversad sobre vosotros, sin prisas, con toda la calma del mundo.
Seducíos con la voz, ruborizaos a través de la palabra, sugeríos a través de una conversación sin rostro. La voz, la fuerza de la palabra, recordar vuestras historias os traerán recuerdos que despertarán unos sentimientos que ay amiga, valdrán la pena.
Eso sí, por favor, os pido una cosa, terminantemente prohibido veros las caras.
 Que no haya estimulación visual, sólo auditiva, así que no os veáis, cada uno por su lado. Tranquilas, que luego ya os arrejuntaréis, pero todo a su tiempo, que no por mucho madrugar amanece más temprano.
A medida que la conversación vaya llegando a su fin, puedes fingir estar quedándote sin batería y solicitar un vis a vis.
 Obviamente llegará ese momento en que esta forma de hacer el amor con el oído os sepa a poco y queráis pasar a la acción
. Ahora sí, encontraos, miraos y saciaos el uno del otro. Aprovechad todo ese deseo contenido, esas ganas de más y dadlo todo, como siempre, espero.
¿Te atreves a descolgar el teléfono o te has quedado sin batería? Un poco de sexo telefónico y que se corra la voz. ¡Feliz amor y feliz sexo!