Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 ene 2013

En el armario con los reyes gais

'Reyes sodomitas' recorre de forma amena y rigurosa siglos de intimidades en las cortes europeas

El título no hace justicia al libro de Cabañas Agrela.

 

Detalle de la portada de 'Reyes sodomitas'.

Hay títulos que tiran para atrás, marginan al potencial lector o directamente lo excluyen. Este es un caso típico. Reyes sodomitas (Egales) de Miguel Cabañas Agrela (Madrid, 1965) es un buen libro desde varios puntos de vista: rigor de la escritura y la investigación, amplitud de fuentes, el tono que hace la lectura tan accesible como enriquecedora.
 Ya en la larga introducción, titulada La homosexualidad en su contexto histórico, el autor pone las cosas en su sitio: “quiero dejar constancia de que este libro no trata de demostrar nada, ni intenta desarrollar ningún tipo de tesis, simplemente se relatan hechos acaecidos hace muchos años, con el único objetivo de procurar al lector un rato agradable y distendido, y, si eso sirve para que, además, el lector saque alguna que otra conclusión, bienvenida sea”.
Es verdad que las peripecias de estos reyes y reinas (y algún que otro Papa) de la Edad Moderna dan para varios filmes sin tener que agregar nada de cosecha de los guionistas: sobra anecdotario, aventuras y desventuras.
 Los casos más llamativos quizás para el lector contemporáneo sean los de Jacobo I de Valois (llamado en su época El príncipe de Sodoma) y el de Jacobo I de Inglaterra, cuyas perlas aún hacen sonrojar a los historiadores británicos.
No se quedan atrás Cristina de Suecia y Federico II de Prusia, al que se suele asociar en la iconografía tocando siempre una flauta, aunque la verdad es que manejaba otros instrumentos musicales.
Al final hay un capítulo, el décimo, que parte de Felipe II, a quien el autor califica de “rey antisodomita”, para adentrarse en varios casos descritos con prolijo detalle histórico y ambiental. Cabañas ha contestado a EL PAÍS sobre el proceso de investigación y otros de detalles jugosos.
PREGUNTA. ¿Cuánto tiempo invirtió en la investigación y qué le motivó la escritura del libro?
RESPUESTA. Tardé más o menos tres años en escribir el libro; aunque no trabajé ininterrumpidamente todo ese tiempo
. La investigación la iba haciendo progresiva y particularmente con cada uno de los reyes a medida que iba avanzando; hasta que no terminaba de escribir y cerrar un capítulo no pasaba a investigar el siguiente.
 La motivación de escribir este libro fue totalmente fortuita: yo nunca pensé en escribirlo; andaba investigando y trabajando en la biografía de Isabel I de Inglaterra y las relaciones hispano-inglesas en el siglo XVI (mi tema de especialización) cuando la editorial Egales me lo encargó.
Yo había escrito un artículo sobre el rey Enrique III de Valois para la revista La aventura de la historia, cuyo director me encargó que le redactara una separata con los otros reyes gais que había habido en la Edad Moderna; cuando fui a la librería Berkana a buscar bibliografía, Mili Hernández, su directora, me dijo: “¿Por qué no nos escribes un libro sobre reyes gais? ¿Te atreves?” –me retó-
. Y yo no lo dudé ni un instante. “Eso sí” -le dije- “el libro habrá de versar solo sobre los reyes homosexuales que hubo en Europa y en la Edad Moderna, que es la época que yo más conozco; y será un libro de historia documentado, no una frivolidad, e irá con notas a pie de página, como es de rigor en un trabajo serio”. Nunca me pusieron objeción a ello.
P. En el apartado español, ¿se ha dejado en el tintero algunos casos jugosos?
R. No sé si jugosos, pero desde luego me he centrado en los casos más famosos, que más dieron que hablar desde el mismo momento en que se vivieron, y claro está, de los que más bibliografía hay, ya que mi investigación se ha basado solo en fuentes secundarias, no primarias. Seguramente habrá habido más príncipes, electores, dux, obispos, etcétera, en tres siglos de historia, pero si no hay nada escrito sobre ellos, sus jugosas historias se habrán ido a la tumba con ellos para siempre. Un caso llamativo que sí que no fui capaz de tratar por estar toda su bibliografía en sueco y que me dio mucha rabia fue el de Gustavo III de Suecia (1746-1792), de quien se dice que fue asesinado por su amante despechado en un baile de máscaras en su palacio de Estocolmo, suceso que más tarde inspiraría la ópera de Giuseppe Verdi Un ballo in maschera.
P. El caso más notorio es el de Jacobo I de Inglaterra, y lo cierto es que la historiografía no lo ha ocultado del todo. ¿Faltan cosas por contar de éste y de los otros reyes?
R. El caso de Jacobo I de Inglaterra es más que notorio gracias al trabajo que encontré del profesor de la Universidad de Iowa, David M. Bergeron, King James & Letters of Homoerotic Desire, en el que transcribe la correspondencia inequívocamente homoerótica entre este monarca y su último y más apasionado favorito: el duque de Buckingham. Pero a mi parecer, son bastante esclarecedoras también las biografías de Enrique III de Valois o de Federico II de Prusia, aunque no haya tantas pruebas escritas. Tanto sus excéntricas vidas como sus gustos personales representan señales de humo que nos indican que hay fuego detrás de ellas, aunque no lo veamos. Siempre faltarán cosas que contar en la Historia, si no, se dejaría de escribir.
P. Hábleme de la doctora Leonie Frieda como modelo de biógrafa y de Federico II, el rey músico.
R. En honor a la verdad, de Frieda solamente conozco la biografía de Catalina de Médicis editada en español por Siglo XXI en 2006.
Pero lo tengo como libro de referencia para mis próximos trabajos por lo que lo disfruté y me apasionó.
Yo tengo un lema que es que no hay novela histórica más apasionante que la Historia misma, sin más aditivos.
 No es necesario aderezar nada de lo que pasó, pues la realidad, supera a la ficción en la mayoría de los casos.
 Solamente se requiere de una buena predisposición para contarlo y eso le pasa a Frieda y a muchos otros investigadores e historiadores.
 Dos ejemplos, de los libros que me estoy leyendo en estos momentos: Stephen Greenblatt y su trabajo recién publicado por Crítica, El giro, o Giles Tremlett y su recientemente publicada Catalina de Aragón. Todos ellos tienen el denominador común de ser trabajos serios de investigación pero combinados con una manera amena y rica de narrar los hechos
. Esto para mí es siempre mucho más enriquecedor e interesante que una novela histórica. Es un método de trabajo muy anglosajón que creo que en España, desgraciadamente, aún no se ha entendido.
De Federico II qué voy a decir que no haya dicho ya en mi libro: que fue un rey desde mi punto de vista ejemplar, porque supo combinar el sentido de la estética y el amor por la cultura con el buen gobierno y el poder
. Hoy no se entiende cómo un rey que se tiene por tan ilustrado pudiera ser un híbrido entre el mejor de los filósofos y el mejor de los guerreros.
Pero si echamos la mirada atrás, a la historia, todos los grandes personajes fueron así: Alejandro Magno, Julio César, Carlomagno, Abderraman III, los Reyes Católicos, Carlos V, Luis XIV, Catalina la Grande de Rusia, Napoleón, etcétera..
. Ser mecenas y guerrero no es ninguna contradicción.
P. ¿El título no resulta agresivo?
R. Sí, es verdad, a mí me resulta un poco fuerte, y a mucha gente también.
 Ha sido una de las críticas más recurrentes que he oído sobre mi libro, pero en mi descargo diré que me fue impuesto por la editorial que lo consideraba mucho más comercial. Probablemente, tenían razón.
* Reyes sodomitas. Monarcas y favoritos en las cortes del Renacimiento y el Barroco. Miguel Cabañas Agrela. Egales. Barcelona, 2012. 280 páginas. 20 euros.

Una salida blanca y radiante a la crisisl

El sector nupcial cierra otro año en alza

Se ha convertido en un refugio para el maltrecho diseño español

 

Un modelo de la marca Otaduy. / Patricia De Gregorio

Dejando fuera de la ecuación a Inditex y otros gigantes patrios del sector textil, 2012 ha sido un año duro para la ya exánime moda española. O más exactamente para sus diseñadores.
 La recesión económica ha obligado a entrar en concurso de acreedores a marcas asentadas como Devota & Lomba, Elio Berhanyer o Hakei y ha llevado hasta la extenuación financiera a muchas otras.
Pero entre tantos números rojos, resiste un sector —el nupcial— donde la palabra recorte sigue refiriéndose literalmente al acto llevado a cabo con una tijera.
No es ninguna noticia que España, como pregona el Instituto de Comercio Exterior, ocupe el segundo puesto en la exportación de trajes de boda por detrás de China
. Pero sí que, junto a grandes firmas como Rosa Clará o Pronovias (vestida de luto en la última semana por la violenta muerte de su director creativo, Manuel Mota), un creciente número de diseñadores reorienta sus proyectos empresariales hacia este campo, con la producción a medida como valor diferencial.
Se trata de un mercado sólido si se tienen en cuenta los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
 Solo en el primer semestre de 2012 se celebraron en España 73.217 bodas, un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior.
En el primer semestre de 2012 se celebraron 73.217 bodas, un 5,2% más
“El vestido de novia sigue siendo la estrella de los enlaces. Además, esa es la única oportunidad que van a tener muchas chicas de vivir la experiencia de la costura.
Y quieren disfrutarla al máximo dentro de sus posibilidades
. Es un gasto que incluso con la crisis está justificado
. Si hay que reducir el presupuesto, se toca antes el catering”, explica Nacho Aguayo.
 El creador, que dirigió durante años el taller de Carmen March, decidió montar su propio atelier hace dos años.
 Empezó diseñando una pequeña colección de fiesta, pero el 90% de lo que factura hoy son piezas para bodas, que no solo para novias.
 Como confirma la diseñadora Carolina Otaduy, cada vez son más las madres, madrinas y amigas que acuden al mismo modisto que las futuras esposas para estar a su altura, convirtiéndose así el grueso de la clientela de muchos modistos españoles.
En las bodas también suele haber un novio, incluso dos
. Pero muchos optan por alquilar y por lo general su vestuario supone una inversión menor que el de la mujer.
La razón por la que el sector nupcial se ha convertido en un refugio para el diseño español en tiempos de crisis está muy clara, según el creador Roberto Diz
. “Si una chica tiene 3.000 euros para gastárselos en un vestido de noche no va a comprar el de un diseñador español, se va a hacer con un gucci
. Hay que asumirlo
. Pero sí va a permitirse pagar esa cifra para que le haga un traje estupendo y único a su medida”. Diz lo sabe bien.
 Probó suerte en el prêt-à-porter durante años hasta que se dio cuenta de que el negocio no estaba allí sino en las iglesias, juzgados y Ayuntamientos.
“Desfilé en Cibeles y en París. Pero en España no hay producción ni comercio y la tan traída y llevada internacionalización no es la panacea. Cuando se me quitaron las tonterías, abrí mi tienda en Sevilla y me va cada vez mejor”.
Su negocio crece no solo gracias a que algunas novias estén dispuestas a tirar la casa por la ventana sino porque, como asegura Otaduy, estas propuestas satisfacen una demanda en expansión: la de las que buscan una alternativa a los ampulosos vestidos palabra de honor que monopolizan los catálogos nupciales convencionales
. El año pasado, la barcelonesa facturó más de noventa piezas de su nada convencional universo estético vintage desde el taller ubicado en su propia casa.

Victorio y Lucchino presentan un concurso voluntario de acreedores

Los modistos sevillanos acumulan una deuda de 15 millones de euros.

Los modistos sevillanos Victorio y Lucchino. / Álvaro García

La crisis también hace mella en el mundo de la moda
. Los diseñadores sevillanos Victorio y Lucchino han presentado una petición voluntaria de concurso de acreedores que afecta a dos de sus sociedades.
 Los modistos ya entraron el pasado mes de septiembre en fase de preconcurso, pero han tenido que optar finalmente por esta vía para hacer frente a una deuda que podría rondar los 15 millones de euros, cantidad desmentida por la firma que no cifra a cuánto asciende
. Las dos empresas afectadas son Patrimonio de Moda, S. L. y Victorio & Lucchino Costura, Diseño y Moda, S. A.
A través de un comunicado de prensa, Victorio y Lucchino reconocen los problemas económicos que atraviesan sus sociedades y los achacan a la profunda crisis económica que “asola nuestro país” que ha afectado de forma “muy intensa” al sector de la moda.
 La firma asegura que su actividad continúa con normalidad, y si cabe “con más tesón”, para cumplir con sus compromisos.
Esta petición voluntaria de concurso de acreedores viene a confirmar la mala racha que arrastraba la firma —en 2011 ejecutó un expediente de regulación de empleo (ERE) para el área de producción— y que ya, el pasado verano, sacaron a la luz dos de los acreedores de la sociedad V&L Costura Diseño y Moda, S. L. al solicitar en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla que la empresa se declarara en concurso. Finalmente, se llegó a un acuerdo.
Según publicó en julio el diario Cinco Días, en el Registro de la Propiedad, la firma sevillana contaba con embargos que sumaban hasta 5,3 millones de euros, la mayoría a favor del Estado.
 La capital hispalense acumula tres de ellos
. Uno, en la emblemática calle de Sierpes, donde tienen una boutique desde 1979 con trajes de las últimas colecciones; otro, sin uso, en la calle de Boteros, y el tercero, un local vacío en la plaza Nueva.
A través de un comunicado de prensa, la empresa aseguró el verano pasado que contaba con un solvente plan de viabilidad que garantiza la continuidad de la firma

 

Gonzalo Canedo, la pasión de editar libros

Creó Libros del Silencio y lo convirtió en un sello de referencia.

El editor Gonzalo Canedo. / ÓSCAR MACH (SHOOTING)

Era una cena curiosa.
 Los cuatro comensales éramos gente tan variopinta como el director de teatro Lluís Pasqual, el editor Gonzalo Canedo, la sobrina nieta del jefe de las SS Heinrich Himmler (!) y un servidor
. Corría el albariño y todos contábamos anécdotas interesantes, Pasqual intimidades de las divas y aquella vez en que presenció cómo Dirk Bogarde se desplomaba sobre una mesa del café Florian de Venecia al conocer la noticia de la muerte de Maria Callas, yo, cómo me hicieron asaltar el congreso el 23-F y Katrin Himmler las cosas de su familia.
Pero a todos nos silenció finalmente Canedo con su irresistible pasión por los libros.
Era Gonzalo, que falleció ayer con 57 años en el hospital Clínic de Barcelona a causa de un maldito linfoma que se lo ha llevado en 10 días, una de esas personas que había nacido para hacer lo que hacía y disfrutar (y sufrir) con ello
. Y eso era editar libros y llevarlos hasta la gente para que los gozara
. Nacido en una aldea de 300 personas y 600 vacas, como él decía, en el campo de la feria de Cerceda (A Coruña) en 1955, el menor de 12 hermanos, se aficionó a la lectura a los siete años con Guillermo Brown (¡uno de los nuestros!).
 A los 18 años comenzó a trabajar en el mundo de los libros, que ya nunca abandonó.
 Incluso en la Unidad de Cuidados Intensivos del Clínic, incorregible, le pedía a Pasqual, su pareja, que le contara las visitas a la página web de su editorial para ver cómo respondía la gente ante la noticia de la aparición del último libro,
 El niño que robó el caballo de Atila, de Iván Repila.
Después de 30 años dirigiendo redes editoriales de algunos de los sellos más importantes de España, con 50 años, se lió la manta a la cabeza y decidió montar la suya propia.
 En enero de 2009, en Barcelona donde residía desde 1992, alumbró Libros del Silencio.
 Fue la gran aventura de su vida.
 El nombre de Libros del Silencio se lo puso por un comentario de San Agustín al ver cómo el sabio san Ambrosio leía un libro en silencio cuando la costumbre hasta entonces era leerlos en voz alta.
En solo un año, con 17 títulos publicados ya se había convertido en un editor de referencia.
 Su ideario era editar buena literatura, de la época que fuera, sin más adscripción que la calidad y sin propósitos exclusivamente comerciales.
 Libros que no fuesen entretenimientos banales.
 La línea editorial estaba enfocada en la novela (tratando de descubrir nuevos autores nacionales y extranjeros y clásicos inéditos), el ensayo de humanidades y la poesía.
 Se fiaba de su olfato y lo que su extraordinario gusto le dictaba. Sorprendió de entrada al panorama literario editando un inédito de Quevedo.
 Eso impone respeto.
 Entre sus éxitos se cuentan también la enternecedora Elisa y Marcela, de Narciso de Gabriel (la historia de las lesbianas casadas de A Coruña en 1901, que Isabel Coixet proyecta llevar al cine) y La familia Máshber, de Der Níster, un pedazo de clásico, la obra cumbre de la literatura yiddish. Gonzalo nos ha dado muchísimo para disfrutar: Compañía K, de William March; la extraordinaria Dog Soldiers, de Robert Stone; Los hermanos Himmler, de Katrin Himmler...
Brillante, apasionado por sus libros de una manera que a veces rozaba la impaciencia y la vehemencia, amante de Montaigne, de Rosalía (claro), de Gil de Biedma y de la bola de tixola y el oporto, Canedo deja medio centenar de grandísimos títulos y una editorial de ensueño.
 Esa es su herencia junto con el cariño de los que le conocieron y le amaron
. Sus allegados le despedirán hoy miércoles a las cinco de la tarde en el tanatorio de Collserola.