Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 ene 2013

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!!!GUAPO!!!!

Nastassja Kinski respalda a su hermana contra su padre

"He llorado largamente al leer el libro de mi hermana", dice la actriz. En él Pola relata cómo abusó de ella sexualmente.

Nastassja Kinski / GTRES

Nastassja Kinski hija menor del fallecido actor Klaus Kinski, se ha declarado conmocionada tras conocer las acusaciones vertidas por su hermana mayor contra su padre de abusos sexuales y ha mostrado su respaldo a Pola.
 "He llorado largamente", afirma Nastassja Kinski en un artículo que publica hoy el tabloide Bild, en el que se muestra "profundamente conmocionada" tras conocer el texto del libro de Pola Kinski en el que acusa a su padre de ser "simplemente un pederasta".
"Estoy orgullosa de su fuerza para escribir un libro así. Conozco el contenido. He leído sus palabras", señala la también actriz y protagonista de filmes como París, Texas, Inland Empire  Pola Kinski afirma en un libro de memorias que su padre abusó sexualmente de ella, de forma continuada, durante su niñez y adolescencia.
"Se sentía por encima de todo y tomaba, simplemente lo que se antojaba", asegura Pola Kinski respecto a su padre, en una entrevista para el semanario Stern a propósito de la próxima aparición de su libro, titulado Kindermund (Palabra de niño).
 Nastassja Kinski reconoce que este "es un momento difícil" para ella, pero asegura que está con su hermana, que la respalda y subraya que "es una heroína
. Ya que ha liberado su corazón, su alma y con ello también su futuro del peso del secreto".
"Cosas así les suceden a niños en todo el mundo, todos los días.
 Y cuanto más se sepa de ello, más se les pueda ayudar. También ellos necesitan valor para hablar. Esa es el arma contra actos así", afirma la actriz de origen alemán y afincada en Estados Unidos.
 Añade que "un libro como el que ha escrito Pola ayuda a todos los niños, jóvenes y madres que tienen miedo del padre, que se tragan ese miedo y esconden todo en su alma.
 Deben saber que puede haber ayuda. Para todos los que viven sumidos en el miedo". Igualmente comenta que "solo por el hecho de llamarse padre, como en este caso, no significa que uno lo sea.
 Lo más terrible sucede pese a eso. También los padres hacen cosas terribles" y anima a las víctimas de casos similares a denunciar esos hechos ante "amigos, profesores, otros padres o la policía".
En su libro, Pola Kinski confiesa que su padre abusó de ella desde los 5 hasta los 19 años y que "le daba igual que dijera que no quería, sencillamente se apropiaba de lo que quería", y asegura que creció bajo el miedo constante a los ataques de ira de su padre
. "Cuando le veo en sus películas siento que era exactamente igual en el cine que en casa", añade, en relación a los papeles que hombre colérico y enloquecido que le dieron fama, desde Fitzcarraldo a 'guirre o la cólera de Dios.
Según Pola Kinski, su padre "abusó de cualquier persona, nunca respetó a nadie", lo que en su caso se tradujo en abusos sexuales.
La autora del libro, de 60 años, es la mayor entre los hijos que tuvo el actor en su primer matrimonio con la cantante Gislinde Kühbeck, mientras que de sus parejas posteriores tuvo a la asimismo actriz Nastassia y Nicolai.
 Pola Kinski lamenta finalmente en la entrevista tener que escuchar continuamente elogios sobre su padre, al que se idolatró en vida y cuya leyenda creció tras su muerte, mientras que para ella representa su infancia destruida.

 

Warner gana en los tribunales el control total de Superman



Batallas legales ha habido muchas pero esta pone fin a la guerra entre la Warner y los legítimos herederos de los creadores de Superman. Tres jueces de California han dictaminado que el icónico superhéroe pertenece a la Warner y solo a la Warner, quien a partir de ahora tendrá todos los derechos de explotación del famoso y lucrativo personaje, cuya nueva película se espera para verano de este año.
Según la justicia, los herederos de uno de los dos creadores de Superman, Jerome Siegel, deben cumplir con lo escrito en una carta de 2001 por los abogados de la familia y aceptar la oferta de Warner Bros. de comprarles el 50% de su parte en los derechos del superhéroe a pesar de que lo escrito en aquel documento de cinco páginas nunca llegó a formalizarse como contrato, asegura el juzgado de apelaciones número 9 de California.
Haber perdido esta última batalla hubiera conllevado también la pérdida de ciertos derechos, como la explotación del disfraz con el que Clark Kent se transforma en superhombre. Warner sin embargo habría retenido la habilidad para volar del superhéroe. “Estamos encantados con que las aventuras de Superman se puedan seguir disfrutando a través de diversas plataformas de comunicación por muchas generaciones”, ha declarado el estudio a través de un comunicado.
La decisión de los jueces anula otra anterior de 2008 que ordenaba a la Warner a compartir con los herederos de los creadores una indeterminada cantidad de dinero ganada desde 1999 y entregarles el control de partes importantes, como por ejemplo el anteriormente mencionado traje.
“Ahora queda el camino despejado para que la familia de Siegel reciba la compensación que negociaron con DC Comics hace más de una década”, asegura Warner en referencia a su división de publicación de tebeos. El abogado de la familia, Marc Toberoff, lo es también de los herederos del otro creador del superhéroe, Joseph Shuster, quienes el pasado octubre perdían también la guerra con Warner sobre su parte de los derechos del hombre de acero.Necesitammos tanto a Supermán!!!

“El comunismo sigue siendo una idea preciosa”

La librera no vende a autores como García Márquez o Cela por cómo tratan a las mujeres.

 

Ana Domínguez en su librería Mujeres y Compañia. / LUIS SEVILLANO

Primero, comunista; luego, feminista; desde hace más de tres décadas, librera. Y, en los últimos años, librera feminista.
 O viceversa. Ana Domínguez Loschi (Annency, Francia, 1950), una hija del Mayo del 68, acaba de dar un paso inusual en los tiempos que corren: abrir un negocio.
 Una librería feminista, la segunda de Madrid. Un lugar recoleto, sin espacio para autores o textos que considera misóginos o con estereotipos sexistas. En ellos no cabe Blancanieves.
“Ser librera me da el poder de elegir a quién vendo”, dice con orgullo esta francesa sin ápice de acento galo y con abuelos españoles e italianos. Y no, no vende, por ejemplo, al Nobel García Márquez —por el tratamiento dado a la mujer en Memoria de mis putas tristes— ni a Camilo José Cela o los hermanos Grimm.
 En los estantes recién estrenados a un paso del Palacio Real, la apuesta son las autoras: menos del 10% de los libros son de mano masculina —entre ellos, José Luis Sampedro o Mario Benedetti—. Domínguez, conocedora de los catálogos editoriales, todavía se asombra de que en alguna gran casa “menos del 5% de los autores son autoras, y la mayoría, de libros de cocina”.
 Su mayor satisfacción es “descubrir a una escritora”.
 Y recomendarla a la clientela. “En mi trabajo defiendo mis ideas”, recapitula.
Las tapas se enfrían mientras la librera echa vista atrás.
 Llegó al feminismo por la lectura de los libros que vendía en la primera librería de mujeres, a mediados de los años ochenta. “Me revolucionó la vida. Dejé de militar en el comunismo y descubrí el mundo de las mujeres”
. Entonces dijo adiós al carné de hoz y martillo que tenía desde la adolescencia, primero en el Partido Comunista francés y en el español desde 1971.
 “El comunismo sigue siendo una idea preciosa, una utopía a la que no se ha llegado nunca. El problema es en manos de quién ha estado”, plantea.
 En su nueva causa ha visto “una fuerza transformadora” y ajena a las estructuras partidarias. “El feminismo no es un dogma. No es solo una teoría, sino una forma de comportarse en la vida.
 Ser feminista es exigir tu libertad, liberar tu vida de autoritarismo”, afirma esta mujer “empeñada en cambiar el mundo a pequeña escala”.
La librera feminista cree que “cambiar a los hombres salva a las mujeres”
Madre, esposa y abuela, Domínguez se ve marcada por “la rebelión popular” del Mayo del 68, que vivió como estudiante de Filosofía en Marsella. “Teníamos la sensación de que iba a cambiar todo”.
Pero luego ganó De Gaulle.
 En España sintió miedo, pero también la ilusión de la llegada de la democracia. Épocas “en las que pensábamos que la historia iba para delante” y que contrastan con el “retroceso” actual.
“Cuando empezó el 15-M reviví el Mayo del 68, pero también ganó luego la derecha”, observa.
 Tiempos en los que la ilusión lucha contra el desaliento. “Estos son los más tristes que he vivido. No hay una respuesta del Estado al descontento de la ciudadanía. El poder no se sienta a dialogar”, reflexiona.
“Antes”, dice Domínguez, “pensaba que la solución era una revolución, pero ahora no sé si se puede hacer”. Y vuelve a sus “pensamientos de librera”: “La salvación de las mujeres es cambiar a los hombres.
 No queremos ser igual que ellos. Queremos ser nosotras, y ellos a nuestro lado, respetándonos en nuestra diferencia”.