Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 ene 2013

Las mujeres saudíes entran en el consejo consultivo del rey Abdalá


Mujeres saudíes esperan a sus chóferes en un centro comercial. / F. NURELDINE (AFP)

El rey Abadlá ha cumplido su promesa de abrir la puerta a las mujeres a su consejo consultivo, que anunció hace más de un año junto con su intención de permitirles votar en las elecciones de 2015. El monarca ha firmado dos decretos en los que establece una cuota femenina del 20% en este órgano, cuyos miembros designa él mismo, y prevé la entrada de unas 30 representantes que formarán parte del total de 150 que lo conforman.
El texto de los decretos, hechos públicos por la agencia oficial SPA, explica que el rey ha tomado esta decisión tras consultar con altos dignatarios religiosos del país y advierten de que la entrada de las mujeres en el consejo, una especie de Parlamento que no tienen ningún poder legislativo, será independiente de la de sus colegas masculinos.
En septiembre de 2011, el rey Abdalá anunciaba su decisión de permitir la entrada de las mujeres en esta instancia, además de autorizarlas a votar en las elecciones de 2015.
Un pequeño paso en un país en el que tienen prohibido conducir, viajar, trabajar o ser intervenidas quirúrgicamente sin el permiso de su "guardián"(padre, marido u otro varón de la familia que tenga encomendada su custodia) que fue recibido con tímida satisfacción y cierta incredulidad entre las feministas y los activistas de los derechos humanos, pues el monarca acababa de romper su promesa de permitir votar a las mujeres en los comicios de 2011.
 Ahora ha cumplido y se espera que también cumpla en los de 2015.

10 ene 2013

El gran descalabro del consumo cultural


Una cliente en la librería 'Tres rosas amarillas', de Madrid. / CARLOS ROSILLO

Hay términos que según los contextos suenan exagerados.
 Pero ya acabado 2012, año de nieves pero no de bienes, hablar de descalabro en el consumo cultural no lo es. La asistencia a espectáculos en vivo desciende, la compra de libros, películas, música, videojuegos se hunde en torno al 20% en total desde 2008. Y en muchos casos lo hace de golpe. Si esto no se puede definir como un descalabro, ¿de qué estamos hablando?
Una caída continuada, vertiginosa en la que nadie ve la red, un constante y machacón recorrido por las tinieblas, el vapuleo por parte del Gobierno con el aumento del IVA al 21% —el doble de la media europea, que está en torno al 10%— y el recorte continuado de las aportaciones públicas al sector.
Todo apunta al violento despertar de un dulce sueño en medio de una pesadilla donde nos encontramos varias crisis en una: la general y la de los modelos industriales, de negocio y gerenciales en la cultura, el fin de un espejismo que ojalá dé paso a un nuevo realismo, la reordenación a la fuerza de ciertas estructuras o la falta de compromiso muy patente en algunos casos de un público que demanda cultura, pero en muchos casos se resiste a pagar por ella…
Dependiendo de los sectores, el gasto ha bajado hasta un 70% en cuatro años
Son demasiadas las razones que explican las escalofriantes cifras de los más recientes estudios. Todas apuntan desde hace cuatro años un descenso medio del 20% en el consumo de los productos culturales, pero si bien algunos resisten más, aunque nadie baja del 9%, otros superan llegan casi al 70%. En cualquier entorno donde se pregunte la respuesta es la misma.
 En el ámbito editorial, el de las artes escénicas, el audiovisual, la música, las nuevas tecnologías…
La caída tiende a aumentar.
Aunque desde el Gobierno, Teresa Lizaranzu, directora general de Industrias Culturales y del Libro, reclama moderación y quiere ser cauta hasta ver los datos cerrados de 2012, la desolación general se desprende sobre todo del último Anuario de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que ha analizado punto por punto cada ámbito de su competencia.

Para colgarse al pecho todo el museo


Joya de Picasso.

Cuenta Diane Venet que su afición a coleccionar joyas de artista comenzó con el sencillísimo anillo de compromiso que le fabricó su marido, el escultor Bernar Venet, atando alrededor de su dedo una varilla de plata. Por su lado, Clo Fleiss, mujer del marchante parisiense Marcel Fleiss —Galerie 1900-2000—, debe también al estrecho trato con los artistas su afición a coleccionar joyas diseñadas por algunos de los grandes nombres del arte. La segunda posee cerca de medio millar de piezas, la primera 130. Colecciones que constituyen un maravilloso museo en miniatura que les permite ir luciendo sobre el cuerpo obras que poseen siempre el sello de identidad de su creador. Picasso, Calder, Braque, Cocteau, Fontana, Julio González, Giacometti, Man Ray, Lichtenstein, Kounellis y Niki de Saint-Phalle, pero también Cindy Sherman, Keith Haring, Damien Hirst, Barceló y Cildo Meireles. Dos exposiciones, una en el IVAM (Valencia, hasta el 24 de febrero) y otra en París (Galerie du Crédit Municipal, hasta finales de enero) ofrecen una amplia muestra de esa deslumbrante obsesión.
Chus Bures, el diseñador de joyas español más internacional, lleva trabajando con artistas más de 30 años
De Picasso a Jeff Koons. El artista como joyero es el título que lleva la de Diane Venet. Hay un brazalete de plata de Damien Hirst lleno de dijes que son pastillas y cápsulas, y un broche de Stella que es como si una de sus esculturas brotara desde el pecho de la portadora. En Bijoux d'Artistes. Une collection, se llega más lejos y sorprenden los recursos expresivos de Calder (uno de los más aficionados al diseño de joyas), Meret Oppenheim (un brazalete de oro con piel por fuera) o Anish Kapoor (un anillo de oro con agua en el interior).

Colgante de Bures con diseño de Santiago Sierra.
Y es que el ser humano, desde los albores de la civilización, ha tenido siempre el deseo de adornarse
. Las joyas tienen algo de talismán pero, indudablemente, también sirven para embellecer a quien las porta y son, así mismo, símbolos de poder. No muchos artistas diseñaron joyas en la antigüedad. El siglo XX alumbró esta tendencia a la que se van sumando cada vez más creadores contemporáneos. Chus Bures, el diseñador de joyas español más internacional, lleva trabajando con artistas más de 30 años.
 Las coleccionistas mencionadas tienen piezas suyas, incluidas en sendas muestras, hechas con diseños de Louise Bourgeois, Carlos Pazos, Miquel Barceló, Julio Le Parc o Jesús Rafael Soto. “Para mí es un área de experimentación y, a la larga, ha significado un paso importante en mi carrera”, dice Bures. “Me gusta el riesgo y cada una de estas piezas es un desafío”. Se refiere el diseñador a la forma pero también al contenido, como en el caso de su colaboración con el artista conceptual Santiago Sierra.
Un creador que provoca terremotos con cada una de sus obras y proyectos. En 2006 Bures y Sierra hicieron unas ediciones limitadas de pulseras y gargantillas de oro y diamantes con los provocadores lemas: Gold traffic kills (el tráfico de oro mata) y Diamond traffic kills (el tráfico de diamantes mata). ¿Se puede llevar una joya que critica la explotación de los mineros que obtienen el material? Un auténtico oxímoron ético. Las nuevas joyas realizadas con Sierra contienen simplemente la palabra NO, que alude a su proyecto en proceso desde hace algunos años, titulado NO Global Tour.
“Que los ricos lleven ese NO, ese rechazo a todo, es en cierta forma excitante”, admite Bures. En todo caso, el arte es así y así lo expresan los artistas capaces de poner tanto magia como veneno en sus más radiantes creaciones.

¿Qué es el fetichismo? del Blog Eros

¿Qué es el fetichismo?

Por: | 10 de enero de 2013
El fetichismo es algo que requiere observación, sensibilidad y mucha imaginación. No se trata de la desnudez o de actos explícitos, sino un detalle mundano que provoca una narrativa personal y una repuesta sexual. Una mente fetichista no busca lo obvio, depende de la capacidad - y la necesidad - de un individuo de leer entre las líneas. No es tanto lo que se ve, sino lo que se imagina.

El origen de la palabra “fetiche” se encuentra concretamente en el portugués del siglo XV, en el término “feitiço“, que viene a significar encanto o hechizo.
 Un fetiche es un objeto que se cree que tiene poderes sobrenaturales. En esencia, el fetichismo es la atribución de un valor inherente o poderes a un objeto. El término "fetichismo sexual" fue introducido por primera vez por el psicólogo francés Alfred Binet en 1940.
Venus O'Hara by Sebas Romero
Venus O'Hara por Sebas Romero
Hoy en día un "fetiche" es un objeto, una parte no reproductiva del cuerpo o una acción cuya presencia aumenta el estímulo sexual y potencia el orgasmo. Es decir, cualquier cosa neutra que provoca una respuesta sexual. Un objeto podría ser unos zapatos, la lencería o prendas de látex o de cuero. Una parte no reproductiva del cuerpo podría ser los pies, los muslos, el cuello o las axilas. Ejemplos de acciones o situaciones que normalmente no tienen connotaciones sexuales podría ser el fumar, hacer cosquillas, hacer deporte o incluso el acto de inflar globos.

En inglés, la palabra "fetish" también se utiliza como un adjetivo que se refiere a objetos, rituales o indumentaria relacionados con la práctica del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadomasoquismo) tales como ropa fetichista o fotografía fetichista.
Venus O'Hara por Sebas Romero
Venus O'Hara por Sebas Romero. Corsé Bibian Blue
Probablemente a causa de Cincuenta sombras de Grey, ahora se habla mucho de fetichismo y BDSM como si fueron sinónimos, aunque exista una coexistencia entre ambos, no son intercambiables. Es posible ser fetichista y no practicar el BDSM y viceversa.
 Por ejemplo, el hecho de llevar látex en un escenario BDSM no te hace fetichista de látex, pero a la vez se puede ser fetichista de látex sin entrar en juegos de BDSM y simplemente disfrutarlo por su aspecto, sensación, y su olor además de los rituales de abrillantarlo y cuidarlo.
 Cómo uno mismo se define depende de cada uno.
 Se puede practicar el fetichismo, pero para serlo, hay que sentirlo.
 A menudo no requiere acabar con la penetración, algo que quizá no parece tener sentido para los que tienen una mentalidad vainilla.
Uno de los fetichismos más conocidFoot fetish os es el de pies, o podofilia. El significado y la importancia de un pie varia según el individuo.
 Uno bonito es una ventaja, pero no siempre es imprescindible. Muchos fetichistas de pies se fijan más en la reacción fisiológica que la adoración puede producir. Un beso, una caricia o un soplo de aire es lo único que hace falta. Recibir un masaje de pies es sin duda muy relajante y placentero, pero tener toda la atención, devoción y adoración de un fetichista de pies es una auténtica maravilla.

Este fetichismo se puede combinar con otros, como por ejemplo los tacones, las medias, el bondage, las cosquillas y muchas otras. También la adoración de pies (foot worship) es práctica habitual en el BDSM. Otros fetiches conocidos incluyen los uniformes, pintalabios, corsés, antifaces, guantes y otros no tanto como los delantales, o incluso mujeres que golpean los pechos con un abanico, y muchos, muchos más. Básicamente cualquier cosa puede ser un fetiche, y yo creo que todos tenemos por lo menos uno.
¿Cuál es el tuyo?