El rey Abadlá ha cumplido su promesa de abrir la puerta a las mujeres a su consejo consultivo,
que anunció hace más de un año junto con su intención de permitirles
votar en las elecciones de 2015. El monarca ha firmado dos decretos en
los que establece una cuota femenina del 20% en este órgano, cuyos
miembros designa él mismo, y prevé la entrada de unas 30 representantes
que formarán parte del total de 150 que lo conforman.
El texto de los decretos, hechos públicos por la agencia oficial SPA, explica que el rey ha tomado esta decisión tras consultar con altos dignatarios religiosos del país y advierten de que la entrada de las mujeres en el consejo, una especie de Parlamento que no tienen ningún poder legislativo, será independiente de la de sus colegas masculinos.
En septiembre de 2011, el rey Abdalá anunciaba su decisión de permitir la entrada de las mujeres en esta instancia, además de autorizarlas a votar en las elecciones de 2015.
Un pequeño paso en un país en el que tienen prohibido conducir, viajar, trabajar o ser intervenidas quirúrgicamente sin el permiso de su "guardián"(padre, marido u otro varón de la familia que tenga encomendada su custodia) que fue recibido con tímida satisfacción y cierta incredulidad entre las feministas y los activistas de los derechos humanos, pues el monarca acababa de romper su promesa de permitir votar a las mujeres en los comicios de 2011.
Ahora ha cumplido y se espera que también cumpla en los de 2015.
El texto de los decretos, hechos públicos por la agencia oficial SPA, explica que el rey ha tomado esta decisión tras consultar con altos dignatarios religiosos del país y advierten de que la entrada de las mujeres en el consejo, una especie de Parlamento que no tienen ningún poder legislativo, será independiente de la de sus colegas masculinos.
En septiembre de 2011, el rey Abdalá anunciaba su decisión de permitir la entrada de las mujeres en esta instancia, además de autorizarlas a votar en las elecciones de 2015.
Un pequeño paso en un país en el que tienen prohibido conducir, viajar, trabajar o ser intervenidas quirúrgicamente sin el permiso de su "guardián"(padre, marido u otro varón de la familia que tenga encomendada su custodia) que fue recibido con tímida satisfacción y cierta incredulidad entre las feministas y los activistas de los derechos humanos, pues el monarca acababa de romper su promesa de permitir votar a las mujeres en los comicios de 2011.
Ahora ha cumplido y se espera que también cumpla en los de 2015.
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