La figura
enigmática de Luis II de Baviera,
ha quedado sepultada en la ambigüedad de la historia y cualquier
mención que sobre él se encuentra fundida a fuego
con la figura de
Richard Wagner, el cual, sin embargo, no sabemos dónde habría podido
llegar si
los cielos no hubiesen enviado a su ángel salvador en forma de Luis II..
Sin dejar de mencionar la enorme influencia que tuvo su prima, la
Todo un abanico de colores, de
fuertes tonalidades, donde el amor y la amistad por encima, brilla con
ese azul que mantiene el metraje de uno de los films mas bellos jamás
filmados. LUCHINO VISCONTI desborda en su ego, elevando el clima y recreando
sus hondos sentimientos, volcándolos en la figura del Rey, haciéndole
reencarnación de si mismo, y dueño absoluto de un sentimiento por
excelencia. Tenemos a Ludwig-Luchino, tenemos a un hombre que sufre, tenemos a
un monarca que amó mas allá de lo indecible......Visconti nos presenta con
hermosa partitura de area de ópera un relato de sí mismo, a través de una
leyenda con nombre propio, en una región única de Europa.
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famosa Empera
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El sentimiento humano es como el águila
que surca el firmamento con garras afiladas en busca ....Una vez
encontrada, su captura ya no es nuestra....nada nos pertenece, todo es de un
ave llamada sentimiento.
LUCHINO VISCONTI lo tenia en su propia piel, tal vez por ello, supo crear como nadie y con tanto rigor, detalle
y
minuciosidad, un sentimiento que a veces los ojos humanos nos resistimos a reparar
en su belleza. Tuvo en Helmut Berger al mejor actor que pudiera pensar, no
imagino otro Ludwig que no fuese él, depositó en la frialdad de Helmut la
tragedia de una historia de amor, soltó sobre su propia pareja en la vida real,
toda esa mezcla que el rey necesitaba, haciéndome en ocasiones pensar que estoy
ante una de las mejores interpretaciones que yo haya visto. Su mezcla es tan
densa que el líquido que desprende en cada una de sus intervenciones, es
corrosivo, dulce y con un halo de ternura que pocas veces la pantalla ofrece.
Creo, si la lógica de la realidad fuera transparente que, su interpretación es
digna de atesorar cualquiera de los premios de interpretación existentes.
Con todos estas
mutilaciones, para que la
historia se hiciese comprensible, hubo que recurrir a "narradores", que
sirvieran de nexo entre los distintos episodios. A pesar de todo, la
duración
final de la película se acercaba a las cuatro horas, y en el contrato de
distribución de la Metro Goldwyn Mayer señalaba una duración máxima de 3
horas. Por ello se cortó otra hora más, con lo que la acción era
incomprensible y Visconti acabó sufriendo tremendamente por su querido y
preciada obra, renegando en ocasiones de un trabajo que en
condiciones normales hubiera sido... "ARTE TOTAL". Poco después, en
1980,
después de la muerte del maestro, sus fieles guionistas Medioli y Cecchi
d'Amico
rescataron la versión de 4 horas y es esta última la que se puede ver en
la
actualidad en formato dvd, aunque el montaje final no tenga la
supervisión de VISCONTI.
Ellos le conocían muy bien, y siempre han sabido que la versión actual,
es
la que a él le hubiera gustado conservar siempre.
triz Isabel de Austria, mas conocida por "Sissi". Tanto
Isabel como Ludwig tuvieron siempre una enorme complicidad, eran almas
gemelas, y su amistad-admiración-amor los llevó a ambos a disparar
esta historia del rey loco a limites que son leyenda.
Luis Otón Federico
Guillermo de Baviera, nació un 25 de Agosto de 1845, en Nymphenburg, hijo de
Maximiliano II de Baviera y de María, hija del rey de Prusia que más tarde sería
El Kaiser alemán, Federico Guillermo I, mientras Richard Wagner, preparaba la
que sería obra preferida de Ludwig II, “Lohengrin”. Y me refiero a este
paralelismo en el espacio del tiempo por la importancia del mismo, y por la
similitud de ambos personajes en toda la vida del trágico monarca.
Con apenas 18 años sube al trono tras la
muerte de su padre, un 7 de marzo de 1864.
Cuando un 6 de mayo recibe Luis II al
compositor Wagner en Munich, lo hace con unas palabras que definen
claramente toda su relación, y que ponen de manifiesto tanto su entrega
absoluta como su afinidad de almas:
«Sin que vos lo supierais, erais la
cuenta de todas mis alegrías. Vos habéis sido mi mejor maestro, mi educador y un
amigo que, como ningún otro, ha sabido hablar a mi corazón. Haré cuanto esté en
mi mano para haceros olvidar vuestros sufrimientos, disiparé todas vuestras
preocupaciones, os proporcionaré el reposo a fin de que despleguéis sin
traba alguna, vuestro genio. Ahora que visto la púrpura, emplearé mi poder en
endulzar vuestra vida».