Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 dic 2012

Vaya, miren por donde me la encuentro

Una pequeña venganza, de Elvira Lindo.

Es sabido que los seguidores más fieles de los medios de comunicación son los de la radio
. Aunque no se diga, esa fidelidad está relacionada con la manera en que nos relacionamos con el mando. Mientras lo visual y el mando a distancia propician que el usuario vaya cambiando compulsivamente de canal, la radio, que consiste en amar una voz concreta, familiar, que rompa el silencio o haga más llevadera la soledad, la radio, digo, suele estancarse en un punto del dial y no moverse en años Sobre todo si es en la que usted participa.
. Por eso es tan difícil aumentar la audiencia, porque esas fluctuaciones indican algo tan inusual como que haya un número significativo de oyentes que han decidido vencer su pereza y mover el sintonizador para que en su casa irrumpan nuevas voces
. De un modo extraordinario, la radio nos retrotrae a un mundo oral, más antiguo, y nos hace comportarnos como lo hacían nuestros abuelos. Eso es definitivamente mágico. De pronto, nos comportamos como los viejos personajes de Historias de la radio de Sáenz de Heredia o los de Días de radio de Woody Allen. Siempre he pensado que el sentimiento que provocan los presentadores de radio es el de enamoramiento. Cuando el oyente permite que entre una voz en su vida es porque hay un cuelgue sentimental.
No es broma. He visto a presentadores saliendo por la puerta de atrás de la emisora para esquivar a oyentes con la cabeza perdida.
Pienso en ello desde que ese gran hombre de radio que es Toni Garrido mantuvo conmigo una charla tan informal como pública en el festival EÑE.
 Íbamos a hablar de libros, pero acabamos hablando de radio.
No sé qué tipo de virus inocula ese medio, pero los que hemos trabajado en él tenemos serias dificultades para desprendernos de su recuerdo y en cuanto nos encontramos con otro enfermo no somos capaces de hablar de otra cosa.
 Le contaba yo a Toni que es el medio del que me han echado más veces, debido siempre a cambios políticos.
 Él me preguntó con sorna, “pero, si te ofrecieran algo, ¿volverías?”; a lo que le respondí, “claro, no tengo dignidad, ¿y tú?”. Y contestó sin pensarlo, “¡también!”. Risas del público
. Y era cierto, los que hemos trabajado en lo público hemos vivido absurdamente resignados a que nos defenestraran según los resultados de las elecciones generales, las autonómicas, las locales o incluso si se producía un cambio ideológico dentro del mismo partido que ostentaba el poder.
 Triste, ¿no es cierto?
Pero en este caso Toni añadió un detalle insólito que comparto aquí ya que nuestra conversación no era privada. Dijo, “lo extraordinario en esta ocasión es que nadie me ha echado”. ¿Perdona??? “Como lo oyes, nadie me ha echado. Terminó mi contrato y simplemente yo dejé de ir, pero nadie tuvo la cortesía de comunicarme que ya no pensaban contar conmigo”
. Risas del público. Risas con contenido melancólico. Ese es nuestro país. Resulta que hay un tío o varios, porque también estaba Lucas, que rompen la inercia de los oyentes (que como saben los teóricos, somos de naturaleza conservadora), nos enamoran, sus voces entran en nuestra cocina, en nuestro baño, en nuestro sueño, nos imponen una cita diaria y se vuelven portavoces de tantas cosas que queremos afirmar, pero no tenemos tribuna para hacerlo; resulta que hay una serie de profesionales que tienen el don de la radio, un don tan raro como el del humorista, que no consiste solo en modular una voz bonita o en ser un gran entrevistador, sino en convertirse en voz de compañía, en algo más que un amigo o una amiga; resulta que ese milagro sucede y unas cuantas voces conquistan nuestro espacio más íntimo y… ¿qué ocurre? Ocurre que hay un cambio de Gobierno y todo ese logro se va a la mierda.
 Ya sé que escribí sobre esto hace unos meses, pero es que esta semana han aparecido los resultados de aquel disparate en el estudio general de medios. ¿Con qué nos encontramos? Con que de la misma manera que aumentó la audiencia en los últimos dos años y la radio pública conquistó una audiencia que se le había ido marchando, en cuatro meses escasos todo lo ganado se ha perdido.
 Y ¿cómo es posible que se produzcan cambios tan radicales en un medio que registra el aumento o el descenso de oyentes de una manera mucho más paquidérmica? Pues a que la radio pública que practicaban estos profesionales no era sectaria, no era partidista, tenía un aire mucho más dinámico y se hacía eco apasionadamente de que lo que pasaba en la calle. Era un tipo de radio que se parecía a la que se realizaba durante los años ochenta. La feliz consecuencia de ese estilo fue que la audiencia rejuveneció drásticamente; la desgraciada consecuencia de expulsar de la radio a personajes tan carismáticos es que esos mismos oyentes se han vengado de lo que han considerado una inadmisible intromisión política.
¿Eran muy caros estos profesionales? Sé que no. Podíamos permitirnos el gasto. Eran molestos, eso sí. ¿Y? Qué lejos estamos de esa BBC en la que el director ha dimitido por dos escándalos de los que no había sido directamente responsable, pero que tenía que asumir.
Pero algo está cambiando: los oyentes que han abandonado la radio pública han podido rumiar esta semana su pequeña venganza. Yo sigo preguntándome, ¿por qué en España la ideología pesa tanto como para despreciar el talento?El que usted piense eso demuestra un gran desconocimiento y entiendo que se haga cienes y cienes de veces esa tonta pregunta.

Juego a que hoy soy Princesa....y ¿Tú?

Seguir jugando

Belén Esteban ha sabido realimentar la expectación sobre su personaje: ¿cuánto tardará en estallar?

Artículos | 02/12/2012 - 00:00h
Víctor - M. Amela
 TEATRO. El negocio de la tele tuvo anteanoche verbena, juerga con pirotecnia: Belén Esteban volvió al plató tras tres meses de silencio. 
Se había largado hace tres meses tras broncas monumentales con sus compañeros, desquiciada, intoxicada, casi anoréxica, peleada consigo misma y con el mundo y con una depresión royéndola.
 Y anteanoche volvió. 
Buena jugada: ausencia, expectación, retorno. Jorge Javier Vázquez la entrevistó en Sálvame de luxe (Telecinco) para documentar su heroicidad: está dejando la droga, acude a terapia con una psiquiatra, ha regulado sus horarios, atiende a los estudios de su hija, ha reorientado su nariz, ha retocado sus orejas, ha aprendido a coser en punto de cruz, ha engordado dieciséis kilos y se ha divorciado de su marido.
 "Si yo puedo, ¡todos podéis!", ha clamado Belén Esteban, mirando a cámara.
 Ha contado también cómo habla con los vecinos de su pueblo y con su familia, cómo va a comprar en bicicleta el pan y la ropa y, sobre todo, que ahora lleva faja: "¡Llevo faja, me hace ilusión decir que llevo faja!".
 O sea, que todo cambie para que nada cambie.
 Se trata de que esta mujer, de cuya vida lo sabemos todo de todo, siga rindiendo beneficios a la cadena y a sí misma. Y así será. El programa cebó el reencuentro con Kiko Hernández, el que fue su mejor amigo y con el que tuvo la bronca más gorda: funcionó, dramáticamente hablando
. Beso, abrazo, lágrima
. La televisión es el teatro de nuestro tiempo, el teatro del pueblo: Shakespeare envidiaría Sálvame de luxe y se admiraría de su astuta administración de pasiones, de la gestión de las emociones, de la escenografía del sentimiento.
 Un personaje principal de esta comedia se ha rediseñado para seguir dando juego (lo confesó: lo que más temía era perder el favor del pueblo que mira la tele), y la función continúa.
 El personaje ha sabido realimentar la expectación: el telespectador querrá saber ahora hasta qué punto Belén Esteban se ha redimido de sus pulsiones o volverá por sus viejos fueros.
 La psiquiatra le ha dado el alta para volver a la tele. ¿Resistirá la presión cotidiana del plató? Por eso la gente seguirá mirando.
 Esa incertidumbre es el petróleo de su cotización televisiva.
 No hay mayor tesoro para el espectáculo televisivo que alguna dosis de incertidumbre. ¿Cuándo volverá a estallar, a llorar, a hundirse, a reír, a gritar?
 Lo dicho: todo ha cambiado para que nada cambie, porque lo que no puede cambiar es la rentabilidad televisivo

La vida desenfadada y loca de Zelda y Scott Fitzgerald, en viñetas

Esta apasionante biografía desvela y descubre a la mujer que inspiró muchas obras de Fitzgerald, su musa.

  Zelda Fitzgerald, además de ser la esposa de F. Scott Fitzgerald, el máximo exponente de la llamada Generación Pérdida, y autor de El gran Gatsby, también fue una mujer rebelde y moderna, que en los años veinte reivindicó la vida "desenfadada". 

Ahora una novela gráfica narra y pone luz a su vida.

Una vida intensa y aventurera en los locos años veinte, marcada por los viajes por toda Europa, la literatura, las fiestas, la creación, los altibajos económicos, y regada por el alcohol.
 La bebida, la ginebra, acabaría con Scott Fitzgerald en 1940, año en el que murió tras sufrir un ataque al corazón en Hollywood, donde vivía escribiendo guiones y narraciones breves.
Ella, Zelda, murió en 1948, a los 47 años, en el incendio del hospital psiquiátrico de Highland, en Aheville, en Carolina del Norte, donde estaba internada en los últimos tiempos diagnosticada, de "esquizofrenia", una enfermedad que llenó de altibajos la vida emocional de esta mujer que bailó, escribió, pintó, bebió, experimento y se comió el mundo a bocados, pero que también estuvo a la sombra "de un grande".
Así, esta apasionante biografía que desvela y descubre a la mujer que inspiró muchas obras de Fitzgerald, su musa, como en Suave es la noche, cuya protagonista Nicole es calcada a ella, ha quedado trazada en viñetas, mezclando pura literatura y cómic, en Superzelda, un libro creado con los italianos Tiziana Lo Porto y Daniele Marotta, y que publica en España y Amarica Latina 451 Editores.
Para el editor del libro, Samuel Alonso, esta obra tiene la función de "reivindicar a Zelda, que perteneció a una generación, a la Jazz Age, pero que como fue mujer quedó en la sombra, como ocurrió con en el boom latinoamericano que ahora celebra sus 50 años, y que nunca habla de grandes mujeres escritoras, como Elena Garro, la ex de Octavio Paz, y que quedó en su sombra o a María Luis Bombal o Clarice Lispector", subraya.
Zelda reivindicó por todo el mundo el club de los desenfadados, la forma de vida de los años veinte
. Quería vivir y eso se lo quería trasmitir a su hija -"porque los hijos nunca tienen que ser una molestia"-decía-, un amor por la vida aventurera."Dentro de su familia era una out sider y en este cómic se descubren muchas anécdotas de su biografía que no se conocían mucho".
Una vida con mucho humo, jazz y ginebra, con el acelerador pisado, libérrima, con separaciones y abundante correspondencia por medio; con peleas, escándalos, salidas por la puertas traseras de los hoteles de lujo en Nueva York, muchas infidelidades; pero eso sí, con mucho amor.
Y una mujer, que fue acusada por Hemingway, otro miembro de la Generación Pérdida, junto con Dos Passos, de haber destrozado la vida de Scott.
Esta novela gráfica que acaba de salir a las librerías coincide con la publicación de una reedición ilustrada por el artista norteamericano Jonny Ruzzo de El gran Gatsby, publicada por Sextopisoilustrado.
El gran Gastby, considera como unas de las mejores novelas de la historia de Estados Unidos, fue todo un símbolo de esa época, de esos años locos de una generación pérdida.
En ella, Jay Gastby que representa "lo mejor y lo peor del sueño americano" solo tiene un objetivo acumular dinero y gastarlo de forma sonora para conseguir el amor de la frívola pero hermosa Daisy Buchana, otra vez Zelda.
Y esta fiebre por los Fitzgerald, que comenzó con la publicación hace unos años de Alabama Song, del escritor Gilles Leroy, la novela publicada por RBA y en la que se daba voz a Zelda, se completará con la película El gran Gatsby, que protagoniza Leonardo DiCaprio, dirigida por Baz Luhrmann, el mismo de Mouline Rouge, que estrenará en 2013

1 dic 2012

'Amour', gran favorita para recibir el premio al mejor filme europeo del año

El filme de Michael Haneke compite en una ceremonia organizada por la Academia del Cine Europeo con la italiana 'Cesar debe morir', la británica 'Shame', la danesa 'La caza', la alemana 'Bárbara' y la famosa comedia francesa 'Intocable'

Cultura | 01/12/2012 - 10:57h
'Amour', gran favorita para recibir el premio al mejor filme europeo del año
Un fotograma de 'Amour' LVD
Salvador Ll
El filme Amour, ganador de la Palma de Oro en el pasado fesival de Cannes, así como su director, el austriaco Michael Haneke, se destacan como favoritos para los Premios del Cine Europeo que está noche, sobre las diez, se darán a conocer en La Valeta, la histórica capital de Malta.

El pequeño país europeo, situado en una isla en medio del Mediterráneo, acoge este año la ceremonia de entrega de unos galardones que nacieron con la voluntad de convertirse en los Oscar del cine europeo y que, con la ceremonia de esta noche, alcanzan ya su edición número 25.
Una ceremonia que ya reconoció hace dos años a Haneke, por La cinta Blanca, y que el año pasado premió al polémico Lars Von Trier, por Melancolía.

La película de animación Arrugas, de Ignacio Ferreras, que compite en el apartado de animación, es parte de la reducida presencia, en esta edición, de la cinematografía española
. Como lo es también la presencia en los premios del compositor Alberto Iglesias, un habitual del galardones europeos, en los que ya fue candidato el año pasado por la banda sonora de La piel que habito, de Almodóvar. En este caso Iglesias es candidato por la banda sonora de "El topo".

El actor Sergi López y El director Carlos Saura, convocados ambos para entregar sendos premios en la ceremonia, completan la participación española en una gala que estará marcada por el sentido drama sobre la vejez y la muerte que es "Amour", una descarnada crónica del capítulo final en la vida de una pareja octogenaria.
 Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignan, su pareja protagonista, encezan todas las apuestas para ser reconocidos como los mejores interpretes.

No hay que olvidarse tampoco de los otros contendientes al galardón en el apartado de mejor película, empezando por Shame, que figura como candidato en cinco categorías, incluyendo la de mejor actor para su protagonista Michael Fassbender.
 El controvertido filme sobre la adicción al sexo, dirigido por el británico Steve McQueen, y Amour, de Haneke, los dos grandes favoritos, tiene sin embargo unos competidores de gran calidad, en una cosecha sorprendente de buenos títulos del cine europeo, que convierte en temerario cualquier pronóstico.

Entre los candidatos está la muy popular comedia francesa Intocable, por ejemplo.
El drama Bárbara, sobre la dictadura comunista en la alemania Oriental, y Cesar debe morir, de los hermanos Taviani, filme que llega abalado a la ceremonia de Malta con el Oso de Oro en la pasada edición del festival de Berlín.
 Y no hay que olvidar Jagten, la caza, del danés Thomas Vinterberg, un crudo retrato de los convencionalismos sociales cuando entra en juego una denuncia de abusos sexuales infantiles.
 El filme de Vinterberg, nominado en cinco categorías para los galardones de la noche, incluye entre estas la nominación de Mads Mikkelsen, su protagonista, reconocido también con la Palma a la mejor interpretación masculina en el pasado festival de Cannes.

Entre los apartados de reconocimientos a toda la carrera, la Academia Europea del Cine premiará esta noche a Bernardo Bertolucci, director de El último tango y Novento entre muchos otros filmes, y a la actriz británica Helen Mirren