Nos movemos preferentemente entre
Cataluña, sobre todo, y alguna cosa de las elecciones en
Estados Unidos.
Es posible que
Artur Mas
haya apretado en exceso el acelerador de las frases rimbombantes en
esta larguísima campaña electoral que estamos viviendo y que solo
acabará el 25 de noviembre
–
“No nos frenarán ni tribunales ni constituciones”-
pero a la fiel infantería parece que les encanta. Porque así pueden ser
aún más ridículos en su falso empaque.
Y de las elecciones en
Estados Unidos les traigo dos perlas que seguro que les van a gustar a ustedes.
También les ofrezco –estoy que lo tiro- una de
Ussía-Foxá, y otra, muy reveladora de cómo es de verdad
La Gaceta
y lo que representa dentro de la derecha más derecha de la derecha más
derechista.
No sé si aún me falta alguna derecha más a la derecha…
El editorial de
Abc es del género tronante y campanudo. Lo
que por exceso, quita fuerza a un texto que pretende ser de una
solemnidad que la forma arruina:
“Ningún Gobierno europeo,
ninguna institución comunitaria respaldará nunca una propuesta tan
demencial como la que ayer mostró, tan sinceramente, Artur Mas”;
“Parecía difícil que Artur Mas se superara en la escala verbal de
despropósitos que acompaña su propuesta independentista. Pero a la vista
está que es capaz de conseguirlo, con un nuevo compromiso que supone
embarcar a Cataluña en una situación de ilegalidad y de confrontación
suicida con el Estado”; “Con este lenguaje de barricada, Artur Mas está
desvelando las miserias de su proceso soberanista, porque reconoce
abiertamente su ilegalidad constitucional, a la que se añaden claros
indicios de ser delictiva.
Negando el valor de los tribunales y de las
constituciones, Artur Mas se descalifica como demócrata”. Y así.
Isabel San Sebastián nos cuenta la apasionante conversación con una joven lituana de 23 años, recién licenciada en
Ciencias Económicas y Políticas, residente en Londres.
La conversación gira sobre
Cataluña. Por qué ha elegido a esa chica, y no a un leñador de
Ucrania de 50 años es un misterio.
La conversación con la lituana, ya les digo, apasionante. Como no podía ser menos.
José María Carrascal también habla de lo mismo:
“Viaje a ninguna parte”, se titula su columna.
Saben ustedes que ha habido en las últimas 48 horas dos manifiestos en contra de la independencia que promueve
Artur Mas.
Lo pueden leer en
EL PAÍS del domingo. Al editorialista de
El Mundo no le gusta el que ha arrancado más firmas de la izquierda reconocible. Les mola más el
otro. Como si alguien fuera a dudarlo:
“Si bien el promovido por cierta izquierda militante tiene trampa, ya
que defiende como alternativa un modelo federal -en consonancia con el
PSOE- y advierte que si el sentimiento mayoritario de los catalanes
fuera la independencia, el resto de los españoles tendría que buscar una
solución. Lo cual, como subrayó ERC, es un reconocimiento al derecho a
decidir por su cuenta de los catalanes.
Más razonable es el manifiesto
que hoy publicamos en el que firmantes de diversas ideologías aseguran
que no están dispuestos ‘a que un muro de incomprensión y agravios
inventados pueda ser levantado dentro de la sociedad catalana, y entre
la sociedad catalana y los ciudadanos del resto de España”
. O sea, que el bueno es el suyo. Vaya por dios, qué casualidad.
A
Santiago González, faltaría más, tampoco le gusta éste
. Aunque convendría que informara de que es firmante del
otro. No, por nada. Ni a
Casimiro García-Abadillo. Y
Jiménez Losantos viene a decir lo mismo, pero en vocinglero, como es habitual:
“La
función esencial de los manifiestos de la Izquierda Instalada no es
defender nada, salvo su condición de faro iluminador de la opinión
pública. Algún pardillo pensará que, como todo el mundo tiene opinión,
cualquiera puede ser abajofirmante.
Craso error
Para alcanzar la egregia
condición de abajofirmante, que automáticamente realza cualquier
condición social, el abajofirmante no necesita tener idea de política,
de arte, de ciencia, de ecología, de medicina o de economía.
Basta ser
de Izquierda, cosa fácil, y ser admitido como tal en la escenografía
progre, que es mucho más difícil”.
Luego dice algo de
EL PAÍS y de
PRISA, y continúa:
“Como
la Izquierda es sectaria y de carril (…) se han lanzado, como siempre, a
firmar lo que sea, siempre que sea progre, pero, ay, la progrez se ha
quedado sin guión. ¡Tenían que hacer algo! Y lo han hecho: el ridículo”.
De
Cataluña habla en
La Razón César Vidal.
Definitivo, vamos:
“El
nacionalismo catalán, a fin de cuentas, es una forma de patología
política, social y psíquica que pretende que no fue lo que fue para que
mañana sea lo que es imposible que sea.
Para ello es capaz de negar,
literalmente, a su madre e incurre en un gravísimo error, el de
enquistarse en una frustrada adolescencia de la que no puede surgir
maduro por la sencilla razón de que niega de dónde viene y se masturba
mentalmente pensando en hacia dónde va”. Y ojo al remate:
“Hay
que dar gracias a Dios de que semejante dolencia se dé sólo en una
pequeña región situada al noreste de la Península ibérica porque cuando
ha hecho presa de otras entidades políticas más amplias ha concluido en
guerras mundiales”. Guau.
Alfonso Ussía
dice que no le gustan las tertulias. Cuando participaba él, sí.
Pero
las de ahora, no. Me ha gustado más su columna de ayer, domingo.
“Lluvia”, se titulaba.
Nos contaba el ilustre bardo que estaba leyendo en
Cantabria mientras veía caer la lluvia. Y aprovecha para explicarnos sus lecturas.
Habla de
José María Pemán y de un primo suyo,
Pemartín. Y luego nos trae a
Foxá. Majestuoso. Se lo transcribo:
"En
la directa brusquedad de Pemartín se sostuvo Agustín de Foxá para
escribir su soneto a Celia Gámez, por la que sentía muy limitadas
simpatías.
Algo le pasó con doña Celia, ahijada en España y en el día de
su boda del general Millán-Astray, fundador de la Legión.
Nadie se
atrevería hoy a escribir unos versos, algunos imperfectos y con la
métrica caprichosa de Foxá, como los que regaló don Agustín a la
estupenda argentina: ‘Tú, que naciste en las porteñas hampas/ y del amor
conoces los oficios,/ oh vieja zorra de las anchas pampas/ que enamoras
marqueses pontificios./ Tú, que cantas esos tangos con ojeras/ repletos
de memeces argentinas/ y tratas a señoras tortilleras/ y confundes
‘Meninas’ con mininas./ Los prognatas toreros que complicas/ por tí se
tornan en babosos toros./ Vas al teatro con señoras ricas,/ y estrenas
obras con cretinos coros/ escritas para ti por los maricas/ que sueñan
con los culos de los moros”.
No sé, me extraña que le guste a
Ussía un fascista –y chocarrero cuando se lo pedía su aristocrático desdén- como
Foxá… ¿Verdad que es raro?
Les traigo este texto para que sean conscientes del pensamiento auténtico del reciente director de
La Gaceta y quizá primer ideólogo del
Grupo Intereconomía, con amplia presencia en la televisión de la empresa.
Se trata de
José Javier Esparza. Fundamental para conocer de qué hablamos cuando hablemos de
La Gaceta, les propongo la lectura completa del
editorial de ayer, domingo, del que les ofrezco, por razones evidentes, solo un párrafo. Largo:
“Un
año después de la llegada de Rajoy a La Moncloa sigue vigente la Ley
del Aborto más agresiva de Europa (sufragada con dinero público), sigue
vigente el autodenominado matrimonio homosexual, sigue vigente en las
escuelas la asignatura de adoctrinamiento socialista Educación para la
Ciudadanía, siguen vigentes los convenios internacionales de exportación
de ideología de género, siguen vigentes los recortes estatalistas a la
libertad de enseñanza, siguen vigentes las agresiones a la libertad
religiosa en el ámbito universitario, sigue vigente la persecución
lingüística contra toda legalidad, sigue vigente el caciqueo de la
izquierda en la radiotelevisión pública y sigue no sólo vigente, sino
agravado, el oligopolio publicitario en la televisión con las
consecuentes limitaciones a la libertad de expresión. ¿Para quién está
gobernando el PP? Rajoy ha dejado pendiente sine die la protocolaria
visita al Papa –un significativo gesto–, ha colocado a un reconocido
abortista al frente del Tribunal Supremo y ha encomendado la Secretaría
de Justicia del PP a un declarado partidario del matrimonio homosexual.
Por si alguien se permitía aún el beneficio de la duda, la Secretaría de
Estado de Cultura, regentada por José María Lassalle, acaba de conceder
tres premios nacionales de singular relevancia a significados autores
de la izquierda cultural encuadrados en la fábrica de El País, añeja
factoría del poder cultural socialista.
¿De verdad está gobernando la
derecha?”.
¿Y de qué tres premios habla?
Pues del
Nacional de Narrativa al mundialmente reconocido
Javier Marías, el de
Ensayo a la
catedrática de Ética de la
Autónoma de Barcelona Victoria Camps, y el de
Periodismo Cultural al escritor y periodista
Juan Cruz, 50 años -50- de profesión.
¿Fábrica
EL PAÍS? Hay que ser, además de lo obvio, ignorante…
Tuétano puro, desechen el hueso.