"Sus abuelos robaron a millones de españoles la infancia, y ahora
ustedes, que son sus nietos, les quieren robar la jubilación".
Estas
acusaciones del portavoz de los socialistas en la Asamblea,
Tomás Gómez, en las que equipara al PP con la dictadura y a la
posguerra con la situación actual, han desatado una bronca a gritos en
el pleno, que se ha zanjado con amenazas de suspenderlo por parte del
presidente, José Ignacio Echeverría.
Gómez ha hecho esta afirmación en su pregunta al presidente regional, Ignacio González, a cuenta del
copago farmacéutico.
El líder del PSM ha comenzado su intervención preguntando a González si le parece bien el decreto que hace que los
pensionistas tengan que pagar parte de sus medicamentos
en función de su renta. En la línea del Gobierno de Mariano Rajoy,
González ha respondido que esta nueva fórmula es "más justa y
equitativa", ya que permite que un parado no pague medicinas, y sí un
pensionista que tenga una renta alta. "Es lo más justo que se puede
hacer en el sistema, y lo que va a permitir mantenerlo" ha agregado.
En este punto, Gómez le ha recordado que pagar parte de sus
medicamentos es un gran esfuerzo porque "uno de de cada tres
pensionistas ayuda a algún familiar suyo, uno de cada cuatro ha vuelto a
recoger en su casa a sus hijos, 400.000 familias viven de las pensiones
de sus abuelos".
"El dinero que dicen ahorrar es el dinero que ponen
directamente de sus bolsillos los madrileños, y no precisamente los
ricos", ha añadido.
A continuación, ha asegurado que los abuelos de los actuales miembros
del PP "robaron la infancia a millones de españoles", y "ahora sus
nietos quieren robarles la jubilación". "Los jubilados necesitan algo
más que austeridad. ¡Demasiada austeridad tuvieron por culpa de los
suyos!", ha reprochado Gómez entre el griterío de la bancada popular.
Dirigiéndose a la tribuna de invitados, donde había un grupo de
pensionistas, el líder del PSM ha recordado que "esas personas empezaron
a trabajar de niños y ayudaron a levantar España".
Antes de dar la palabra a González, el presidente de la Asamblea ha
pedido a Gómez que retirase sus palabras o que pidiese disculpas.
"Quizá
no se ha dado cuenta de lo que ha dicho", ha afirmado. Gómez se ha
reafirmado en sus afirmaciones, por lo que Echeverría ha decidido
retirar de oficio sus palabras del diario de sesiones, al considear que
lo que ha dicho el portavoz socialista es "impresentable". González, por
su parte, ha asegurado que es "lamentable" escuchar a Gómez. "Lo que ha
heredado usted de sus abuelos es lo peor que tiene este país, que es no
superar la división y no apostar por la unidad y la frateridad de todos
los españoles.
Es usted un cáncer que no ha superado, desgraciadamente,
los peores años de la historia de España, a mí me daría vergüenza que,
con la edad que tiene, esté alentando eso", le ha reprochado.
Los jubilados, ha continuado González, "contribuyeron de un lado y de
otro a hacer la España que hoy tenemos".
"El problema es que ustedes,
en ocho años, han arruinado a este país, han creado cinco millones de
parados, y han hecho que sus hijos les pidan ayuda para sobrevivir por
su irresponsabilidad. Se le tenía que caer la cara de vergüenza de venir
a decir esas cosas", ha aseverado.
González también ha arremetido
contra la "incongruencia" de Gómez y ha sostenido que varios ministros
socialistas de Sanidad, como Trinidad Jiménez o Leire Pajín, defendieron
el copago para sostener el sistema.
Para concluir, ha recomendado al portavoz del PSM que pague las
cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores de su partido porque
esa es "la mejor garantía para ayudar a los pensionistas. El consejero
de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria ha asegurado en su turno de
palabra que hoy, gracias a Gómez, se ha vivido "una de las páginas más
bochornosas y más sectarias de la historia de este Parlamento".
"Enhorabuena, a mí me daría vergüenza", le ha espetado.
La diputada socialista Maru Menéndez ha intentado pedir la palabra,
una vez más entre la bronca de ambas bancadas, lo que ha colmado la
paciencia de Echeverría, que ha insistido en que lo de hoy ha sido
"auténticamente impresentable" y ha pedido a los diputados que
demuestren su altura a los ciudadanos. "Llamar ladrones a todo un grupo
sin venir a cuento es la afirmación general más fuerte que este
presidente ha escuchado, me parece impresentable", ha criticado.
Sin
conseguir calmar a las bancadas, se ha preguntado si "alguien ha venido
con la voluntad de, como se dice vulgarmente, pinchar el pleno".
"Si
siguen así, lo suspendo, les advierto que no me importa nada. Ustedes
sabrán", ha advertido, con lo que, por fin, ha logrado que permanecieran
en silencio.