La primera novela de
J. K. Rowling para adultos,
The Casual Vacancy,
llegó el jueves pasado a las librerías de Estados Unidos, Reino Unido,
Alemania y Francia (en España no saldrá hasta el año próximo).
En esta
entrevista, la autora habla de
su vida después de Harry Potter,
incluida su paranoia sobre la posibilidad de perder todo lo que ha
ganado. En su libro, Rowling muestra el panorama social de una pequeña
ciudad inglesa.
Describe a una próspera familia de médicos indios, un
padre que pega a su mujer y sus hijos en privado, un portavoz político
tan poderoso como grueso y cuatro adolescentes que se rebelan contra la
rigidez del mundo burgués.
A sus 47 años, Rowling es
una de las mujeres más ricas del mundo
.
Los siete volúmenes de su serie de Harry Potter se han traducido a 72
idiomas y han vendido alrededor de 450 millones de ejemplares en todo el
mundo.
Cuando publicó el primer libro de Harry Potter, en 1997, era una
madre soltera con problemas económicos que vivía en Edimburgo.
Sigue
viviendo allí, y concede la entrevista en su despacho del centro de la
ciudad.
Pregunta. En su novela no hay nada de magia ni brujería. ¿Lo ha echado de menos?
Respuesta. He agotado verdaderamente lo mágico. Fue
muy divertido mientras duró, pero lo he dejado atrás por el momento. Si
existe alguna relación entre Harry Potter y mi novela nueva es mi
interés por los personajes.
P. Después del último volumen de Harry Potter, ¿pensó alguna vez en dejar de escribir?
R. No, ni se me pasó por la cabeza. Llevo
escribiendo toda mi vida y escribiré siempre. Pero a veces sí me he
dicho a mí misma que no estoy obligada a publicar nada más. El éxito de
Harry Potter me dio mucha libertad. Ya puedo pagar mis facturas...
P. Toda esa libertad ¿no puede hacer también que un escritor se sienta con la mente en blanco?
R. Me gusta demasiado escribir para que me ocurra
eso. Lo que sí es un problema mayor es que Harry Potter lleva asociadas
tantas responsabilidades comerciales que tengo menos tiempo para
escribir del que me gustaría. Además, tengo tres hijos, aunque estoy
acostumbrada a trabajar con ellos alrededor. Ayer, por ejemplo, tuve una
jornada de escritura fantástica. Preparé a los niños para el colegio y,
en cuanto mi marido salió con ellos de casa, me fui a la cocina y me
hice el desayuno. Todavía en pijama, me lo llevé a la cama, cogí el
ordenador y pasé cuatro horas trabajando en la cama. Maravilloso.
P. La hipocresía de la clase media es un tema importante del libro. ¿Por qué le interesa?
R. En las relaciones humanas existe una tendencia
desagradable que es que sentimos cada vez menos empatía entre nosotros.
Juzgamos todo el tiempo a personas a las que no deberíamos juzgar,
porque no las conocemos lo suficiente. En mi opinión, la falta de
empatía es la base de muchos problemas, y creo que está perturbando
nuestra sociedad.
P. ¿Cuál es el motivo?
R. En una época de dificultades económicas, la gente
está menos dispuesta a ayudar a los demás. Estos no son buenos tiempos
para la empatía.
P. En su nuevo libro, la clase media tampoco tiene una vida muy feliz.
R. A veces me deprimía escribir el libro. Es una
novela sobre cómo nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, algunos
personajes están firmemente convencidos de que todo lo hacen bien, y eso
también resulta divertido. En la clase media existe mucha ambición,
mucha competitividad y mucha hipocresía, por lo que es un terreno
bastante fértil para un escritor.
P. Se ha hecho rica y famosa trabajando en algo que es muy importante para usted. ¿Le parece un lujo?
R. Desde luego, y estoy enormemente agradecida, pero
lo más importante es que mi objetivo nunca fue hacerme rica. Gané ese
dinero por pura casualidad. Nunca había sido mi intención. Yo escribí un
libro y pensé que era bueno. Nada más.
P. ¿Le ha cambiado el éxito?
R. Sí, y cualquiera que diga que no nos cambia
estará mintiendo. En primer lugar, el éxito ha eliminado muchas
preocupaciones de mi vida, porque en aquel entonces era madre soltera,
tenía un contrato temporal de maestra y no sabía cuánto tiempo más iba a
poder seguir pagando el alquiler. Cuando firmé el contrato de Harry
Potter con la editorial de Estados Unidos, recibí una suma inmensa de
dinero casi de la noche a la mañana. Me sentí apabullada. Y de pronto
sentí muchas responsabilidades. Lo primero que pensé fue: no puedes
estropearlo. Me entró una terrible paranoia pensando que iba a hacer
alguna estupidez y tendría que volver a mi pequeño piso alquilado con mi
hija Jessica. Quería asegurarme de no perder nada. Estuve a punto de
guardar el dinero debajo del colchón.
P. ¿Qué siente hoy cuando está con gente rica?
R. Gracias al rumbo tan peculiar que ha seguido mi
vida, he podido observar cómo cambia el comportamiento de una persona
cuando se hace rica.
Recuerdo una conversación con un hombre al que
prefiero no describir con mucho detalle. Me dijo, con total naturalidad:
Por suerte, aquí no hay chusma. Por lo visto, dio por supuesto que yo
compartía su opinión. Ni se le ocurrió pensar que, 15 años antes, yo
había sido una de esas personas que él consideraba chusma.
P. ¿Le parece ofensivo ese tipo de comportamiento?
R. Me parece alarmante que la gente piense que el
éxito —y en nuestra sociedad, éxito equivale a riqueza— le permite a uno
olvidarse de cómo era antes su vida. Como si fuera tan fácil cambiar de
principios.
P. Hasta el día de la publicación de su novela, solo
habían visto el manuscrito unas 30 personas en todo el mundo. ¿Por qué
le resulta tan importante mantener todo ese control?
R. Al final, la publicación de los libros de Harry
Potter despertaba una expectación enorme, que acabó descontrolándose y
me producía mucho estrés. Esta vez, quería que las cosas fueran un poco
más normales.
P. Pero no se puede decir que sea muy normal. En
general, los editores envían ejemplares por adelantado varias semanas
antes de la publicación.
R. Hablé de ello con Stephen King, quizá el único
autor del mundo que ha estado en una situación similar a la mía.
Él
probó con los ejemplares adelantados, pero luego vio que enseguida
estaban a la venta en eBay. Es el mundo en que vivimos, en el que es
posible hacer muchas copias de un manuscrito en cuestión de segundos; un
problema tremendo para autores y editores.
P. ¿Hasta qué punto es importante para usted que
A Casual Vacancy sea un éxito?
R. Debemos definir a qué nos referimos al decir éxito.
P. Buenas críticas, muchos lectores.
R. Estoy segura de que nunca volveré a tener un
éxito como Harry Potter en toda mi vida, por muchos libros que escriba y
por buenos o malos que sean.
© 2012 Der Spiegel. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.