teatro
El centro del universo
Cronología invertida, austeridad absoluta, estructura dramática
apasionante, final inimaginable que nos descubre lo pequeños que somos,
en todos los sentidos, puesta en escena y versión (de María Fernández
Hache) rigurosas y tres actores (Will Keen, Alberto San Juan y Cecilia
Solaguren) de los de quitarse el sombrero convertidos en el centro de
todo el universo de este espectáculo. Básicamente eso es el montaje de Traición
que regresa esta vez al teatro Galileo. Una incisiva obra que el
maravilloso dramaturgo airado Harold Pinter escribió en 1978,
inspirándose en su propia relación extraconyugal y clandestina con una
presentadora de la BBC. En los últimos años hemos visto varios montajes
de Traición nada desdeñables. Se suma este tan cercano a
Pinter, que podría decirse que escribió una historia simple, triste y
graciosa, en la que aparentemente no cuenta nada excepcional… hasta que
golpea en lo más profundo.— ROSANA TORRESclásica
Una noche con Arteta
Prepara una ópera de Alagna en París sobre la pena de muerte, pero Ainhoa Arteta ha sacado tiempo para estar presente en la apertura de la temporada de la Orquesta de la Comunidad de Madrid en el Auditorio Nacional el martes. Con el que será su futuro director a partir del año que viene, Víctor Pablo Pérez, y con la presencia del coro regional, interpretarán un programa con sabor español. De El sombrero de tres picos de Falla a Manfred de Montsalvatge, la orquesta recorrerá ayudada por la soprano la música catalana, andaluza, castellana y vasca, de la que se mostrará un estreno absoluto, el de las Tres canciones de Bidai Doinua de Aragüés, del que se espera que siga en su línea tonal y ajena a las vanguardias, lo que propicia un mayor entendimiento con el público. Arteta, que ya grabó con la orquesta de la región las suites de El sombrero de tres picos, repite en esta ocasión con el conjunto madrileño, que interpretó la pieza el pasado verano en la plaza Mayor.— MIGUEL PÉREZ MARTÍNCantautor
Vuelve el maestro
Vuelve a visitarnos Leonard Cohen, artista canadiense: cantante y poeta. Un personaje que ha pasado de atormentado vividor a venerable anciano budista. Vuelve y todavía quedan entradas a la venta para su concierto del próximo viernes en el Palacio de Deportes. Curioso porque nunca en sus 78 años de vida, y más de 40 de carrera, había sido tan popular en España como lo es ahora. No solo por Premio Príncipe de Asturias de las letras 2011, que recogió con un discurso en el que mezcló lo sensato, lo sensible y lo emotivo, también porque su nuevo disco, Old ideas, publicado en 2012, ha sido el único de los 18 oficiales, sin contar las numerosas recopilaciones, que ha editado que ha llegado al número uno de las listas españolas.— iÑIGO LÓPEZ PALACIOScine
El mundo privado de Lorenzo
Pocos creadores tienen un mundo tan único y especial como Santiago Lorenzo. Y si no, no hay más que ver Mamá es boba, una película en la que demuestra que lo que le bulle en la cabeza puede levarse a la pantalla. Ahora presenta su segunda novela y por eso la Filmoteca recupera su debut como director el martes por la tarde.Su capacidad para describir extraños ambientes, sus puntillosas descripciones de objetos, casas, emociones y personajes, su oído para la música más inquietante posible... Todo ello, dándole igual el formato, bien escrito o bien rodado. Aun así, Lorenzo se considera cineasta, y cuando escribe se le nota que en el fondo le gustaría que lo plasmado en letras deviniera en un libreto para la gran pantalla. Tal vez por eso, las imágenes para Lorenzo son fundamentales. Si el martes alguien vuelve a sentarse delante de Mamá es boba, verá ahí que hasta el objeto cotidiano más nimio tiene su importancia. Lorenzo coloca los ceniceros donde es importante y no al azar, igual que cuida las palabras de sus personajes o la acción rodada.— GREGORIO BELINCHÓN