Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

8 ago 2012

Los perros de por José María Ridao

EULOGIA MERLE
El director del Bundesbank, Jens Weidmann, declaró recientemente que se sobrevaloraba el papel que el Banco Central Europeo podía desempeñar en la solución de la crisis del euro. Interesante y significativa especulación teórica de un economista con responsabilidades públicas que tiene en sus manos el presente y el futuro de varias generaciones de europeos; interesante y significativa especulación, no tanto porque explique la posición del Bundesbank contraria a que el Banco Central Europeo compre deuda de los países con problemas o articule cualquier otra forma de actuación como porque revela la forma en la que el Bundesbank dirigido por Weidmann razona a la hora de tomar las decisiones económicas que afectan a la totalidad de la Eurozona.
A juzgar por sus declaraciones, para Weidmann está claro: una especulación teórica acerca de la sobrevaloración del papel del Banco Central Europeo debe pesar más que una constatación empírica a la hora de adoptar decisiones para resolver la crisis del euro. En concreto, debe pesar más que la constatación empírica de que la política alternativa a la compra de deuda o a la articulación de cualquier otra forma de actuación por parte del Banco Central Europeo, la política de austeridad a ultranza que patrocina el Bundesbank bajo la dirección de Weidmann, lleva dos años provocando nuevos y colosales destrozos sobre los que ya dejó a su paso la burbuja financiera e inmobiliaria en las economías más frágiles de la Eurozona.
Gracias a la política de austeridad a ultranza, donde el desenfreno de la burbuja financiera e inmobiliaria dejó paro hay más paro; donde dejó déficit hay más déficit; donde dejó problemas de financiación hay más problemas de financiación. Una crisis manejable en sus inicios se ha convertido, gracias a la política de austeridad a ultranza, en una amenaza para la supervivencia del euro, con su abrumador cortejo de negros presagios.
Una crisis manejable en sus inicios se ha convertido en una amenaza para la supervivencia del euro
Nadie duda de que este paisaje económico es desolador, ni siquiera Weidmann y el Bundesbank. Solo que Weidmann y el Bundesbank son ya los únicos o casi los únicos en seguir sosteniendo que la desolación de este paisaje económico no justifica un cambio de rumbo en la política de austeridad a ultranza adoptada contra la crisis. Hacerlo sería tanto como reconocer que una constatación empírica, así sea tan clamorosa como la ruina de Grecia, Irlanda y Portugal, a la que pronto puede seguir la de España e Italia, y quién sabe si la de toda Europa, debería pesar más que una especulación teórica acerca de la sobrevaloración del papel del Banco Central Europeo en la solución de la crisis del euro. Para Weidmann y el Bundesbank, para los economistas que razonan como Weidmann y el Bundesbank, sería tanto como un mundo al revés, un mundo en el que las decisiones económicas responderían a los zafios estímulos de los hechos y no a las exigencias asépticas de la teoría.
En 1932, un joven licenciado de la École Normale Supérieure de París, Paul Nizan, se despidió de los estudios filosóficos a los que se había consagrado hasta entonces con un iracundo ensayo titulado Los perros guardianes. Nizan reprochaba a los filósofos de su tiempo extraviarse en una logomaquia de conceptos que, en último extremo, les servía de justificación para mantener fuera de su campo de preocupaciones los múltiples problemas que acabarían desencadenando la catástrofe apenas unos años más tarde. Bien estaba hablar de ananké, cogito, noúmeno y otras construcciones racionales destiladas desde los tiempos clásicos, pero, en la perspectiva de Nizan, había llegado el momento de colocar la filosofía y a los filósofos contra la pared y requerirles su opinión “sobre la guerra, el colonialismo, la racionalización de las fábricas, el amor, las diferentes formas de morir, el paro, la política, el suicidio, las medidas de orden público, el aborto”; en fin, “sobre todos los asuntos que preocupan verdaderamente al mundo” y que, con mínimas variaciones, son los que le siguen preocupando, pese a la reverenciada fantasía de que las nuevas tecnologías han desencadenado una nueva era y una revolución civilizacional.
El sufrimiento presente no puede justificarse en nombre de ninguna felicidad futura
Si Nizan dirigía este inventario de problemas a la vez titánico y aproximativo a la filosofía y a los filósofos era porque, a la altura de 1932, se esperaba de la filosofía y de los filósofos que ofrecieran las respuestas capaces de conjurar el pavoroso horizonte que comenzaba a dibujarse.
Hoy, por el contrario, esas respuestas no se esperan de la filosofía y de los filósofos, y de ahí que la reiterada cantinela de dónde están la filosofía y los filósofos, de dónde están los intelectuales en estos tiempos de crisis, parezca obedecer a la desesperada incongruencia de reclamar que comparezcan los sastres para sofocar un incendio devorador. Por propia voluntad o por responsabilidad sobrevenida, el papel de la filosofía y de los filósofos lo ocupan hoy la economía y los economistas, lo cual no significa que el razonamiento de Nizan carezca de sentido
. Significa, tan solo, que es a la economía y a los economistas, que es a quienes razonan como Weidmann y el Bundesbank bajo la dirección de Weidmann, a quienes habría que colocar contra la pared y requerirles su opinión sobre los asuntos que, para Nizan, preocupaban verdaderamente al mundo y que, por desgracia, le siguen preocupando. Requerirles su opinión, si no sobre todos los asuntos inventariados por Nizan, sí sobre la guerra, el paro, la política, el suicidio; requerirles su opinión, su modesta opinión, sobre la falta de atención en los hospitales, el deterioro de la educación pública o el destino de unos europeos que, con una vida de trabajo a las espaldas, temen verse desasistidos al final de sus días y con sus ahorros reducidos a simple calderilla. Requerírsela, incluso, sobre “la tragedia del hombre laborioso y capacitado que consagra su juventud a adquirir una técnica difícil y que luego se ve envejecer y morir en la miseria, sin que el mundo le haya ofrecido jamás la ocasión de ser útil y sin que haya podido probar si servía o no”; una tragedia que recuerda demasiado a la de millones de jóvenes europeos de hoy, pero que es, en realidad, la descripción que hizo el periodista español Chaves Nogales de la situación en la que se encontraba Alemania, precisamente Alemania, por las mismas fechas en las que Nizan escribió su iracundo ensayo Los perros guardianes.
Interesa la opinión de la economía y de los economistas, interesa sobre todo la opinión de la economía y de los economistas que razonan como Weidmann y el Bundesbank ante la crisis del euro, aunque sea obcecadamente previsible. El sufrimiento actual, vienen a decir, es el tributo que hay que pagar para alcanzar el bienestar futuro. Aun teniendo poca o ninguna confianza en la capacidad del ser humano para aprender de los errores del pasado, era difícil imaginar que la Europa que renunció a las grandes utopías, que la Europa que quiso unirse a fuerza de solidaridad y pequeños pasos, que la Europa que se construyó desde el convencimiento de que el poder político debía impedir el mal y no perseguir el bien, recuperaría alguna vez la forma de razonar que estuvo en el origen de la catástrofe. Al menos eso parecía haberlo aprendido Europa, que el sufrimiento presente no puede justificarse en nombre de ninguna felicidad futura. Incluso si esa felicidad futura se banaliza hasta el esperpento y, a diferencia de las grandes utopías del siglo XX, no promete ya un esplendoroso imperio de mil años ni una idílica sociedad sin clases, sino la singular, la prodigiosa, la épica conquista de ¡la consolidación fiscal!
“Si un químico inventa un explosivo, solo habrá actuado como químico y, probablemente, como buen químico”, escribió Paul Nizan. “Si después promueve el empleo de ese explosivo contra ciudades, contra obreros en huelga, entonces traiciona al ser humano aunque siga siendo buen químico, aunque no traicione a la química”.
La traición al ser humano que está revelando la política de austeridad a ultranza para combatir la crisis del euro no es la de la química y los químicos; ni siquiera la de la filosofía y los filósofos; tampoco la de los intelectuales.
 Es la traición de la economía y de los economistas, la de cierta economía y la de ciertos economistas. Clérigos celosos de los conceptos destilados por su ciencia, se desentienden de los devastadores efectos de aplicarlos sobre los europeos de hoy, a quienes arrojan sin que les tiemble el pulso, soberbios en el baluarte inexpugnable de sus especulaciones teóricas, al paro, la miseria, el miedo y la desesperanza. Exactamente como, referido a la filosofía y a los filósofos, denunciaba Paul Nizan.

Los sindicatos admiten que es necesaria la reforma de la administración

La administración necesita una reforma que la crisis hace ya inevitable y urgente. El vicepresidente y coordinador de Izquierda Unida, Diego Valderas, socio del PSOE en la Junta, admitió el lunes la oportunidad de una “readecuación”. Los sindicatos mayoritarios se sumaron ayer, pero con una condición innegociable: sin despidos.
El presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F), José Luis Heredia, aseguró que la creación de un “grupo de expertos” para abordar la reforma de la administración ya fue planteada y bien acogida por la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo. El representante sindical criticó en este sentido a Valderas, a quien acusó de querer “apuntarse todo”.
Según Heredia, su sindicato está dispuesto a negociar y la única condición previa es que no haya despidos. Pero sí defiende el cierre de las empresas públicas que no sean viables. “Hay que sentarse y ver cuáles son necesarias, evitar duplicidades y las encomiendas de gestión”, dijo en referencia, especialmente, a entidades administrativas con las mismas competencias y a los encargos a personal laboral de trabajos que son competencia de los funcionarios.
Para el personal afectado por estos cierres propone regular el acceso a puestos de trabajo siempre que se respeten las condiciones de mérito, capacidad y libre concurrencia. “Pero sin despidos”, insiste.
El representante de Comisiones Obreras en la Administración José Blanco también se suma a la oportunidad de reformar la administración, pero advierte que, para su sindicato, las empresas públicas son instrumentos necesarios que hacen “una labor esencial” y su personal también.
Blanco expone como ejemplo el desastre de los incendios forestales en algunas comunidades donde se ha recurrido a reducir la efectividad de los servicios de prevención y lucha contra el fuego. “No podemos perder personal”, advierte.
Pero admite que se precisa una reforma siempre que sea dialogada, que se mantengan las “potestades administrativas”, en referencia a las competencias exclusivas de los funcionarios, y se eviten duplicidades.
En su opinión, el objetivo es optimizar los servicios públicos garantizando su máxima eficacia y sin “privatizar ni vender”. En este aspecto es tajante en su rechazo y afirma que es una “fórmula fácil” que tiene como resultado el encarecimiento de prestaciones básicas, como el suministro de agua o la atención sanitaria, o el deterioro de las mismas. En resumen, el sindicato Comisiones Obreras está dispuesto a negociar, pero solo si se mantiene el servicio público y el empleo.
A la negociación también se suma UGT, aunque la secretaria de Administración Autonómica de la FSP de Andalucía se muestra cauta hasta que haya una comunicación oficial de una disposición a reformar la administración. Sus premisas son también parecidas: no a los despidos, no a los recortes y sí a los servicios públicos de calidad. Y advierte que UGT nunca aceptará que los funcionarios sufran recortes porcentualmente menores a los que se apliquen los políticos. “Si a un funcionario se le descuenta un 7%, a los políticos, de 7,5% para arriba”, afirma.

Sánchez Gordillo: “No voy a huir. Aquí estoy”

El dirigente jornalero afirma que el 'caso ERE' es "mas deleznable" que los asaltos a tiendas

Diego Valderas dice que no "comparte las formas" del diputado de IU.

El parlamentario de IU por Sevilla, quien ayer llevó a centenares de jornaleros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) a robar en dos supermercados de Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz), ha asegurado esta mañana que esta acción volverá a repetirse.
 "Alguien tiene que hacer algo para que haya familias que puedan comer todos los días", ha afirmado Sánchez Gordillo, pese a que ninguna organización había reclamado los bienes sustraídos y las ONG mantienen abastecidos los bancos de alimentos sin necesidad de robarlos.
Gordillo se encuentra en la finca Las Turquillas, en Osuna (Sevilla), perteneciente a la Yeguada Militar de Écija, ocupada por el SAT desde hace 16 días para reclamar al Ejército la cesión de tierras a los agricultores que estén pasando hambre. Ante la decisión del ministro del Interior de dar orden a la Policía y a la Guardia Civil de que detengan a los autores del asalto a los supermercados, Gordillo afirmó: "Aquí estoy. No voy a huir".
El diputado andaluz no participó directamente en el asalto a un supermercado de Mercadona en Écija, sino que permaneció fuera dirigiendo la operación megáfono en mano. "Hice una maniobra de distracción. La policía me siguió a mí, entraron y sacaron los carros con la comida", ha explicado a este periódico.  Sánchez Gordillo ha lanzado duras palabras contra el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al que ha acusado de actuar "como en el franquismo, deteniendo al cabecilla". "Esto es fascismo de tomo y lomo", ha subrayado
. El también alcalde de Marinaleda recordó que es diputado andaluz y por lo tanto está aforado, por lo que si lo detienen deberá ser el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el que tome cartas en el asunto. "Si hay un delito ya se verá", dijo.
Gordillo ha afirmado que "los carritos del Mercadona no se lo han llevado", sino la comida y que esta la han entregado en barrios de Sevilla y a Corrala Utopía, una comunidad de vecinos formada por 36 familias que, tras perder sus viviendas, ocuparon un inmueble en la capital andaluza.
El presidente de la Junta, el socialista José Antonio Griñán, calificó ayer en su Twitter de "barbaridad" la acción de este miembro de IU, partido con el que gobierna el PSOE, pese al dirigente jornalero, quien ha defendido el pacto de su formación con el PP en Extremadura pero votó en contra de la coalición de izquierdas en Andalucía.
Sobre las palabras de Griñán, Sánchez Gordillo ha dicho que "más deleznable" que el robo es el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) y el acuerdo alcanzado entre PP y PSOE sobre la reforma de la Constitución.
El también alcalde de Marinaleda (Sevilla) y dirigente del SAT, que no cree que haya represalias por parte de IU, "sino más bien lo contrario", ha insistido en que se trataba de una medida "necesaria" para dar "un toque de atención" a lo que realmente está pasando en Andalucía, "donde el 35% de las familias de las grandes ciudades está por debajo del umbral de la pobreza, hay un 1,25 millones de parados, tres millones de pobres y más de 200.000 familias con todos sus miembros desempleados y sin cobrar ningún tipo de percepción".
Tras defender la necesidad de que en España se apruebe una ley de Renta Básica para que las familias sin recursos cobren "al menos 500 o 600 euros al mes", el líder nacional del CUT-BAI ha considerado que el Estado no tendría que permitir que haya familias que se han quedado sin empleo y vivienda. Además, se ha mostrado convencido de que las familias van a empezar a movilizarse porque "si sus hijos pasan hambre, pueden hacer cualquier cosa".
"El polvorín de la desigualdad está encendido y alguien le puede meter mecha, en cualquier momento, por cualquier circunstancia", ha afirmado Sánchez Gordillo, quien ha insistido en que acciones de este tipo, incluyendo ocupaciones de bancos y tierras, seguirán realizándose por parte del SAT, "para llamar la atención sobre que hace falta que la crisis no la paguen siempre los mismos".
El vicepresidente de la Junta y coordinador de Izquierda Unida, Diego Valderas, ha dicho esta mañana en una concurrida rueda de prensa que "no comparte las formas" de su compañaero de escaño. Ha dejado claro que el asalto a los supermercados "es una iniciativa de un sindicato, no de Izquierda Unida" y ha descartado abrir expediente al "señor Sánchez Gordillo". "Ha sido una acción simbólica que ha abierto un gran debate en la sociedad sobre la riqueza y la pobreza", ha dicho Valderas.
Con cierta ironía, el vicepresidente andaluz ha recordado que el SAT, un sindicato muy minoritario en Andalucía entroncado con el Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT) implantado en la sierra sur de la provincia de Sevilla, "todos los veranos hace su campaña de actividades".
 Valderas ha mantenido esta mañana una conversación sobre la actuación de Sánchez Gordillo con la consejera de la Presidencia, la socialista Susana Díaz, de la que no ha trascendido nada. También un directivo de Mercadona ha telefoneado a Valderas.
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, ha calificado de "acto delictivo" el "asalto". Se trata de una "cuestión judicial" ha dicho tras manifestar que no entiende que haya "una tolerancia a ese tipo de delitos porque lo cometa una persona que tiene una responsabilidad pública". "Cuando una persona ostenta un cargo público está obligada a una cierta ejemplaridad y en este caso ha ocurrido justamente lo contrario", ha añadido.¿Qué va a decir este simplón?.

 

El Sabio dueño de Mercadona ve como sus palabras se las llevan los que necesitan comer, no solo trabajaar como esclavos

Hoy leí la noticia de que sindicalistas asaltaron un Supermercado para dar comida a los necesitados.
No es una historia de Robin Hood, pero el caso es que hay dueños , como el de Mercadona que lo piden a voces. Hoy leí que tanto UGT como CC.OO querían una entrevista con el Rey porque Rajoy "Nos lleva al suicidio"", todo muy revuelto.y me imagino que el fanatismo por acabar con esta situación me lleva a decir que está bien, que asalten a los supermecados de Grandes Superficies, no a los de barrio, sino a los que sus dueños son millonarios, como Esther Koplovict, que en su dia y de extraña manera le robaron 3 cuadros de museo, no de decoración, Si los trabajadores tenemos que pagar una situación dónde nos llevaron, que lo solucionen quienes lo hicieron, resulta pobre ya decir "Le quitamos a los funcionarios la "paga deNavidad, suena hasta ramplón, hay muchos tipos de funcionarios, trabajadores del Estado, que van a condenar a tener cada vez menos poder adquisitivo, bueno, podemos pasar sin turrón, sin polvorones, sin Villacincos. Sin Alumbrado, vale, así no nos quitamos luego "Esos Kilitos de más" que anuncian marcas y que son tonterías, pero jugar con el salario.....¿Por qué no se quitan los diputados senadores ese plus de residencia?, 1.800, es lo menos que reciben por vivir en Madrid , madrileños incluidos, los móviles, no poner un tope sino que cada uno gaste del suyo. y eso va para todos. Rabia me da que Cáritas no tenga comida para tanta gente necesitada, así que asalten, pero no les vayan a poner multas ni detenciones Robin Hood tenía flechas.....y todo puede agravarse, como romper cristales y llevarse los jamones y las muñecas...total......