Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

1 jun 2012

El fin del mundo será una hora antes en Canarias


Una escena del espectáculo "This is the End".
¡Qué bueno que nos visite por fin el Centre National des Arts du Cirque, epicentro de la renovación circense francesa! This is the End, el espectáculo que trae al Price,  es una excelente muestra de los réditos que a nuestros vecinos del norte les está proporcionando una política decidida de inserción del circo en el tejido cultural y educativo, iniciada 25 años ha: hoy el circo francés es un yacimiento de empleo, un producto artístico que se exporta solo y, la escuela superior donde se enseña, un foco de atracción para alumnos de toda la Unión Europea.

THIS IS THE END

Producción: Centre National des Arts du Cirque. Autor: Cristián Soto. Dirección: David Bobee. Circo Price Del 30 de mayo al 3 de junio.
Allí se dan dos años de formación y, en tercero, un taller cuatrimestral con un director de teatro diferente cada vez (desde George Lavaudant hasta Arpad Schilling) con el cual los alumnos montan un espectáculo que tiene una gira monumental asegurada.
 Este año se ha hecho cargo del taller David Bobee, quién, felizmente, apoya el grueso de su propuesta teatral en las habilidades portentosas de estos artistas de entre 20 y 29 años en vez de obligarles, como vemos a menudo, a usar lenguajes escénicos que no dominan.
Bobee deja caer la pregunta: "¿Qué haríais si el mundo se acabara en cinco minutos?”, y sus pupilos la responden lanzándose a la pista como si fuera la última vez.
 Todos los números tienen su aquel: la actitud zen con que Rafael de Paula templa una disciplina tan adrenalínica como el mástil chino, por el que se desliza sin manos como serpiente por la cadera de Eva; la despreocupada alegría de los portés acrobáticos del dúo camboyano; los saltos mortales en la báscula coreana, prolongados hasta la extenuación, de Rémi Fardel, Jérôme Hugo y Amaia Valle…
Quizá sobren algunas palabras, quizá la voluntariosa parrafada inicial en castellano debiera de mantenerse en su francés original (aprovechando la excelente sobretitulación), quizá todo podría acabar con el primero de los tres finales (la caída del equilibrista al cabo de la dramática cuenta atrás) pero son  éstas pegas muy menores en un trabajo vibrante y delicado que contagia energía positiva, ganas de tomar nuevos rumbos y un espíritu de equipo ejemplar.

31 may 2012

!!!toma ya!!!

Ha desarrollado un estilo que no es un aspecto meramente formal sino una manera de contemplar el mundo. Su escritura es el pensamiento en acción, y a él asistimos los lectores.
Eso dirán los que teniendo algo que decir lo ponen en un pedestal!! pues vale.Figura!!!

Javier Marías, uno de los novelistas europeos más renovadores( DE la mediocridad , será)

Varios expertos españoles y extranjeros en la obra del escritor y académico asisten al homenaje que le dedicó la revista 'Ínsula'

El autor de Tu rostro mañana dice que no cree en la 'marca España'. Cree en los individuos.

Por frases así que no quede, Javier Marias despierta en mi un rechazo que no tengo a otros autores que no me gustan, pero su cara, su mirada engolada, dice o hace que no me pueda reconciliar con su lectura.

Ese libro:Mañana en la Batalla......creo que anda rodando hace más de 20 años.

Lo compré, lo leí y me di cuenta que estaba sola, a todo el mundo gustaba menos a mi....y mira que casi hice un estudio de por qué no me gustaba.

Parecía que no estaba en la órbita intelectual, todo el mundo hablaba de esa novela y las siguientes.

Pero yo nada, y sus declaraciones me caían de tan pedantes como un plomo.

Javier Marías lo recuerdo en unas cartas al Director, tendría que ser en el Pais, porque yo aparte prensa local solo leo ese periódico, arremetio ajustando viejas deudas de su padre con la Familia Aranguren, El Filósofo que tuvo muchos adeptos en tiempos universitarios incluso vino a La Laguna, entonces ya padecía Alzheimer y decía cosas extrañas en sus conferencias, y ese loado "Mañana piensa en mi en la batalla, largo título pardiez que diría su amigo Pérez Reverte, se aprovechó para coger sus frases y ponerlo a caer de un burro.

Creo que hubo litigios entre la familia y ese "Pardiez, no hay mujeres como las de antes" Arturo tb dixit.

Los dos son misogenos por naturaleza, miembros de la RAE, rancios, porque en la RAE la mayoria son rancios, se encapsulan para no ver ni oir nada más que a ellos. y Ahora sigue este baboso de las letras viviendo de esa antigua novela, creo que aprovecha para ir a firmar "Enamoramientos" tb antigua, y no le molestará el SOL? o su caseta tiene un toldo y hasta sillas para que la gente descanse después de su firma?.

Me temo que a ese novelista, porque escribe novelas que no me gustan pero vive de la cantidad de admiradores, de esos que como no entienden nada le dirán !!jo si que es bueno, no me he enterado ni "papa" (Frase Canaria).

Quintín Silva

Décimas de Quintín Silva


Quintín Silva fue un herrero forjador de herraduras y aperos de labranza que vivió en mi novela El as de espadas, y contaba lo que sucedía a su alrededor en cuartetas, romances o espinelas, que unas veces improvisaba acompanándose de la guitarra y otras escribía en una libretas manchadas con tizne de la fragua que finalmente las devoró junto al decimista. Anoche se presentó en mi escritorio, armado de una vihuela, como Martín Fierro, y se empeñó en cantar sus cuitas en décimas. Son estas:
zpayador2.jpg
Un nuevo vocabulario
nos bombardea con encono:
Banco Central, eurobono
y un tal Fondo Monetario.
Voraces e insolidarios,
ladrones de magno fuste
utilizan el embuste
y el reproche más taimado:
La culpa es de los mercados,
la solución, el ajuste.
zpayador1.jpg
Nos vendieron la Eurozona
como una mina de sal,
que con el gran capital
iba a ser la campeona.
La crisis, cual amazona,
a los débiles abate,
y recibe jaque mate
la democracia en un sesgo
que llaman prima de riesgo
y roban con el rescate.
zpayador3.jpgQuintín Silva siguió recitando, mientras pulsaba la guitarra, pero ya solo escuché las milongas y chacareras que salían de sus cuerdas y que ahogaban la voz. Luego se fue desvaneciendo hasta que desapareció. Si alguna vez volviese a presentarse en mi escritorio, les daré cuenta.