En la Audiencia Provincial de Madrid se celebrará hoy la vista oral derivada de la querella interpuesta por la Fundación Tomás Moro contra Javier Krahe por un posible delito de ofensa a los sentimientos religiosos.
La supuesta ofensa en cuestión se produjo en el año 2004 durante una entrevista efectuada a raíz de la publicación de un trabajo homenaje de varios músicos y artistas plásticos al intérprete madrileño (un disco doble acompañado de ilustraciones y de un cedé del film Esta no es la vida privada de Javier Krahe), entrevista emitida en Lo más Plus (Montserrat Fernández, directora del programa, también estará sentada en el banquillo de los acusados).
En un determinado momento y como fondo de la entrevista se efectuó la proyección de unas imágenes —recogidas en la película citada— grabadas en 1977 por Krahe y su amigo Enrique Seseña en las que se muestra cómo cocinar un Cristo crucificado.
Como, a pesar de mi apellido, no soy jurista, no voy a opinar en público sobre la sensatez o insensatez de determinadas decisiones judiciales ni sobre la pertinencia o no de algunos artículos del Código Penal ni sobre las posibles pruebas o sus refutaciones.
Lo que sí me voy a permitir es la siguiente reflexión sobre las obras de arte y la religión:
La iglesia Católica es, sobre todo en zonas del sur de Europa, en gran parte de África o en el centro y el sur de América, una institución muy —y recalco—, muy importante por su poder económico y su influencia en la moral, en la educación y, en definitiva, en la vida de millones de personas.
Por eso mismo está sujeta a críticas. Faltaría más. A la denuncia de sus tropelías (como la propaganda contra el uso de preservativos favoreciendo la extensión del sida); al desafío disidente (“yo quiero morir conmigo/ sin confesión y sin Dios…”, que cantaba el tango) y a la reflexión y la burla, más o menos irreverente o provocativa. El arte lo ha hecho desde siempre.
Así, sin necesidad de pensar demasiado, se me vienen a la cabeza los grabados de Lucas Cranach el viejo dibujando al Papa como anticristo o los de Goya contra la Inquisición; novelas de Galdós, Clarín, Baroja, Blasco Ibáñez, Unamuno o Pérez de Ayala; Darío Fo o el marqués de Sade; películas como Plácido o Los jueves, milagro, de Berlanga, Simón del desierto o La vía láctea, de Buñuel o la grandiosa Million dollar baby, de Clint Eastwood, sobre la eutanasia; el Libro de Buen Amor o el teatro de Valle-Inclán; el Lazarillo de Tormes y La lozana andaluza; Los girasoles ciegos y La puta de Babilonia; la Compasión hacia el diablo de los Stones o estos versos de una coplilla del siglo XVIII: “Los cojones del cura de Tarancón que abulta cada uno como un melón./ Los cojones del cura de Villalpando, los llevan cuatro bueyes y van sudando./ ¡Rediós y qué locuras hacen con los cojones estos curas!”.
Somos muchos los que creemos que lo deseable es una sociedad laica en la que la Iglesia católica no tenga privilegios que no tienen otras instituciones similares.
Al dejar de desempeñar funciones que es ridículo que todavía pretenda conservar, tal vez deje de ser objeto de escarnio.
28 may 2012
LAS FACHADAS Y además, comecuras Por: José María Izquierdo
LAS FACHADAS
Patochada a patochada llegamos tranquilamente al ridículo. La Razón ya lleva mucho tiempo en dura competencia con El Jueves, pero si don José Manuel Lara, gran jefe de la cosa de Planeta, algún día prestara atención a este blog –lo que espero que no haga, sobre todo por su salud- quizá aceptaría la conseja de este catavenenos: "Urgente revisión siquiátrica Marhuenda. Stop. Camino desaforado al extravío. Stop". Vamos, no es que lo diga yo, es que ahí tienen la fachada. En El Mundo, información económica: “El Gobierno inyectará en otros tres bancos 30.000 millones más”. Se refiere a Novagalicia, Catalunya Caixa y el Banco de Valencia. En Abc el tema principal es la selección. Como ven. Y luego, ETA. En La Gaceta están preocupadísimos con el Vaticano. Como ven.
NON PLUS ULTRA
De las cosas de Bankia, escasas opiniones. Más en El Mundo, que piden, también, investigar qué pasó en la entidad para llegar a la situación actual. En La Razón lo ven de otra forma. Título de un editorialillo: “El silencio de MAFO daña al Banco de España”.
¿Se referirá, quizá, a cómo está tapando y retrasando el PP la petición de Ordóñez de comparecer en el Parlamento?
En absoluto: “Es difícil quedar peor que Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España.
La que fue una de las instituciones más valoradas, incluso fuera de nuestras fronteras, por su rigor y buenas prácticas, ha terminado por hundirse en el descrédito.
No hizo caso de los inspectores que le avisaron de la gravedad de la situación bancaria, ni quiso causar problema alguno al Gobierno socialista. Hoy hasta los trabajadores piden que MAFO, que sigue sin plantearse la dimisión, rompa su silencio y defienda la dignidad e independencia de la institución”. ¿Se puede tener más duro el rostro?
Y que no falte Gibraltar. Pablo Molina en Libertad Digital: “Los problemas que afectan a la dignidad nacional no se resuelven de un plumazo.
Exigen una línea de firmeza prolongada en el tiempo al margen de los vaivenes políticos a que toda nación está expuesta en su devenir histórico, sólo que la Historia no contaba con ZP. Con él, y antes con González Márquez, España ha sido incapaz de actuar con la debida firmeza en asuntos como la devolución del Peñón de Gibraltar a la legítima soberanía española y el acatamiento de los nacionalistas periféricos al orden constitucional”.
Lo que viene a semicorroborar la siempre docta pluma de César Vidal: “Durante cuatro siglos y con la única excepción de ZP todos los políticos españoles, de izquierdas y de derechas, bajo monarquías de distinto signo, repúblicas o dictaduras, reivindicaron unánimemente Gibraltar".
¿Decíamos de la final de Copa? Pues claro, unos con más vuelos y otro más pedestres. De los primeros, Abc le encargó a Jon Juaristi el tema de portada del domingo, que ocupaba varias páginas en el interior: “Los 15 falsos mitos del nacionalismo excluyente”.
Sumario: “La máquina de fantasear del soberanismo ha producido monstruos que Abc desmonta hoy”. Y el editorial se titulaba “Entre el victimismo y la letanía”. Claro que luego entrevistaban a Núñez Feijóo y decía esto: “El problema de España es el paro, no el modelo de Estado”. No, por nada.
Y de vuelo bajo, bajísimo, diríamos que incluso subterráneo, La Razón, que ayer, domingo, titulaba con un “Orgullo de España” a toda fachada sobre una foto del partido -¡amistoso!- contra Serbia. Y con este editorial: “Será sólo fútbol, probablemente, pero es en el deporte cuando a la mayoría de los españoles se nos permite expresar todo el afecto por la Patria, ser ciudadanos identificados con la Nación más antigua de Europa y defender una bandera que a todos nos une (…) Gracias al fútbol, a los valores que encarna la Selección y que todos reconocemos, los pitos del viernes, organizados y fomentados por una minoría política nacionalista, quedarán como siempre en una desagradable y triste anécdota en cuanto se midan con el orgullo de ser español que despierta en los ciudadanos el juego de La Roja”.
También escribe sobre la pitada Isabel San Sebastián en Abc
. Y Alfonso Ussía, generoso en sus saberes, nos cuenta con todo detalle la historia de la bandera de España. Hace bien, que no somos sino unos absolutos ignorantes.
Se lo agradecemos mucho.
Patochada a patochada llegamos tranquilamente al ridículo. La Razón ya lleva mucho tiempo en dura competencia con El Jueves, pero si don José Manuel Lara, gran jefe de la cosa de Planeta, algún día prestara atención a este blog –lo que espero que no haga, sobre todo por su salud- quizá aceptaría la conseja de este catavenenos: "Urgente revisión siquiátrica Marhuenda. Stop. Camino desaforado al extravío. Stop". Vamos, no es que lo diga yo, es que ahí tienen la fachada. En El Mundo, información económica: “El Gobierno inyectará en otros tres bancos 30.000 millones más”. Se refiere a Novagalicia, Catalunya Caixa y el Banco de Valencia. En Abc el tema principal es la selección. Como ven. Y luego, ETA. En La Gaceta están preocupadísimos con el Vaticano. Como ven.
NON PLUS ULTRA
De las cosas de Bankia, escasas opiniones. Más en El Mundo, que piden, también, investigar qué pasó en la entidad para llegar a la situación actual. En La Razón lo ven de otra forma. Título de un editorialillo: “El silencio de MAFO daña al Banco de España”.
¿Se referirá, quizá, a cómo está tapando y retrasando el PP la petición de Ordóñez de comparecer en el Parlamento?
En absoluto: “Es difícil quedar peor que Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España.
La que fue una de las instituciones más valoradas, incluso fuera de nuestras fronteras, por su rigor y buenas prácticas, ha terminado por hundirse en el descrédito.
No hizo caso de los inspectores que le avisaron de la gravedad de la situación bancaria, ni quiso causar problema alguno al Gobierno socialista. Hoy hasta los trabajadores piden que MAFO, que sigue sin plantearse la dimisión, rompa su silencio y defienda la dignidad e independencia de la institución”. ¿Se puede tener más duro el rostro?
Y que no falte Gibraltar. Pablo Molina en Libertad Digital: “Los problemas que afectan a la dignidad nacional no se resuelven de un plumazo.
Exigen una línea de firmeza prolongada en el tiempo al margen de los vaivenes políticos a que toda nación está expuesta en su devenir histórico, sólo que la Historia no contaba con ZP. Con él, y antes con González Márquez, España ha sido incapaz de actuar con la debida firmeza en asuntos como la devolución del Peñón de Gibraltar a la legítima soberanía española y el acatamiento de los nacionalistas periféricos al orden constitucional”.
Lo que viene a semicorroborar la siempre docta pluma de César Vidal: “Durante cuatro siglos y con la única excepción de ZP todos los políticos españoles, de izquierdas y de derechas, bajo monarquías de distinto signo, repúblicas o dictaduras, reivindicaron unánimemente Gibraltar".
¿Decíamos de la final de Copa? Pues claro, unos con más vuelos y otro más pedestres. De los primeros, Abc le encargó a Jon Juaristi el tema de portada del domingo, que ocupaba varias páginas en el interior: “Los 15 falsos mitos del nacionalismo excluyente”.
Sumario: “La máquina de fantasear del soberanismo ha producido monstruos que Abc desmonta hoy”. Y el editorial se titulaba “Entre el victimismo y la letanía”. Claro que luego entrevistaban a Núñez Feijóo y decía esto: “El problema de España es el paro, no el modelo de Estado”. No, por nada.
Y de vuelo bajo, bajísimo, diríamos que incluso subterráneo, La Razón, que ayer, domingo, titulaba con un “Orgullo de España” a toda fachada sobre una foto del partido -¡amistoso!- contra Serbia. Y con este editorial: “Será sólo fútbol, probablemente, pero es en el deporte cuando a la mayoría de los españoles se nos permite expresar todo el afecto por la Patria, ser ciudadanos identificados con la Nación más antigua de Europa y defender una bandera que a todos nos une (…) Gracias al fútbol, a los valores que encarna la Selección y que todos reconocemos, los pitos del viernes, organizados y fomentados por una minoría política nacionalista, quedarán como siempre en una desagradable y triste anécdota en cuanto se midan con el orgullo de ser español que despierta en los ciudadanos el juego de La Roja”.
También escribe sobre la pitada Isabel San Sebastián en Abc
. Y Alfonso Ussía, generoso en sus saberes, nos cuenta con todo detalle la historia de la bandera de España. Hace bien, que no somos sino unos absolutos ignorantes.
Se lo agradecemos mucho.
Los ‘nordacas’
La venganza es un plato frío
. Durante muchos años, a muchos de los latinoamericanos que llegaban a España por decenas de miles, por motivos económicos o políticos, algunos los denominaron despectivamente sudacas, sin distinción de nacionalidad.
Ahora comienza a extenderse por diversos países de América Latina en buena coyuntura económica, en los que están empezando a verse a jóvenes europeos, muchos españoles, en búsqueda del empleo que no encuentran en sus lugares de origen, el concepto equivalente de nordacas.
Probablemente la mayor plaga de esta crisis económica sea la multiplicación del paro juvenil.
No solo en España (en donde, como se sabe, afecta al 50% de la población activa de los menores de 25 años), sino en la Unión Europea y en el resto del Viejo Continente.
Al presentar el último informe sobre Tendencias mundiales del empleo juvenil 2012, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), uno de sus altos funcionarios utilizó el antipático concepto de “generación perdida” para calificar lo que está ocurriendo en países como España o Grecia.
Según la OIT, la tasa de desempleo juvenil a nivel global asciende a más del 12% de la fuerza de trabajo, cerca de 75 millones de jóvenes.
Las salidas a este problema son de tres tipos (a veces complementarios): la inmigración hacia otras zonas en donde hay más posibilidades de trabajo, la permanencia dentro del sistema educativo durante más tiempo del habitual, o el desánimo total, desafiliándose del sistema (ni trabajan, ni estudian).
Más allá del problema en sí mismo, el paro juvenil masivo genera otras cuestiones, la más importante de las cuales es la pérdida de la potencialidad que da la educación superior y la especialidad a estos jóvenes: si permanecen mucho tiempo sin trabajar, pierden la capacitación y lo que han aprendido, al menos a ojos de los empleadores.
Con lo que se palía el esfuerzo previo hecho en la educación, la mayor parte de las ocasiones con recursos públicos
. A la velocidad de los cambios actuales (tecnológicos, sociales, organizativos...), muchos jóvenes universitarios, parados de larga duración, son considerados inadecuados para los nuevos puestos de trabajo y pueden verse condenados para siempre a desarrollar trabajos de baja cualificación a pesar de su formación superior.
Además, si los trabajadores que están sin empleo durante largo tiempo pasan a ser reputados no aptos para el mundo laboral, ello provoca una reducción a largo plazo en la fuerza de trabajo y de la capacidad productiva del país en donde habitan, lo que significará una pérdida de bienestar.
Disminuye el capital humano.
Alguien ha comparado la existencia del paro juvenil con los viajeros de un avión que da vueltas y vueltas alrededor del aeropuerto, demorado mientras le quede combustible, en espera de la autorización de aterrizaje.
. Durante muchos años, a muchos de los latinoamericanos que llegaban a España por decenas de miles, por motivos económicos o políticos, algunos los denominaron despectivamente sudacas, sin distinción de nacionalidad.
Ahora comienza a extenderse por diversos países de América Latina en buena coyuntura económica, en los que están empezando a verse a jóvenes europeos, muchos españoles, en búsqueda del empleo que no encuentran en sus lugares de origen, el concepto equivalente de nordacas.
Probablemente la mayor plaga de esta crisis económica sea la multiplicación del paro juvenil.
No solo en España (en donde, como se sabe, afecta al 50% de la población activa de los menores de 25 años), sino en la Unión Europea y en el resto del Viejo Continente.
Al presentar el último informe sobre Tendencias mundiales del empleo juvenil 2012, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), uno de sus altos funcionarios utilizó el antipático concepto de “generación perdida” para calificar lo que está ocurriendo en países como España o Grecia.
Según la OIT, la tasa de desempleo juvenil a nivel global asciende a más del 12% de la fuerza de trabajo, cerca de 75 millones de jóvenes.
Las salidas a este problema son de tres tipos (a veces complementarios): la inmigración hacia otras zonas en donde hay más posibilidades de trabajo, la permanencia dentro del sistema educativo durante más tiempo del habitual, o el desánimo total, desafiliándose del sistema (ni trabajan, ni estudian).
Más allá del problema en sí mismo, el paro juvenil masivo genera otras cuestiones, la más importante de las cuales es la pérdida de la potencialidad que da la educación superior y la especialidad a estos jóvenes: si permanecen mucho tiempo sin trabajar, pierden la capacitación y lo que han aprendido, al menos a ojos de los empleadores.
Con lo que se palía el esfuerzo previo hecho en la educación, la mayor parte de las ocasiones con recursos públicos
. A la velocidad de los cambios actuales (tecnológicos, sociales, organizativos...), muchos jóvenes universitarios, parados de larga duración, son considerados inadecuados para los nuevos puestos de trabajo y pueden verse condenados para siempre a desarrollar trabajos de baja cualificación a pesar de su formación superior.
Además, si los trabajadores que están sin empleo durante largo tiempo pasan a ser reputados no aptos para el mundo laboral, ello provoca una reducción a largo plazo en la fuerza de trabajo y de la capacidad productiva del país en donde habitan, lo que significará una pérdida de bienestar.
Disminuye el capital humano.
Alguien ha comparado la existencia del paro juvenil con los viajeros de un avión que da vueltas y vueltas alrededor del aeropuerto, demorado mientras le quede combustible, en espera de la autorización de aterrizaje.
ESTE HOMBRE
ESTE HOMBRE
y aunque no se representa
más que a sí mismo,
se esfuerza por plasmar
en sus pensamientos
el mensaje de los sin voz.
Este hombre sabe que nadie
tiene derecho a suplantar
a los atropellados
por este hoy tan implacable
en el que se ven inmersos.
Este hombre quiere armas
cargadas de futuro,
pero no pretende
soñar con un mañana
sino ocuparse del presente.
Este poeta no proyecta
darle un ridículo baño
de académica solidaridad
al grito de quienes viven
en las cunetas de la historia
porque afortunadamente
han descubierto una voz propia
resonando por las calles
y cargada de esperanza.
Este poeta y desde esa tensión
acuciada a la intemperie,
es uno más que sueña
en el anhelo común
de transformar las cosas
y hacer mejor a las personas.
Este hombre y este poeta
son dos en uno que te aman
más aún de lo que lo hacen
con las personas y las cosas,
e incluso a las ideas y los sueños,
porque a tu lado este hombre
se siente afortunado por estar
en el lado venturoso de la vida.
Escrito por Pacogor
Blog Escrito con Sentido
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