24 may 2012
La gracia no está en crisis
La gracia no está en crisis
Vale que conseguir un puesto de trabajo sea una especie de entelequia, que el empleo se haya convertido en el bien más preciado en una sociedad que iba de sobrada y donde trabajar para ganarse el pan había perdido hasta la última brizna de su estricto significado. Vale que el panorama sea desolador para muchos de nosotros, especialmente porque la famosa luz al final del túnel no da todavía el más mínimo destello. Vale que lo único que tenemos por delante sea apretarnos el cinturón uno o dos agujeros más. Vale.
Pero lo que no podemos permitir es que, con tanta negrura, este país pierda su gracia, se descapitalice emocional y culturalmente y se quede sin alma.
Y a ciencia cierta que no lo ha hecho. Para muestra, un par de botones
En la foto de arriba, la pizarra que lucía ayer un bar situado en la Playa del Medano, Granadilla,
Tenerife. Y en la de abajo, otra pizarra del mismo establecimiento, esta vez en alusión al estado que presentaba la zona (peligro por la presencia de aguavivas o medusas) para el baño.
¿Quién ha dicho crisis? No al menos de imaginación, desde luego.
El siglo de oro (Imposible no acordarse de Velázquez )
Diego Velázquez
Velázquez es el pintor barroco español más importante y una de las máximas figuras de la pintura universal porque aplica su genio con fortuna en todos los temas: religiosos, mitológicos, retratos, históricos, paisajes, bodegones, etc.
Velázquez nace en 1599 en Sevilla y muere en Madrid en 1660, por tanto realiza sus obras en la primera mitad del siglo XVII, en la corte española que está regida todavía por los Austrias. Velázquez será el pintor de cámara de Felipe IV.
Tiene características muy peculiares, pero las más representativas son:
- Perspectiva aérea.
- Profundidad.
Velázquez desarrolla primero su obra en Sevilla y luego en Madrid. Como otros pintores de la etapa barroca en España, comienza apegado al tenebrismo, pero a partir de conocer la obra de Rubens y de su viaje a Italia, lo abandona y es cuando consigue sus más afamadas obras geniales.
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