La imagen de Marilyn Monroe preside este año el cartel del festival de Cannes, como adelanto a la conmemoración del 50 aniversario de su muerte que tendrá lugar en agosto.
Y como Marilyn nunca acudió a Cannes, se ha comentado que no le correspondía al festival usar su imagen. Son ganas de enredar. Porque otro tanto podía haberse dicho cuando el cartel de la edición de 1992 utilizó una bella fotografía de Marlene Dietrich que, dicho sea de paso, tuvo la desgracia de morirse la víspera de la inauguración del festival. Con lo cual Cannes se quedó sin hacerle en vivo el homenaje previsto.
Para que luego hablen de gafes…Antes y después, este festival ha rendido homenaje en sus carteles a actrices que ya son leyenda, como Ingrid Bergman o Faye Dunaway; ha incluido en sus programas a directoras noveles o ya consagradas; ha contado con notables presidentas del jurado… ha sido, en fin, a lo largo del tiempo, testigo cuando no promotor del trabajo de mujeres valiosas o simplemente famosas de actualidad.
Sin embargo este año, incluso antes de levantar el telón, sus organizadores han recibido airadas criticas por parte de un colectivo femenino de cineastas francesas acusándoles de “interesarse por las mujeres solamente por sus escotes”, ya que el programa de este año no incluye ninguna película dirigida por una mujer, ni tampoco figura una sola mujer en el equipo de dirección del festival, “defendiendo con ello los valores viriles que ennoblecen el séptimo arte”, apostillan con ironía. Según ellas, en el festival de Cannes las mujeres sólo han servido para ilustrar carteles o para presentar ceremonias “como buenas azafatas”
. El delegado del festival, Thierry Fremaux, publicó enseguida una respuesta pronunciándose contra la discriminación positiva: “Jamás se seleccionará una película que no lo merezca solo porque haya sido realizada por una mujer”.
En España, un colectivo femenino de cineastas también acusó al festival de Málaga por el mismo motivo… a lo que su director, Carmelo Romero, adujo que ninguna cineasta había querido participar ese año en él.
Y aunque en el cine español el hecho de que una película esté dirigida por una mujer aumenta las ayudas oficiales, muchas cineastas expresan públicamente el mismo descontento que sus homólogas francesas. Impertérrita ante la polémica, en el cartel del festival Marilyn Monroe sopla con gracia la vela de una tarta de cumpleaños
. De seguir viva, el mes que viene habría cumplido 86. Impresiona pensarlo.
Y como Marilyn nunca acudió a Cannes, se ha comentado que no le correspondía al festival usar su imagen. Son ganas de enredar. Porque otro tanto podía haberse dicho cuando el cartel de la edición de 1992 utilizó una bella fotografía de Marlene Dietrich que, dicho sea de paso, tuvo la desgracia de morirse la víspera de la inauguración del festival. Con lo cual Cannes se quedó sin hacerle en vivo el homenaje previsto.
Para que luego hablen de gafes…Antes y después, este festival ha rendido homenaje en sus carteles a actrices que ya son leyenda, como Ingrid Bergman o Faye Dunaway; ha incluido en sus programas a directoras noveles o ya consagradas; ha contado con notables presidentas del jurado… ha sido, en fin, a lo largo del tiempo, testigo cuando no promotor del trabajo de mujeres valiosas o simplemente famosas de actualidad.
Sin embargo este año, incluso antes de levantar el telón, sus organizadores han recibido airadas criticas por parte de un colectivo femenino de cineastas francesas acusándoles de “interesarse por las mujeres solamente por sus escotes”, ya que el programa de este año no incluye ninguna película dirigida por una mujer, ni tampoco figura una sola mujer en el equipo de dirección del festival, “defendiendo con ello los valores viriles que ennoblecen el séptimo arte”, apostillan con ironía. Según ellas, en el festival de Cannes las mujeres sólo han servido para ilustrar carteles o para presentar ceremonias “como buenas azafatas”
. El delegado del festival, Thierry Fremaux, publicó enseguida una respuesta pronunciándose contra la discriminación positiva: “Jamás se seleccionará una película que no lo merezca solo porque haya sido realizada por una mujer”.
En España, un colectivo femenino de cineastas también acusó al festival de Málaga por el mismo motivo… a lo que su director, Carmelo Romero, adujo que ninguna cineasta había querido participar ese año en él.
Y aunque en el cine español el hecho de que una película esté dirigida por una mujer aumenta las ayudas oficiales, muchas cineastas expresan públicamente el mismo descontento que sus homólogas francesas. Impertérrita ante la polémica, en el cartel del festival Marilyn Monroe sopla con gracia la vela de una tarta de cumpleaños
. De seguir viva, el mes que viene habría cumplido 86. Impresiona pensarlo.