Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

9 may 2012

Te tenemos fichado

Por: José María Izquierdo
Ya, ya sé que lo importante es la crisis, Bankia, las medidas que tomará el Gobierno este viernes sobre su financiación, etcétera, etcétera.
 Pero hoy voy a encabezar este blog con otra cosa porque me parece de una extrema gravedad.
Y no es la primera vez que ocurre desde que este Gobierno está en el poder y este Ministerio del Interior es el que e
s. En directo: La Razón da las fotos y el currículum de los dirigentes de los sindicatos estudiantiles. Es la persecución ad hominem, de la que ya hemos tenido últimamente varios casos, que ahora los recordaremos.
 Y estos datos, como aquellos otros, convenientemente filtrados a la misma prensa que aquí nos ocupa, revela la puesta en marcha de unos métodos que creíamos olvidados, por ser más propios de las dictaduras que de las democracias. El indigno Abc del franquismo ya hacía lo propio con la publicación de fichas elaboradas directamente en las tétricas dependencias de la Brigada Político Social. Como en el caso Grimau, como en Asturias o en otros tantos casos.
 O con la vulneración tan brutal y zafia de la intimidad como en el caso de Enrique Ruano, el estudiante que se cayó por una ventana en el Madrid de 1969 en presencia de la policía. Poco después de su muerte, Abc publicaba algunas frases de una carta que iba a enviar a su psiquiatra, Carlos Castilla del Pino. La presencia de Fraga en ambos casos fue manifiesta.
¿Demasiado serios nos estamos poniendo?  Pues lleguen al final para la cosa de los tuppers, que este catavenenos se tomó a broma desde el primer día, pero que ha ido ganando cuerpo.
Extraordinaria.
La Razón dedica tres páginas a lo que llama “Una huelga de mala educación”.
 Y ofrece con largueza las fichas de cinco líderes estudiantiles, algunas de ellas elaboradas con datos policiales. Y nada extrañaría que también del Ministerio de Educación. No voy a repetirlas, claro. ¿Qué tiene La Razón y los filtradores contra una de las chicas? Dice que tiene 27 años y estudia 5º de Filosofía. Y fíjense qué cosas tan criminales hizo: “…Ha intervenido en actos que parecen no guardar ninguna relación con los intereses de los estudiantes. Por ejemplo, firmó manifiestos a favor de los astilleros en Gijón”.
 Hecho criminal, sin duda. Por cierto, ¿de dónde han sacado el dato? Así que ya sabe cualquier estudiante que firme un escrito o asista a algún acto contra el hambre en Etiopía, que podrá ser juzgado por “intervenir en actos que parecen no guardar ninguna relación con los intereses de los estudiantes”. Y es que el solo ejercicio de este intento de desprestigio personal es, repito, como un mal recuerdo de otros tiempos y otros lugares. El señalamiento con el dedo y el pasquín en el poste de teléfonos, un a modo de Se busca, es verdaderamente repugnante. Y no es el único en estos meses.
Así, a bote pronto, hay que anotar la campaña, principalmente en El Mundo, pero extendida después a Abc, La Razón y La Gaceta, por no hablar de Libertad Digital, contra el líder de UGT en Madrid, José Ricardo Martínez. ¿Lo recuerdan?
 Aquí tratamos el asunto en dos o tres entradas desde el 17 de febrero. No es el único caso, que todavía resuena en la cabeza del catavenenos aquella cosa inconcebible, llena de mentiras y falsedades, que El Mundo elaboró contra Ladislao Martínez, organizador que fue del referéndum sobre la privatización del Canal de Isabel II. Véanse “Sabemos dónde vives”  y “¡Qué alegre sarao doña Ana!”. Así que habrá que considerar que la prensa de nuestros amigos se apunta a la bonita labor de la caza del rojo, sirviéndose para ello de los datos facilitados por las cloacas del Estado.
Más cosas. El PP anda en el laborioso trabajo de ganarse para la causa –los votos, que el resto importa menos que nada- a los nacionalistas, ya sea CiU –mejor, 16 diputados- o PNV, que solo son 5.
 Y nuestros amigos siguen la carrera muy atentamente. Ahora estamos en la etapa PNV, sí, CiU, no. Ya vieron con Basagoiti y la retirada del apoyo a Patxi López. Pues hoy Abc dice lo siguiente respecto a unos y otros: “Imitando el ejemplo vasco y visto el obstruccionismo al programa de reformas de Rajoy, el PP haría bien en dejar de ser en el Parlamento catalán el sostén principal de CiU, que ha de aprender a gobernar en solitario y sin socorros ajenos”. No le dejan solo a Abc, que también acude El Mundo a dar caña a CiU: “La reacción desaforada de los gobiernos de Cataluña y el País Vasco a las pretensiones del Ejecutivo central de racionalizar la Administración y recortar gastos es la prueba de que incluso en la peor coyuntura económica de la historia, cuando existe el riesgo de que España pueda ser intervenida, hay líderes autonómicos que prefieren hacer valer su corralito de poder antes que mirar por el bien general del país”. Y un poco más: “La rebelión de López muestra cortedad de miras; la de Mas, eso mismo y deslealtad institucional”.
Ignacio Camacho se refiere a los datos del CIS: “A tenor de las encuestas del CIS, sin embargo, la factura que está pagando el Gobierno por el ajuste aún no es demasiado elevada. Cuatro puntos es un precio relativamente bajo por haber triturado todas sus promesas en un trimestre; y todavía parecen menos cuando sólo uno de cada cuatro votos perdidos va a parar a los socialistas, cuyo fracaso está demasiado reciente para constituirse en alternativa”
. Es una manera de verlo, claro. Pero hay otra. Y es que perder prácticamente un punto por mes no parece ninguna broma. Si saben multiplicar uno por doce, que yo ya no me atrevo, lo mismo resulta que la pérdida en un año ya es algo más serio. Pasar en poco más de tres meses de una valoración personal de 4,55 a 3,84, y quedarse en el sexto lugar de las preferencias de los ciudadanos, es aún menos gracioso. Para más inri, al 72% Mariano Rajoy les inspira poca o ninguna confianza. Como tampoco es baladí que suspendan todos y cada uno de los ministros. Conformarse con que el PSOE sube poco –aunque es el que más lo hace- es poco botín.
Más o menos como El Mundo: “El PP sufre un desgaste por su acción de Gobierno, que el PSOE no logra rentabilizar, ya que apenas se recupera del batacazo de las generales
. Y ello a pesar de los recortes y de las promesas electorales incumplidas por Mariano Rajoy, que el PSOE ha vuelto a recordar en un vídeo del debate televisivo en el que el entonces candidato del PP advertía a Rubalcaba que él sí cumpliría sus compromisos.
 La amplia ventaja de 11 puntos del PP sobre el PSOE indica que los incumplimientos del Gobierno -por mucho que clamorosos- no producen réditos para el principal partido de la oposición”. Y, ay, cómo lloramos por la leche derramada:  
“Si los socialistas no remontan en una situación tan apurada como ésta para el Gobierno, parece claro que lo que el PSOE necesita es una renovación”. ¿Se acuerdan de Carme Chacón y el desmedido apoyo de Pedro José a su candidatura?
LAS FACHADAS
Fachadas9


Vayan ustedes a saber por qué Abc está tan contento. Ya ven la foto y ya ven el título. Un jolgorio todo lo que nos pasa, que para qué vamos a preocuparnos de lo que todos ustedes saben. Alegría, alegría. Y en cuanto a la valoración del CIS, ya la tratamos en otro lugar
. Ahí tienen a La Razón. Titula con “Aviso de intervención” a varias comunidades, en esta suerte de amenaza que le han encargado desde Hacienda. ¿Ven las fotos? Los pies dan datos sobre ellos, facilitados, se supone, por el Ministerio del Interior, sin descartar a Educación.
  Ya se lo contamos más arriba… En El Mundo hoy toca Cataluña
. También lo explicamos más arriba. En La Gaceta non anuncian otra alegría, que es que no paramos de divertirnos: “El Gobierno plantea retrasar aún más la edad de jubilación”.

¿Qué pasa con los ahorradores de Bankia?

Bankia es una de las cuatro principales entidades financieras del país, con unos 10 millones de clientes y unos 400.000 accionistas, que esperan las noticias sobre el futuro del grupo ahora que se ha confirmado la salida de Rodrigo Rato y el Gobierno ultima un plan de saneamiento para garantizar su viabilidad. Aunque con retraso, tanto el Ministerio de Economía —a través de un escueto comunicado— como su responsable, Luis de Guindos —en declaraciones a Efe—, han salido al paso de las preocupaciones de los ahorradores asegurando que el grupo "es absolutamente solvente" y que el Ejecutivo dará “todo su apoyo” a los nuevos gestores de Bankia.
Desde la oposición, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, también ha lanzado un mensaje de tranquilidad sobre el futuro de Bankia: "Yo tengo mi dinero en Bankia, mis ahorros, y no voy a hacer nada, me fío completamente de Bankia y quiero tranquilizar a la gente, que estará pensando qué pasará con su dinero", ha afirmado en una entrevista a Onda Cero. Bankia tiene unos activos por 305.820 millones, de los que unos 31.000 son créditos problemáticos vinculados con el sector inmobiliario.
El apoyo del Gobierno se traduce en una eventual inyección de dinero público que estará entre los 7.000 y los 10.000 millones, aunque todavía no se ha concretado cómo se llevará a cabo. Sobre este extremo, el Ejecutivo podría anunciar novedades este viernes. Tampoco se conoce, de momento, cuál será el plan de restructuración que tendrá que llevar a la práctica el nuevo equipo gestor de Bankia, que estará dirigido por el ex consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri. Aquí planteamos algunas de las preguntas que suscita todo el proceso entre los clientes de Bankia que han multiplicado hoy sus consultas a su banco ante la ausencia en la víspera de explicaciones oficiales.

¿Puede afectar a los ahorradores?

La respuesta es no. Más bien al contrario. Tras meses sin una decisión definitiva sobre Bankia, la entidad que centra las dudas de los inversores en el exterior y está considerada como la pieza clave para fijar la estrategia de salida de la crisis, el Gobierno se ha decidido a poner dinero público para asegurar su viabilidad. A cambio, ha empezado forzando la salida del que hasta ahora era su presidente, Rodrigo Rato, responsable de pilotar la fusión que dio origen al grupo. Este respaldo financiero del Estado, que por el ladro contrario supone el reconocimiento de un agujero patrimonial, representa una garantía adicional con vistas a garantizar su liquidez en caso de que los depositantes opten por retirar fondos.
En ninguna de las últimas cuatro intervenciones (CCM, Cajasur, CAM y Banco de Valencia) decididas a lo largo de la crisis por el Banco de España, quien es el que tiene las competencias para ello y no el Ministerio de Economía, se han producido problemas para los ahorradores.
La entidad, además, podría recurrir a los 25.000 millones de euros que, según estimaciones de analistas internacionales citadas por el FT ha captado en la barra libre de liquidez del BCE.
En total, Bankia gestiona fondos de sus clientes por 231.390 millones, de los que 155.338 millones corresponden a depósitos, según se recoge en sus últimos resultados publicados correspondientes al cierre de 2011. Estas cuentas, sin embargo, siguen pendientes de ser auditadas pese a que ha concluido el plazo para ello.

¿Puedo sacar mi dinero cuando quiera?

Hay que recordar que los depósitos y productos de renta fija establecen una serie de condiciones para recuperar el dinero —la letra pequeña—. Por tanto, además de la correspondiente penalización por realizar reembolsos antes de tiempo, la entidad puede imponer límites tanto sobre las cantidades de dinero como sobre los plazos en los que se pueden sacar los fondos.
En cuanto al dinero que los clientes tienen en cuentas a la vista, se puede traspasar sin límite, tanto a través de Internet como en las propias oficinas. Para cancelar una cuenta, sin embargo, se tienen que presentar en la sucursal todos los titulares de la misma.

¿Para qué está el Fondo de Garantía?

En caso de quiebra de una entidad la ley estipula que el Fondo de Garantía de Depósitos, un instrumento financiado por las propias entidades, cubrirá hasta 100.000 euros por ahorrador y banco en caso de que un banco o caja entre en suspensión de pagos. La cobertura, que cubre tanto los depósitos como el dinero que se tiene en cuenta, se duplica si hay dos titulares. Este límite de 100.000 euros se fijó por el Gobierno tras el colapso de Lehman Brothers para reforzar la confianza en el sistema financiero europeo.
No obstante, tras la decisión tomada en diciembre por el anterior Ejecutivo de que fuera el propio sector quien pagase los rescates, se estipuló que el dinero necesario para ayudar a las entidades con problemas saliese de este fondo, lo que le ha dejado para pocas alegrías. Esta hucha tiene actualmente 2.350 millones de patrimonio (no hay datos públicos), incluyendo las aportaciones de 2011. Cada año se recaudarán unos 2.000 millones.
Por el lado contrario, ha desembolsado 8.500 millones.
 Hasta ahora, el fondo ha pagado los 1.300 millones que se colocaron en CCM; 5.289 millones para la CAM, 953 millones en Unnim y otros 1.000 millones en Banco de Valencia. Junto a ello tiene comprometido cubrir el 80% de la posible morosidad que aparezca en sus carteras de créditos. Según estimaciones, podría alcanzar los 6.250 millones sobre un total de 27.000 millones.
Por su parte, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha comprometido unos 14.300 millones en la reestructuración del sector, en su mayor parte a través de acciones preferentes a cambio de un 7,75% de interés.
Para Bankia y el resto de procesos que se presenten dispone de otros 15.000 millones gracias a la reciente ampliación de su capacidad por 6.000 millones aprobada por el Gobierno. No obstante, dado que se estima que la inyección en este grupo podría ascender a 10.000 millones, se quedará prácticamente seco.

¿Qué pasa con los inversores?

Para los clientes de Bankia que han entrado en alguno de sus fondos de inversión, el plan de saneamiento no tendría repercusión en principio, ya que la entidad actúa como intermediaria y depositante de su dinero, que a su vez invierte en el mercado.
 Aunque puede destinar parte de los fondos a sus propios productos, la legislación establece un máximo para ello. Por este motivo, aunque la decisión del Gobierno no afectaría directamente a los inversores, los usuarios sí podrían verse afectados de forma indirecta por una pérdida de valor derivada del proceso como una caída del precio de la acción.

¿Y con los accionistas?

En este punto, la decisión del Ejecutivo de inyectar fondos públicos en Bankia y, sobre todo, la vía que elija para ello, podría afectar a la cotización de las acciones de la entidad.
 Según fuentes financieras y en base a lo establecido en el decreto para la restructuración del sector, lo más probable es que la ayuda se realice a través de un préstamo público multimillonario mediante bonos convertibles en acciones (conocidos en términos financieros como cocos).
 Estos, en caso de que el banco no cumpla y no devuelva el dinero, pueden acabar convirtiéndose a la larga en capital, lo que supondría la entrada del Estado como accionista, algo que no gusta en los mercados de renta variable.
Además, a partir de las opciones que están sobre la mesa para el futuro de la entidad, la posibilidad de que se decida fusionar Bankia con su matriz, Banco Financiero y de Ahorro (BFA), donde se agrupan los activos dañados del grupo, diluiría el valor de la acción, provocando un descenso en su precio. Desde que salió a Bolsa en julio de 2011 a un precio de 3,75 euros por título, Bankia ha perdido un 40% de su valor.
En este apartado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que siempre aconsejó no entrar en la oferta pública de venta del banco, recuerda que esta inversión sigue presentando un "riesgo alto" y, además, "es cara". "Si tiene acciones de la entidad debería venderlas lo antes posible sin considerar nada más", recomiendan. De hecho, añaden no se puede descartar que, dependiendo del tipo de intervención, la cotización de la acción sea suspendida en Bolsa.

¿En qué situación quedan los clientes con preferentes?

Una parte de los inversores en preferentes ya aprovecharon la ventana abierta por Bankia para convertir estas participaciones en acciones. La entidad canjeó mediante esta operación 1.274 millones, aunque las condiciones fijaban que solo recibirían el 100% si permanecían un año sin vender los nuevos títulos. Los que optaron por esta opción, además de acumular fuertes pérdidas por el precio al que se fijó el canje, están en la misma situación que los accionistas: a expensas de la evolución de la cotización y esperando que remonte a medio plazo para recuperar su inversión.
Para este colectivo, la OCU también también recomienda venderlas "inmediatamente sin esperar a pérdidas mayores". A su vez, instan a aquellos clientes que se sientan engañados por estos productos a emprender acciones legales.
Otra gran parte de inversores en preferentes, sin embargo, siguen sin poder canjearlas. El banco tiene pendientes aún otros 3.000 millones en estos productos. "También deberían estar preocupados", añade la organización de consumidores
. "Su venta se torna tarea imposible y el dinero que se seguirá cobrando de estas participaciones —supeditadas a obtener beneficios— es toda una incógnita", afirman antes de concluir que deberían "dar por hecho que, al igual que los accionistas, ha perdido" dinero con la inversión.

Nueva York Noches de Estrellas

Los libros preferidos de los gobernantes

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, leyendo en los jardines de La Moncloa. / MARISA FLÓR
Entre los detalles que por el momento han trascendido sobre el carácter del recién elegido presidente francés, François Hollande, destaca uno sobre sus gustos literarios.
El nuevo patriarca de los hijos de la república, y potencial figura clave en el devenir de todo el continente europeo, ha apuntado en una entrevista a la cadena de televisión RTL que su libro de cabecera es Germinal, de Emile Zola. La novela realista del siglo XIX narra la historia de un mísero pueblo minero que se embarca en una huelga con desenlace trágico, aunque a la vez esperanzador: a pesar del fracaso de la revolución de los trabajadores, queda la semilla para el futuro. Quien quiera leer entre líneas, tiene base para hacerlo.
 Como Hollande, otros mandatarios han reseñado sus preferencias a la hora de sentarse a leer.
 Y de ellas, se puede deducir mucho de su personalidad.
O no: ¿importa si los líderes leen? Si se le preguntara al candidato mexicano priista Enrique Peña Nieto, probablemente diría que sí
. A él, no saber nombrar sus tres libros favoritos en la Feria de Guadalajara el pasado diciembre le costó la mofa pública en Twitter, donde en cuestión de horas circularon más de 60.000 mensajes reproduciendo la anécdota.
España
Antes de zambullirse en la vorágine presidencial, Mariano Rajoy reveló su lectura de cabecera: El caballero de Alcántara, de Jesús Sánchez Adalid. El libro, de género histórico, se ambienta en un periodo de convulsión en España: la época de Felipe II, que reinó en el siglo XVI. La trama se centra en la figura de Luis María Monroy, pionero del oficio del espionaje, que sirvió al monarca para desenmascarar a los mercaderes desleales.
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero también hizo públicas sus obras predilectas. “El Quijote es mi libro preferido, pero también leo novelas y poesía, que es la raíz de una buena literatura”, dijo ante una congregación de niños de 8 y 9 años en la celebración del día del libro en Guadalajara, en abril de 2007. La obra de Cervantes, añadió, “es la gran novela de nuestra lengua y un tesoro que tenéis que cuidar”. De acuerdo con su biografía online,
 Zapatero es, además, un gran lector de literatura hispanoamericana, “en particular de Jorge Luis Borges”.
Para Felipe González, el placer de la lectura se desató con Marguerite Yourcenar y sus famosas Memorias de Adriano. Cuando el mandatario reveló el título, las ventas de la novela en España subieron como la espuma.
Francia
Antes de Hollande, hubo Sarkozy. Hace solo una semana, aún con alojamiento en el Elíseo, el hoy expresidente evocaba en un mitin en la ciudad de Aviñón al escritor Stéphane Camus. Un lapsus, porque lo que quiso decir fue Albert Camus. “Me hubiera gustado tanto nacer a orillas del Mediterráneo”, prosiguió tras el error, que rápidamente se convirtió en trending topic en Twitter. Camus sí lo hizo, solo que no precisamente en el mar francés, sino en el de la excolonia de Argelia.
EE UU
Muchos de los presidentes de la historia de EE UU han dejado para la posteridad sus preferencias literarias. El último, Barack Obama, ha demostrado en numerosas ocasiones sus conocimientos e interés en multitud de libros y autores, tantos que la publicación The daily beast elaboró una lista completa de sus lecturas entre la campaña presidencial de 2008 y la publicación del listado en 2010, que incluía títulos como The Rise of Theodore Roosevelt, una biografía sobre su homólogo escrita por Edmund Morris o Lessons in Disaster: McGeorge Bundy and the Path to War in Vietnam (Lecciones sobre el desastre: McGeorge Bundy y el camino a la guerra en Vietnam), de Gordon M. Goldstein. Aunque su clásico de todos los tiempos, si no se ha actualizado desde 2008, es Moby Dick, de Herman Melville. La revista Vanity Fair publicaba recientemente varios extractos de las cartas de amor que Obama envió a una novia de época universitaria, Alex McNear. Uno de ellos reza:
No he leído La tierra baldía en un año, y nunca me molesté en revisar todas las notas al pie. Pero me voy a lanzar a hacer estas declaraciones: [T. S.] Eliot contiene la misma visión extática que va desde Münzer a Yeats. Sin embargo, él retiene una base del orden/realidad social de su tiempo.
 Enfrentado a lo que él percibe como una elección entre el caos extático y el orden mecánico inerte, accede a mantener la separación de la pureza asexual y la brutal realidad sexual. […] Y su fatalismo nace de la relación entre la fertilidad y la muerte, de la que ya hablé en mi última carta: la vida se alimenta de sí misma. Un fatalismo que comparto a veces con la tradición occidental. Pareces sorprendida de la irreconciliable ambivalencia de Eliot; ¿no compartes tú misma esa ambivalencia, Alex?
Aunque el expresidente George W. Bush también ha asegurado en ocasiones ser aficionado a la palabra impresa, en realidad, su “experiencia cultural favorita”, es el béisbol. En la campaña presidencial del año 2000, puso nombre a su autor preferido: John Le Carré. O “La Care, Le Carrier, o como se pronuncie su nombre”.
Bill Clinton, reconocido devoralibros, creó a través de su fundación la biblioteca William J. Clinton, en Little Rock, Arkansas. Con ocasión de la celebración de una exposición en su espacio en 2004, el expresidente desveló una lista con sus 21 títulos favoritos, entre los que incluyó Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, de Maya Angelou y las Meditaciones de Marco Aurelio.
Otros lectores líderes
Como Zapatero, el actual premier británico, David Cameron, reveló sus gustos literarios ante una audiencia infantil. Y él también barrió para casa: su novela para niños favorita es, aseguró, Our Island Story de Henrietta Elizabeth Marshall, que resume la historia de Gran Bretaña desde la época romana a la victoriana.
En solo cuestión de horas, el presidente venezolano Hugo Chávez consiguió convertir en superventas la obra de Eduardo Galeano de 1971 Las venas abiertas de América Latina (el libro pasó del puesto 60.280 al décimo de la tabla de ventas del portal Amazon). La estrategia de marketing: le regaló el libro a Obama, frente a las cámaras, en una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en 2009.
A la pregunta sobre su libro favorito, la primera ministra australiana, Julia Gillard, no se mojó mucho: optó por la obra cumbre de un compatriota, Cloudstreet, de Tim Winton.
El primero presidente (1999-2008), luego primer ministro (2008-2012), y nuevamente presidente de Rusia Vladímir Putin, ha dado un paso más allá en la cuestión de la afición a la lectura. Según afirmó el pasado enero, entre sus planes de gobierno se encuentra la elaboración de una lista con los 100 libros que todo escolar ruso debería leer.
“En la década de 1920, algunas universidades punteras de los EE UU abogaron por algo llamado el Canon Occidental, un canon de libros considerados como los más importantes e influyentes en la cultura occidental en formación. Todo estudiante que se respetara a sí mismo debía leer 100 libros de una lista especialmente elaborada de los mejores libros del mundo occidental”.