Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 abr 2012

Condenada la amante, representante y acosadora de Leonard Cohen


Leonard Cohen. / VALERIE MACON 
Un tribunal de Los Ángeles ha declarado culpable a la exrepresentante de Leonard Cohen, acusada acosar al cantante canadiense.
 La fiscal Sandra Jo Streeter ha determinado que Kelley Lynch violó en múltiples ocasiones una orden de restricción al llamar y escribirle al músico.
Cohen, de 77 años, testificó contra Lynch y confesó al jurado que se sintió amenazado por la cantidad y el tono de grosero de las llamadas y correos electrónicos de Lynch
. El artista reconoció que tuvo "una relación íntima" con Lynch, pero que se distanció de ella después de que en 2005 se dio cuenta de que le había estafado alrededor de cinco millones de dólares (unos cuatro millones de euros). En ese momento, el artista la demandó, pero el caso no siguió ningún curso judicial.
Ahora que ha sido declarada culpable, Lynch se enfrenta hasta cinco años de prisión.
 El abogado de la exmanager argumentaron que estaba molesta con Cohen por haberla despedido y que sentía que el músico canadiense había arruinado su reputación.
Añadieron además que las llamadas y correos que su clienta había destinado al cantante eran "peticiones de ayuda, no conductas criminales".
Según el letrado de Lynch, la mujer de 55 años nunca se acercó a Cohen ni a su casa, a pesar de que este la acusó en su declaración de llamarle evasor de impuestos y drogadicto en sus mensajes.
 El abogado del músico, por su parte, aseguró que la exrepresentante convirtió la vida de su cliente "en un completo y absoluto infierno".
"Yo no estaba dispuesto a arriesgarme a que alguien que me deja mensajes violentos y desquiciados aparezca un día en la puerta de mi casa", declaró Cohen al juez el pasado lunes.

Vámonos a negro por Juan Cruz

Creí estar oyendo visiones cuando escuché el martes al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, desmontar de un plumazo a Homero, a Shakespeare y a Ibáñez Serrador, por citar a tres creadores de distintas épocas que tanta gloria le han dado a las televisiones, incluida TVE.
Hablaba el ministro ante los micrófonos de Radio Nacional de España, ante un periodista, Juan Ramón Lucas, que escuchaba, como muchos, lo que el ministro tenía que decir sobre los medios públicos y el dinero que malgastan.
Según el ministro, para el entretenimiento, pues en el entretenimiento se entretuvo, no hacen falta tantas alforjas.
Lo dijo muy claro: se paga demasiado para demasiado poco. ¿Cuál es el baremo? Eso lo sabrá él, que tiene ideas de economía y las aplica.
Pero, en puridad, buscando el fondo del asunto, uno se encuentra con muchas paradojas. ¿Quiso decir el ministro de Hacienda que los organismos públicos de difusión de la cultura (y el entretenimiento bien entendido empieza por la cultura, desde que se aprendió a leer y a ver) no deben ocuparse sino de aquello que no se tiene que pagar? ¿Dónde deja el ministro la historia de las mejores televisiones del mundo, que son públicas y que se han ganado el prestigio dándole sitio a los creadores, empezando por la mítica, y tan inimitable, por desgracia, British Broadcasting Corporation, alias BBC?
Este país es muy curioso, como muchos de sus políticos.
 Durante años hemos suspirado por parecernos a Europa, y muy esforzados gobernantes nos fueron acercando cada vez más a la Europa que estaba vedada al franquismo acérrimo que jamás abrazó de grado una libertad o un arrepentimiento.
Y cuando ya estamos en Europa y queremos ser como esa sociedad por la que suspirábamos, empiezan a desenchufarnos; desenchufan la investigación, los erasmus, desenchufan el cine (la campaña contra el cine montada en este país con tanta frecuencia es de una enorme irresponsabilidad cultural), y ahora tratan de desenchufar, con la autoridad que da el dinero, la propia televisión del Estado
. Antes de construir (o de reconstruir) el Estado, quieren romper algunas de las cosas que lo vertebran. Decía Vázquez Montalbán que la columna vertebral de España la constituían El Corte Inglés y la Guardia Civil. Y la Carta de Ajuste. Juan José Millás fue enviado por este periódico a una provincia española, y lo primero que hizo el taxista que lo condujo, buscando sitios propios del lugar, fue llevarlo a la sede de El Corte Inglés.
Bromas aparte, Montoro ha puesto en un rasero muy preciso a los profesionales que gestionan los recursos de la radiotelevisión pública en un momento procesal delicado: cuando más debilitada está la institución y cuando de manera más sistemática se ha tratado de derrumbar el edificio creado hace dos legislaturas para evitar que el poder político domine sobre la gestión profesional de los medios.
 Pero el ministro no habló de lo que más suele preocupar a los políticos, la información; habló del entretenimiento
. Como si el entretenimiento fuera el pecado original al que habría que renunciar para que el país se levantara de su aguda crisis económica. Y si se acaba el buen entretenimiento, el que ha hecho (también) insustituible a la BBC, pues apaga y vámonos a negro.
jcruz@elpais.es

Nuria Espert mira desde muy lejos

Nuria Espert mira desde muy lejos

Por: | 15 de abril de 2012
Hay una inteligencia natural en esta actriz a la que el gran Josep Maria de Sagarra saludó, al escucharla declamar: "Aquesta nena té uns collons...!"
Esa inteligencia la llevó al teatro, cuando era esa nena de la que hablaba el legendario dramaturgo catalán, y ahí la dejó, mirando; actúa, cómo no, y es una de las mejores actrices del mundo, versátil y profunda, aérea y aposentada en el genio que ya tenía antes de aprender a decirlo, pero su gran valor es la mirada, cómo se fija, cómo se posa sobre los asuntos, los temas, las palabras ajenas.
En la excelente síntesis que de su teatro, ahora tan legendario como Sagarra, hizo ayer en Babelia Marcos Ordóñez, acaso su mejor exégeta, esa carrera teatral se pone en evidencia como la continuidad de unos descubrimientos.
Como Picasso decía del arte, al creador la inspiración ha de hallarlo trabajando, y en esa sucesión de montajes que el crítico va mostrando lo que resulta obvio es que Nuria no ha dejado nunca de mirar: qué se está haciendo, qué se está diseñando, qué se está escribiendo, cómo se está actuando.
Hay un momento en que eso empieza a ser así de un modo muy profesional: fue cuando Arrabal los puso a ella y a Armando Moreno, su marido inolvidable, en la pista de Víctor García. Desde entonces ha sucedido en España el milagro que Nuria Espert le proporcionó a la cultura de su país; su mirada abierta hizo este país menos pacato y menos retrógrado, y en el ámbito del teatro nuestro modo de ver se hizo universal y atento.
Fue la mirada de Nuria, que venía de lejos, la que nos puso en una carretera que ella ha prolongado siempre, y que ahora trae al Centro Dramático Nacional (con Gerardo Vera) el precipitado de un aprendizaje para el cual en aquel entonces, como decía Josep María de Sagarra, hacía falta tener muchos collons...

Nubes

Nubes, grandes nubes, nubes viajeras, nubes de arrastre, nubes con los bordes llenos de sol, nubes al raso, grandes nubes marineras que me miran, nubes abandonadas a la ebriedad de ser nada, nubecitas, nubes que jamás podrán ser ni en este ni en el otro mundo, nubes por hacer, nubecillas, a solas, deshilachadas, nubes del montón, nubes azules o blancas, nubes del mundo, mundo en la nada, apariencia y nubosidad, nubes todas, enteras y partidas, les saludo, sombra del vuestro pasar, que me llevan el duelo a nada.
Escrito por Jose Carlos Cataño