Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 abr 2012

Qué paz: insultar a Rubalcaba... Por: José María Izquierdo

Hoy hay prácticamente solo dos temas de primera página: la Ley de Estabilidad y la situación de Repsol-YPF, pendiente de lo que decida hacer el gobierno argentino de Cristina Kirchner. La primera, más que la Ley, que les importa lo que les importa a nuestros chicos, les ha traído a todos un soplo de aire fresco, que pueden volver a cargar a saco contra Alfredo Pérez Rubalcaba, que últimamente le tenían casi olvidado. Saben que el PSOE votó que no a la Ley, empeñado el líder socialista en que Mariano Rajoy cumpliera lo que acordó en agosto de 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero -y hay un documento público que lo demuestra y que nadie niega, como verán- pero que ahora, con la holgada mayoría absoluta de la que dispone el PP se salta los acuerdos solemnes que en aquel momento se hicieron y que obligaron hasta a un retoque de la Constitución.
 Ahí es nada. La cosa es simple y se la resumo en un plisplás, que aunque aquí no estamos para esto, se entendería mal el resto si no lo hacemos. Rubalcaba se empeñó en aquel agosto, como mal menor, en que se diera un margen del 0,4% del PIB como límite de déficit estructural global máximo de las administraciones a partir de 2020, con el 0,26% para el Estado y el 0,14% para las comunidades autónomas
. Y se negó, en redondo, a la implantación del déficit cero, que el PP quería imponer desde la época de Aznar. Y así lo firmaron Valeriano Gómez y Soraya Sáenz de Santamaría. Rúbrica inútil, que el PP hace papel mojado del pacto y obliga al déficit cero. Y Rubalcaba, claro, no firma. Porque además, y todos lo saben, incluso los que más chillan, da igual para el futuro de la Ley. Pero el líder de la oposición quiere marcar territorio: los acuerdos se cumplen.
Con Kirchner, todos como hienas

La Razón, por ejemplo, tiene un veredicto claro, que esto de no tener dudas les debe venir de la cosa de la revelación: “El Congreso ha aprobado la Ley de Estabilidad con los votos de PP, CiU, UPyD y UPN. El PSOE -que sin los populares no hubiera podido reformar la Constitución para fijar el límite de déficit publico- se negó ayer, aferrándose a excusas inverosímiles, a apoyar al Gobierno en la votación de la ley que desarrolla esa reforma. El mismo día en que técnicos de la UE aterrizaron en España para analizar nuestras cuentas, el PSOE eligió debilitar al Gobierno. Afortunadamente, sin éxito”. ¿Inverosímiles? Hombre, pueden gustarle o no, pero inverosímiles no parecen…
El Mundo, en el editorial, va poco más o menos en la misma dirección: “Soraya Rodríguez, la portavoz del PSOE, justificó su negativa a apoyar esta ley con el argumento de que su formación había pactado con el PP que el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas podría flexibilizarse hasta un 0,4% en el 2020 y que el texto aprobado ayer fija el 0%. La diferencia de cuatro décimas sobre un compromiso que tiene que cumplirse dentro de ocho años es de una entidad irrisoria”. Está visto que las décimas no cuentan según de qué hablemos. Y en Abc, similar enfoque: “El PSOE se aferra al ‘no”.
En cuanto a Repsol, práctica unanimidad. Editorial de Abc: “La presidenta Fernández ha decidido sustituir las reglas de conducta de un país serio y fiable, como la seguridad jurídica, por las de un Gobierno basado en prácticas populistas y reaccionarias”. La Razón: “El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, advirtió ayer al Gobierno argentino de que ‘gestos de hostilidad’ contra las empresas españolas, entre las que figura Repsol-YPF serán también considerados ‘de hostilidad a España y al Gobierno de España’ y tendrán ‘consecuencias’. El acoso del régimen peronista contra la compañía española es propio de una república bananera gobernada al estilo mañoso, no de una gran nación como es Argentina, a cuya prosperidad han contribuido nuestras empresas cuando nadie quería invertir allí”.
El Mundo también va duro: “Argentina ha jugado muy sucio en este asunto y, ante un problema interno de aumento del consumo y caída de la producción, ha convertido a Repsol-YPF en una bandera más de la cruzada populista de Cristina Fernández. 
Para culminar esta jugada malévola, en las últimas semanas ha provocado una incesante caída de las acciones de YPF en bolsa al ir retirando las licencias de explotación de sus yacimientos, con lo que ha abaratado considerablemente el precio de la expropiación. Es inaceptable que el Gobierno argentino lesione los derechos de miles de accionistas y lamine la libertad de empresa”. Y acaba con un aviso:  
“Rajoy tiene que mantener el pulso y dar la respuesta adecuada ante una decisión que, de llevarse a cabo finalmente, pone en solfa incluso la legalidad internacional”.
LAS FACHADAS
Va¡Cómo viene La Razón, oiga! ¿No les gusta esa foto trasera de Rubalcaba con el título “El PSOE da la espalda a España”? No hace falta que les explique nada, que ya lo hemos contado antes. Solo recordarles aquel voto negativo de Rajoy al plan de ajuste de Zapatero del tantas veces evocado 10 de mayo de 2010, un momento de tensión extrema con Europa.
 En El Mundo, una cosa graciosa sobre el vicepresidente madrileño: “Los agentes que investigaron a González dicen que la orden fue del máximo jefe de la Policía”.
Lástima -doble, si incluímos el aspecto personal- que Miguel Ángel Fernández Chico, el “máximo jefe” en cuestión ya haya fallecido. ¿Y ahora? Abc sigue con su galería de malvados mundiales. Ayer, Sarkozy, ¡hoy Cristina Kirchner! La Gaceta cuenta lo que ven, que vaya usted a saber en qué acaba. Y ya les digo que anuncia un Suplemento Especial para mañana, en el que “diez historiadores ponen nota” a la República en el 81 aniversario de su proclamación. Para salir corriendo.
NON PLUS ULTRA
El chico nuevo de La Razón, Pedro Narváez, recupera hoy el tono, que la semana pasada le vimos un poco tímido. Habla del vicepresidente madrileño, Ignacio González. Vean: “Todo huele a Rubalcaba.
 Las alcantarillas desprenden el hedor de la política y entre el agua oscura y cabizbaja se esconde el ex vicepresidente transformado en Sauron, Valdemorth, Darth Vader, cualquier malo que le proporcione el poder del anillo o de la magia”. 
 Que esto ya es otra cosa. Mucho mejor.
El editorial también trata de enturbiar el mismo campo respecto a Rubalcaba. Y Alfonso Merlos, que ya saben que es de los que escupe de medio lado, también habla de la Stasi, como Narváez. Un poco de originalidad, por favor, que los papelillos volanderos que llegan no se sabe cómo a las mesas de trabajo hay que adornarlos un poquillo, que no vale copiarlos y ya.
No sé por qué pero me parece que pinchan en hueso en este asunto de González…
A Agustín de Grado no le parece que haya recortes en Sanidad, que es que el público en general es muy caprichoso:
 “Nadie está recortando el derecho a la sanidad por excluir de la cobertura pública la prestación que ahora permite corregir unas orejas de soplillo. O por hacer lo mismo con las vasectomías. Tampoco lo sería por dejar de financiar los abortos a que se someten personas adultas, y por tanto responsables, que no pusieron los medios para evitar un posible embarazo no deseado.
 Mucho menos cuando sí se han recortado las partidas de asociaciones que ayudan a madres con dificultades ante un embarazo inesperado”.
En Abc nos encontramos en la Tercera un artículo de José María Beneyto, “El momento churchilliano”.  Dice el pie que Beneyto es “Catedrático y Diputado al Congreso”.
 No estaría mal que dijera que es diputado… por el PP. Nada que objetar, estaría bueno, solo que conviene dar los datos necesarios al lector. Tertsch le da duro a Joan Tardá, el diputado de Esquerra, Carlos Herrera presume de españolidad y José María Carrascal nos informa: “Los mercados acusan, no las reformas de Rajoy, sino la actitud de los rivales de Rajoy, a saber, Rubalcaba, Méndez y Toxo”. Pues la cosa pinta mal. Porque si estos mismos eran los culpables cuando gobernaban, y lo son ahora en la oposición, me temo que solo quede el recurso al barril de ácido sulfúrico para que desaparezcan estos malandrines entre mefíticas vaharadas…
La obsesión de Carlos Dávila, RTVE. Editorial de La Gaceta: “En una semana, la izquierda ha perdido el mango de la sartén televisiva que tenía asida, prologando una kafkiana situación tras la marcha del último presidente de la Corporación, Alberto Oliart, y la salida de los socialistas de La Moncloa
. Por un lado, ayer, los tres vocales del PP y el de CiU recurrían al único arma que tenían para bloquear al Consejo, al retirarse del mismo dejando solos y sin quórum para adoptar resoluciones a los vocales de izquierda (elegidos por PSOE, IU, ERC y UGT). 
Y por otro, un Gobierno harto de la tomadura de pelo de una televisión que bate récords de sectarismo y que cuatro meses después de las elecciones sigue sin renovar su cúpula, aprobará, inminentemente, un decreto ley en virtud del cual los socialistas se quedan sin su arma de manipulación masiva favorita”.
A Federico Jiménez Losantos no le ha gustado nada lo de los 2.500 euros. Fíjense cómo será que repite el mismo tema en su columna de El Mundo y en la Libertad Digital.
 Será por cosa del ahorro. La crisis, ya saben. Título de su columna de LD: “El corralito que viene o por qué Aguirre tiene razón”. Texto: “Pero vamos a ver, señores políticos, doctos economistas, miembros del Comando Rubalcaba y de la Brigada del Aplauso: ¿alguien va a invertir en un país del que no se pueda llevar el capital invertido cómo y cuándo quiera? 
No es que no se deba, es que además no se puede.
 Pero la libre circulación de capitales es la base secular de la prosperidad y tiene en el respeto a la propiedad privada su piedra angular. 
Sin ese sagrado respeto a la propiedad, ni hay libertad ni puede haber prosperidad. Y la última medida del Gobierno será técnicamente lo que sea, pero realmente es la primera barda de lo que popularmente llamamos corralito; o sea, corral. 
Porque como a bestias o bestezuelas nos trata un poder incapaz de recortar sus infinitas prebendas y de respetar el contrato que firmó con sus electores hace muy pocos meses”. Y luego, el canto a la lideresa:“Aguirre ha dicho que 'no es monedita de oro' (para contentar a todos) pero que dice lo que piensa. Y muchos pensamos que es la única que utiliza la cabeza para pensar y no para esconderla bajo el ala”. Griten todos conmigo: ¡¡¡ Viva la lideresa !!!
A ver qué les parecen estos titulillos escogidos al azar de la web de La Gaceta. “Beteta quiere que los funcionarios se olviden del 'cafelito y el periódico”; “El Gobierno vasco desarma a la Ertzaintza”;  “El monumento a las brigadas de Carrillo, sin licencia urbanística”. Se refiere al Monumento a las Brigadas Internacionales.
 Vana puntualización: ¿no son cosas de rojos? Pues ya está, que hay que ver cuántos melindres. “Sabina y Serrat, criticados por su concierto en Israel. Diferentes ONG españolas expresaron su decepción al conocerse que ambos artistas darán un concierto en Israel [y] les exhortaron a ser coherentes con sus décadas de canto a la libertad”
. Que es el titular, junto al sumario, un absoluto disparate. “Pajín ya tiene otro nuevo cargo. Será la nueva presidenta de los parlamentarios socialistas valencianos en el Congreso”. Hombre, cargo, cargo… Hay otro titular más, pero lo dejo para el Museo.
Y ya les voy diciendo la nueva matraca que asoma por debajo de la puerta.
 Título de una información de LD: “El Gobierno analiza el coste que tendría la salida del euro”. Artículo de José García Domínguez: “¿Y si abandonáramos el euro?”. ¡Ay, señor, qué dura es esta vida!

Para morirse de la risa

MARCOS BALFAGÓN
Nos vendían la idea del alargamiento de la esperanza de vida como si fuera un avance de la humanidad, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos ha abierto los ojos al descubrir "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado". O sea, que la longevidad es un riesgo.
En el siglo XVIII los europeos solo contaban con vivir 40 años, mientras que los bebés de los tiempos presentes llegarán (de media) al doble. La culpa es de lo que ustedes se imaginan: la mejor atención sanitaria, el desarrollo económico, la ausencia de grandes guerras...
Es decir, cosas por las que la gente común y corriente cree que merece la pena vivir.
¿Qué ha fallado aquí? Se había contado con una "desaceleración" en el crecimiento de la esperanza de vida en los países desarrollados, pero los continuos avances médicos lo están estropeando. Encima, en las economías emergentes también mejora el nivel de vida y se usan más servicios médicos, ergo la gente tardará más en morirse. ¿Y quién va a pagar la sanidad y las jubilaciones? A ver.
En el fondo, se trata de un problema muy serio: alerta de los problemas de financiación de las pensiones y de la necesidad de retrasar la edad de jubilación. Pero la tecnocracia es lo que es.
 En vez de sensibilizar a la población sobre tales asuntos, plantea como un gravísimo problema vivir más tiempo, lo cual a unos les aterrorizará y a otros los matará de risa.
La mentalidad de algunos de los técnicos es que piensan que la mejor gestión del paro es eliminar las subvenciones a los parados o, como en el informe de marras, que lo de vivir más representa una catástrofe financiera.
 El jefe de los estudiosos que así se explican es el director de Mercados de Capitales del FMI, por cierto un compatriota: José Viñals, ex subgobernador del Banco de España.
El FMI urge a que se actúe "cuanto antes", pero haríamos mal en interpretarlo como una invitación a la degollina. Sobre todo en España donde, vaya por Dios, tenemos una de las longevidades más altas del planeta: 81,87 años de media. Eso sí, ahora son ocho centésimas menos que en 2010. ¿Esto les parecerá una "desaceleración" suficiente a los estudiosos del FMI?

Humor negro en la primera novela de J.K. Rowling para adultos


Foto de archivo de la autora británica J.K. Rowling. / ANDY RAIN (EFE)
Por fin se sabe de que tratará la primera novela para adultos de la escritora británica J.K. Rowling: humor negro para narrar las desavenencias que causan unas elecciones en un pequeño e idílico pueblo inglés llamado Pagford. Con el título de The casual vacancy (La vacante ocasional), el próximo libro de la autora de Harry Potter saldrá a la venta en inglés en todo el mundo el 27 de septiembre en los formatos de tapa dura, libro electrónico y audiolibro, informó la editorial en un comunicado en Londres.
La editorial Little, Brown and Company ha informado de que la nueva historia de Rowling, de 480 páginas, comienza con la muerte inesperada, a los 40 años, de Barry Fairweather, lo que origina una vacante en el Ayuntamiento del pueblo
. Ese puesto en el consistorio abrirá una guerra entre los habitantes de un lugar en el que la vida transcurría en armonía.
"Los ricos en guerra con los pobres, los adolescentes en guerra con sus padres, las mujeres en guerra con sus maridos, los profesores en guerra con sus alumnos (...) Pagford no es lo que parecía a primera vista", añade el comunicado sobre la trama de The casual vacancy
. La vacante dejada por Barry se convierte en el catalizador de la mayor guerra que ha vivido el pueblo. Quién triunfará en una elección plena de pasión, duplicidad y revelaciones inesperadas?”. Ese es el mensaje con el que la editorial pretende enganchar a nuevos lectores.
"Será un libro con cierto humor negro, que llevará a la reflexión y dará constantes sorpresas", añade la editorial sobre la primera novela de J.K. Rowling desde el último Harry Potter, que salió al mercado en 2007.
La escritora británica, de 46 años, ha amasado una fortuna estimada en 620 millones de libras (unos 740 millones de euros) gracias a los siete libros que ha publicado sobre el niño mago y a la venta de los derechos cinematográficos. Recientemente anunció que ella misma iba a controlar todo el proceso de edición de Harry Potter en el formato de libro electrónico.
 Cuando en febrero anunció que publicaría una novela para adultos, Rowling afirmó que el éxito de Harry le había dado “la libertad para explorar nuevos territorios". La escritora ha vendido más de 450 millones de libros, traducidos a 74 idiomas.

Mirar para ver

JORGE A. RODRÍGUEZ - 13/04/2012
La historia de Inglaterra recorre la carretera A-4. O casi. Una carretera secundaria que nace en la noble localidad de Windsor-Eaton y muere en la no menos noble Bath, tras atravesar los muy ingleses condados de Wiltshire, Berkshire, Hampshire y Sommerset. Es un viaje para hacer en coche (pero despacio), con un chubasquero siempre alerta (aunque sea verano), y con la guía de bed and breakfast en la mano. La ruta permite recorrer con mínimos desvíos los desconocidos círculos neolíticos de Avebury, el magnífico palacio donde se rueda la serie Downton Abbey, atravesar la georgiana Malborough y su colegio -donde estudió Kate Middleton-, y llegar algo más allá a la muy medieval Lacock, escenario de Harry Potter y monumento nacional.
La Royal Crescent de Bath.
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La Royal Crescent de Bath.- Getty
El círculo megalítico de Avebury.
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El círculo megalítico de Avebury.
Es un viaje a Inglaterra, pero sin Londres (siempre atestado en vacaciones), para hacerlo preferiblemente en primavera o verano, porque lo suyo es disfrutar de la campiña inglesa y porque casi todo lo que hay que hacer es al aire libre.
 Lo recomendable es conducir un coche inglés y ser precavido en estas carreteras sin arcenes donde se conduce por la izquierda. Sin vehículo propio es mejor ni intentarlo.
La bicicleta es una opción. Casi todo es llano. Estas son seis excursiones (casi) sin salirse de la A-4. La autopista M4 es otra opción, pero no tan entretenida.

01 Té con lady Cibil

Castillo de Highclere o Downton Abbey
Primero se atisban sus torres entre el cuidado paisaje. Pero cuando se toma la última curva del sinuoso camino entre prados, la vista se llena con el imponente palacio que se alza sobre la loma. Es el castillo de Highclere, el escenario de la exitosa serie televisiva Downton Abbey.
 En la vida real es la residencia de los condes de Carnavon, que han vivido allí desde 1679.
 El quinto lord Carnavon fue codescubridor junto a Howard Carter de la tumba de Tutankamón y partícipe de su maldición. El castillo y sus jardines son visitables y también puede recorrerse la colección privada de objetos de Egipto de la familia. Pagando, claro. No es barato (adultos, 16 libras, unos 19,50 euros), pero hay boleto familiar (58,25 euros, cinco personas, uno o dos de ellos adultos) y hasta hacen un poco la vista gorda sobre el parentesco con grupos pequeños.
Los Carnavon (los octavos condes, te explican) siguen viviendo en el castillo, pero cuando se rueda la serie, la familia se traslada a una planta superior o a alguna de sus cercanas posesiones
. Cuando te asomas al dormitorio de lady Cibil (la noble de ficción) ves las babuchas de la noble de verdad, la toalla arrugada en el baño o el libro medio abierto en la mesilla. La biblioteca y el impresionante salón, con su bella escalera, son el orgullo de la casa, y los muy británicos guías (estirados, pero simpáticos, a lo George y Mildred) lo remarcan con orgullo.
El sótano del castillo alberga la colección de objetos egipcios
. La mayor parte de la colección fue vendida por culpa de las deudas, aunque otra parte permaneció durante años en cajas. Te la puedes saltar: mejor visitar el Museo Británico en Londres o el Ashmoleam en Oxford. Lo más inglés, especialmente si luce un día soleado, es pasar por el salón de té del castillo, tomar una bandeja con una tetera, tazas, unos sándwiches y scoones y hacer un elegante pic-nic en sus impresionantes jardines, quizá lo mejor de la visita.

02 Los dominios de Kate

Hungerford y Marlborough
Marlborough es una localidad ligada a la nobleza
. De este pueblo de configuración puramente georgiana desciende el linaje de Winston Churchill o Diana de Gales, por ejemplo.
Y últimamente se ha atado aún más a la realeza. Por sus calles camparon Kate y Pippa Middleton, es decir, Catalina de Cambridge, esposa del príncipe Guillermo, y su glamurosa hermana. Ambas estudiaron en el Marlborough College mientras sus padres residían en Bucklebury. El colegio es visitable, pero no en masa, y, desde luego, hay que hacerlo en silencio. Puede recorrerse su magnífica explanada central o los inmensos jardines, entre los que se alojan los edificios para la docencia y el alojamiento. Sus campos de deporte son primorosos.
 Por tener, tiene hasta un pequeño lago para el remo romántico.
Por las tardes, muchos de los estudiantes acuden a The Bear Hotel, con billar e, increíble, tapas españolas, como se dice en la pizarra de la entrada
. La A-4 pasa por el mismo centro del pueblo y compone su calle principal, donde se asienta el mercado de los jueves. Junto a la puerta lateral del colegio hay una tienda (Crosby & Lawrence) donde se pueden encontrar artículos y ropa de los extravagantes deportes más ingleses, como el críquet y el croquet, y venden camisetas y sudaderas con el escudo y el nombre del famoso colegio.
A tiro de piedra por la A-4 está Hungerford, otro pueblo georgiano que se recorre enseguida, pero tiene la fama en el país de ser una localidad donde se pueden encontrar las mejores antigüedades del sur de Inglaterra en la media docena de sus tiendas de anticuario. Es un histórico pueblo de mercado y, si no se quiere ir de antigüedades o dormir aquí, poco más hay que hacer, salvo recorrer el canal del Kennet y el Avon, que une Bristol con Londres y que durante años fue la principal ruta de transporte de mercancías entre el famoso puerto y la City.

03 Bloques graníticos

Silbury, Avebury, Stonehenge...
Quienes disfrutan las piedras antiguas de verdad deben reservarse un día para recorrer Avebury Circle, Silbury Hill, Long Barrow y, un poco más allá, Stonehenge.
 Una vez más hay que tomar la A-4 desde Marlborough en dirección a Calne. Antes de llegar a Beckhampton está la tumba conocida como Long Barrow. Es un agradable y corto paseo desde la carretera. Si se tiene suerte, algún agricultor guasón habrá trazado uno de esos dibujos en los campos de cereal que los rodean (los crop circles) y que inspiraron el filme Señales. En el barrow (túmulo) no suele haber nadie. Impresiona tocar su piedra llevada allí 3.600 años antes de Cristo.
A la vista, pero al otro lado de la carretera, queda Silbury Hill, una enigmática colina de 40 metros de altura que nuestros antepasados más remotos construyeron con minúsculas piedras de creta blanca. ¿Para qué se edificó este promontorio hace miles años? Nadie lo sabe. Se dice que fue un lugar de culto, la puerta a otro mundo. La han perforado por todas partes pero no se ha resuelto gran cosa, salvo que se trata de una construcción humana al estilo de las pirámides de Egipto. Pat Honeybond, quien regenta un encantador bed and breakfast en Hungerford, dice que hasta que impidieron escalarla para preservarla del deterioro que estaba sufriendo era uno de sus lugares predilectos de juego, y desde su altura bajaba chorreando por sus verdes laderas.
Un poco más allá, en dirección a Bath, están los círculos de piedra de Avebury. Pariente pobre de Stonehenge, es gratuito y conserva intacto un encanto rural, con rebaños de ovejas pastando y visitantes sentados con su espalda en los henges (bloques graníticos); algunos, imaginando, otros, tomando un tentempié. Aquí, uno puede transitar la inmensa trinchera circular que rodea estas enigmáticas construcciones, recorrer con aire druídico el sendero ritual de las procesiones neolíticas y observar los tres círculos aquí levantados (las casas del pueblo lo interrumpen).
 No hay colas ni apenas turistas, salvo los fines de semana, ya que es un destino de los moteros británicos, cuya parada obligada es el pub The Red Lion (casi cada pueblo tiene un pub con este nombre) y los numerosos bed and breakfast de este pueblo. Junto a la gran trinchera se halla Tree Root Hill, un conjunto de magníficas hayas cuyas raíces forman un espectáculo natural donde se puede dejar un mensaje en las ramas.
 El descuido ha destrozado las espectaculares raíces.
A 28 kilómetros, tomando la 361 hacia Devizes, se llega a Stonehenge. Las colas de gente y las filas de autobuses (incluso, el precio de la entrada, 7,50 euros) no deben disuadir a nadie. Una vez dentro del recinto y armado con la audioguía, uno puede aislarse en la pradera mientras imagina cómo fueron llevadas hasta allí las piedras azules desde las montañas Preseli o el origen y la utilidad del círculo. Este es, sin duda, un lugar de poder. Párese y lo sentirá.
 Los alrededores, cuajados de enterramientos, invitan a imaginar qué llevó a levantar este sitio tan especial en las llanuras de Salisbury. Un detalle: los sándwiches que hacen y venden diariamente en sus tenderetes son muy sabrosos.