¿Crisis? No parece que sea el caso de la firma de joyería Tiffany, que vuelve a desafiar a los males de la gran recesión con un alza anual del 19% en el beneficio, hasta los 439 millones de dólares.
Las ventas de la cadena de joyerías lo hicieron un 18%, hasta los 3.600 millones.
Cifras que habrían sido mucho mejores de no ser porque sus clientes en Europa y Estados Unidos miraron más al bolsillo durante la Navidad.
La acciones de la cadena de joyerías suben cerca de un 6,5% en Wall Street. El cuarto trimestre, que en su caso acabó el 31 de enero, se esperaba débil por el impacto combinado del caos de la deuda soberana y el recorte de los bonos entre sus acaudalados clientes.
Y así fue, en parte.
El beneficio cayó un 1,6% a final del ejercicio, hasta los 178,4 millones, por un ajuste fiscal.
Las ventas subieron un 7,8%, hasta los 1.190 millones, tres veces menos que en la media para todo el año. Michael Kowalski, su presidente ejecutivo, dijo que estos resultados “exceden los objetivos” que se fijaron a comienzos de 2011. La debilidad de la recuperación no es el único factor de riesgo.
El margen de beneficio se redujo al 60,4% por el alza de los materias primas.
El valor bursátil de la sociedad neoyorquina se apreció un 18% desde el mínimo que marcó en enero, cuando dominaban los miedos por Grecia. Kowalski anticipa mejores ventas en 2012 gracias a la expansión de la compañía por Asia y otros países emergentes en América Latina.
Como dicen los analistas de Morningstar, la fiesta en los artículos de lujo parece que no cesa.
Las ventas de la cadena de joyerías lo hicieron un 18%, hasta los 3.600 millones.
Cifras que habrían sido mucho mejores de no ser porque sus clientes en Europa y Estados Unidos miraron más al bolsillo durante la Navidad.
La acciones de la cadena de joyerías suben cerca de un 6,5% en Wall Street. El cuarto trimestre, que en su caso acabó el 31 de enero, se esperaba débil por el impacto combinado del caos de la deuda soberana y el recorte de los bonos entre sus acaudalados clientes.
Y así fue, en parte.
El beneficio cayó un 1,6% a final del ejercicio, hasta los 178,4 millones, por un ajuste fiscal.
Las ventas subieron un 7,8%, hasta los 1.190 millones, tres veces menos que en la media para todo el año. Michael Kowalski, su presidente ejecutivo, dijo que estos resultados “exceden los objetivos” que se fijaron a comienzos de 2011. La debilidad de la recuperación no es el único factor de riesgo.
El margen de beneficio se redujo al 60,4% por el alza de los materias primas.
El valor bursátil de la sociedad neoyorquina se apreció un 18% desde el mínimo que marcó en enero, cuando dominaban los miedos por Grecia. Kowalski anticipa mejores ventas en 2012 gracias a la expansión de la compañía por Asia y otros países emergentes en América Latina.
Como dicen los analistas de Morningstar, la fiesta en los artículos de lujo parece que no cesa.