Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

17 feb 2012

Como esto es de todo un poco voy a dejar una receta.

pechugas_de_pollo_con_salsa_de_mandarinas.jpgLas pechugas de pollo, por lo general, si no las cocináis con algún tipo de guarnición o acompañamiento, suelen resultar bastante secas. Sin embargo, hoy quiero que las probéis de una manera muy original: con una deliciosa salsa de mandarinas.


Pechugas de pollo con salsa de mandarinas

Desde luego este es uno de los platos más sanos que probaréis jamás y que, además de estar riquísimo, tiene una gran cantidad de vitaminas y nutrientes.
Animaros a hacerla porque es una receta muy sencilla, en pocos minutos la tendréis lista, y si tenéis invitados en casa será un auténtico éxito de crítica y público. Así que si estáis listos y contáis con todos los ingredientes, lo mejor será que nos pongamos manos a la obra.

Necesitáis
  • 8 mandarinas
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 kg. de pechugas de pollo
  • Sal
  • Pimienta molida
  • Aceite de oliva
  • 1 chorrito de Pedro Ximénez
  • 1 cucharadita de azúcar

Delantal, gorro y…

  1. Pelad las mandarinas, intentando eliminar todos los restos de la piel blanca que quedan siempre y que en ocasiones parece misión imposible terminar de quitar.
  2. A continuación, meted en el vaso de la batidora 6 y dejad las dos restantes apartadas porque os servirán para decorar después el plato.
  3. Batidlas bien hasta que queden hechas zumo. En el caso de que hayan quedado trozos de la piel, colad el zumo y reservad.
  4. El siguiente paso será cortar la cebolla en juliana y los ajos en rodajitas muy pequeñas para hacer un sofrito a fuego medio en una sartén con un chorrito de aceite de oliva.
  5. Al mismo tiempo que lo preparáis, salpimentad las pechugas de pollo (es mejor que hayáis pedido que os hagan filetes en la pollería. Si las habéis comprado enteras os tocará filetearlas a vosotros. Tened cuidado con los dedos…)
  6. Poned el pollo en la sartén y doradlo por los dos lados. Ese es el momento en el que añadiréis el chorrito de Pedro Ximénez, el zumo de mandarina, el azúcar –solo si las mandarinas están muy ácidas-. Reducid el fuego y tapadlo. En tan solo 15 minutos tendréis unas pechugas perfectas en una deliciosa salsa de mandarinas.
  7. Para que el plato quede perfecto añadid unas patatas pequeñas hervidas o compradas en botes ya hechas por si no queréis perder más tiempo.
  8. Decorad el plato con los gajos de las mandarinas que habíais reservado.
Apenas tardaréis: 30 minutos

O Sole Mio

Una ‘madre coraje’ desvela una red de rapto de chicas para prostituirlas


En el centro, Susana y Micaela Trimarco, madre e hija de la desaparecida Ángeles Verón, en una marcha en Tucumán. / SEBASTIÁN DELGADO

Susana Trimarco era una funcionaria en Tucumán, casada y con dos hijos.
Su vida cambió hace casi 10 años cuando su hija María de los Ángeles Verón, de 23 años y con una niña de tres, fue secuestrada en plena calle. Trimarco se encontró con la inoperancia policial a la hora de buscar a Marita, como llamaba a su hija.
 Se puso a investigar, y descubrió el mundo de las redes de trata con fines de explotación sexual en Argentina.
 En su lucha, la madre llegó a disfrazarse de prostituta para averiguar en los burdeles
. Así supo que Marita tuvo otro bebé de uno de sus captores.
Acompañada por una monja del colegio de su hija, Trimarco organizó manifestaciones para exigir su reaparición. El asunto cobró alcance nacional y los medios descubrieron una nueva realidad: las esclavas sexuales en Argentina.
 El Congreso reaccionó sancionando una ley contra la trata en 2007. Hubo un momento en que amplió sus pesquisas a Europa.
 La embajada española apoyó la búsqueda de Trimarco cuando la mujer aportó informaciones que avalaban la tesis de que su hija estaba en España, a donde viajó en su busca en 2009.
Trimarco investigó 10 años y llegó a hacerse pasar por meretriz
Trimarco creó una fundación para rescatar a mujeres de este flagelo.
 Ya recuperó a cerca de dos centenares, pero aún no a su hija. No está sola: su marido murió, pero tiene a su nieta, la hija de Marita, de 13 años.
 Esta madre coraje ha atraído la atención de muchos de sus compatriotas porque es la primera en declarar en el juicio que se está celebrando en San Miguel de Tucumán contra 13 imputados, ocho varones y cinco mujeres, por el secuestro de su hija. “No sabe el sufrimiento que es saber que la violaron, la apuñalaron y la obligaron a tener un hijo”, dijo al tribunal.
Cree que debería haber “muchos más” acusados, incluidos un expresidente e integrante de la barra brava del club de fútbol local San Martín, Rubén Ale. Se trata del primer juicio contra las redes de trata en Argentina.
Una de las acusadas, Daniela Milhein, admitió ante el tribunal que Ale la inició en la prostitución a los 16 años. Relató aquellos comienzos: “Un día ahí es que no termina el día, porque se trabaja las 24 horas, así tengas el periodo o estés enferma”.
Más de 600 mujeres se encuentran desaparecidas en Argentina y se cree que una buena parte han sido captadas por redes para prostituirlas, según Fabiana Túñez, directora general de la asociación civil La Casa del Encuentro, que se dedica a la prevención de este delito.
 La mitad de ellas eran menores de edad cuando desaparecieron. Las redes captan a las mujeres mediante secuestros o engaños.
 A muchas las envían a España, México y Suiza, según fuentes policiales.
Las buscan según la demanda. Por ejemplo, jóvenes de clase media, y por eso el año pasado hubo tres intentos frustrados de secuestros en la Universidad de Buenos Aires.
Las víctimas ven
complicidades en la policía,
la política y la judicatura
Si la joven desaparece de un día para el otro, sin llevarse sus pertenencias, y manda un mensaje de texto a su familia de que está bien, que no la busquen y que ha encontrado trabajo en otra ciudad, entonces se sospecha que fue víctima de una red de trata
. La familia la llama al móvil: primero aparece el contestador, pero después deja de funcionar.
 “Cuando las secuestran, primero las tienen en ablande”. Se refiere Túñez a unos 10 o 15 días en los que amenazan de muerte a ellas y a su familia, las golpean, las drogan y las violan.
Las mujeres son vendidas a los prostíbulos locales o a una de las tres principales redes de trata del mundo, las de México, Europa del Este o China, por entre 12.000 y 26.000 euros.
 Después comienzan a ser prostituidas: cada pase, como se denomina al coito, puede costar entre 5 y 175 euros.
También son usadas para vender droga a sus clientes
. Las engañadas que se resisten a prostituirse son sometidas al ablande o son asesinadas, lo que resulta ejemplar para las demás.
 “Las chicas pueden entrar o salir del prostíbulo, pero no pueden dejar de ir porque tienen deudas con sus dueños”, cuenta Núñez.
 “No las dejan nunca solas y a veces la policía forma parte de la red”, advierte la experta.
 Una mujer se había fugado con otras cuatro con la ayuda de un cliente camionero, pero unos policías las devolvieron al encierro.
“Las familias de las víctimas hacen sus propias investigaciones y ven la complicidad de las fuerzas de seguridad, la justicia, la política y los clientes”, señala Túñez.
Cuando Trimarco buscaba a su hija y encontraba algún dato sobre un prostíbulo en el que podía estar su hija, la policía riojana lo allanaba siempre horas después de que Verón fuera trasladada a otro club nocturno, según testimonios de mujeres liberadas.
Las esclavas sexuales son alcoholizadas y drogadas para aguantar la tarea.
Así es que las que logran fugarse o son liberadas muchas veces deben luchar contra la drogadicción y en general tardan cinco años en recuperarse y rehacer sus vidas.
 El Ministerio de Justicia argentino afirma que en 2011 unas 1.597 mujeres fueron liberadas tanto de las redes de trata como del proxenetismo (son los casos en que deben tributar a un chulo, pero se supone que son libres), frente a las 569 de 2010. Un 90% de las prostitutas de Argentina son víctimas de uno u otro delito, según Túñez.
La ley de trata no ha acabado con los prostíbulos ni con las redes de tráfico de mujeres.
“Caen los encargados, pero no los dueños, que suelen tener varios, porque, si no, no les cierran los números”, cuenta Túñez.

La talla XXL conquista portadas

La modelo Tara Lynn, de nuevo en la portada de 'Elle'.
Con su cara de ángel y sus generosas curvas, la voluptuosa supermodelo estadounidense Tara Lynn, se ha impuesto como representante de las mujeres de talla grande, orgullosas de sus michelines.
Como ya hizo en 2010, en un especial dedicado a las chicas de talla XXL, la revista Elle de Francia vuelve a elegir a la supermodelo de 29 años para la portada de su último número.
De esta manera, el magacín reivindica la sensualidad de un cuerpo tan alejado de los cánones de belleza de delgadez dictados por el mundo de la moda.
Junto al titular simple y directo de Tara Lynn: The body (El cuerpo), la portada muestra a una Lynn mucho menos recatada a la de hace dos años, que entonces lucía un traje pantalón blanco.
Vestida con una camiseta de encaje negro cubierta de cintura para abajo tan solo de un boxer que deja las piernas totalmente al descubierto, la modelo posa ahora con una mano en la cintura y la otra en la cadera.
 “No me peso nunca, no me interesa nada”, asegura sin rodeos la modelo de talla 48, aunque reconoce tener cuidado con lo que come.
Originaria de Seattle, recientemente admitía que de pequeña no fue fácil tener un físico que se salía de los estereotipos, sin embargo ahora anima a las mujeres con sobrepeso a disfrutar también de la moda. “Hay que ponerse lo que te apetece
. Las chicas con formas a menudo tienen la impresión de tener que disculparse por lo que se ponen”, comenta a la revista.
 “No se atreven por ejemplo con los vaqueros apretados.
 Pero hay que admitirlo: ¡un vaquero apretado solo tiene sentido cuando se tiene trasero!”, añade.
Pese a haber entrado tarde en el mundo de la moda —empezó a trabajar como modelo a los 25 años— , Lynn ha colaborado ya con grandes diseñadores como Jean-Paul Gaultier, protagonizado una campaña de la marca H&M y posado en las portadas de otras grandes publicaciones como V Magazine y Glamour Magazine.
 El verano pasado sin ir más lejos compartía protagonismo con Robyn Lawley y Candice Huffine en la primera página de Vogue Italia, en otro número dedicado a las tallas extragrandes.
Y es que las mujeres con kilos de más están saliendo del ostracismo.
 La edición británica de Vogue homenajeará en marzo a la gran vencedora de los premios Grammy del domingo pasado, la cantante Adele.
 Una suerte de respuesta al modisto Karl Lagerfeld, que no hace mucho tuvo que disculparse ante la artista por decir que le gustaba aunque estaba “un poco gorda”.