Las pechugas de pollo, por lo general, si no las cocináis con algún tipo de guarnición o acompañamiento, suelen resultar bastante secas. Sin embargo, hoy quiero que las probéis de una manera muy original: con una deliciosa salsa de mandarinas.
Pechugas de pollo con salsa de mandarinas
Desde luego este es uno de los platos más sanos que probaréis jamás y que, además de estar riquísimo, tiene una gran cantidad de vitaminas y nutrientes.Animaros a hacerla porque es una receta muy sencilla, en pocos minutos la tendréis lista, y si tenéis invitados en casa será un auténtico éxito de crítica y público. Así que si estáis listos y contáis con todos los ingredientes, lo mejor será que nos pongamos manos a la obra.
Necesitáis
- 8 mandarinas
- 1/2 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1/2 kg. de pechugas de pollo
- Sal
- Pimienta molida
- Aceite de oliva
- 1 chorrito de Pedro Ximénez
- 1 cucharadita de azúcar
Delantal, gorro y…
- Pelad las mandarinas, intentando eliminar todos los restos de la piel blanca que quedan siempre y que en ocasiones parece misión imposible terminar de quitar.
- A continuación, meted en el vaso de la batidora 6 y dejad las dos restantes apartadas porque os servirán para decorar después el plato.
- Batidlas bien hasta que queden hechas zumo. En el caso de que hayan quedado trozos de la piel, colad el zumo y reservad.
- El siguiente paso será cortar la cebolla en juliana y los ajos en rodajitas muy pequeñas para hacer un sofrito a fuego medio en una sartén con un chorrito de aceite de oliva.
- Al mismo tiempo que lo preparáis, salpimentad las pechugas de pollo (es mejor que hayáis pedido que os hagan filetes en la pollería. Si las habéis comprado enteras os tocará filetearlas a vosotros. Tened cuidado con los dedos…)
- Poned el pollo en la sartén y doradlo por los dos lados. Ese es el momento en el que añadiréis el chorrito de Pedro Ximénez, el zumo de mandarina, el azúcar –solo si las mandarinas están muy ácidas-. Reducid el fuego y tapadlo. En tan solo 15 minutos tendréis unas pechugas perfectas en una deliciosa salsa de mandarinas.
- Para que el plato quede perfecto añadid unas patatas pequeñas hervidas o compradas en botes ya hechas por si no queréis perder más tiempo.
- Decorad el plato con los gajos de las mandarinas que habíais reservado.
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