Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 dic 2011

Gastos de Peluquería Boris Izaguirre

En sus rotundas, y también revisadas, declaraciones del lunes pasado, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, anunció que las cuentas de dicha institución se harán publicas a través de la pagina web en algún momento antes de fin de año.
Spottorno matizó que explicarán las partidas más importantes del presupuesto de 8,43 millones de euros. "No entraremos", dijo, "en detalles, como otras casas reales en las que cuentan hasta los gastos de peluquería". Pero ¿por qué no? Probablemente desconoce Spottorno la importancia de la peluquería en cualquier casa, real o no. La peluquería es un anciano oficio que debe aunar capricho y disciplina.
Casi tanto como una casa real que suma representación, pero también gastos para que esa imagen pueda justificarse y mantenerse frente al viento de la historia. ¡Sería impensable ver reyes y reinas despeinados! Por eso la peluquería y la monarquía han mantenido una estrecha relación desde tiempos inmemoriales.


El jefe de la casa del Rey ha dicho: "No entraremos en detalles, como otras casas reales que cuentan hasta los gastos de peluquería". ¿Por qué no?
La historia de Occidente está plagada de testas reales que han necesitado fuertes inversiones en peluquería para sobrevivir, sustentar el peso de coronas y tiaras o aparecer ante sus súbditos con esa difícil mezcla de responsabilidad y vanidad que representan.
Cleopatra es más reconocida hoy en día como esteticista que como reina.
Las esposas de los emperadores romanos realizaban verdaderas creaciones con sus arreglos capilares
. María Antonieta convirtió su cabeza en símbolo absoluto de su tiempo, tanto con los peinados como para el definitivo corte final bajo la guillotina. Y en cualquiera de los casos, su peluquería jugó un extrafuerte valor icónico.
Es cierto que la corona española estaba más cerca del look religioso que de la laca y no fue hasta la aparición de doña Sofía que aquello cambió.
Fue una renovadora estable.
Y así su peinado, ante lo que está sucediendo, es una de las pocas cosas completamente perdurables, inamovibles de nuestra monarquía.
Cambie quien cambie en la representación de la familia real en el Museo de Cera, el peinado de la Reina será siempre el mismo. Y esa estabilidad es un valor en sí mismo.
Según declaraciones de Francisco, peluquero oficial de Su Majestad en Mallorca desde 1980, ha sido el brushing, una técnica de secado y moldeado muy popular en aquella década, lo que ha conseguido que la real cabeza tenga ese silencioso volumen a prueba de todo
. Haciendo cuentas, el peinado de la Reina ha resistido el susto del golpe de Estado de 1981, los cambios de Gobierno, las novias del príncipe, los ceses de convivencia y los viajes, incluso un ascenso al Machu Picchu. Con todo este trabajo acumulado, Spottorno no debería referirse a la peluquería, y en este caso la peluquería real, como algo menor. Más aún en una casa real que cuenta también con una princesa, Letizia, también renovadora, que igualmente ha hecho de sus peinados un símbolo monárquico.
Letizia, que tiene menos de diez años como princesa, al contrario de la Reina, no ha parado de ofrecernos estilos. Una clara diferencia generacional. La Reina pertenece a un tiempo donde el estilismo no era tan versátil.
Se asumía que las damas reales no eran ejemplos de buen vestir, sino seguidoras de un protocolo. La princesa Letizia es hija de un tiempo convulso, que ha visto desfilar desde el bello monte de Venus de la Cantudo y el pelo frito de las actrices de la movida hasta los looks de influencia periférica de las Spice Girls. La Reina asume su brushing como profesional, que pase lo que pase siempre estará allí, incómodo o no, pero mudo.
Mientras que Letizia, ensayando, parece enviar señales y camuflar sus ideas con sus peinados.
Pese a tenerlas delante, Spottorno no ha sabido ver la trascendencia del peinado para la casa real que defiende. Seguramente porque es hombre, que nuestra vida capilar es siempre corta y tememos a los peluqueros porque siempre conocen más a nuestras mujeres. Pero de haber transparencia en la Casa del Rey, no podemos permitir no aprender de nuestros errores. ¿Cuántas veces se aprovechan indebidamente esos gastos que creemos menores? ¿Por qué usar la tijera ahí?
El propio caso Gürtel se confeccionó por un uso indebido de una veintena de trajes. Su juicio es ahora un espectáculo audiovisual en el que vemos a imputados y testigos escuchar solemnemente sus propias palabras, poco solemnes, en las grabaciones empleadas como pruebas en el juzgado.
Mientras las escuchan, El Bigotes y el expresidente Camps, ambos con el mismo gesto de hastío, parecen querer decir que, pese a la contundencia de pruebas, su inocencia está garantizada. Porque todo lo que ha dado pie a la acusación proviene de unos gastos de vestuario, de regalos, cosas superfluas que siempre terminan por camuflar a la perfección lo grave.
En el mismo informativo reemiten imágenes de El Bigotes y Correa entrando a la boda de la hija de Aznar hace casi diez años, cuando éramos ricos y todo eran gastos de peluquería.
Vuelven esas imágenes porque hoy la exfamilia presidencial casa a otro hijo.
Sí, han cambiado los tiempos, y sí, se ha recortado la lista de invitados, Berlusconi ya no asistirá como primer ministro, quizá como cantante. Pero el pelo seguirá exigiendo su protagonismo, y la malversación, dejándose llevar por esas partidas similares a los "gastos de peluquería".

Miguel de Molina - La bien pagá

Una Mariposa y yo

Es mi historia y la de la mariposa
con qué me encontré,
mi amiga, mi compañera en un viaje
que iniciamos por separado
y que todavía no ha terminado,
porque estamos condenados
en él a buscar y, por ello, no sabemos
si alguna vez tendrá como fin
el poder observarnos, sentados,
con miradas acariciadoras
aguardando ver las estrellas
partir con la primera luz del alba.

Llévame que no quiero estar solo

tumbado junto a este dolor.

Llévame que quiero tener mis ojos

abiertos al placer de tus alboradas,
mejor que mantenerlos cerrados
soñando a ser insensible,

Llévame al fin de tus ojos,

lirios azules de invierno,
y al comienzo de tus labios,
amapolas rojas de estío,
para poder morir de tarde
cuando asoma la luna,
y el sol dora tu piel
como la de las manzanas maduras.

!!Qué te pasó Urdagarín?

"El patrocinio debe considerarse como una actividad estratégica de la empresa, cuya longevidad debe ser la suficiente como para poder consolidarse sus efectos positivos". Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres, a través del Instituto Nóos y su Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, publicitaron así la idea motora de su factoría de captación de mecenazgos fijos, con el fin de lograr una cartera de clientela asociada permanente.
El instituto logró en siete años más de cien aportaciones privadas
En uno de sus foros se invitó a las compañías a participar en una operación de patrocinio colectivo solidario "aportando 25.000 euros anuales" cada una, renovable año a año, que les convertía en "propietarias" de uno de los "valores" difundidos y les daba derecho a recibir "formación en la empresa". Nóos fichó marcas multinacionales y regionales, a veces de la mano de las autoridades que les contrataban.
Una firma de Mallorca pagó 110.000 euros a Torres por unas "jornadas estratégicas" con sus directivos.
Los investigadores concluyen estos días la recogida de datos de la Operación Babel en el caso Palma Arena, que alude a los negocios de Nóos con las Administraciones de Baleares y Valencia.
Se han practicado decenas de interrogatorios de testigos en Barcelona, Valencia y Palma. Hacienda aportará otro informe al juez José Castro que rastreará los movimientos de más cuentas corrientes de la trama. Después se levantará el secreto y serán imputados el expresidente Jaume Matas y el duque de Palma.
La fuga de cerca de 500.000 euros en fondos de Torres y Urdangarin a una empresa pantalla en Londres está acreditada en la causa. Su entidad altruista Fundación Deporte, Cultura e Integración Social fue la compradora de la firma de ocultación fiscal De Goes for Stakeholder.
Nóos y sus terminales lograron en siete años más de cien aportaciones privadas. Obtuvieron nueve millones, más otros siete de pagos públicos. Ninguna de las empresas que contrató al holding Urdangarin-Nóos presentó denuncia judicial.
Un empresario de Valencia que abonó más de medio millón declaró: "He hecho un negocio horroroso", pero reconoció que le ofrecieron patrocinio para el nombre de un estadio.
En los documentos de Nóos hay un argumento recurrente: continuidad de eventos, renovar contratos, fijar un nexo a través de "observatorios permanentes" y "oficinas del proyecto".
Por operaciones no ejecutadas con esos conceptos se cuestionan pagos por más de 700.000 euros en los Foros de Baleares de 2005 y 2006.
El Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo se definió como un think tank, un grupo de pensadores, "expertos internacionales en estrategias de patrocinio y rentabilización del hecho deportivo y organización de grandes eventos".
En el foro Summit de Valencia, entre 2004 y 2006 -también bajo la lupa judicial-, Urdangarin defendió los patrocinios continuados por el "retorno en ventas o ingresos".
El duque razonó que "las empresas estarían dispuestas a seguir realizándolos [los patrocinios] en tanto que éstos les reportaran un beneficio" por "reputación, imagen o ingresos".