Es mi historia y la de la mariposa
con qué me encontré,
mi amiga, mi compañera en un viaje
que iniciamos por separado
y que todavía no ha terminado,
porque estamos condenados
en él a buscar y, por ello, no sabemos
si alguna vez tendrá como fin
el poder observarnos, sentados,
con miradas acariciadoras
aguardando ver las estrellas
partir con la primera luz del alba.
Llévame que no quiero estar solo
tumbado junto a este dolor.
Llévame que quiero tener mis ojos
abiertos al placer de tus alboradas,
mejor que mantenerlos cerrados
soñando a ser insensible,
Llévame al fin de tus ojos,
lirios azules de invierno,
y al comienzo de tus labios,
amapolas rojas de estío,
para poder morir de tarde
cuando asoma la luna,
y el sol dora tu piel
como la de las manzanas maduras.
con qué me encontré,
mi amiga, mi compañera en un viaje
que iniciamos por separado
y que todavía no ha terminado,
porque estamos condenados
en él a buscar y, por ello, no sabemos
si alguna vez tendrá como fin
el poder observarnos, sentados,
con miradas acariciadoras
aguardando ver las estrellas
partir con la primera luz del alba.
Llévame que no quiero estar solo
tumbado junto a este dolor.
Llévame que quiero tener mis ojos
abiertos al placer de tus alboradas,
mejor que mantenerlos cerrados
soñando a ser insensible,
Llévame al fin de tus ojos,
lirios azules de invierno,
y al comienzo de tus labios,
amapolas rojas de estío,
para poder morir de tarde
cuando asoma la luna,
y el sol dora tu piel
como la de las manzanas maduras.
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