Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 nov 2011

Un Método Peligroso

 

 
“Un método peligroso” cuenta una historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley).
A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. Esta exploración de la sensualidad, de la ambición y del engaño llega a su momento cumbre cuando Jung, Freud y Sabina se reúnen antes de separarse definitivamente y acabar cambiando la dirección del pensamiento moderno
Una poderosa historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. (FILMAFFINITY)

"Lúcida, precisa y emocionalmente contenida, la película de Cronenberg sobre poner a prueba los límites en los primeros tiempos del psicoanálisis, es plasmada con intensidad por unas impresionantes interpretaciones principales" (Justin Chang: Variety)   

DIRECTOR David Cronenberg
GUIÓN David Cronenberg (Novela: Christopher Hampton)  
Una pélicula inteligente donde sus tres protagonistas abordan los comienzos y dificultades del Psicoánálisis. Freud, genial Vigo Motterson en sus diálogos como Jung con sus contradicciones intelectuales y materiales.
La Actriz Viana, un poco sobreactuada pero es el vértice del Trio, en sus avances sobre lo que les preocupa. Repito Intelegente película donde la atención está no solo en la interpretación sino en los diálogos.
Altamente recomendable.

26 nov 2011

"La isla de las palabras desordenadas", el periodismo de Tomás Eloy Juan Cruz, del Pais.com.

Anoche estuve en la puesta en marcha de una nueva editorial, Inaza Editores, que lleva el nombre de un río de Soria. La ha fundado Javier Gil, y se estrena con una novela, la primera, de la escritora canaria Yolanda Delgado Batista, La isla de las palabras desordenadas. Yolanda, que es guionista de cine, periodista, escritora y gran lectora (desde que tenía tres años), ha narrado, con un humor que le puso fronteras al rencor o al odio con el que acaban las relaciones humanas tantas veces, una historia que atraviesa la experiencia de una mujer cuya salvación está en la infancia, en los recuerdos, en la memoria que vivifica lo más fresco de su vida, frente a una realidad que entorpece lo mejor de sus sentimientos. La historia misma tiene esos enlaces terribles con el dramatismo de la soledad, pero Yolanda, cuya cultura literaria anima su escritura hasta hacerla profunda pero liviana a la vez, ha conseguido introducir en esa frontera de la que hablamos la ironía, e incluso el sarcasmo, en todo caso materiales que alivian la tentación de la venganza que hay en toda historia (truncada) de amor o de complacencia.
Me alegró estar allí, en la Casa de Canarias, en esta inauguración editorial y novelística; Javier Gil desplegó un amplio panorama de ideas sobre lo que va a hacer (rescates de la generación del 27, de la otra generación del 27, poesía centroeuropea y literatura erótica), y Yolanda Delgado contó que ya está con otra novela.
En tiempos de crisis (y también de crisis editorial, que no de escrituras) estas son buenas noticias. Ahí estuvimos, y por eso no he podido estar en esas discusiones sobre periodismo y literatura que hoy mismo continúan en la Casa de América en torno a la figura inolvidable (y central en el periodismo literario) de Tomás Eloy Martínez; acá están, hablando de él, su hijo Ezequiel Martínez, Leila Guerriero y Martín Caparrós, entre otros.
Animo a los que estén en Madrid a ir esta tarde a escucharlos. Lamento muchísimo no estar; Tomás Eloy es un maestro, volver a sus libros es volver a aprender, es empezar aprender, es eliminar la pereza que produce siempre creer que ya se sabe hacer periodismo.

de los Funcionarios y otras menudas cosas.

Botín sería un funcionario? porque él vive de las pagas y nóminas de Bomberos, médicos, auxiliares administrativos, profesores de Primaria y Secundaria, de Universidad, de el ejército, de los barrenderos y los que limpian de rastrojos los montes y guardias Forestales ( Me pasó que cuando opositaba en Barcelona a mi puesto, llegué al lugar de la convocatoria, vi un gran grupo de gente que iban a un aula, eran hombres y fornidos, y me extrañó porqque tantos hombres cuadrados no recordaba en la presentación, y le pregunté a uno, era para Guardias Forestales, me reí yo sola un buen rato, porque no tengo la envergaadura para arrancar o poner árboles),Guardias Civiles, etc, etc. Somos funcionarios y somos la plataforma del subsuelo de una sociedad bien estructurada, si nos tocan mucho las narices podemos rebelarnos y el edificio social se tambalea, Más horas, menos Sueldo, menos pagas, y todo para eso que los chicos llaman "Un Bisnazo" seño, un Bisnazo, pues eso vamos a ser el bisnazo de la sociedad y nos envidiarán más los que se ponen contentos con el mal ajeno, tantos cafés para aguantar el ritmo hace que todos tengamos la tensión alta. Pues ya saben, un bisnazo amigos ser funcionarios.

¿La culpa es del Chachá?

Napoleón fue quien inventó la figura del funcionario, para que cuando había relevos en los cargos se mantuviera encendida la luz del Estado. Llegan mandatarios nuevos, pero el funcionario es la maquinaria que hace que no se detenga la administración. Ese es el origen de los funcionarios y la razón de su continuidad, y algo debe tener el sistema cuando todos los países, sea cual sea su régimen político, democracia o tiranía, tienen funcionarios, porque los cambios se producen por arriba aún en regímenes perpetuos, y sería un desastre si cada vez se mueve todo y hay que empezar de nuevo. Luego, por extensión, llaman funcionarios a todas las personas que desempeñan un trabajo dependiente de una institución pública, porque hace un servicio indispensable, sea sanitario, educativo, judicial, de seguridad o de protección civil. Hasta los militares son funcionarios. Y, siguiendo la línea pensada por Napoleón, son los funcionarios los que mantienen siempre vivos los servicios básicos del Estado, porque aunque haya un gobierno en funciones o relevo en los ayuntamiento, los hospitales siguen abiertos, los niños reciben clases y la policía patrulla las calles. Y eso tiene que hacerlo alguien.
zzznnegrinnn.JPGPero. ¡ay! Como el salario del funcionariado sale de los impuestos que pagamos todos, resulta que la crisis parece provocada por policías, profesores, jueces, empleados de limpieza, bomberos, médicos, auxiliares de clínica, fiscales de la Audiencia y demás especies que cobran del erario público. Por lo visto, son una plaga de sabuesos insensibles, corruptos, voraces, gandules, avariciosos y todo lo negativo que se les ocurra. La inmensa mayoría cobra astronómicos salarios mileuristas (otros menos), y se les exige alta cualificación. La primera medida que se le ocurre a los gobernantes es reducir los salarios, quitar pagas extras, suprimir plazas de interinos y cargar de más trabajo a esos privilegiados que están devorando el Estado. La única medida que aplican es sablear al funcionario y cargarlo como una mula. Así están hoy los colegios, los hopitales, los cuerpos de seguridad y todo el funcionariado. Eso es lo que han hecho Cataluñas, Madrid, Euskadi, Castilla-La Mancha... Y la cosa sigue en cadena.

Ya sabemos de dónde proviene esta crisis y quien se ha hecho de oro en tiempos del pelotazo, pero nos han hecho creer dos cosas: que todos vivíamos todos por encima de nuestras posibilidades (nunca nos lo dijeron) y que el remedio es patear a los funcionarios. Pues imagínense una sociedad sin hospitales, sin policías, sin colegios, sin bomberos... Si no hubiera servicios básicos sería el caos, la selva, la prehistoria. Por cierto: en Alemania, Estados Unidos, El Reino Unido y Francia, países tan ejemplares ellos, también hay funcionarios. Por algo será.