El músico y poeta canadiense pronuncia un bello discurso improvisado y sin papeles.- El príncipe Felipe abre su discurso con un homenaje a las víctimas de ETA en la 31ª entrega de los galardones en el teatro Campoamor de Oviedo
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Oviedo - 21/10/2011
"La poesía viene de un lugar que nadie controla, nadie conquista". La profunda voz del músico y poeta canadiense Leonard Cohen, premio Príncipe de las Letras, ha resonado en el teatro Campoamor a partir de las siete menos diez de la tarde. Ha sido el primer momento mágico de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. "Haciendo el equipaje para venir cogí mi guitarra de la marca Conde, hecha en España, muy ligera. Me la puse en la cara y olía a la fragancia de la madera viva", ha añadido en un discurso de diez minutos, improvisado, sin papeles y en el que ha descubierto cómo se enamoró de la cultura española.
Los Príncipes ya están en Oviedo
Leonard Cohen, Príncipe de Asturias de las Letras
Un 'extraterrestre' en el museo
Riccardo Muti seduce con Cherubini (y con 'Asturias, patria querida')
Discurso del Príncipe de Asturias
DOCUMENTO (PDF - 205,99Kb) - 21-10-2011
Felipe de Borbón. Príncipe de Asturias
A FONDO
Nacimiento: 30-01-1968Lugar:Madrid Letizia Ortiz Rocasolano. Princesa de Asturias
A FONDO
Nacimiento: 15-09-1972Lugar:OviedoFPA
(Fundación Príncipe de Asturias)
En un acto presidido por los Príncipes y con la presencia de la reina Sofía, los presentes han aplaudido largamente el discurso de Cohen, que ha agradecido su premio "a este pueblo" que le dado "tanto".
Sin papeles, hablando al auditorio ha agregado: "Me pasé la noche en blanco pensando en qué diría, tras comerme todo el chocolate y los cacahuetes del minibar, pensé en unas palabras, pero dudo de que haga falta referirse a ellas. He venido para expresar otra dimensión de gratitud". Durante diez minutos, Cohen ha pronunciado un bello discurso, seguido con mucha atención por el Príncipe.
El poeta ha explicado cómo descubrió y se enamoró de la cultura española: "Un día estaba de visita en casa de mi madre.
Había un parque con una pista de tenis. Había un joven tocando una guitarra flamenca. Me encantó, había algo que me cautivaba, quería tocar así". "Cogió la guitarra, la afinó, me y dijo: 'Tócala'.
Me explicó dónde tenía que poner los dedos y me dijo otra vez: 'Ahora toca'. Fue un desastre". Cada día Cohen repitió y mejoró su aprendizaje, pero tras varios días el joven "ya no vino. Busqué su número para llamarle y descubrí que se había suicidado. No sabía nada de él, de qué parte de España venía, ni porqué se había quitado la vida. Nunca he contado esto antes pero esos seis acordes han sido la base de toda mi música".
La emoción por las palabras de Cohen ha tenido un segundo acto, las del Príncipe: "Quienes han martirizado durante tantos años a la sociedad española con su violencia terrorista asumen su derrota".
Así ha comenzado su discurso. "Es una gran victoria del Estado de derecho"; del "sacrificio abnegado, eficaz, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", ha añadido el Príncipe, quien "en esta hora en la que la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie", ha querido "volver la mirada, con inmenso cariño y respecto hacia las víctimas, hacia su dolor y rendir el homenaje más emocionado a su memoria, a su dignidad". Los asistentes a la ceremonia se han puesto en pie y han aplaudido varios minutos estas palabras. A continuación, el Príncipe ha glosado la trayectoria de los premiados.
El mexicano Arturo Álvarez-Buylla, premiado por la Investigación Científica y Técnica, tomó la palabra para recordar "su añorada Asturias", donde se crió este hijo de españoles. "El conocimiento es como una gran esfera en expansión en la que vivimos. Muchos jóvenes piensan que todo ha sido descubierto. Yo creo que lo mejor está por venir, claro, si no acabamos antes con el planeta", ha dicho.
Esta 31ª edición, que ha durado algo más de hora y media, han recibido su galardón: Riccardo Muti, Príncipe de las Artes, ; Leonard Cohen; Bill Drayton (Premio de la Cooperación Internacional); Howard Gardner (Ciencias Sociales); la sociedad científica The Royal Society (Comunicación y Humanidades); los neurobiólogos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti (Investigación Científica y Técnica), Haile Gebrselassie (Deportes) y los llamados héroes de Fukushima (Concordia).
Escultura de Miró
Cada galardón consta de un diploma, una escultura de ocho kilos diseñada por Joan Miró, una insignia con el escudo de la fundación y una dotación en metálico de 50.000 euros.
Pasadas las 20.00, los galardonados abandonaron el teatro y se dirigieron al hotel de la Reconquista de Oviedo.
Con ellos en el recorrido, los integrantes de veinte bandas de gaitas y diez grupos folclóricos del Principado de Asturias.
21 oct 2011
No quiero más miradas asesinas.
En el día que esperábamos hace tantos años cabe, por supuesto, la alegría.
La que siento por todos los que se liberan de la sombra. La de quienes celebran en silencio que nadie vuelva a pasar por lo que sufrieron. La que se percibe, serena, en la calle a la que se asoma mi ventana, aunque no se desborde. Porque todos sabemos que el primer peldaño de una paz verdadera parece firme esta vez.
Por eso mi ilusión es auténtica, y no tendrá peros porque se compagina con memoria. Yo me alegro del final de ETA pero quiero celebrar también otros finales.
No quiero más miradas asesinas.
Quiero que se derogue ese trágico decreto que llevaba a tantas vascas y vascos a deshumanizar al otro, a quitarle su dimensión de ser humano, a no reconocerle ni respetarle.
Ese era el veneno que permitía respaldar al crimen y la amenaza, a horribles vulneraciones de los derechos humanos más elementales, a expresiones extremas de crueldad, con un simple encogerse de hombros.
Porque además del final de ETA necesitamos acabar con esa forma de ser y hacer que hace aún tan compleja la convivencia en no pocos lugares.
Ese va a ser el primer indicador de la velocidad que se imprime al verdadero cambio de fondo que va a hacer muy diferente esta sociedad. Y la vacuna que impedirá a nadie más abrazar la violencia como herramienta de poder o aprovecharla como negocio político.
También tengo claro que lo que está ocurriendo es el fruto de corregir un error reincidente y obstinado que ha costado casi 900 vidas, mucho dolor, miles de millones de pesetas y mucho más grave, una alteración del cuerpo de valores de una sociedad que lo tiene todo para crecer en riqueza y bienestar. Por eso, sé que pronto vamos a disfrutar de una identidad brillante y reconocible en el mundo globalizado. El único mérito que cabe reconocer a quienes han impulsado, desde dentro, este cambio, es el haber escuchado cuarenta años después el clamor del pueblo vasco.
Está bien.
Pero ahora les toca recuperar el tiempo perdido y ser plenamente conscientes de que no pueden dar ninguna lección a nadie. Y reconocer el esfuerzo y la templanza de los demás, de los otros, que decidimos no abonar jamás el camino de la venganza.
He sufrido mucho, es verdad. He vivido la doble victimización de saber que querían asesinarme y compatibilizar esa condena con el título, mendaz y calumnioso de colaborar con quienes querían matarme. También me han castigado con otra condena, esta “judicial”, injusta y arbitraria que se me impuso solo por cumplir la ley y no ceder ante la arbitrariedad y la injusticia. Me alegro, después de haber pasado por estas experiencias, que no deseo a nadie, de tener las manos limpias, la conciencia tranquila y el corazón sereno, porque jamás me ha dominado la ira ni el odio. No han conseguido arrancarme la sonrisa, ni el humor, ni el amor de los míos, ni el reconocimiento y cariño de muchos otros que nunca podré agradecer lo suficiente. Entre estos quisiera destacar la profesionalidad y entrega “de los de rojo” y me refiero a esa magnífica realidad que es la Ertzaintza.
Espero con esta presencia de ánimo disfrutar de las muchas novedades que nos quedan por vivir. La principal, un país de miradas limpias, de diversidad armónica y democracia fortalecida.
Un lugar en el que la crónica que tenemos que escribir, en la que debe haber lugar para todos los sufrimientos y todos los errores, nos impida reincidir en la barbarie y ofrecer reparación y justicia a todas y todos los que la necesitan y la merecen.
Juan María Atutxa fue consejero de Interior del Gobierno vasco y presidente del Parlamento autónomo.
La que siento por todos los que se liberan de la sombra. La de quienes celebran en silencio que nadie vuelva a pasar por lo que sufrieron. La que se percibe, serena, en la calle a la que se asoma mi ventana, aunque no se desborde. Porque todos sabemos que el primer peldaño de una paz verdadera parece firme esta vez.
Por eso mi ilusión es auténtica, y no tendrá peros porque se compagina con memoria. Yo me alegro del final de ETA pero quiero celebrar también otros finales.
No quiero más miradas asesinas.
Quiero que se derogue ese trágico decreto que llevaba a tantas vascas y vascos a deshumanizar al otro, a quitarle su dimensión de ser humano, a no reconocerle ni respetarle.
Ese era el veneno que permitía respaldar al crimen y la amenaza, a horribles vulneraciones de los derechos humanos más elementales, a expresiones extremas de crueldad, con un simple encogerse de hombros.
Porque además del final de ETA necesitamos acabar con esa forma de ser y hacer que hace aún tan compleja la convivencia en no pocos lugares.
Ese va a ser el primer indicador de la velocidad que se imprime al verdadero cambio de fondo que va a hacer muy diferente esta sociedad. Y la vacuna que impedirá a nadie más abrazar la violencia como herramienta de poder o aprovecharla como negocio político.
También tengo claro que lo que está ocurriendo es el fruto de corregir un error reincidente y obstinado que ha costado casi 900 vidas, mucho dolor, miles de millones de pesetas y mucho más grave, una alteración del cuerpo de valores de una sociedad que lo tiene todo para crecer en riqueza y bienestar. Por eso, sé que pronto vamos a disfrutar de una identidad brillante y reconocible en el mundo globalizado. El único mérito que cabe reconocer a quienes han impulsado, desde dentro, este cambio, es el haber escuchado cuarenta años después el clamor del pueblo vasco.
Está bien.
Pero ahora les toca recuperar el tiempo perdido y ser plenamente conscientes de que no pueden dar ninguna lección a nadie. Y reconocer el esfuerzo y la templanza de los demás, de los otros, que decidimos no abonar jamás el camino de la venganza.
He sufrido mucho, es verdad. He vivido la doble victimización de saber que querían asesinarme y compatibilizar esa condena con el título, mendaz y calumnioso de colaborar con quienes querían matarme. También me han castigado con otra condena, esta “judicial”, injusta y arbitraria que se me impuso solo por cumplir la ley y no ceder ante la arbitrariedad y la injusticia. Me alegro, después de haber pasado por estas experiencias, que no deseo a nadie, de tener las manos limpias, la conciencia tranquila y el corazón sereno, porque jamás me ha dominado la ira ni el odio. No han conseguido arrancarme la sonrisa, ni el humor, ni el amor de los míos, ni el reconocimiento y cariño de muchos otros que nunca podré agradecer lo suficiente. Entre estos quisiera destacar la profesionalidad y entrega “de los de rojo” y me refiero a esa magnífica realidad que es la Ertzaintza.
Espero con esta presencia de ánimo disfrutar de las muchas novedades que nos quedan por vivir. La principal, un país de miradas limpias, de diversidad armónica y democracia fortalecida.
Un lugar en el que la crónica que tenemos que escribir, en la que debe haber lugar para todos los sufrimientos y todos los errores, nos impida reincidir en la barbarie y ofrecer reparación y justicia a todas y todos los que la necesitan y la merecen.
Juan María Atutxa fue consejero de Interior del Gobierno vasco y presidente del Parlamento autónomo.
20 oct 2011
¿Por qué les chirría tanto la palabra "negociar"?
Parece que la sociedad vasca en su mayoría, incluyendo a la izquierda abertzale, quiere acabar con la sinrazón de ETA. Cierto es que a estas alturas esto sucede porque la banda ha perdido la batalla de la fuerza y ya casi no le quedan salidas. Es una manera como otra de acabar con el sacrificio inútil de vidas humanas y el imperio del miedo. Yo entiendo que las víctimas vivas y los familiares de los muertos llevarán de por vida el dolor, que nadie les puede quitar porque el que lo sufre es como el que está en una balsa girando en un remolino del río, y los otros están en la orilla y solo pueden esperar a que la balsa alcance la orilla, con mantas y leche caliente. Eso hay que comprenderlo, y también que quieran que los culpables paguen por lo que han hecho.
Lo que no se entiende es que pretendan tomar parte de las decisiones especializadas que atienden al interés general, porque eso es cosa de las fuerzas de seguridad, los jueces y en última instancia las instituciones políticas. Nadie se vuelve automáticamente técnico superior de bomberos por haber perdido a un familiar en un incendio, y por lo mismo las víctimas del terrorismo no se convierten de golpe en especialistas de la lucha antiterrorista. Lo triste es que algunos medios y partidos se empeñan en utilizar el dolor de las víctimas como arma política, y así no vamos a ninguna parte. Entiendo que yo no puedo ver el problema con la misma perspectiva que Aznar porque a mí no me han puesto una bomba en el coche; pero la política tiene que mirar por el interés general, y este ahora es la pacificación de Euskadi y el final de ETA. Y se rasgan las vestiduras cada vez que oyen la palabra negociar. Pues sí, negociar, es lo que se hace siempre para establecer compromisos de futuro. Se negoció con el IRA y a todos les pareció bien, pues el final del miedo es una victoria para todos. Y lo pongan como lo pongan, el PP, si gana las elecciones como parece, también tendrá que negociar el cierre de esa etapa sangrienta que algunos llaman la IV Guerra Carlista. Mejor negociar que seguir con la pistola en la nuca, y hacerlo ahora cuando más débil está ETA.
Cuando se negocia, hay que hacer intercambios, y ahora serán muy pocos porque los terroristas tienen muy pocas bazas; si se hubiera negociado el final hace 25 años, ETA estaba más fuerte y habría salido más caro, pero incluso así nos habríamos ahorrado centenares de muertos y muchas lágrimas. La negación absoluta y la instrumentalización de las víctimas con fines electoralistas no conduce sino a que se cierre la herida en falso. Y no es eso lo que queremos.
Publicado por Emilio González Deniz en Bardinia.
Lo que no se entiende es que pretendan tomar parte de las decisiones especializadas que atienden al interés general, porque eso es cosa de las fuerzas de seguridad, los jueces y en última instancia las instituciones políticas. Nadie se vuelve automáticamente técnico superior de bomberos por haber perdido a un familiar en un incendio, y por lo mismo las víctimas del terrorismo no se convierten de golpe en especialistas de la lucha antiterrorista. Lo triste es que algunos medios y partidos se empeñan en utilizar el dolor de las víctimas como arma política, y así no vamos a ninguna parte. Entiendo que yo no puedo ver el problema con la misma perspectiva que Aznar porque a mí no me han puesto una bomba en el coche; pero la política tiene que mirar por el interés general, y este ahora es la pacificación de Euskadi y el final de ETA. Y se rasgan las vestiduras cada vez que oyen la palabra negociar. Pues sí, negociar, es lo que se hace siempre para establecer compromisos de futuro. Se negoció con el IRA y a todos les pareció bien, pues el final del miedo es una victoria para todos. Y lo pongan como lo pongan, el PP, si gana las elecciones como parece, también tendrá que negociar el cierre de esa etapa sangrienta que algunos llaman la IV Guerra Carlista. Mejor negociar que seguir con la pistola en la nuca, y hacerlo ahora cuando más débil está ETA.
Cuando se negocia, hay que hacer intercambios, y ahora serán muy pocos porque los terroristas tienen muy pocas bazas; si se hubiera negociado el final hace 25 años, ETA estaba más fuerte y habría salido más caro, pero incluso así nos habríamos ahorrado centenares de muertos y muchas lágrimas. La negación absoluta y la instrumentalización de las víctimas con fines electoralistas no conduce sino a que se cierre la herida en falso. Y no es eso lo que queremos.
Publicado por Emilio González Deniz en Bardinia.
¿SE ACABA ETA?
Jope!!! El PSOE se arraya un millo, Zapatero está hablando sobre el asunto, La Justicia, los servicios de Inteligencia, gracias a Francia, y se lo agradece a todos los que han ayudado y gracias al temple (no talante) Llama Democracia sin terrorismo, en ese momento Zapatero piensa en la conviviencia vasca, al gobierno que salga elegido le corresponde seguir los pasos de hoy.
Gracias y Buenas Noches.
Así que todo el triunfo para el PSOE.
Creo que a Zapatero le ha venido bien porque este triunfo es gracias al PSOE. Así que Eta dice adios a las Armas en el diario Gara.
Ojala, no todo es la crisis, El PSOE es el que recoge el guante de la Paz que quiere ETA.
En eso estoy contenta. Y que todo sea como ha dicho el PSOE, me alegra, que no gane el PP.
Y que Zapatero se vaya con la cara alta, porque es el quien cierra el trato.
Y si todo es así es una fecha histórica un 20 de Octubre de 2011 un Pais se abre a la Paz y a la tolerancia, que así sea.
Gracias y Buenas Noches.
Así que todo el triunfo para el PSOE.
Creo que a Zapatero le ha venido bien porque este triunfo es gracias al PSOE. Así que Eta dice adios a las Armas en el diario Gara.
Ojala, no todo es la crisis, El PSOE es el que recoge el guante de la Paz que quiere ETA.
En eso estoy contenta. Y que todo sea como ha dicho el PSOE, me alegra, que no gane el PP.
Y que Zapatero se vaya con la cara alta, porque es el quien cierra el trato.
Y si todo es así es una fecha histórica un 20 de Octubre de 2011 un Pais se abre a la Paz y a la tolerancia, que así sea.
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