20 oct 2011
Los primeros nueve minutos de 'Once Upon a Time'
Once Upon a Time es una de las propuestas más originales que se va a poder ver esta temporada. La serie arranca el domingo en la cadena ABC y será una de las citas imprescindibles del Festival de Series, que arranca hoy en Madrid.
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Mezcla de realidad y fantasía, la serie cuenta la historia de los vecinos de Storybook, un pueblo muy real del estado de Maine donde viven recluidos muchos personajes de los cuentos clásicos más famosos: Pinocho, Caperucita Roja, Blancanieves... Una maldición los expulsó de su mundo de fantasía y dejó sin finales felices sus historias.
En el Festival de Series se estrenará mañana el primer capítulo, más adelante Once upon a Time (Érase una vez) se emitirá en el canal Sony TV.
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Mezcla de realidad y fantasía, la serie cuenta la historia de los vecinos de Storybook, un pueblo muy real del estado de Maine donde viven recluidos muchos personajes de los cuentos clásicos más famosos: Pinocho, Caperucita Roja, Blancanieves... Una maldición los expulsó de su mundo de fantasía y dejó sin finales felices sus historias.
En el Festival de Series se estrenará mañana el primer capítulo, más adelante Once upon a Time (Érase una vez) se emitirá en el canal Sony TV.
Encuestas ¡ar!
DAVID TRUEBA
Las encuestas son coercitivas.
Te fuerzan a darles la razón.
Cuando eras joven tenías que ser aficionado a deportes extremos y asiduo de las discotecas.
Aunque no lo fueras, ahí estaba la encuesta para recordarte que el equivocado eras tú. Los votantes parecen dispuestos a cumplir con las encuestas, en algo hay que creer.
Quizá lo más chocante del estudio publicado el domingo era ver que el 95% de la gente califica la situación económica de muy mala, pero el 40% reconoce, en el apartado siguiente, que su situación económica particular es muy buena.
Saquen sus conclusiones.
En ambiente de brazos caídos, es preciso observar tres progresiones políticas.
Mariano Rajoy ha impuesto su calma.
En anteriores elecciones perdió por la urgencia de los más extremistas, que le empujaron a una propuesta basada en la antiintelectualidad, la confrontación en temas de terrorismo y la teoría conspirativa.
Sofocó todos los incendios de su partido con una misma manguera y aguardó los errores del contrario.
En el caso de Gallardón, la trayectoria es tan larga que parece contemporáneo de Romanones.
Siendo joven aprendió, bajo el rigor de la batuta de Manuel Fraga, que la resistencia tiene premio.
Aunque la dinámica crecida de algunos compañeros de partido, por llamarlos con ese eufemismo, despreció su bagaje y buena imagen, ha sabido imponerse como valor seguro.
Con una ejemplar falta de sectarismo para lo que se estila, es el conservador que menos inquina despierta en los votantes de la otra acera.
Llegará al gobierno de los recortes, pese a presentar una tremenda deuda municipal y una dolorosa presión recaudatoria sobre los vecinos de Madrid, que en plena crisis han recibido bofetones por cobro de basuras o la revisión al alza del catastro mientras los bancos valoraban la misma propiedad a la baja.
Y la llegada de Ana Botella a la alcaldía de Madrid ejemplificaría las nuevas sagas de poder, algo distintas a digamos los Kennedy.
Pero es más sólido su andamio que el de muchas carreras esforzadas.
Todo ello si la gente obedece a las encuestas en una campaña donde habrá un solo cara a cara televisado, al que se empeñan en llamar debate, pero que en realidad es un monólogo alternativo de los candidatos, con un moderador encargado del minutero.
Las encuestas son coercitivas.
Te fuerzan a darles la razón.
Cuando eras joven tenías que ser aficionado a deportes extremos y asiduo de las discotecas.
Aunque no lo fueras, ahí estaba la encuesta para recordarte que el equivocado eras tú. Los votantes parecen dispuestos a cumplir con las encuestas, en algo hay que creer.
Quizá lo más chocante del estudio publicado el domingo era ver que el 95% de la gente califica la situación económica de muy mala, pero el 40% reconoce, en el apartado siguiente, que su situación económica particular es muy buena.
Saquen sus conclusiones.
En ambiente de brazos caídos, es preciso observar tres progresiones políticas.
Mariano Rajoy ha impuesto su calma.
En anteriores elecciones perdió por la urgencia de los más extremistas, que le empujaron a una propuesta basada en la antiintelectualidad, la confrontación en temas de terrorismo y la teoría conspirativa.
Sofocó todos los incendios de su partido con una misma manguera y aguardó los errores del contrario.
En el caso de Gallardón, la trayectoria es tan larga que parece contemporáneo de Romanones.
Siendo joven aprendió, bajo el rigor de la batuta de Manuel Fraga, que la resistencia tiene premio.
Aunque la dinámica crecida de algunos compañeros de partido, por llamarlos con ese eufemismo, despreció su bagaje y buena imagen, ha sabido imponerse como valor seguro.
Con una ejemplar falta de sectarismo para lo que se estila, es el conservador que menos inquina despierta en los votantes de la otra acera.
Llegará al gobierno de los recortes, pese a presentar una tremenda deuda municipal y una dolorosa presión recaudatoria sobre los vecinos de Madrid, que en plena crisis han recibido bofetones por cobro de basuras o la revisión al alza del catastro mientras los bancos valoraban la misma propiedad a la baja.
Y la llegada de Ana Botella a la alcaldía de Madrid ejemplificaría las nuevas sagas de poder, algo distintas a digamos los Kennedy.
Pero es más sólido su andamio que el de muchas carreras esforzadas.
Todo ello si la gente obedece a las encuestas en una campaña donde habrá un solo cara a cara televisado, al que se empeñan en llamar debate, pero que en realidad es un monólogo alternativo de los candidatos, con un moderador encargado del minutero.
Carla Bruni da a luz a una niña
La primera dama francesa, que ingresó ayer por la mañana en la clínica de La Muette, tuvo a su hija Dalia sobre las ocho de la tarde.-
El presidente regresó rápidamente desde Fráncfort para estar con ellas .
París'
Se ha hecho esperar, pero al fin el primer bebé de Carla Bruni y Nicolas Sarkozy está aquí. Y se llama Dalia.
La primera dama ingresó ayer para dar a luz en la ya famosa clínica parisiense de La Muette, tomada por las fuerzas de seguridad y por la prensa.
A las 20.00 horas Bruni tuvo a su hija, la primera de su matrimonio con el presidente francés, pero el segundo de sus hijos.
En línea con el secretismo que ha impuesto el Elíseo, el nacimiento fue anunciado por varios medios de comunicación franceses que citaron fuentes médicas.
El palacio guarda silencio por deseo de los padres, que han decidido no "exponer al bebé" ante los focos mediáticos.
Sarkozy: "Nuestra hija es una alegría profunda y privada"
Unas figuras de cera representan al presidente francés Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, con su bebé recién nacido.
Las estatuillas son obra del artista napolitano Gennaro di Virgilio.-
Cuando se produjo el alumbramiento, Sarkozy no se encontraba junto a su esposa.
El deber obligó al papá a ausentarse pese al inminente parto: Sarkozy visitó solo fugazmente durante la tarde a su esposa, ingresada desde media mañana en la clínica del elegante barrio residencial del XVIeme arrondissement, a poca distancia de la casa de Carla Bruni.
El mandatario llegó sobre las cuatro de la tarde y salió media hora después para poner rumbo a Fráncfort y entrevistarse por la noche con Angela Merkel, con la que debía preparar la cumbre europea del domingo.
Y eso que la niña es el primer bebé que nace siendo su padre presidente de la república francesa.
Por ello, el flamante padre regresó desde la ciudad alemana para estar junto a su esposa.
El ingreso de Carla Bruni se desarrolló entre grandes medidas de seguridad. La primera dama fue llegó al hospital a media mañana.
Sin embargo, desde principios de mes, los alrededores de la clínica de La Muette, donde han dado a luz entre otras la exministra de Justicia Rachida Dati y la actriz Charlotte Gainsbourg, está blindada.
Decenas de policías, algunos de civil, custodian el centro, y desplazaron a los numerosos periodistas y fotógrafos que hacían guardia hasta unos 200 metros de distancia de la entrada.
La pareja incluso ha reservado toda una planta para alojar al personal de seguridad, según la televisión BFMTV. Al igual que lo hizo en 2001 con su hijo Aurélien, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven, Carla Bruni ha recurrido al ginecólogo Bernard Fonty para que la atienda.
Además de ser el único que bebé nacido en el Elíseo, es el primero de la pareja presidencial, casada desde febrero de 2008.
La pequeña es también la primera del clan Sarkozy-Bruni, en el que abundan los varones.
El mandatario es ya padre de tres hijos, Pierre, de 26 años, y Jean, de 24, a los que tuvo con su primera esposa, y Louis, de 14 años, fruto de su segundo matrimonio con Cecilia Attias.
Desde enero del año pasado, el mandatario de 56 años es también abuelo del pequeño Solal, hijo de Jean y de su esposa Jessica Sebaoun-Darty.
Para Bruni es su segundo hijo, después de Aurélien, de 10 años, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven.
La pareja ha repetido por activa y por pasiva que alejará los focos de la recién nacida, y la propia Bruni no ha confirmado el embarazo hasta finales de mayo, al dejarse fotografiar sin disimular lo evidente al margen de una cumbre del G-8.
Y no ha sido hasta principios de septiembre que ha hablado abiertamente del tema, pero desde entonces ha multiplicado las entrevistas a los medios.
El lunes por la noche, incluso, recibió en el Elíseo al periodista Benoît Duquesne, responsable del programa Complément d'enquête, que emitirá esa entrevista el próximo jueves dentro de un reportaje que analiza las posibilidades del presidente de revalidar el cargo, a seis meses de las elecciones presidenciales.
"Tiene la impresión de tener un embarazo de elefante, visto que todo el mundo anuncia el parto desde hace 15 días", comentó el presentador de France 2, no sin precisar que el encuentro que mantuvo con ella se centró exclusivamente en asuntos políticos y no personales.
La semana pasada, en pleno debate de los dos principales candidatos a las primarias socialistas, se dejó ver cenando con su marido en un restaurante parisiense.
Las malas lenguas no han dudado en ver en ello una maniobra para eclipsar estas primarias, cuya gran mediatización ha irritado fuertemente al Gobierno conservador de Sarkozy.
Y es que la buena noticia llega en un momento especialmente complicado para el presidente francés, en caída libre en los sondeos.
El último, realizado por el Instituto CSA y hecho público ayer, es contundente y confirma la tendencia de los últimos meses: Hollande llegaría en cabeza, con el 35% de los votos, y Sarkozy quedaría relegado al segundo lugar, con el 25%, por delante de la candidata de la extrema derecha, el Frente Nacional, Marine Le Pen, con un 16%.
En la segunda vuelta, el socialista ganaría con una amplia mayoría del 63%.
El presidente regresó rápidamente desde Fráncfort para estar con ellas .
París'
Se ha hecho esperar, pero al fin el primer bebé de Carla Bruni y Nicolas Sarkozy está aquí. Y se llama Dalia.
La primera dama ingresó ayer para dar a luz en la ya famosa clínica parisiense de La Muette, tomada por las fuerzas de seguridad y por la prensa.
A las 20.00 horas Bruni tuvo a su hija, la primera de su matrimonio con el presidente francés, pero el segundo de sus hijos.
En línea con el secretismo que ha impuesto el Elíseo, el nacimiento fue anunciado por varios medios de comunicación franceses que citaron fuentes médicas.
El palacio guarda silencio por deseo de los padres, que han decidido no "exponer al bebé" ante los focos mediáticos.
Sarkozy: "Nuestra hija es una alegría profunda y privada"
Unas figuras de cera representan al presidente francés Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, con su bebé recién nacido.
Las estatuillas son obra del artista napolitano Gennaro di Virgilio.-
Cuando se produjo el alumbramiento, Sarkozy no se encontraba junto a su esposa.
El deber obligó al papá a ausentarse pese al inminente parto: Sarkozy visitó solo fugazmente durante la tarde a su esposa, ingresada desde media mañana en la clínica del elegante barrio residencial del XVIeme arrondissement, a poca distancia de la casa de Carla Bruni.
El mandatario llegó sobre las cuatro de la tarde y salió media hora después para poner rumbo a Fráncfort y entrevistarse por la noche con Angela Merkel, con la que debía preparar la cumbre europea del domingo.
Y eso que la niña es el primer bebé que nace siendo su padre presidente de la república francesa.
Por ello, el flamante padre regresó desde la ciudad alemana para estar junto a su esposa.
El ingreso de Carla Bruni se desarrolló entre grandes medidas de seguridad. La primera dama fue llegó al hospital a media mañana.
Sin embargo, desde principios de mes, los alrededores de la clínica de La Muette, donde han dado a luz entre otras la exministra de Justicia Rachida Dati y la actriz Charlotte Gainsbourg, está blindada.
Decenas de policías, algunos de civil, custodian el centro, y desplazaron a los numerosos periodistas y fotógrafos que hacían guardia hasta unos 200 metros de distancia de la entrada.
La pareja incluso ha reservado toda una planta para alojar al personal de seguridad, según la televisión BFMTV. Al igual que lo hizo en 2001 con su hijo Aurélien, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven, Carla Bruni ha recurrido al ginecólogo Bernard Fonty para que la atienda.
Además de ser el único que bebé nacido en el Elíseo, es el primero de la pareja presidencial, casada desde febrero de 2008.
La pequeña es también la primera del clan Sarkozy-Bruni, en el que abundan los varones.
El mandatario es ya padre de tres hijos, Pierre, de 26 años, y Jean, de 24, a los que tuvo con su primera esposa, y Louis, de 14 años, fruto de su segundo matrimonio con Cecilia Attias.
Desde enero del año pasado, el mandatario de 56 años es también abuelo del pequeño Solal, hijo de Jean y de su esposa Jessica Sebaoun-Darty.
Para Bruni es su segundo hijo, después de Aurélien, de 10 años, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven.
La pareja ha repetido por activa y por pasiva que alejará los focos de la recién nacida, y la propia Bruni no ha confirmado el embarazo hasta finales de mayo, al dejarse fotografiar sin disimular lo evidente al margen de una cumbre del G-8.
Y no ha sido hasta principios de septiembre que ha hablado abiertamente del tema, pero desde entonces ha multiplicado las entrevistas a los medios.
El lunes por la noche, incluso, recibió en el Elíseo al periodista Benoît Duquesne, responsable del programa Complément d'enquête, que emitirá esa entrevista el próximo jueves dentro de un reportaje que analiza las posibilidades del presidente de revalidar el cargo, a seis meses de las elecciones presidenciales.
"Tiene la impresión de tener un embarazo de elefante, visto que todo el mundo anuncia el parto desde hace 15 días", comentó el presentador de France 2, no sin precisar que el encuentro que mantuvo con ella se centró exclusivamente en asuntos políticos y no personales.
La semana pasada, en pleno debate de los dos principales candidatos a las primarias socialistas, se dejó ver cenando con su marido en un restaurante parisiense.
Las malas lenguas no han dudado en ver en ello una maniobra para eclipsar estas primarias, cuya gran mediatización ha irritado fuertemente al Gobierno conservador de Sarkozy.
Y es que la buena noticia llega en un momento especialmente complicado para el presidente francés, en caída libre en los sondeos.
El último, realizado por el Instituto CSA y hecho público ayer, es contundente y confirma la tendencia de los últimos meses: Hollande llegaría en cabeza, con el 35% de los votos, y Sarkozy quedaría relegado al segundo lugar, con el 25%, por delante de la candidata de la extrema derecha, el Frente Nacional, Marine Le Pen, con un 16%.
En la segunda vuelta, el socialista ganaría con una amplia mayoría del 63%.
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