3 sept 2011
2 sept 2011
Quiero que quede sólo tu voz......
Me seduce que pongas tu voz
a todo este sedimento que voy depositando
en el pozo inescrutable de tu subconsciente.
Lo es, sentirme surgir de tu boca
cuando vas descubriendo mis palabras,
mis frases, mis poemas, mi estado.
Te oigo revelando, así, mis secretos,
susurrando lo que no llegas a conocer,
y experimentando la transformación
de sentir que acaricias mi piel.
Ahora callo. Quiero que quede sólo tu voz
llena de la musicalidad, los tiempos,
el ritmo y los silencios que escuché
en la lejanía tan solo aquel día
en que me ofrecías el gozo de tu serenidad.
a todo este sedimento que voy depositando
en el pozo inescrutable de tu subconsciente.
Lo es, sentirme surgir de tu boca
cuando vas descubriendo mis palabras,
mis frases, mis poemas, mi estado.
Te oigo revelando, así, mis secretos,
susurrando lo que no llegas a conocer,
y experimentando la transformación
de sentir que acaricias mi piel.
Ahora callo. Quiero que quede sólo tu voz
llena de la musicalidad, los tiempos,
el ritmo y los silencios que escuché
en la lejanía tan solo aquel día
en que me ofrecías el gozo de tu serenidad.
Jugar contigo como en un circo....
Jugar contigo como en un circo
es la esencia de este poema.
Qué mejor juego que el del amor
en este sitio por el que desfila
más de uno haciendo equilibrios.
La perfecta partida de naipes
en la que se apuesta más alto.
El casino, la ruleta, los malabares,
la complicidad de la estrecha noche
con la lencería más perversa,
Las peripecias por no estar solo
y, perdido, volver a intentarlo.
Jugar, en el fondo, a burlarse
de la soledad y del desamor,
a romper la línea que separa
tu dicha de mis desdichas.
Un arriesgado juego de ilusión,
intenso, poco piadoso y caprichoso.
Debe ser que, a estas alturas,
se me volvió a olvidar que un día
me prohibí volver a amar.
es la esencia de este poema.
Qué mejor juego que el del amor
en este sitio por el que desfila
más de uno haciendo equilibrios.
La perfecta partida de naipes
en la que se apuesta más alto.
El casino, la ruleta, los malabares,
la complicidad de la estrecha noche
con la lencería más perversa,
Las peripecias por no estar solo
y, perdido, volver a intentarlo.
Jugar, en el fondo, a burlarse
de la soledad y del desamor,
a romper la línea que separa
tu dicha de mis desdichas.
Un arriesgado juego de ilusión,
intenso, poco piadoso y caprichoso.
Debe ser que, a estas alturas,
se me volvió a olvidar que un día
me prohibí volver a amar.
Alice in Wonderland
Alice in Wonderland
Alicia en el país de las maravillas es uno de los clásicos más recordados de todos los tiempos pero en esta versión escrita por Linda Woolverton y dirigida por Tim Burton, Alicia ya no es una niña.
Esta adolescente de casi 20 años regresa a la casa de su niñez y descubre que está a punto de ser forzada a contraer matrimonio.
Alicia en el país de las maravillas es uno de los clásicos más recordados de todos los tiempos pero en esta versión escrita por Linda Woolverton y dirigida por Tim Burton, Alicia ya no es una niña.
Esta adolescente de casi 20 años regresa a la casa de su niñez y descubre que está a punto de ser forzada a contraer matrimonio.
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