Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

14 jul 2011

Mi nombre es Putin, Vladímir Putin

La imagen de Vladímir Putin, el jefe del gobierno ruso, caracterizado como agente secreto, está siendo utilizada en unos carteles publicitarios.
Los carteles muestran a Putin en movimiento, con una pistola en la mano, la pajarita desanudada y la americana abierta en un estilismo que recuerda al actor británico Daniel Craig, el protagonista de Casino Royale, por no decir que han insertado la cara de Putin en el cuerpo de Craig.
La imagen va acompañada de dos textos: "Desde el 15 de julio en todos los cines" y "V. V. protege". Las iniciales corresponden al nombre (Vladimir) y el patronímico (Vladímirovich) del primer ministro, y son usadas por los funcionarios allegados al político para designarlo familiarmente.
 Aparentemente, los carteles pertenecen a la campaña publicitaria de un videojuego en el que los ganadores, además de recibir diferentes premios como un coche y varios modelos de iPad, tendrán también ocasión de escuchar una voz semejante a la de Putin.








La empresa promotora del videojuego, que lleva por nombre Proyecto X, asegura que se trata de "un proyecto estatal secreto, enmascarado como un videojuego ruso".
 El juego, en el que solo pueden participar ciudadanos rusos mayores de edad, está destinado a seleccionar los agentes "con más talento y perspectivas para la defensa y protección del Proyecto X", señala la página de la web.



No es la primera vez que la imagen de los dirigentes rusos es utilizada. En primavera, un cartel de Putin y el presidente Dmitri Medvédev, vestidos ambos en ropa de tenis, apareció en el centro de Moscú como si fuera la publicidad de unos grandes almacenes. Los dos politicos, con la tez muy pálida y unas piernas desnudas más bien flacas, llevaban raquetas en la mano y unos inmaculados jerseys con la inicial de cada uno bordada.
La amanerada representación no podía resultar más chocante sobre el telón de fondo de las duras realidades rusas.
 Los almacenes que supuestamente se anunciaron negaron tener nada que ver con el cartel, que fue retirado rápidamente por las autoridades municipales.
También durante la primavera apareció un cómic en el que Putin se veía como un Superman que lucha contra los zombies con ayuda de un gnomo parecido a Medvédev. Los zombies eran caracterizados como unos individuos con gorros azules, en alusión a los cubos azules, un movimiento ciudadano que lucha contra los privilegios.

¿Qué 'Ética para Amador' en 2011?

Veinte años después el libro de Fernando Savater, verdadero fenómeno editorial, sigue planteando las preguntas que el autor quiso responder en 1991 a su hijo adolescente .
Hay algo de solar en el aspecto de Fernando Savater (San Sebastián, 1947); en su físico y en lo que piensa.
Ayer, a mediodía, celebrando en los cursos de El Escorial los 20 años de la publicación de Ética para Amador (Ariel), parecía que el filósofo ahora jubilado (y en activo) se acercaba más a los años de su hijo, el adolescente para el que escribió ese libro, que a los que tiene en su ahora más añejo carnet de identidad.




Sobre el 15-M: "¿Que los políticos no nos representan? ¡Pues claro que lo hacen!"



"Si no educamos en los valores, todo será un pandemónium de frases huecas"

"¡Yo no quiero ser conmemorado!". Pero le armaron una conmemoración, y fue a ella ataviado como fue siempre a los sitios: gafas de colorines, camisa eléctrica, dispuesto a hablar de ese libro como si lo quisiera convertir en una carta de batalla sobre lo que entonces nadie pensaba que serían preguntas éticas de esta hora exacta de la vida.



Así que cuando terminó de hablar de lo que le dijo entonces a Amador le pregunté qué asuntos que eran ignotos forman parte de su preocupación actual.






Y lo primero que respondió fue que le asombra que se haya convertido "en dogma" que la gente pueda descargarse "lo que es ajeno, lo que pertenece a los creadores". Él dijo hace meses que no roban teatro de la red "porque el teatro no se puede descargar". Y ahora dice: "Me impresiona que la juventud actual acepte que la cultura es gratis total, que los creadores no merezcan remuneración.
Y me impresiona, en efecto, que acabar con los derechos se establezca como un dogma".






Le aturde también "que se trate de desvirtuar el carácter de ágora que tiene la política, y que se trate de conducir ésta como si un piloto automático pudiera conducir la representatividad política de la población". "¡Que no nos representan, dicen, cómo que no nos representan! Los políticos nos representan, pero depende de nosotros que nos representen como es debido. Pero nos representan, vaya que si nos representan".






Cuando escribió Ética para Amador buscaba explicar lo que Isaiah Berlin decía sobre la diferencia que hay entre el salvaje y el civilizado: "El civilizado da su vida por valores en los que no cree del todo". De los valores hablaba, y de los valores sigue hablando. "No han cambiado". Pero se han desinflado. Se diluyó la Educación para la Ciudadanía, porque unos creyeron que iba demasiado lejos y otro "no se atrevieron" a usarla como un arma a favor de los valores.






Así que la ética, "que no es un sustitutivo de la religión", se fue diluyendo y ahora es como un engrudo en el que cualquiera mete mano. Savater es un laico rabioso, irreductible. "Las sociedades democráticas han de ser laicas", dijo. "La intromisión de la Iglesia [más que de las religiones] expulsa la razón del ejercicio de la ética, y esta sufre las consecuencias, en la escuela, en la convivencia, en la democracia. ¿Democracia perfecta? Claro que no la hay. Pero, ¿qué es perfecto? Nada es perfecto; pero solo el espíritu crítico (en la educación, en la cultura, en la política) convierte en posible y útil esa imperfección democrática".






Todo el mundo sabe que Savater adora las carreras de caballos. Pues escuchándole parece que va al galope, subido a la cabalgadura antigua de la ética como si, 20 años después, la estuviera estrenando ante jóvenes que ya no son Amador. "La escuela es para aprender; nadie va aprendido a la escuela; todos adoctrinamos; la enseñanza de la ética es una obligación de la escuela; los adversarios de la sociedad democrática son los que quieren desvirtuar la enseñanza de la ética, equiparándola con cualquier otra enseñanza, incluida la enseñanza de la religión".






¡Cómo no explicar que la ética crea conciencia de ciudadanos responsables y libres! Savater se exalta, con ese humor que ha convertido su escritura en un estilete para dar mandobles a los que suponen que en la escuela no se debe adoctrinar. "¡Cómo que no! ¡Igual que adoctrinamos a los niños para que no se coman los enchufes! Siempre habrá alguien que diga: 'Es que me está usted comiendo el coco'. ¡Pues algo habrá que comer!".





Le dijeron que quizá sería bueno que la ética dejara a los chicos libres para desarrollar sus propios criterios, "para ser ellos mismos". ¡Pero qué dice usted! "¿O sea", se planteó Savater, "que en Geografía también debemos dejar que los muchachos decidan en asamblea cuál ha de ser la capital de Francia? ¿Que vengan a clase y aceptemos que digan, por ejemplo, Andorra, capital París?".




Contra todos los tópicos, el autor de Contra las patrias atrajo hacia el debate las diatribas sobre el 15-M y los acampados.
Y ahí fue insobornable en su disgusto ante los lugares comunes: es muy fácil, vino a decir, dar gusto a todas las reivindicaciones, incluidas las que anulan las reivindicaciones de la política.
Pero es mejor rebuscar en los valores para conducir a la política al espacio que merece en la sociedad.
Y ni el político debe aceptar cualquier respuesta complaciente ante las reivindicaciones en las que no cree, "ni el educador ha de ser siempre simpático".






La cabalgadura de Savater no era complaciente, no lo fue.
En esta sociedad, sostiene, "hay que reivindicar el interés por la educación; y los ciudadanos han de ser conscientes de aquello que decía Marco Aurelio: todos estamos condenados a nuestros semejantes, edúcalos o padécelos".
"Pero si no somos capaces de educar en los valores, terminaremos envueltos en un pandemonium de frases huecas en las que nadaremos con la complacencia de los que estamos siendo agasajados por los aplausos fáciles de las sociedades animadas por la unanimidad".



Savater cree que "todo se cura en parte con la educación". Y todo mejora, explicó, en la semejanza. "Lo que nos asemeja nos hace mejores. ¡Es mentira que las diferencias nos favorezcan!".
Le pregunté cuál sería hoy la virtud más grande que le pudiera aconsejar a un chico que ahora ya no podría ser otra vez Amador: "Ahora el mayor valor, la gran virtud, es la paciencia".



Nadie lo diría, viendo a Savater 20 años mayor pero corriendo como un caballo lleno de ideas.

La muerte del artista enfermo VICENTE VERDÚ

.El arte y la enfermedad se han presentado tantas veces unidos que podría pensarse en la misma enfermedad como una base primordial del arte.
La plataforma cimentada sobre la que el arte podría empezar a brotar, a crecer y a cultivarse.





El autor es 'actor' pero se olvida como los buenos comediantes de que se encuentran sobre las tablas

Hay un dolor asociado a la creación que reproduce -legendariamente- el dolor de Cristo sufriendo la penitencia de la Pasión para salvar al mundo.
Hay en la palabra creador una bivalencia que señala de un lado al Creador divino y, de otra, al creador humano.
Ambos creadores y ambos identificables porque producen la obra admirable a partir de la nada.





¿Producen la obra admirable de la nada porque acaso gracias a gestarse en ese vacío, limpio y puro, alcanza nuestra devoción? ¿Producen, en fin, la obra grande e incluso incalculable porque parten de cero? ¿Parten del cero, número mágico por excelencia, para saltar a la excelencia del infinito?






Todo artista genuino suele asombrarse y hasta quedar atónito de su propia obra, al concluir. La obra no ha seguido la fórmula de un escrito judicial, ni el proceso de una copia o la organización de un libro de texto.
No nace de un proyecto altamente determinado ni para cumplir con una clara finalidad. Tampoco se presenta como una decoración utilitaria ni tampoco, necesariamente, para obtener alguna condecoración.






El autor es actor pero se olvida como los buenos comediantes de que se encuentran sobre las tablas.
 La obra que producen sólo les ilumina a ellos mediante una extraña refracción. Es decir, a través del malentendido que el público asume al confundir los propósitos de ese sujeto con el objeto que, efectivamente, se le ha ido de las manos y ni siquiera, al fin, le responde como parte de su propiedad.





El artista es, en consecuencia, un ser gravemente incompleto. Un funambulista trastabillándose entre la inspiración y la perplejidad. Es, por tanto, imposible que un artista llegue a crear algo interesante si asegura conocerse bien. El desconocimiento de uno mismo es cosa común pero nunca será artista aquel que, obviando esta realidad, se considere sabio de sí.



Quien se sabe bien y tanto más cuanto mejor dice saberse es incapaz de ofrecer un insólito sabor.
El interés gastronómico se saciaría en el regusto de quien se es. "Yo soy el que soy", dice el mismo Dios sin dar más explicaciones.
Sin dar la menor explicación sobre su ser porque el solo conato de creer entenderse y hacerse entender lo mataría.






Porque, ¿cómo aceptar a un Dios pagado de la conciencia de ser Dios? Si la acción de Dios es, en efecto, tan errática e injusta, tan arbitraria y descabellada, se debe a que su conducta no la rige ninguna razón ni virtud localizable.






Él es el que es en el lugar del no se sabe dónde está.
 Hace o deshace de la misma manera que, al no controlar su presencia podría de hecho desaparecer y no dejar pista alguna de su azarosa y sorprendente evasión, como viene siendo corriente.






Por su parte, el autor reproduce hasta cierto punto esta figura que no se configura demasiado ni es tampoco preexistente sino que se aviene, según las circunstancias. El autor hace un Dios que, como todo aquello que realiza honradamente, se le escapa de las manos y el efecto de esta ansiedad recurrente bastaría para ponerlo enfermo.



De tisis, de sífilis, de cirrosis o de hambre morían los autores románticos. No hace falta llegar a esta triste caricatura del autor / creador, el creador / Cristo para detectar la enfermedad, física o psíquica, como inseparable y subterránea compañera del artista. La enfermedad es, en sí misma, artista.
Viene de golpe, mata sin pretexto, acarrea trastornos imprevisibles el día anterior.



La enfermedad nos rescribe o nos repinta como en un nuevo cuadro biográfico. Se añade al primer impulso de la vida como otro impulso igualmente indescifrable y entre cuyas manos, en medio de su destartalado seno nos morimos sin saber por qué.

Un Viaje a la Toscana

LaToscana es mundialmente famosa por su arte, su historia, sus célebres personajes y por la belleza de su paisaje. En Toscana el pasado y el presente se ensamblan armoniosamente.


Sus habitantes, orgullosos de su espléndido patrimonio, se esfuerzan, día a día, para conservarlo y mejorarlo. Por estas razones, en Toscana la belleza es un adjetivo implícito incluso en lo más cotidiano. A un visitante le puede resultar difícil decidir qué visitar en el poco tiempo del que, normalmente, dispone en un viaje.

Se tiene mitificad

a

La Toscana pero es verdad todo lo que puedes buscar y encontrar.

El area del Chianti, entre Florencia y Siena, es uno de los campos más hermosos de Italia y un área famosa por la producción de vino.

En la Toscana te encuentras con ciudades

Florencia, Siena, Arezzo , Lucca y ,muchos mas.

Yo voy diciendo lo que no he visto que han puesto los demás, por supuesto lo que me impactó y me sedujo.

Hablar de Florencia a parte del Puente Vechio y el mercado de la paja donde encuentras cosas preciosas,

hay que visitar Duomo de Santa Maria del Fiore.Esa Cúpula en la que se inspiró Miguel Angel para la suya en Roma.

Capital de Italia entre 1865 y 1871 durante la Unificación italiana, en la edad media fue un importante centro cultural, económico y financiero.

Conoció su época de mayor esplendor tras la instauración del Gran Ducado de Toscana bajo el dominio de la dinastía Médici.Importante ese palacio de los Medicis, no pueden dejar de visitar la Galería de la Academia, que acoge al David de Miguel Ángel.Aunque hay una réplica fuera.

Otra personalidad inusual fue Nicolás Maquiavelo, cuyos consejos para la regeneración de Florencia bajo un liderazgo fuerte han sido con frecuencia vistos como la legitimación de la conveniencia política e incluso del abuso de autoridad. Maquiavelo, bajo encargo de los Medici, escribió las Historias florentinas, la historia de la ciudad. Florencia .

Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.

Hay tiendas muy selectas de diseños preciosos, no son muy caros si vas con la idea de aprovechar ese viaje para ello.

Es muy común que se conozca a la gastronomía de Italia por sus platos más famosos, como la pizza, la pasta y el café, pero lo cierto es que es una cocina donde coexisten los abundantes aromas y los sabores del mediterráneo.Y en medio de tanto Arte antes de ver la puerta de Gioberti tomarse un helado es una delicia, y ahí me paro, porque La Toscana es para ir varias veces y seguirás descubriendo cosas apasionantes.

Y de música de fondo pondría Domenico Modugno – Nel blu dipinto di blu (Volare)



http://youtu.be/Z-DVi0ugelc