Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 abr 2011

AMARAL - Días de verano

El Gobierno encarecerá la prejubilación

Trabajo exigirá a las grandes empresas con beneficios que asuman las prestaciones por desempleo de los prejubilados -
 La iniciativa se incorporará a una norma ya en trámite .
El Gobierno está decidido a poner coto a las prejubilaciones. Al menos, las que acometen grandes empresas con beneficios.
Y para ello ha encontrado una vía: encarecerlas. Según fuentes cercanas al Ministerio de Trabajo, el Ejecutivo va a exigir a las corporaciones más rentables que, si reducen plantilla a través de prejubilaciones, asuman el coste de las prestaciones por desempleo que suelen soportar las arcas públicas.







Las prejubilaciones son una de las vías más utilizadas en despidos pactados






No es la primera vez que el Gobierno propone este tipo de cambio






Trabajo cree que la enmienda contará con apoyo suficiente en el Congreso






El ministerio se ha inspirado en una regulación aplicada en Finlandia


La idea no es nueva; el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, la estudia desde hace meses. Pero es ahora, con una iniciativa parlamentaria, cuando tomará cuerpo.
 Como norma general, un prejubilado es un trabajador en sus últimos años de vida laboral que ha llegado a un acuerdo, colectivo o individual, con su empresa por el que recibe una indemnización en el momento de ser despedido.
 Entonces, el prejubilado, como cualquier otro desempleado -la figura administrativa del prejubilado no existe- pasa a cobrar de los servicios públicos de empleo la prestación a la que tiene derecho durante un máximo de dos años.
Esto supone un abaratamiento del coste del despido para las empresas, ya que a la hora de calcular la indemnización ambas partes cuentan con el dinero que el prejubilado percibirá del antiguo Inem.






No obstante, en toda norma hay excepciones.
 En España ha habido grandes reducciones de plantillas en las que los prejubilados que perdían su trabajo no han pasado por las oficinas públicas de empleo y, por tanto, el Estado no ha tenido que desembolsar dinero alguno.
 Son los casos de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en los ajustes de plantilla de la banca y alguno de los que ha hecho la propia Telefónica hasta el momento. Telefónica protagonizó el mayor expediente de regulación de empleo (aprobado sin cambios por el Gobierno), al que se acogieron 14.000 personas entre 2003 y 2008.
 En aquel ERE, pactado con los sindicatos, el grueso de las bajas fueron prejubilaciones de mayores de 52 años en las que la empresa compensó a los extrabajadores hasta su jubilación anticipada (61 años), y en menor medida, hasta la edad legal de jubilación (65 años).
Y como era (y es) habitual, el antiguo Inem se hizo cargo de las prestaciones por desempleo.






Ahora, la intención del Gobierno es obligar a las grandes empresas con ganancias a asumir el coste de esa prestación en despidos colectivos para trabajadores mayores de 52 años que no van a reintegrarse al mercado laboral.




Para ello, fuentes cercanas al Ministerio que dirige Valeriano Gómez apuntan que Trabajo ha redactado un borrador que planea incorporar como enmienda en la tramitación de la Ley General de Seguridad Social o en el Decreto Ley de Políticas Activas de Empleo.
 En esta última opción se incluiría en la disposición final primera.
Ambas normas se encuentran pendientes de su aprobación en el Congreso, con un plazo de presentación de enmiendas que se agota en las próximas semanas.
 En Trabajo creen que habrá apoyo político suficiente para sacarla adelante.



No es este el único detalle que falta por cerrar.
 A "la primera versión" del texto que ha redactado Trabajo, todavía le faltan aspectos determinantes como a partir de qué número de trabajadores se impondrá la norma o cuál será el volumen de ganancias que servirá como referencia.



No es la primera vez que el Gobierno se propone endurecer las prejubilaciones. Ya el anterior ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, las criticó con fiereza.
"En los casos de empresas en beneficios, hay que prohibirlas directamente", llegó a afirmar.
Pero el departamento llegó a la conclusión de que esa era una vía jurídica cerrada: en muchos casos, la prejubilación no es más que un despido pactado libremente entre empresa y trabajador.




La alternativa, en la que el equipo de Valeriano Gómez trabaja desde noviembre, apuesta por encarecerlas de forma indirecta.
Hasta que no se fije a partir de qué volumen de empleo y de qué umbral de beneficios se aplicaría es imposible estimar el ahorro para los servicios públicos de empleo. Y en este asunto, escasean las referencias oficiales.
Un informe elaborado por el Consejo Económico y Social hace una década calculaba en 240 millones anuales al año el coste en prestaciones por desempleo por las prejubilaciones de grandes empresas.
 Pero las condiciones laborales han variado de forma notable.



Tampoco hay muchas más pistas sobre la dimensión total del colectivo de prejubilados, cobren o no prestación por desempleo.
 La asociación de técnicos de Hacienda cree que ronda las 400.000 personas, aunque esto incluye todo tipo de casos (expedientes colectivos y pactos individuales en empresas con beneficios o pérdidas, grandes o pequeñas),





En Europa, Finlandia ya cuenta con una regulación de este estilo.
De hecho, Trabajo se ha inspirado en la norma finlandesa para su diseño.
En el país nórdico, existen las llamadas "pensiones por desempleo" para los trabajadores mayores de 50 años afectados por regulaciones de empleos en empresas con beneficios. En estos casos, la compañía abona el 100% de la pensión si tiene más de 1.000 trabajadores.
El porcentaje disminuye hasta el 80% conforme baja la plantilla.




Las prejubilaciones son una de las vías más utilizadas en los despidos colectivos pactados por empresas y sindicatos.
Pierden el empleo los trabajadores más próximos a la jubilación a cambio de una indemnización que, muchas veces, supera lo establecido en la norma.
 Con ella el parado-prejubilado abandona un mercado laboral que tampoco les ofrece muchas oportunidades.
Normalmente, acaban jubilándose con pensiones menores por los coeficientes de reducción por hacerlo de forma anticipada.
Por eso, en muchos casos no suponen un sobrecoste para el sistema de pensiones, ya que su paga será menor durante el resto de su vida.

. Donatella Versace ataca a los advenedizos de la moda

Madonna, Beyoncé o Victoria Beckham podrán poner su toque glamour y su nombre a vestidos y accesorios, pero lo que el mundo de la alta costura de verdad necesita son profesionales en toda regla.
 Suena más o menos así la reprimenda que la heredera de casa Versace, Donatella, hermana de Gianni, lanza desde Milán contra las estrellas de la música y del espectáculo que se deleitan inventando líneas de prendas. "Creo que se trata casi exclusivamente de una cuestión de marketing.
 Muchas de esas colecciones son para un mercado de la moda más barato y masificado. La creatividad no tiene nada que ver con ello".



Así de claro lo ha dejado a la agencia Reuters la exuberante mujer, directora creativa de la casa italiana desde que su hermano y fundador de la firma fue asesinado en su lujosa mansión de Miami (Florida), en el verano de 1997.



Donatella es uña y carne con varios divos del pop mundial: Elton John y Jennifer López, por ejemplo, están entre sus más íntimos amigos.
 Por eso, parecen un poco fuera de lugar las palabras pronunciadas ayer con ocasión de la presentación de la línea Hogar 2011.
 "No me da ningún pavor la concurrencia de las celebridades. Las estrellas de la música llevan Versace", espetó.
 De hecho, tras rozar la bancarrota en 2004, Versace obtuvo el año pasado resultados mucho mejores de los que ellos mismos pronosticaban: las ventas de las colecciones primavera-verano y otoño-invierno dibujadas por Donatella han superado las previsiones en un 15% (son datos del periódico económico Il Sole 24 ore).
Aunque el balance siga en números rojos, Gian Giacomo Ferraris, el administrador delegado, confía en que la situación llegue a sanearse por completo en 2011: "En el primer trimestre de este curso, la tendencia al alza en las ventas se ha consolidado".

Toda una vuelta al mundo para llegar a un libro

Annabel Pitcher coloca en 15 países su primera novela, escrita mientras daba tumbos por Asia, América y Oceanía .
En tiempos de crisis agarrémonos a los cuentos de hadas. Esta es la historia de una triunfadora: Annabel Pitcher.
 El nombre todavía dice poco, pero tal vez resuene a la vuelta de los meses, cuando su primer libro se asome a las librerías de 15 países.
Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea (Siruela), que lleva dos ediciones y buenas críticas en Reino Unido, es la obra de alguien que consiguió su sueño y que todavía no ha despertado.
"Hace unos meses trabajaba como profesora, tenía poco dinero, y de repente estoy en España, hablando de mi libro y dedicando todo el tiempo a escribir", cuenta sonriente en la sede de su editorial española.
Se pellizca. Lo que procede cuando uno cumple su sueño.






Pitcher nació en un pequeñito pueblo de Yorkshire en 1982.
 A los 10 años, la misma edad que tiene el protagonista de su libro, ya sabía que de mayor sería escritora.
 Luego creció, fue a la Universidad de Oxford para estudiar filología inglesa, trabajó como profesora y se casó.
Y ahí su madre se sintió feliz. Anticipó que con el matrimonio llegaría un trabajo, una casa, una estabilidad...



Pues no. Con algo de picardía, Annabel Pitcher cuenta que su marido y ella acordaron hacer lo que otros europeos solteros: un largo viaje por el mundo.
Y fue en Quito, mientras veía una película sobre el 11-S, donde decidió que escribiría una historia sobre la pérdida. Ocurrió en Quito, aunque podría haber sido en cualquier otra parte de América del Sur, Oceanía o Asia.
Porque Pitcher casi circunnavega la Tierra para atracar en el puerto que perseguía desde los 10 años.



¿Y de qué va la novela que fue tejiendo mientras saltaba de un país a otro? Pues del desbarajuste causado por las pérdidas traumáticas, contado a través de un niño, un punto de vista que ha dado algunas obras brillantes (El curioso incidente del perro a medianoche o Tan fuerte, tan cerca) y otras menos.
Jamie, de 10 años, pierde a su hermana Rose en un atentado terrorista cometido por radicales islamistas en Londres. La tensión que aviva entre sus padres es tal que ni siquiera comparten el destino de los pocos restos orgánicos recogidos: su padre incinera su mitad y la deposita sobre la repisa de la chimenea y su madre entierra su otra mitad en el cementerio. Desde esa repisa, Rose sigue planeando sobre la vida de la familia, donde cada uno se va hundiendo a su manera: su padre en la bebida, su madre en otro amor, su hermana Jasmine en la anorexia. Jamie, que es de esos niños sin amigos, decide salvarles y, por el camino, afrontar prejuicios raciales y religiosos.




Pitcher no cree que deba ser visto como un libro "ñoño", sino como una lectura apta para todos los públicos.
La fórmula del crossover con niño ha dado grandes glorias comerciales en los últimos tiempos (El niño del pijama de rayas), pero ella defiende su autonomía creativa.
 "Escribía para mí misma lo que me divertía sin pensar qué podría ser más o menos comercial, seguir una moda o rellenar un hueco", explica en su primera visita a Madrid. Dicho lo cual agradece que la comparen con Haddon o Boyle porque sus obras le parecieron brillantes.



Al regresar a Londres, ordenó lo escrito y envió el original a dos agentes.
Uno le dijo que sería un desastre comercial y otro le dijo que sería un triunfo rotundo. A las pocas semanas varias editoriales se interesaron por el libro.
"Mi vida es ahora totalmente diferente", afirma. Se ha mudado de nuevo a Yorkshire y trabaja en su segunda novela, Ketchup clouds.
No digan que a veces las hadas...