La pareja ya tiene tres hijos varones .
David Beckham y su esposa, Victoria, están esperando el que será su cuarto hijo para mediados de este año. Así lo ha confirmado una portavoz de la ex cantante del grupo británico Spice Girls. La pareja que se casó en 1999, tiene ya tres hijos: Brooklyn Joseph (1999), Romeo James ( 2002) y Cruz David ( 2005).
Tanto David, de 35 años, como Victoria, de 36 años, están "muy entusiasmados" con la idea de volver a ser padres, según señaló Jo Milloy, portavoz de Victoria.
La cantante y ahora también diseñadora de ropa expresó hace unos días, cuando todavía nadie sabía que estaba embarazada, su deseo de tener una niña. "Mi casa está llena de hombres", bromeó.
Los Beckham viven en Los Angeles desde julio de 2007, tras la firma del centrocampista inglés con el club californiano de Los Angeles Galaxy.Si bien en los útlimos días se ha hablado del deseo de Victoria de mudarse a Nueva York, donde puede desarrollar mejor su trabajo de diseñadora.
Otras fuentes, además, señalan que la pareja ha perdido muchos de los amigos que tenían en Los Ángeles.
La noticia de la llegada del bebé coincide con la confirmación de que David se entrenará hasta el 10 de febrero con el Tottenham, de la primera división inglesa, aunque no disputará ningún partido con ellos.
10 ene 2011
El diablo se viste de azúcar
. .Katy Perry es la provocación ultracomedida, una de las artistas que mejor explotan actualmente el impacto de un 'look' atrevido. Aunque anteponga a todo su fe cristiana. Con solo dos discos acorta distancias para ocupar un lugar en el podio de las solistas del siglo XXI.
En la carrera hacia el éxito suele haber consenso entre el público para señalar el número uno.
Mientras unos y otros aún debaten si Lady Gaga ha logrado destronar a Madonna, a millas de distancia, un grupo selecto de solistas femeninas pugnan por el segundo puesto en el podio de "artista pop para el siglo XXI". Entre las que más distancia recortan se encuentra Katy Perry , una californiana hija de pastores metodistas que hace tres años escandalizó a su familia y a algunas mentes pacatas con canciones como
"No puedo controlar el impacto de los atributos físicos que Dios me ha dado. Y eso hay gente que se lo toma demasiado a la tremenda. Solo tengo más curvas que otras"
Ur so gay o I kissed a girl . La primera iba sobre un novio metrosexual que debería ser gay y la segunda, sobre la fantasía de besar a una chica (en su caso, inspirada por la actriz Scarlett Johansson). Aquel suflé de incorrección ultracomedida no ha hecho sino inflarse e inflarse desde entonces.
En una suite del hotel Palace de Madrid, espera poner la pica definitiva en España gracias a su intervención en los MTV European Music Awards , que incluyen una actuación en la Puerta de Alcalá y seis cambios de modelito en una sola tarde (en esto también se sitúa por detrás de Gaga). Apenas cultiva maneras de diva, es toda simpatía. Recibe con las uñas y la boca rosa chicle a juego, sombra de ojos negra, enormes pestañas postizas y una gruesa capa de maquillaje que apenas logra disimular algunos granitos. El largo de su minivestido lucha por alcanzar sus muslos. Ella, para disimular, se sienta con un cojín encima donde sitúa la grabadora "para que registre mejor las respuestas".
Nos han solicitado reiteradamente que no hagamos alusión a su reciente y fastuosa boda en la India con el actor cómico Russell Brand, aunque ella no pueda evitar tentarnos jugueteando todo el tiempo con su alianza repleta de diamantes. O mencionando a su novio cada dos por tres para corregirse inmediatamente. "Quiero decir, mi marido". Él la ha regalado por sus nupcias un tigre de bengala. En contraste al despilfarro, la pareja ha solicitado a sus invitados que mejor contribuyan con un cheque para una ONG. "Nuestras profesiones son lo suficientemente privilegiadas como para que encima nos anden regalando más cosas", finiquita sobre el asunto.
hay una ambigüedad calculada en su discurso. Mientras alimenta la provocación sexual, reivindica todo el tiempo su fe cristiana. Hace unos meses, cuando Lady Gaga estrenaba el videoclip de Alejandro, Katy Perry se echaba las manos a la cabeza y declaraba en Rolling Stone: "Agitar sexo y espiritualidad en el mismo frasco solo trae cosas negativas. Vale, yo canto que besé a una chica, pero no digo que la besé mientras me masturbo con un crucifijo". Hoy matiza estas palabras. "Creo que se malinterpretó mi reacción. Lo primero de todo, sigo siendo fan absoluta de Lady Gaga. Ha revolucionado la música y la cultura visual de nuestro tiempo. Y ha elevado el listón para mí y todas las artistas actuales. Pero no tengo que estar de acuerdo con todo lo que ella dice o hace. Y lo segundo, para mí la espiritualidad es algo muy importante, no me gusta que se tome a la ligera. A veces no entiendo por qué hay artistas que juegan esa carta, como cuando Madonna se sube a cantar a una cruz. Russell también ha hecho bromas muy blasfemas en el pasado, pero cada vez menos, porque sabe que soy muy sensible con el tema. Se puede frivolizar y ser divertido sin necesidad de incurrir en eso. Y no sé por qué pasa en concreto con la religión cristiana. Yo no veo a gente fingiendo sexo con estatuas de Buda, por ejemplo".
Para que comprendamos la diferencia: donde Lady Gaga se planta un sostén con dos metralletas y se traga un crucifijo, Katy Perry sitúa dos sprays de nata montada y engulle gominolas.
El videoclip en cuestión, California Gurls, se ha convertido en el más radiado del 2010 por la cadena MTV.
De igual manera, en su siguiente single, Fireworks, un canto al orgullo freak, le salen fuegos artificiales del pecho. Su anatomía se ha convertido en el mejor recurso alternativo a su voz. En septiembre, la cantante de 26 años tenía que haber protagonizado un número musical en el Barrio Sésamo estadounidense, pero su emisión se canceló cuatro días antes por la acumulación de protestas de padres indignados al ver las fotos de su revelador escote.
Días después, Perry respondía haciéndose la tonta desde un sketch en Saturday Night Live con la cara del peluche Elmo estampada en su delantera.
la pregunta es de rigor: ¿Qué tienen sus pechos que generan tanto debate? "Oh, ¿mis tetitas?", suelta observándoselas. "Son muy poderosas, supongo. No puedo controlar el impacto de los atributos que Dios me ha dado. Y hay gente que eso se lo toma demasiado a la tremenda. Estoy súper orgullosa de mi cuerpo. No es que suela salir medio desnuda ante el mundo por sistema. Es solo que tengo más curvas que otras. En cualquier caso, el resultado de la censura de aquel vídeo infantil me ha hecho más bien a mí que mal yo a ellos". Cierto. De hecho, cualquier preescolar con acceso a Internet puede verlo en YouTube. "Exacto. Es como cuando a mí me prohibían ver la MTV de pequeña. Enseguida me las ingenié para averiguar el código descodificador. La verdad es que mis padres no estuvieron muy espabilados en eso. ¡Pusieron la fecha de nacimiento de mi madre!", se ríe.
Rebobinemos. Kate Hudson (el Perry, apellido materno, vino después, para que no la confundieran con la actriz del mismo nombre) creció en un hogar donde estaba prohibida la música profana. A los nueve años se convirtió en la voz más angelical del coro de su iglesia. A los doce veía videoclips a escondidas "hasta que escuchaba el coche de mis padres entrar en el garaje; para ellos Madonna estaba en la misma categoría que Marilyn Manson". Por su decimotercer cumpleaños, los miembros de su iglesia le regalaron una guitarra. Su primera canción, Trust me, trataba sobre confiar en Dios. A los 15 años, grabó en Nashville su disco de debut. Solo canciones de góspel. "Apenas tenía influencias externas. Todo en mi vida era Dios y la iglesia. Si mi familia fuera musulmana, habría cantado sobre Alá. Pero no pienso despreciar aquellos temas porque Dios sigue siendo una fuerza poderosa en mi vida. Aún continúo cantando sobre él".
Por entonces dejó el colegio. "Me dije: 'Si fuera buena haciendo espaguetis querría ser la mejor chef del mundo'. Ese es el mismo impulso que sentí con la música, tenía que centrarme en alcanzar mi meta". Se plantó en Los Ángeles con 17 años. Dio tumbos de una discográfica a otra. "Me rechazaron en tres. Pero yo siempre digo que el rechazo es la protección de Dios. Si hubiera sacado mi primer disco de pop siendo una adolescente en lugar de a los 23 años a lo mejor no habría sabido cómo aguantar toda la responsabilidad, presión y escrutinio que ello conlleva".
Madonna se convirtió en su primera vocera, reclamando la atención sobre el single Ur so gay. "A día de hoy no la he conocido en persona. Tan solo la vi una vez, en la fiesta que organizó tras su concierto en el estadio de Wembley, en Londres. Yo fui con Mika. Resultaba imposible acercarse a ella, porque siempre tiene una corte de gente a su alrededor. Cuando al fin llegó mi momento de saludarla ya me había tomado tres copas de champán y apenas pude proferir un '¡Gracias... Muchas gracias!'. Me quedé pasmada", se ríe.
el 'bloguero' perez hilton, azote de las celebridades de Los Ángeles, se volvió su principal aliado, esbozándola como icono gay prematuro. Desde su web la enfrentó a Lily Allen y alimentó una rivalidad entre ambas que a día de hoy se ha esfumado por completo. Mientras la cantante británica se desvinculaba del mundo de la música y hacía buenas migas con Kate Moss, Perry se alineaba con Rihanna y cimentaba su estatus en la industria.
Lo que podía parecer una simple alianza de conveniencia ha resultado ser una sólida amistad. Rihanna no pudo estar en la boda de Perry por compromisos laborales, pero sí organizarle una fiesta de despedida de soltera en el Hard Rock Hotel de Las Vegas con penes inflables en la piscina y una tarta en forma de ídem enhiesto donde se leía Cuntgratulations (juego de palabras traducible como "Felicidades, zorra"). "No resulta fácil encontrarse a gente tan fantástica como Rihanna en esta industria, en la que el éxito enseguida te puede volver fría y distante. Ya desde que nos conocimos se mostró muy generosa. Fue en los Grammy de 2009. La vi en los ensayos y le dije: '¡Me encanta tu bolso!'. Y respondió: 'Te conseguiré uno igual'. Pensaba que era lo típico que se dice por decir. Al día siguiente fue cuando la agredió su novio [Chris Brown] y no pudo actuar en la ceremonia. La acompañé unos días a alejarse del ruido mediático a Barbados. Semanas después, por San Valentín, me llegó un paquete suyo, ¡era el bolso que me había prometido!".
Ambas han cultivado el arte de provocar sin herir, pero aún nos queda una cuestión por aclarar: ¿generar controversia hoy es lo más fácil o lo más difícil del mundo? "Hay que tener mucho ojo con qué la generas, aunque siempre habrá quien vea signos de controversia en lo que haces, ya sea pintarte las uñas de rojo o bailar.
Yo no quiero arreglar el planeta ni agradar a todos, solo abrir mentes.
Y si de paso la gente se divierte conmigo, pues mejor".
En la carrera hacia el éxito suele haber consenso entre el público para señalar el número uno.
Mientras unos y otros aún debaten si Lady Gaga ha logrado destronar a Madonna, a millas de distancia, un grupo selecto de solistas femeninas pugnan por el segundo puesto en el podio de "artista pop para el siglo XXI". Entre las que más distancia recortan se encuentra Katy Perry , una californiana hija de pastores metodistas que hace tres años escandalizó a su familia y a algunas mentes pacatas con canciones como
"No puedo controlar el impacto de los atributos físicos que Dios me ha dado. Y eso hay gente que se lo toma demasiado a la tremenda. Solo tengo más curvas que otras"
Ur so gay o I kissed a girl . La primera iba sobre un novio metrosexual que debería ser gay y la segunda, sobre la fantasía de besar a una chica (en su caso, inspirada por la actriz Scarlett Johansson). Aquel suflé de incorrección ultracomedida no ha hecho sino inflarse e inflarse desde entonces.
En una suite del hotel Palace de Madrid, espera poner la pica definitiva en España gracias a su intervención en los MTV European Music Awards , que incluyen una actuación en la Puerta de Alcalá y seis cambios de modelito en una sola tarde (en esto también se sitúa por detrás de Gaga). Apenas cultiva maneras de diva, es toda simpatía. Recibe con las uñas y la boca rosa chicle a juego, sombra de ojos negra, enormes pestañas postizas y una gruesa capa de maquillaje que apenas logra disimular algunos granitos. El largo de su minivestido lucha por alcanzar sus muslos. Ella, para disimular, se sienta con un cojín encima donde sitúa la grabadora "para que registre mejor las respuestas".
Nos han solicitado reiteradamente que no hagamos alusión a su reciente y fastuosa boda en la India con el actor cómico Russell Brand, aunque ella no pueda evitar tentarnos jugueteando todo el tiempo con su alianza repleta de diamantes. O mencionando a su novio cada dos por tres para corregirse inmediatamente. "Quiero decir, mi marido". Él la ha regalado por sus nupcias un tigre de bengala. En contraste al despilfarro, la pareja ha solicitado a sus invitados que mejor contribuyan con un cheque para una ONG. "Nuestras profesiones son lo suficientemente privilegiadas como para que encima nos anden regalando más cosas", finiquita sobre el asunto.
hay una ambigüedad calculada en su discurso. Mientras alimenta la provocación sexual, reivindica todo el tiempo su fe cristiana. Hace unos meses, cuando Lady Gaga estrenaba el videoclip de Alejandro, Katy Perry se echaba las manos a la cabeza y declaraba en Rolling Stone: "Agitar sexo y espiritualidad en el mismo frasco solo trae cosas negativas. Vale, yo canto que besé a una chica, pero no digo que la besé mientras me masturbo con un crucifijo". Hoy matiza estas palabras. "Creo que se malinterpretó mi reacción. Lo primero de todo, sigo siendo fan absoluta de Lady Gaga. Ha revolucionado la música y la cultura visual de nuestro tiempo. Y ha elevado el listón para mí y todas las artistas actuales. Pero no tengo que estar de acuerdo con todo lo que ella dice o hace. Y lo segundo, para mí la espiritualidad es algo muy importante, no me gusta que se tome a la ligera. A veces no entiendo por qué hay artistas que juegan esa carta, como cuando Madonna se sube a cantar a una cruz. Russell también ha hecho bromas muy blasfemas en el pasado, pero cada vez menos, porque sabe que soy muy sensible con el tema. Se puede frivolizar y ser divertido sin necesidad de incurrir en eso. Y no sé por qué pasa en concreto con la religión cristiana. Yo no veo a gente fingiendo sexo con estatuas de Buda, por ejemplo".
Para que comprendamos la diferencia: donde Lady Gaga se planta un sostén con dos metralletas y se traga un crucifijo, Katy Perry sitúa dos sprays de nata montada y engulle gominolas.
El videoclip en cuestión, California Gurls, se ha convertido en el más radiado del 2010 por la cadena MTV.
De igual manera, en su siguiente single, Fireworks, un canto al orgullo freak, le salen fuegos artificiales del pecho. Su anatomía se ha convertido en el mejor recurso alternativo a su voz. En septiembre, la cantante de 26 años tenía que haber protagonizado un número musical en el Barrio Sésamo estadounidense, pero su emisión se canceló cuatro días antes por la acumulación de protestas de padres indignados al ver las fotos de su revelador escote.
Días después, Perry respondía haciéndose la tonta desde un sketch en Saturday Night Live con la cara del peluche Elmo estampada en su delantera.
la pregunta es de rigor: ¿Qué tienen sus pechos que generan tanto debate? "Oh, ¿mis tetitas?", suelta observándoselas. "Son muy poderosas, supongo. No puedo controlar el impacto de los atributos que Dios me ha dado. Y hay gente que eso se lo toma demasiado a la tremenda. Estoy súper orgullosa de mi cuerpo. No es que suela salir medio desnuda ante el mundo por sistema. Es solo que tengo más curvas que otras. En cualquier caso, el resultado de la censura de aquel vídeo infantil me ha hecho más bien a mí que mal yo a ellos". Cierto. De hecho, cualquier preescolar con acceso a Internet puede verlo en YouTube. "Exacto. Es como cuando a mí me prohibían ver la MTV de pequeña. Enseguida me las ingenié para averiguar el código descodificador. La verdad es que mis padres no estuvieron muy espabilados en eso. ¡Pusieron la fecha de nacimiento de mi madre!", se ríe.
Rebobinemos. Kate Hudson (el Perry, apellido materno, vino después, para que no la confundieran con la actriz del mismo nombre) creció en un hogar donde estaba prohibida la música profana. A los nueve años se convirtió en la voz más angelical del coro de su iglesia. A los doce veía videoclips a escondidas "hasta que escuchaba el coche de mis padres entrar en el garaje; para ellos Madonna estaba en la misma categoría que Marilyn Manson". Por su decimotercer cumpleaños, los miembros de su iglesia le regalaron una guitarra. Su primera canción, Trust me, trataba sobre confiar en Dios. A los 15 años, grabó en Nashville su disco de debut. Solo canciones de góspel. "Apenas tenía influencias externas. Todo en mi vida era Dios y la iglesia. Si mi familia fuera musulmana, habría cantado sobre Alá. Pero no pienso despreciar aquellos temas porque Dios sigue siendo una fuerza poderosa en mi vida. Aún continúo cantando sobre él".
Por entonces dejó el colegio. "Me dije: 'Si fuera buena haciendo espaguetis querría ser la mejor chef del mundo'. Ese es el mismo impulso que sentí con la música, tenía que centrarme en alcanzar mi meta". Se plantó en Los Ángeles con 17 años. Dio tumbos de una discográfica a otra. "Me rechazaron en tres. Pero yo siempre digo que el rechazo es la protección de Dios. Si hubiera sacado mi primer disco de pop siendo una adolescente en lugar de a los 23 años a lo mejor no habría sabido cómo aguantar toda la responsabilidad, presión y escrutinio que ello conlleva".
Madonna se convirtió en su primera vocera, reclamando la atención sobre el single Ur so gay. "A día de hoy no la he conocido en persona. Tan solo la vi una vez, en la fiesta que organizó tras su concierto en el estadio de Wembley, en Londres. Yo fui con Mika. Resultaba imposible acercarse a ella, porque siempre tiene una corte de gente a su alrededor. Cuando al fin llegó mi momento de saludarla ya me había tomado tres copas de champán y apenas pude proferir un '¡Gracias... Muchas gracias!'. Me quedé pasmada", se ríe.
el 'bloguero' perez hilton, azote de las celebridades de Los Ángeles, se volvió su principal aliado, esbozándola como icono gay prematuro. Desde su web la enfrentó a Lily Allen y alimentó una rivalidad entre ambas que a día de hoy se ha esfumado por completo. Mientras la cantante británica se desvinculaba del mundo de la música y hacía buenas migas con Kate Moss, Perry se alineaba con Rihanna y cimentaba su estatus en la industria.
Lo que podía parecer una simple alianza de conveniencia ha resultado ser una sólida amistad. Rihanna no pudo estar en la boda de Perry por compromisos laborales, pero sí organizarle una fiesta de despedida de soltera en el Hard Rock Hotel de Las Vegas con penes inflables en la piscina y una tarta en forma de ídem enhiesto donde se leía Cuntgratulations (juego de palabras traducible como "Felicidades, zorra"). "No resulta fácil encontrarse a gente tan fantástica como Rihanna en esta industria, en la que el éxito enseguida te puede volver fría y distante. Ya desde que nos conocimos se mostró muy generosa. Fue en los Grammy de 2009. La vi en los ensayos y le dije: '¡Me encanta tu bolso!'. Y respondió: 'Te conseguiré uno igual'. Pensaba que era lo típico que se dice por decir. Al día siguiente fue cuando la agredió su novio [Chris Brown] y no pudo actuar en la ceremonia. La acompañé unos días a alejarse del ruido mediático a Barbados. Semanas después, por San Valentín, me llegó un paquete suyo, ¡era el bolso que me había prometido!".
Ambas han cultivado el arte de provocar sin herir, pero aún nos queda una cuestión por aclarar: ¿generar controversia hoy es lo más fácil o lo más difícil del mundo? "Hay que tener mucho ojo con qué la generas, aunque siempre habrá quien vea signos de controversia en lo que haces, ya sea pintarte las uñas de rojo o bailar.
Yo no quiero arreglar el planeta ni agradar a todos, solo abrir mentes.
Y si de paso la gente se divierte conmigo, pues mejor".
Cuéntame... qué pasó con los reyes
Isabel Burdiel reconstruye el proceso que encumbra y derriba a Isabel II - Las biografías sobre monarcas triunfan entre los ensayos históricos .
Isabel II empezó su reinado como una gran esperanza blanca y acabó huyendo como apestada. Cuando murió en París en 1904, su nieto, Alfonso XIII, mantuvo su agenda y evitó el roce con tan nefasto símbolo. El cadáver de la anciana se envió casi a hurtadillas al panteón de El Escorial. Los Borbones siguientes se alejaron de Isabel II como de un agente infeccioso. Quedó en la memoria colectiva con trazo grueso: La Chata, una casquivana. Incluso los hermanos Bécquer la satirizaron en pinturas pornográficas practicando sexo con confesor y ministros.
De mayores, como los anglosajones
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Parker aclara que nadie podrá leer nunca todo lo que firmó Felipe II
Todo eso es cierto, pero eso no es todo. El ensayo de Isabel Burdiel, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, Isabel II. Una biografía (1830-1904), publicado por Taurus (Grupo PRISA, editor de EL PAÍS), es el relato de una decepción. "Las biografías se escriben para abordar problemas históricos", expone, "a mí me interesaba la difícil relación entre monarquía y liberalismo, analizar el origen del desencuentro entre las fuerzas de la modernidad y la monarquía, que ha ido siempre por detrás". "Es un problema europeo, pero España tiene una especificidad: no hay un cambio de dinastía tras la revolución liberal y la misma dinastía se tiene que adaptar a un mundo posrevolucionario", añade.
Isabel II fue el primer monarca constitucional de España.
Pero eso no garantiza un hueco digno en la historia, como el que ocupan con luces y sombras Carlos V, al que Hugh Thomas da otra vuelta en El imperio español de Carlos V (Planeta) o Felipe II, al que el catedrático Geoffrey Parker disecciona en La biografía definitiva (Planeta) con la humildad de avisar: "Nadie tendrá tiempo jamás de leer todos los documentos relevantes sobre el medio siglo que ejerció el poder".
Hasta 2.000 papeles llegó a firmar en un día. Y en esos 50 años apenas seis meses discurrieron sin guerra.
Parker ha buceado en la Colección de Altamira, integrada por miles de billetes autógrafos del rey y sus ministros en los que se abordan asuntos trascendentales y menudencias como los "excusados" de El Escorial.
A partir de este material, el biógrafo construye un retrato que difiere del trazado por otro hispanista, Henry Kamen. "Ciertamente, algunos acontecimientos, e incluso algunos dominios, escaparon ocasionalmente al control efectivo de Felipe, del mismo modo que escapan periódicamente al control efectivo de todo estadista en tiempos de guerra. Sin embargo, Felipe pasó la mayor parte de su vida tomando decisiones que le permitieran mantener o recuperar la iniciativa", sostiene Parker.
A Felipe II le educaron desde niño para ser rey. A la heredera de Fernando VII, absolutista feroz que firmaba constituciones pensando en el modo de derogarlas, nadie la educó para ser reina por más que la abrazaran como el icono de la modernización.
Menos que nadie, su madre, la regente María Cristina, "muy inteligente, hábil, capaz", a la que interesaba Isabel como mero "peón" del poder y que dirigió sus afectos a la segunda familia que formó de tapadillo tras la muerte de Fernando VII con el guardia de corps Fernando Muñoz y Funes. "Isabel fue una niña emocionalmente abandonada y políticamente secuestrada.
Tiene una educación precaria en contenidos y moral, se la acostumbró a hacer lo que le daba la gana, sin escrúpulos, y sin importar la traición", expone Burdiel, que dedicó una década a investigar.
Isabel II dejó de estudiar a los 13 años, cuando fue declarada mayor de edad. Si hasta entonces había fallado su formación, a partir de ahí se suceden las maquinaciones, contubernios, calumnias e intrigas desde los círculos familiares y políticos para controlarla.
Su vida sexual alimenta comidillas y devora su reputación. Luego vendrá la purga ultracatólica. Hay un cerco machista evidente. "Otros reyes han tenido una vida privada similar y no han tenido los mismo efectos políticos.
La reina es deleznable, pero lo que me interesa es ver cómo se fabrica un monstruo, que es producto de la educación, del contexto y de los políticos que luego le achacan las culpas de lo que han fabricado", reflexiona la autora.
Isabel II empezó su reinado como una gran esperanza blanca y acabó huyendo como apestada. Cuando murió en París en 1904, su nieto, Alfonso XIII, mantuvo su agenda y evitó el roce con tan nefasto símbolo. El cadáver de la anciana se envió casi a hurtadillas al panteón de El Escorial. Los Borbones siguientes se alejaron de Isabel II como de un agente infeccioso. Quedó en la memoria colectiva con trazo grueso: La Chata, una casquivana. Incluso los hermanos Bécquer la satirizaron en pinturas pornográficas practicando sexo con confesor y ministros.
De mayores, como los anglosajones
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Parker aclara que nadie podrá leer nunca todo lo que firmó Felipe II
Todo eso es cierto, pero eso no es todo. El ensayo de Isabel Burdiel, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, Isabel II. Una biografía (1830-1904), publicado por Taurus (Grupo PRISA, editor de EL PAÍS), es el relato de una decepción. "Las biografías se escriben para abordar problemas históricos", expone, "a mí me interesaba la difícil relación entre monarquía y liberalismo, analizar el origen del desencuentro entre las fuerzas de la modernidad y la monarquía, que ha ido siempre por detrás". "Es un problema europeo, pero España tiene una especificidad: no hay un cambio de dinastía tras la revolución liberal y la misma dinastía se tiene que adaptar a un mundo posrevolucionario", añade.
Isabel II fue el primer monarca constitucional de España.
Pero eso no garantiza un hueco digno en la historia, como el que ocupan con luces y sombras Carlos V, al que Hugh Thomas da otra vuelta en El imperio español de Carlos V (Planeta) o Felipe II, al que el catedrático Geoffrey Parker disecciona en La biografía definitiva (Planeta) con la humildad de avisar: "Nadie tendrá tiempo jamás de leer todos los documentos relevantes sobre el medio siglo que ejerció el poder".
Hasta 2.000 papeles llegó a firmar en un día. Y en esos 50 años apenas seis meses discurrieron sin guerra.
Parker ha buceado en la Colección de Altamira, integrada por miles de billetes autógrafos del rey y sus ministros en los que se abordan asuntos trascendentales y menudencias como los "excusados" de El Escorial.
A partir de este material, el biógrafo construye un retrato que difiere del trazado por otro hispanista, Henry Kamen. "Ciertamente, algunos acontecimientos, e incluso algunos dominios, escaparon ocasionalmente al control efectivo de Felipe, del mismo modo que escapan periódicamente al control efectivo de todo estadista en tiempos de guerra. Sin embargo, Felipe pasó la mayor parte de su vida tomando decisiones que le permitieran mantener o recuperar la iniciativa", sostiene Parker.
A Felipe II le educaron desde niño para ser rey. A la heredera de Fernando VII, absolutista feroz que firmaba constituciones pensando en el modo de derogarlas, nadie la educó para ser reina por más que la abrazaran como el icono de la modernización.
Menos que nadie, su madre, la regente María Cristina, "muy inteligente, hábil, capaz", a la que interesaba Isabel como mero "peón" del poder y que dirigió sus afectos a la segunda familia que formó de tapadillo tras la muerte de Fernando VII con el guardia de corps Fernando Muñoz y Funes. "Isabel fue una niña emocionalmente abandonada y políticamente secuestrada.
Tiene una educación precaria en contenidos y moral, se la acostumbró a hacer lo que le daba la gana, sin escrúpulos, y sin importar la traición", expone Burdiel, que dedicó una década a investigar.
Isabel II dejó de estudiar a los 13 años, cuando fue declarada mayor de edad. Si hasta entonces había fallado su formación, a partir de ahí se suceden las maquinaciones, contubernios, calumnias e intrigas desde los círculos familiares y políticos para controlarla.
Su vida sexual alimenta comidillas y devora su reputación. Luego vendrá la purga ultracatólica. Hay un cerco machista evidente. "Otros reyes han tenido una vida privada similar y no han tenido los mismo efectos políticos.
La reina es deleznable, pero lo que me interesa es ver cómo se fabrica un monstruo, que es producto de la educación, del contexto y de los políticos que luego le achacan las culpas de lo que han fabricado", reflexiona la autora.
Ratzinger: "La educación sexual amenaza la libertad religiosa en Europa"
El Papa critica la enseñanza de valores "presuntamente neutrales" y la violencia contra los cristianos de Oriente Medio en un discurso ante el cuerpo diplomático .
MIGUEL MORA
Benedicto XVI ha definido hoy como una "manifestación de la marginación de la religión y, en particular, del cristianismo" el hecho de "suprimir de la vida pública fiestas y símbolos religiosos en nombre del respeto de aquellos que pertenecen a otras religiones y de los que no creen" en Dios.
Hablando ante los representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, Joseph Ratzinger ha afirmado que, al actuar así, los Estados no solo limitan "el derecho de los creyentes a la expresión pública de su fe", sino que también cortan "las raíces culturales que alimentan la identidad profunda y la cohesión social de numerosas naciones".
El Papa ha atacado frontalmente a la educación laica, ha subrayado que no puede guardar silencio ante "otra amenaza a la libertad religiosa de las familias en algunos países europeos", en los que "se impone la participación en cursos de educación sexual o cívica que transmiten concepciones de la persona y la vida presuntamente neutras, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la recta razón". La frase ha parecido una referencia implícita a la asignatura de Educación para la Ciudadanía aprobada por el Gobierno socialista español.
Para Benedicto XVI es "preocupante" también que "el servicio que las comunidades religiosas ofrecen a toda la sociedad, en particular para las jóvenes generaciones, sea comprometido u obstaculizado por proyectos de ley que amenazan con crear una suerte de monopolio estatal en materia escolástica, como se constata por ejemplo en algunos países de América Latina".
En su discurso el Papa ha pedido también que los Estados garanticen a las comunidades religiosas que puedan "trabajar libremente en la sociedad, con iniciativas en los sectores sociales, caritativos o educativos". "Exhorto a todos los Gobiernos", ha dicho Benedicto XVI, "a promover sistemas educativos que respeten el derecho primordial de las familias a decidir acerca de la educación de sus hijos y que se inspiren en el principio de subsidiaridad, fundamental para organizar una sociedad justa".
Sobre la libertad religiosa en los países musulmanes, Ratzinger ha recordado el atentado que "golpeó brutalmente" la noche de fin de año a la Iglesia copta de Alejandría (Egipto), ha constatado "la sucesión de ataques" contra las minorías cristianas y ha pedido a las autoridades políticas y a los líderes religiosos islámicos que "trabajen para que sus conciudadanos cristianos puedan vivir con seguridad", señalando la "urgente necesidad de adoptar, pese a las dificultades y amenazas, medidas eficaces para proteger a las minorías religiosas".
Citando países concretos, el Papa se ha referido a Irak y, especialmente, a Pakistán, y ha solicitado al Gobierno la abolición de la ley contra la blasfemia, ya que "es evidente", ha dicho, "que sirve como pretexto para provocar injusticias y violencia contra las minorías religiosas". Según Benedicto XVI, "el trágico asesinato del gobernador de Punjab" demuestra la urgencia de esa abolición.
Hablando sin rodeos, el Papa ha afirmado que la violencia encuentra su caldo de cultivo en la discriminación social y política en muchos países donde el Islam es mayoritario: "La libertad religiosa no se aplica plenamente cuando se garantiza solamente la libertad de culto y además con limitaciones", ha señalado. "Animo, además, a acompañar la plena tutela de la libertad religiosa con programas que, desde la escuela primaria y en el cuadro de la enseñanza religiosa, eduquen en el respeto de todos los hermanos de la Humanidad".
Finalmente, ha citado a los Estados de la Península Arábiga, "donde viven numerosos inmigrantes cristianos", y ha pedido que faciliten a la Iglesia católica "adecuadas estructuras pastorales".
MIGUEL MORA
Benedicto XVI ha definido hoy como una "manifestación de la marginación de la religión y, en particular, del cristianismo" el hecho de "suprimir de la vida pública fiestas y símbolos religiosos en nombre del respeto de aquellos que pertenecen a otras religiones y de los que no creen" en Dios.
Hablando ante los representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, Joseph Ratzinger ha afirmado que, al actuar así, los Estados no solo limitan "el derecho de los creyentes a la expresión pública de su fe", sino que también cortan "las raíces culturales que alimentan la identidad profunda y la cohesión social de numerosas naciones".
El Papa ha atacado frontalmente a la educación laica, ha subrayado que no puede guardar silencio ante "otra amenaza a la libertad religiosa de las familias en algunos países europeos", en los que "se impone la participación en cursos de educación sexual o cívica que transmiten concepciones de la persona y la vida presuntamente neutras, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la recta razón". La frase ha parecido una referencia implícita a la asignatura de Educación para la Ciudadanía aprobada por el Gobierno socialista español.
Para Benedicto XVI es "preocupante" también que "el servicio que las comunidades religiosas ofrecen a toda la sociedad, en particular para las jóvenes generaciones, sea comprometido u obstaculizado por proyectos de ley que amenazan con crear una suerte de monopolio estatal en materia escolástica, como se constata por ejemplo en algunos países de América Latina".
En su discurso el Papa ha pedido también que los Estados garanticen a las comunidades religiosas que puedan "trabajar libremente en la sociedad, con iniciativas en los sectores sociales, caritativos o educativos". "Exhorto a todos los Gobiernos", ha dicho Benedicto XVI, "a promover sistemas educativos que respeten el derecho primordial de las familias a decidir acerca de la educación de sus hijos y que se inspiren en el principio de subsidiaridad, fundamental para organizar una sociedad justa".
Sobre la libertad religiosa en los países musulmanes, Ratzinger ha recordado el atentado que "golpeó brutalmente" la noche de fin de año a la Iglesia copta de Alejandría (Egipto), ha constatado "la sucesión de ataques" contra las minorías cristianas y ha pedido a las autoridades políticas y a los líderes religiosos islámicos que "trabajen para que sus conciudadanos cristianos puedan vivir con seguridad", señalando la "urgente necesidad de adoptar, pese a las dificultades y amenazas, medidas eficaces para proteger a las minorías religiosas".
Citando países concretos, el Papa se ha referido a Irak y, especialmente, a Pakistán, y ha solicitado al Gobierno la abolición de la ley contra la blasfemia, ya que "es evidente", ha dicho, "que sirve como pretexto para provocar injusticias y violencia contra las minorías religiosas". Según Benedicto XVI, "el trágico asesinato del gobernador de Punjab" demuestra la urgencia de esa abolición.
Hablando sin rodeos, el Papa ha afirmado que la violencia encuentra su caldo de cultivo en la discriminación social y política en muchos países donde el Islam es mayoritario: "La libertad religiosa no se aplica plenamente cuando se garantiza solamente la libertad de culto y además con limitaciones", ha señalado. "Animo, además, a acompañar la plena tutela de la libertad religiosa con programas que, desde la escuela primaria y en el cuadro de la enseñanza religiosa, eduquen en el respeto de todos los hermanos de la Humanidad".
Finalmente, ha citado a los Estados de la Península Arábiga, "donde viven numerosos inmigrantes cristianos", y ha pedido que faciliten a la Iglesia católica "adecuadas estructuras pastorales".
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