Lady Gaga y Oliver Stone, estrellas de la Feria Las Vegas .
Los medios sociales y la posibilidad de conectarse directamente con sus fans han llevado a muchos famosos a convertirse en verdaderos expertos en las nuevas tecnologías. Hace un par de años Demi Moore y su marido Ashton Kutcher estuvieron en boca de todos por su peculiar guerra de imágenes caseras difundidas a través de sus cuentas en Twitter. Hoy que los famosos se comuniquen por esta Red social es casi una norma.
En el CES, la feria de electrónica de consumo más grande del mundo que se celebra estos días en Las Vegas y en la que se muestran los aparatos que llegarán al mercado en 2011 son muchos los rostros conocidos. Algunos lo hacen de la mano de marcas como reclamo publicitario.
Otros, para compartir sus experiencias. Este es el caso del director Oliver Stone, que participa en una conferencia sobre el futuro del cine. La protagonista de Tron legacy, Olivia Wilde, hablará de las bondades de la tableta de BlackBerry, la denominada Playbook.
Mientras la industria de la televisión intenta adaptarse a los nuevos tiempos, un recién jubilado, el famoso presentador Larry King, estará presente para contar cómo ve el futuro de este medio, en el que ha sido un referente durante décadas. La retransmisión de eventos deportivos, con la llegada de la televisión en 3D, es una de las apuestas de la industria. Para contarlo estará un jugador histórico de la NBA, Bill Wanton.
La música y el entretenimiento también tienen cabida en una ciudad pensada para divertirse sin freno. 50 Cent, Earth Wind and Fire o Stone Temple Pilots darán lo mejor de sí mismos de dos maneras: contando qué mejoras trae la tecnología al mundo de la música y actuando para los asistentes.
Aunque si se trata de creatividad, la gran visita de la feria ha sido la de Lady Gaga, que estuvo en el estand de Polaroid, la compañía de fotos instantáneas que intenta sumarse a los tiempos de inmediatez digital.
Mientras que la fotografía digital permite ver la imagen al momento, Polaroid combina los dos mundos. Las imprime en papel con bonitos efectos y las almacena en digital para compartirlas en pantallas.
La cantante de moda enseñó el uso que ha dado a estos aparatos durante los últimos meses de gira. Sorprendente, cercano y simpático experimento de una peculiar estrella.
7 ene 2011
Conforme al protocolo
La princesa de Asturias y la ministra de Defensa cumplieron a la perfección las normas que dicta el protocolo para la recepción de la Pascua Militar. Si sus elecciones fueron criticadas en otras ocasiones, en esta ambas acataron las normas. Doña Letizia eligió un dos piezas largo en tono azul y la ministra un sobrio traje pantalón negro. Chacón solo se permitió innovar en su peinado.
Zahi Hawass anuncia que cerrará la tumba de Tutankamón
El objetivo es evitar que prosiga su imparable deterioro a causa del turismo masivo.
Una de las mayores atracciones turísticas y arqueológicas del mundo cerrará sus viejas puertas en breve, probablemente para siempre.
El responsable de antigüedades de Egipto, Zahi Hawass , anunció ayer en unas declaraciones a Efe que va a echar el candado en la tumba de Tutankamón, la más visitada del valle de los Reyes, la gran necrópolis faraónica de la antigua Tebas (actual Luxor), para evitar que prosiga su imparable deterioro a causa del turismo masivo.
El enigma eterno de Tutmosis III
La decisión se enmarca en el conocido proyecto de Hawass de crear réplicas de las tumbas más importantes y desviar a ellas el turismo mientras se cierran las originales a fin de conservarlas para la posteridad.
Las otras dos tumbas que se cerrarán definitivamente son la de Seti I, la más monumental del Valle de los Reyes , y la de la reina Nefertari, la esposa principal de Ramsés II, en el vecino Valle de las Reinas .
Ambos sepulcros, delicadísimos por sus pinturas, están de hecho cerrados ya a las visitas turísticas desde hace tiempo. Desde su descubrimiento por Howard Carter en 1922 la tumba del joven rey se convirtió en sinónimo del antiguo Egipto y no ha dejado nunca de ser un foco de curiosidad y emoción a cuyo reclamo han acudido millones de personas.
La pequeña tumba -no diseñada para contener los tesoros y el enterramiento de un faraón (fue un apaño de urgencia por la muerte precipitada de Tut), así que ni te digo para dar cabida a oleadas de turistas sudorosos-, ha sufrido enormemente por las visitas. Especialmente las pinturas de la cámara funeraria.
La decisión en 2007 de exhibir la momia del rey en la propia tumba en una urna climatizada incrementó el interés (y el morbo) del público por visitar el sepulcro y aumentó la presión sobre el recinto, agravando los problemas de conservación.
Hawass no ha concretado exactamente cuando se cerrará la tumba de Tutankamón ni que sucederá con la momia del rey (las momias de los faraones del Imperio Nuevo se exhiben en el Museo de El Cairo).
Una de las mayores atracciones turísticas y arqueológicas del mundo cerrará sus viejas puertas en breve, probablemente para siempre.
El responsable de antigüedades de Egipto, Zahi Hawass , anunció ayer en unas declaraciones a Efe que va a echar el candado en la tumba de Tutankamón, la más visitada del valle de los Reyes, la gran necrópolis faraónica de la antigua Tebas (actual Luxor), para evitar que prosiga su imparable deterioro a causa del turismo masivo.
El enigma eterno de Tutmosis III
La decisión se enmarca en el conocido proyecto de Hawass de crear réplicas de las tumbas más importantes y desviar a ellas el turismo mientras se cierran las originales a fin de conservarlas para la posteridad.
Las otras dos tumbas que se cerrarán definitivamente son la de Seti I, la más monumental del Valle de los Reyes , y la de la reina Nefertari, la esposa principal de Ramsés II, en el vecino Valle de las Reinas .
Ambos sepulcros, delicadísimos por sus pinturas, están de hecho cerrados ya a las visitas turísticas desde hace tiempo. Desde su descubrimiento por Howard Carter en 1922 la tumba del joven rey se convirtió en sinónimo del antiguo Egipto y no ha dejado nunca de ser un foco de curiosidad y emoción a cuyo reclamo han acudido millones de personas.
La pequeña tumba -no diseñada para contener los tesoros y el enterramiento de un faraón (fue un apaño de urgencia por la muerte precipitada de Tut), así que ni te digo para dar cabida a oleadas de turistas sudorosos-, ha sufrido enormemente por las visitas. Especialmente las pinturas de la cámara funeraria.
La decisión en 2007 de exhibir la momia del rey en la propia tumba en una urna climatizada incrementó el interés (y el morbo) del público por visitar el sepulcro y aumentó la presión sobre el recinto, agravando los problemas de conservación.
Hawass no ha concretado exactamente cuando se cerrará la tumba de Tutankamón ni que sucederá con la momia del rey (las momias de los faraones del Imperio Nuevo se exhiben en el Museo de El Cairo).
Una historia de maquis gana el Nadal
Alicia Giménez Bartlett recupera el ambiguo personaje de la guerrillera La Pastora. -La creadora de Petra Delicado consolida su vertiente más literaria .
.Alicia Giménez Bartlett arrastraba una tristeza: era más reconocida como escritora fuera (Italia, sobre todo) que aquí y su famosísima saga de la detective Petra Delicado ha enmascarado en parte su producción novelística literaria, tan numerosa como la policíaca. Eso terminó ayer por la noche en Barcelona, porque los Reyes Magos la obsequiaron con la 67ª edición del premio Nadal, el más veterano de las letras españolas, que obtuvo con la novela Donde nadie te encuentre, basada parcialmente en la vida real de Teresa Pla Meseguer, que llegó a conocerse como "la maquis hermafrodita".
Doble personalidad narrativa
Los claroscuros del personaje protagonista no fueron las únicas emociones que, en el que fuera histórico Ritz (hoy Palace), deparó la velada, porque entre los 460 invitados debutaba en un acto sociocultural el flamante presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se vio con dos de sus predecesores: el inmediato, José Montilla, y su maestro, Jordi Pujol.
Y se dio otro duelo, el del alcalde Jordi Hereu con el que se preparaba como candidato socialista alternativo, Ferran Mascarell, que al final ha acabado como consejero de Cultura fichado por Mas.
La tercera sacudida, más tácita, la proporcionó la obra ganadora del 43º premio Pla en lengua catalana, de nuevo una apuesta como el año pasado: El cau del conill (La madriguera del conejo), del joven periodista debutante Cristian Segura (Barcelona, 1978) o de cómo una tercera generación de los Conill se carga todo el patrimonio familiar, en una espiral de pérdida de valores idiosincrásicos que hoy preocupa a una parte de la sociedad catalana.
La elección del personaje de Teresa Pla por parte de Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) no debe sorprender demasiado viendo su trayectoria. Donde nadie te encuentre narra las peripecias de un psiquiatra francés que, a través de un artículo de un periodista barcelonés, se interesa por el personaje de Teresa Pla Meseguer, alias La Pastora, quizá el maquis más misterioso que generó la inmediata posguerra española. Nacida en 1917 en Vallibona (Castellón) con serias dudas sobre su sexualidad (quizá con seudohermafroditismo masculino), sus rasgos más hombrunos que femeninos fueron objetos de múltiples chanzas que culminaron desgraciadamente en una nunca bien o aclarada violación en 1949 en la que habrían participado o estado presentes miembros de la Guardia Civil. Fue entonces cuando, según la historia o quizá ya mezclada con la leyenda, cambió sus ropas femeninas por las masculinas y pasó de ser la Teresot a Florencio, actuando como maquis con el nombre de Durruti o La Pastora por las montañas del Maestrazgo hasta que fue capturada en 1960. Conmutada la pena de muerte, pasó 17 años en prisión y falleció en 2004.
Una mujer de carácter fuerte, el sexo como elemento al que agarrarse (o no) para huir de la sociedad, un cierto individualismo y otro cierto pesimismo sobre las relaciones sociales son temas que rodean esa figura pero también son en realidad algunos de los leit motiv que marcan la trayectoria como escritora y también la de ensayista de Giménez Bartlett, una doctora en filología extranjera (inglesa) que apareció en 1981, hace exactamente 30 años, con un estudio sobre Torrente Ballester. Solo un año después debutaba en la ficción con Éxit, a la que siguieron, entre otras, Pájaros de oro (1987, su particular Thelma y Louise), La última copa del verano (1995), Secreta Penélope (2003) y Días de amor y engaños (2006). Pero sobre todo está Una habitación ajena (1997), recreación de las tensiones entre Virginia Woolf y su criada Nelly y que le proporcionó el primer premio de su carrera: el Femenino Singular, de Lumen.
Un año antes de esa implícita reflexión sobre las mujeres y la condición de intelectual había probado con la novela policiaca.
La culpa fue de Patricia Cornwell y de su libro La jota de corazones. "Si eso es lo último en novela negra yo también puedo", recuerda que se dijo y así lanzó en 1996 Ritos de muerte, que dio pie a las hasta ahora ocho obras de la saga de la detective Petra Delicado, cuya fama la llevó a una serie de TVE en 1999 con el rostro de Ana Belén.
Fue un éxito notable en España pero espectacular fuera (le ha reportado diversos galardones; el mejor, el Raymond Chandler en 2008, como a John le Carré y John Grisham) que corrieron un velo sobre su producción más seria y sobre sus ensayos (El misterio de los sexos y La deuda de Eva).
Pero eso fue hasta ayer.
.Alicia Giménez Bartlett arrastraba una tristeza: era más reconocida como escritora fuera (Italia, sobre todo) que aquí y su famosísima saga de la detective Petra Delicado ha enmascarado en parte su producción novelística literaria, tan numerosa como la policíaca. Eso terminó ayer por la noche en Barcelona, porque los Reyes Magos la obsequiaron con la 67ª edición del premio Nadal, el más veterano de las letras españolas, que obtuvo con la novela Donde nadie te encuentre, basada parcialmente en la vida real de Teresa Pla Meseguer, que llegó a conocerse como "la maquis hermafrodita".
Doble personalidad narrativa
Los claroscuros del personaje protagonista no fueron las únicas emociones que, en el que fuera histórico Ritz (hoy Palace), deparó la velada, porque entre los 460 invitados debutaba en un acto sociocultural el flamante presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se vio con dos de sus predecesores: el inmediato, José Montilla, y su maestro, Jordi Pujol.
Y se dio otro duelo, el del alcalde Jordi Hereu con el que se preparaba como candidato socialista alternativo, Ferran Mascarell, que al final ha acabado como consejero de Cultura fichado por Mas.
La tercera sacudida, más tácita, la proporcionó la obra ganadora del 43º premio Pla en lengua catalana, de nuevo una apuesta como el año pasado: El cau del conill (La madriguera del conejo), del joven periodista debutante Cristian Segura (Barcelona, 1978) o de cómo una tercera generación de los Conill se carga todo el patrimonio familiar, en una espiral de pérdida de valores idiosincrásicos que hoy preocupa a una parte de la sociedad catalana.
La elección del personaje de Teresa Pla por parte de Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) no debe sorprender demasiado viendo su trayectoria. Donde nadie te encuentre narra las peripecias de un psiquiatra francés que, a través de un artículo de un periodista barcelonés, se interesa por el personaje de Teresa Pla Meseguer, alias La Pastora, quizá el maquis más misterioso que generó la inmediata posguerra española. Nacida en 1917 en Vallibona (Castellón) con serias dudas sobre su sexualidad (quizá con seudohermafroditismo masculino), sus rasgos más hombrunos que femeninos fueron objetos de múltiples chanzas que culminaron desgraciadamente en una nunca bien o aclarada violación en 1949 en la que habrían participado o estado presentes miembros de la Guardia Civil. Fue entonces cuando, según la historia o quizá ya mezclada con la leyenda, cambió sus ropas femeninas por las masculinas y pasó de ser la Teresot a Florencio, actuando como maquis con el nombre de Durruti o La Pastora por las montañas del Maestrazgo hasta que fue capturada en 1960. Conmutada la pena de muerte, pasó 17 años en prisión y falleció en 2004.
Una mujer de carácter fuerte, el sexo como elemento al que agarrarse (o no) para huir de la sociedad, un cierto individualismo y otro cierto pesimismo sobre las relaciones sociales son temas que rodean esa figura pero también son en realidad algunos de los leit motiv que marcan la trayectoria como escritora y también la de ensayista de Giménez Bartlett, una doctora en filología extranjera (inglesa) que apareció en 1981, hace exactamente 30 años, con un estudio sobre Torrente Ballester. Solo un año después debutaba en la ficción con Éxit, a la que siguieron, entre otras, Pájaros de oro (1987, su particular Thelma y Louise), La última copa del verano (1995), Secreta Penélope (2003) y Días de amor y engaños (2006). Pero sobre todo está Una habitación ajena (1997), recreación de las tensiones entre Virginia Woolf y su criada Nelly y que le proporcionó el primer premio de su carrera: el Femenino Singular, de Lumen.
Un año antes de esa implícita reflexión sobre las mujeres y la condición de intelectual había probado con la novela policiaca.
La culpa fue de Patricia Cornwell y de su libro La jota de corazones. "Si eso es lo último en novela negra yo también puedo", recuerda que se dijo y así lanzó en 1996 Ritos de muerte, que dio pie a las hasta ahora ocho obras de la saga de la detective Petra Delicado, cuya fama la llevó a una serie de TVE en 1999 con el rostro de Ana Belén.
Fue un éxito notable en España pero espectacular fuera (le ha reportado diversos galardones; el mejor, el Raymond Chandler en 2008, como a John le Carré y John Grisham) que corrieron un velo sobre su producción más seria y sobre sus ensayos (El misterio de los sexos y La deuda de Eva).
Pero eso fue hasta ayer.
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