Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 dic 2010

Muere la mujer que simbolizó la anorexia más feroz

Isabelle Caro pesaba 31 kilos cuando la publicidad la lanzó a la fama .
La modelo y actriz francesa Isabelle Caro, famosa mundialmente desde que su cuerpo anoréxico salió en una campaña publicitaria para la marca Benetton, ha muerto. La familia ha mantenido en secreto su fallecimiento, ocurrido en noviembre. Tampoco se conoce la causa, aunque un amigo de la actriz, el cantante suizo Vincent Bigler, ha revelado que estuvo ingresada en un hospital durante dos semanas por una afección pulmonar y que últimamente se encontraba fatigada en extremo. Tenía 28 años.






Isabelle Caro posaba sonriente en todas las fotografías de los dos blogs que escribía. En uno de ellos contaba su historia, su vida, su calvario al que llamaba Anna: la anorexia. Sonreía pese a su 1,65 de estatura y los 31 kilos de peso con los que saltó a la fama.



Enferma de anorexia desde los 13 años, la modelo francesa se dio a conocer en 2007 a través de una campaña publicitaria de la firma de ropa Benetton bajo el lema No anorexia, que pretendía concienciar sobre el horror de esta dolencia.



El autor de las instantáneas era el fotógrafo Oliviero Toscani, polémico también por retratar a un enfermo de sida agonizando o la pena de muerte. Aquellas imágenes de Isabelle Caro desnuda, todo huesos, dieron la vuelta al mundo y fueron censuradas en países como Italia por "violar los artículos del código de la lealtad publicitaria y las convicciones morales, civiles, religiosas y de dignidad de las personas".



Después de la campaña publicitaria ella reconocía que empezaba a abandonar la prisión en que había estado. A comienzos de 2010, Caro hacía público que había llegado ya a los 42 kilos. Pero la anorexia es una correosa enfermedad mental, que a veces plantea un largo y difícil combate. Los últimos datos que hay en España, de 2003, revelan que el 4,7% de las mujeres padecen esta dolencia.



La dieta de la chica, durante los años en que estuvo atrapada por la enfermedad, consistía en un poco de líquido, algo de chocolate y dos pastelitos de fresa. Así lo contaba ella misma en su blog: "Esperaba con impaciencia a que llegaran las cinco de la madrugada, hora a la que me concedía el derecho a beber por fin unos tragos de coca-cola light y mis dos tacitas de té, que degustaba en una suerte de ritual eufórico, con la ayuda de la cucharilla más pequeña que pude encontrar en el mercado". Se consideraba "víctima de una secta" de la que ella misma era el "gurú". "Rechazaba todo deseo, todo placer; nociones prohibidas en mi vida, que iba en busca de la perfección de un ideal de pureza".



Para ella la campaña publicitaria había supuesto una liberación y en sus diarios en la Red aseguraba que se sentía capaz de luchar contra la enfermedad. En ellos criticaba sobre todo a los hospitales. En 2006, informa AFP, llegó a estar en coma al bajar hasta los 25 kilos de peso. Tras su paso por una clínica de la región de Hauts-de-Seine escribió: "Querían aislarme del mundo exterior, era el tratamiento de las anoréxicas. No se daban cuenta de que cada caso es diferente".



La modelo culpaba de su enfermedad a una madre posesiva que la recluyó de los 4 a los 11 años en un chalet a las afueras de París, donde vivían con su padrastro. Pese a lo dramático de su historia se describía como "una artista, una actriz, una apasionada del teatro, y sobre todo y ante todo, una enamorada de la vida, de su belleza, y de la riqueza del universo terrestre que nos ofrece la naturaleza"; aunque añadía: "Cada día se me presenta como una lucha permanente contra la anorexia". Una batalla sobre la que ella misma anunciaba sus progresos. Sus blogs estaban ayer fuera de servicio.



La modelo fue admirada por su bello cuerpo, pero solo saltó a la fama cuando dejó que fotografiaran el montón de huesos en que se había convertido: una terrible enseñanza para todos aquellos que pasan por la misma enfermedad.

Eureka un blog que viaja al espacio:Entrevista con su autor.

29 dic 2010

The Supremes Baby Love

Una Pequeña historia.

Hay ciertas cosas en nuestra vida como mujeres que pueden llamar poderosamente la atención.
Es posible nuestra vanidad y nuestra estima se reduzca a una barra de labios, hay miles de colores y tonos, porque el color rosa puede tener un tono colar, un tono anaranjado, un rosa chicle un rosa arcilla, yn rosa palo, y así muchos rosas, rosas apagados rosas brillantes, en gloss o en barra, lo mismo con el rojo, o con el marrón, es una inmensa paleta de colores que transforma la base.
Y cuando una mujer parece andar perdida y pasa por una planta de cosmética las barras de labios la llaman, y se puede probar cientos de ellas, quedando siempre dos o tres que no salen del muestrario, y piensan "Nos toca ahora" al ver a una compañera rechazada se burlan, y vuelven a su lugar porque esa mujer después de querer ver sobre su mano el color decide que no compra nada.
Su tiempo ha terminado y se quedan mustías esperando que alguien las rescate del probador.
Siempre ha sido sexi ir pintada con una barra de labios según color, no todas resistimos las mismas texturas y colores, tienes que encontrar la "tuya", y no es fácil.
Desde la Guerra, la que sea 1ª o 2ª Mundial o la civil, para las mujeres el contrabando más preciado eran unas medias con costura y una barra de labios roja.
Se nota más segura, pisa fuerte aunque su abrigo no sea bonito y sus zapatos sean un nº menos, pero está preparada para salir a bailar con el soldado de permiso que puede ser su novio.
Si que hay que saber con las barras de labios que deben ser de calidad y hay marcas con glamour, aunque la diferencia sea de 3 euros con otra marca, lo importante es el glamour, encerrado en la secillez de un estuche negro y dorado. o en una caja negra, lo negro es sobrio y elegante pero dentro encierra una explosión de color.
Ese color en el que queremos envolver nuestra vida. Colores intensos o suaves, según queramos ser dulces o agresivas, como los perfumes. Encerrados en embases sobrios pero consistentes todo el color toda la escala musical está en cada gota de ese perfume.
Es toda una historia intrigante porque la mujer desde siempre se pintaba los labios con una gotita de sangre que pinchaban sus muslos para hacerla salir y ponerla en la boca, una boca que quiere ser amada, y se pellizcan los cachetes para estar sonrosadas, es una extraña situación, nuestra blancura en el tono de piel lo envolvemos de papel carmesí,
Es que hoy puede aparecer mi hombre diria Jeanne Moureau, mujer de belleza extraña, pero de rojos labios sensuales.
Siempre la boca, como actrices perfectamentes maquilladas, porque quizás queramos demostrar esa fuerza interna a través del color y quizás por ello, estamos más de media hora mirando y probando un color que nos haga ser ese discreto y oculto deseo entre las demás mujeres. Realmente esas barras de labios están hechas para los hombres a los que marcaremos el cuello con unos labios pintados.

Porque nosotras besamos y el rojo es artificial, pero cuando un hombre marca a su presa lo hace con sangre de verdad.