Repasando el armario de Letizia Ortiz en este 2010 hemos podido ver que la tónica general no ha sido otra que la del reciclaje, ya que han sido muchas las ocasiones en las que hemos visto a la Princesa repitiendo vestuario en los diferentes actos públicos.
Felipe Varela de nuevo ha sido su diseñador estrella, aunque también hemos podido ver a Letizia Ortiz con prendas de otros diseñadores, e incluso con marcas más asequibles como Flamenco, Mango o Zara, de las que la Princesa es toda una fan declarada.
Fiel a su estilo, la Princesa de nuevo ha apostado por elegantes y sencillos vestidos o trajes de chaqueta para su día a día, siempre combinados con altísimos tacones y pañuelos, sin duda sus complementos estrella.
27 dic 2010
Eufemiano Fuentes, Una Familia muy particular
Todo lo que gira en torno a los que llevan el apellido Fuentes se ven, más tarde o más temprano involucrados en situaciones, digamos por lo menos raras.
Eufemiano Fuentes ,el que originó toda la saga y hay hijos sobrinos que llevan su nombre además del apellido es ya toda una leyenda urbana, y casi un guión para un libro o película pero hay muchos vacios en esta Historia, que para los canarios no son hechos aislados.
El Progenitor, Industrial millonario del Tabaco que vivia en Santa Brigida, las Meleguinas, rico, influyente y con un alto nivel de vida, no precisamente laboral.
Pero un dia, en 1976 resulta que desaparece Eufemiano Fuentes Díaz era uno de los más importantes empresarios industriales de Canarias y promotor de actividades deportivas ,pues eso que rico y famoso en la Sociedad de Gran Canaria lo secuestran, desaparece y tiempo después dicen que está muerto, asesinado y tirado a un pozo, por "El Rubio" otro personaje y leyenda urbana.
Eufemiano Fuentes fue secuestrado el 2 de junio de 1976, a las 4.30 de la madrugada, en su chalé por un individuo encapuchado que penetró en su dormitorio y le ordenó que le siguiera. Testigos oculares de la salida del secuestrador y secuestrado, que asistieron sin percatarse de lo que sucedía a la marcha de ambos en el Cadillac de Fuentes, afirmaron posteriormente que emprendieron camino hacia el norte de la isla.
El secuestrador dejó en la casa de su víctima una nota en la que se solicitaba a sus familiares la cantidad de 90 millones de pesetas por el rescate. Esta cifra no pudo hacerse efectiva por la asistencia de la policía a la cita con el secuestrador, quien hirió de disparos de metralleta a dos inspectores.
Las intensas investigaciones policiales dieron su fruto cuando se supo que Ángel Cabrera, alias el Rubio, había sido el autor del secuestro. Las declaraciones de sus familiares confirmaron las teorías de quienes se encargaron de la investigación del caso. Por ello se supo que el cadáver de Eufemiano Fuentes estaba en un pozo y que Cabrera había acabado con su vida la misma madrugada en que perpetró el secuestro.
La desaparición de Eufemiano Fuentes, uno de los industriales más poderosos de las islas, dio lugar a numerosas especulaciones que han dado pie a una auténtica leyenda en torno al suceso.
Bueno no voy a profundizar en ningún caso, solo que el cadaver de ese industrial nunca se ha encontrado, "El Rubio" es caso para escribir a parte, tampoco sabemos si está vivo o muerto.
Pero solo me causa extrañeza que los llamados Fuentes y Eufemianos son siempre polemicos. Hay otro Eufemiano Fuentes que ahora está en la cárcel.
Y la Saga sigue, no es Tierra de Lobos, pero seguramente daría para una estupenda serie....
Eufemiano Fuentes ,el que originó toda la saga y hay hijos sobrinos que llevan su nombre además del apellido es ya toda una leyenda urbana, y casi un guión para un libro o película pero hay muchos vacios en esta Historia, que para los canarios no son hechos aislados.
El Progenitor, Industrial millonario del Tabaco que vivia en Santa Brigida, las Meleguinas, rico, influyente y con un alto nivel de vida, no precisamente laboral.
Pero un dia, en 1976 resulta que desaparece Eufemiano Fuentes Díaz era uno de los más importantes empresarios industriales de Canarias y promotor de actividades deportivas ,pues eso que rico y famoso en la Sociedad de Gran Canaria lo secuestran, desaparece y tiempo después dicen que está muerto, asesinado y tirado a un pozo, por "El Rubio" otro personaje y leyenda urbana.
Eufemiano Fuentes fue secuestrado el 2 de junio de 1976, a las 4.30 de la madrugada, en su chalé por un individuo encapuchado que penetró en su dormitorio y le ordenó que le siguiera. Testigos oculares de la salida del secuestrador y secuestrado, que asistieron sin percatarse de lo que sucedía a la marcha de ambos en el Cadillac de Fuentes, afirmaron posteriormente que emprendieron camino hacia el norte de la isla.
El secuestrador dejó en la casa de su víctima una nota en la que se solicitaba a sus familiares la cantidad de 90 millones de pesetas por el rescate. Esta cifra no pudo hacerse efectiva por la asistencia de la policía a la cita con el secuestrador, quien hirió de disparos de metralleta a dos inspectores.
Las intensas investigaciones policiales dieron su fruto cuando se supo que Ángel Cabrera, alias el Rubio, había sido el autor del secuestro. Las declaraciones de sus familiares confirmaron las teorías de quienes se encargaron de la investigación del caso. Por ello se supo que el cadáver de Eufemiano Fuentes estaba en un pozo y que Cabrera había acabado con su vida la misma madrugada en que perpetró el secuestro.
La desaparición de Eufemiano Fuentes, uno de los industriales más poderosos de las islas, dio lugar a numerosas especulaciones que han dado pie a una auténtica leyenda en torno al suceso.
Bueno no voy a profundizar en ningún caso, solo que el cadaver de ese industrial nunca se ha encontrado, "El Rubio" es caso para escribir a parte, tampoco sabemos si está vivo o muerto.
Pero solo me causa extrañeza que los llamados Fuentes y Eufemianos son siempre polemicos. Hay otro Eufemiano Fuentes que ahora está en la cárcel.
Y la Saga sigue, no es Tierra de Lobos, pero seguramente daría para una estupenda serie....
Burbujas de Navidad (David Trueba)
Soñé que el Rey aparecía en su discurso de Nochebuena con una foto de fondo del doctor Eufemiano Fuentes.
Advertía de que jamás nos dejáramos deslumbrar por el brillo del oro. Su discurso íntegro sonaba a zapatazo en la mesa. Señalaba con el dedo a todos los cómplices de la crisis económica.
Bancos que repartían crédito sin cuenta para hinchar a sus socios constructores, apoyándose en tasaciones a la medida.
Ayuntamientos que crecían bajo la venta indiscriminada de suelo y planes urbanísticos salvajes.
Y finalmente, entidades de medición de riesgos que, en lugar de advertir de eso, de los riesgos, premiaban los excesos, y ahora sacuden cuando ya no hay riesgo sino realidades. Realidades tan duras como que la gente pierde su casa, el dinero pagado en años de hipoteca y aún se les persigue con la deuda hasta el último rincón del Ecuador o Paraguay o Entrevías.
Cuando desperté, el Rey seguía ahí, en su papel de moderador nacional. Recordándoles a todos subliminalmente que cuando más dura se pone la cosa, siempre nos queda el orgullo de ser campeones del mundo.
Sustituir la tradicional foto de la familia y nietos por la de los futbolistas tiene algo que ver con haberlos alzado al pedestal de ejemplo de la juventud y de haber asumido que como país somos una monarquía deportiva, como bien nos recuerdan las marcas de ropa, que cada vez más asumen un discurso de patria para vender camisetas.
En realidad, si uno mira los anuncios, todo lo venden deportistas.
El deporte, curiosamente, también fue central en el discurso navideño de la Reina de Inglaterra. En tono preolímpico, recordó que el deporte ayuda a la unión entre naciones, pero también glosó la importancia de las instalaciones asequibles, populares, al servicio de la gente.
Todo un guiño a educadores y deportistas que le habían enviado en días anteriores una protesta por los recortes del Gobierno conservador en las partidas de deporte escolar. Conocemos el paño, los institutos han visto recortadas sus competiciones deportivas, al menos en Madrid, los recintos se privatizan.
Corremos el peligro de hinchar el deporte como hinchamos la construcción, en una burbuja que deja medallas para unos pocos y abandono para todos los demás.
Advertía de que jamás nos dejáramos deslumbrar por el brillo del oro. Su discurso íntegro sonaba a zapatazo en la mesa. Señalaba con el dedo a todos los cómplices de la crisis económica.
Bancos que repartían crédito sin cuenta para hinchar a sus socios constructores, apoyándose en tasaciones a la medida.
Ayuntamientos que crecían bajo la venta indiscriminada de suelo y planes urbanísticos salvajes.
Y finalmente, entidades de medición de riesgos que, en lugar de advertir de eso, de los riesgos, premiaban los excesos, y ahora sacuden cuando ya no hay riesgo sino realidades. Realidades tan duras como que la gente pierde su casa, el dinero pagado en años de hipoteca y aún se les persigue con la deuda hasta el último rincón del Ecuador o Paraguay o Entrevías.
Cuando desperté, el Rey seguía ahí, en su papel de moderador nacional. Recordándoles a todos subliminalmente que cuando más dura se pone la cosa, siempre nos queda el orgullo de ser campeones del mundo.
Sustituir la tradicional foto de la familia y nietos por la de los futbolistas tiene algo que ver con haberlos alzado al pedestal de ejemplo de la juventud y de haber asumido que como país somos una monarquía deportiva, como bien nos recuerdan las marcas de ropa, que cada vez más asumen un discurso de patria para vender camisetas.
En realidad, si uno mira los anuncios, todo lo venden deportistas.
El deporte, curiosamente, también fue central en el discurso navideño de la Reina de Inglaterra. En tono preolímpico, recordó que el deporte ayuda a la unión entre naciones, pero también glosó la importancia de las instalaciones asequibles, populares, al servicio de la gente.
Todo un guiño a educadores y deportistas que le habían enviado en días anteriores una protesta por los recortes del Gobierno conservador en las partidas de deporte escolar. Conocemos el paño, los institutos han visto recortadas sus competiciones deportivas, al menos en Madrid, los recintos se privatizan.
Corremos el peligro de hinchar el deporte como hinchamos la construcción, en una burbuja que deja medallas para unos pocos y abandono para todos los demás.
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