22 dic 2010
Sospechas ELVIRA LINDO
Si hay alguien que debería mostrarse decepcionado por los hallazgos de Wikileaks es aquel que posea una mente conspirativa.
Detrás de este goteo diario de valoraciones diplomáticas "secretas" que ya seguimos como si fuera un serial presumimos que hay mentes capaces de componer atinados retratos psicológicos, con un conocimiento nada desdeñable de los países en los que tratan de influir y un espíritu diligente. Pero nada que nos confirme que Elvis vive, que llega la fecha de descongelación de Walt Disney o que cierto día de septiembre ningún judío acudió a trabajar a las Torres Gemelas. Lo que vienen a confirmar los papeles de Assange son las sospechas que los ciudadanos sensatos tenemos acerca del poder: que una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa y que el ciudadano debería ser siempre más desconfiado con las posturas populistas.
Leo hoy las informaciones sobre el debate de la ley antidescargas y sospecho que si la mayoría de los partidos no la apoya no es por principios (lo entendería) sino por no comprometerse con un asunto tremendamente impopular. Escucho a los líderes del Partido Popular oponerse al recorte en el sistema de pensiones y al retraso en la edad de jubilación y sospecho que esa repentina fiebre sindicalista está provocada por intereses espúreos que se resumen en dos palabras: mayoría absoluta. Y no dejo de sospechar que el Gobierno tiene miedo a hincarle el diente al hueso más duro, esas rentas altas que en ningún caso padecerán el deterioro del sistema en el que hasta ahora habíamos confiado. Pero limitar las sospechas a la clase política cuando los actores económicos están determinando de tal manera el nuevo curso del mundo sería pobre. Vivimos acogotados por las sospechas. En realidad, ¿a quién votar en estos momentos? A aquel partido que se aproveche menos de nuestra ignorancia.
Siempre Elvira Lindo se cree tocada por la diosa inteligencia y claro, mete la pata,
Detrás de este goteo diario de valoraciones diplomáticas "secretas" que ya seguimos como si fuera un serial presumimos que hay mentes capaces de componer atinados retratos psicológicos, con un conocimiento nada desdeñable de los países en los que tratan de influir y un espíritu diligente. Pero nada que nos confirme que Elvis vive, que llega la fecha de descongelación de Walt Disney o que cierto día de septiembre ningún judío acudió a trabajar a las Torres Gemelas. Lo que vienen a confirmar los papeles de Assange son las sospechas que los ciudadanos sensatos tenemos acerca del poder: que una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa y que el ciudadano debería ser siempre más desconfiado con las posturas populistas.
Leo hoy las informaciones sobre el debate de la ley antidescargas y sospecho que si la mayoría de los partidos no la apoya no es por principios (lo entendería) sino por no comprometerse con un asunto tremendamente impopular. Escucho a los líderes del Partido Popular oponerse al recorte en el sistema de pensiones y al retraso en la edad de jubilación y sospecho que esa repentina fiebre sindicalista está provocada por intereses espúreos que se resumen en dos palabras: mayoría absoluta. Y no dejo de sospechar que el Gobierno tiene miedo a hincarle el diente al hueso más duro, esas rentas altas que en ningún caso padecerán el deterioro del sistema en el que hasta ahora habíamos confiado. Pero limitar las sospechas a la clase política cuando los actores económicos están determinando de tal manera el nuevo curso del mundo sería pobre. Vivimos acogotados por las sospechas. En realidad, ¿a quién votar en estos momentos? A aquel partido que se aproveche menos de nuestra ignorancia.
Siempre Elvira Lindo se cree tocada por la diosa inteligencia y claro, mete la pata,
Ferragamo y Louboutin: cuando los zapatos son noticia
El modelo Darana de Ferragamo, imaginado en 1954 para Greta Garbo, una delicada ballerina de princesa en terciopelo negro con lentejuelas bordadas.
Diseñar maravillosos modelos de zapatos es una cosa; hacer hablar de ellos es otra. Pero este invierno, Ferragamo y Christian Loboutin, dos de los más famosos creadores de calzado del mundo, son noticia gracias a exitosas operaciones en las que se conjuga la nostalgia y el atractivo de Hollywood, en el caso de uno, y un loable objetivo humanitario, en el otro.
Ferragamo, la célebre marca italiana de calzado, propone una reedición 'vintage' de una decena de sus modelos pasados, entre los cuales tres que había realizado para estrellas de Hollywood. Uno de ellos, el modelo Romántica creado para Marilyn Monroe en 1959. En gamuza rojo o beige, con su fino talón, alto pero no vertiginoso es ya el 'best seller' del otoño. Otro modelo que vuelve a vivir es el Darana, imaginado en 1954 para Greta Garbo, una delicada ballerina de princesa en terciopelo negro con lentejuelas bordadas. La Garbo sólo confiaba sus pies a Ferragamo, quien creó para ella unos setenta modelos que ella encargaba en varios colores.
Pero sin duda, el modelo más espectacular es el Arco Iris creado en 1938 para Judy Garland, una sandalia de alta plataforma en piel gris, verde, roja, azul y amarillo y tirantes en cuero dorado. Como los otros, se trata de una edición limitada y numerada.
No se trata de la primera reedición de Ferragamo, que posee una línea 'Creations', una colección exclusiva de piezas limitadas y numeradas de los zapatos históricos del Museo Ferragamo y de los bolsos icónicos de la firma, todos realizados completamente a mano utilizando los diseños, pieles y hormas originales. Cada pieza lleva la histórica etiqueta de Ferragamo diseñada en 1930 y va acompañada por un certificado de autenticidad que describe su historia y sus características únicas. Considerando que en sus 80 años de existencia la firma italiana creó más de 13.000 modelos, es una manera inteligente de aprovechar el tesoro que albergan sus archivos.
Por su parte, Christian Louboutin creó para estas fiestas un modelo en edición limitada a beneficio de la asociación Garmeen fundada por Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz para luchar contra el hambre. Enteramente hecho a mano se produjo solamente en 33 ejemplares firmados personalmente por Loboutin.
El modelo con plataforma y punta abierta, que el diseñador bautizó 'Peace of Shoe' (paz de zapato), viene en un color diferente en cada una de las tres ciudades en que está disponible: champán en Nueva York, lavanda en Miami y rosa en Hollywood. La totalidad de los beneficios (cada par cuesta 1.750€) van a la Fundación Graamen que otorga microcréditos en los países del tercer mundo.
"Estoy encantado de poder ayudar a Grameen, pues admiro profundamente al Dr.Yunus", dijo Louboutin y explicó que el libro del Premio Nobel, 'Crear un mundo sin pobreza', lo motivó para organizar esta operación caritativa.
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