15 oct 2010
Siempre fui muy meticuloso con la heroína que me metía
Keith Richards cuenta en un libro su vida de drogas y rock -
Keith Richards tiene sentimientos. Durante años, el guitarrista de los Rolling Stones, de 66 años, ha alimentado el mito de roquero duro, provocador y drogadicto; mujeriego y bebedor. Ahora, muestra una cara humana en sus memorias, tituladas simplemente Life, que se publican en Estados Unidos el 26 de octubre y de las que la edición estadounidense de la revista Rolling Stone publica hoy un anticipo. Dice no haber recaído en la heroína desde que la dejó en 1979. Revela el amor que sintió por las dos parejas que ha tenido a lo largo de su vida. Y demuestra un dolor aún intenso por la muerte, hace 34 años, de su hijo recién nacido.
"Amo a Mick Jagger aunque es muy posesivo. Sin él no habría 'blues"
Ya a finales de los años setenta, Richards estaba de vuelta de todo. Era el siguiente candidato a fallecido mito del rock por su abuso de las drogas. Los medios habían tachado de la lista a Janis Joplin, a Jim Morrison, a Jimmy Hendrix. El siguiente debía de ser él. Sus turbios dramas se convirtieron en esa época en una sección fija de los tabloides. En ellos se contó, por ejemplo, la muerte de su hijo Tara cuando tenía tres meses, que le pilló estando de gira; o el día en que la policía de Canadá le arrestó en 1977 con 22 gramos de heroína; o cuando un adolescente de 17 años falleció en casa de su novia en 1979 en extrañas circunstancias. Muchos de esos asuntos se narran ahora también en el libro, por el que la editorial Little Brown ha pagado cinco millones de euros. Aquella novia, Anita Pallenberg, centra una buena parte del libro. Era una actriz que comenzó a salir con otro miembro de los Stones, Brian Jones. "Pero él fue violento con ella. Le lanzaba cuchillos, vasos, la golpeaba, obligándola a parapetarse detrás de los sofás", dice el guitarrista en su libro. Finalmente, Richards le robó la novia a Jones, que fue hallado muerto en una piscina en 1969. Richards y Pallenberg fueron pareja hasta 1980 y tuvieron tres hijos, de los que sobrevivieron dos. Pero cuando muestra más dolor es al hablar de la muerte de su hijo: "Nunca me perdonaré haber dejado a mi pequeño recién nacido". Posteriormente, se casó con la modelo Patti Hansen y tuvieron dos hijos.
Esa cara humana, capaz de sentir remordimientos, es algo que choca con la imagen pública de Richards, tradicionalmente empecinado en esconderse detrás de cualquier provocación. En 2007 admitió haber esnifado parte de las cenizas del cadáver de su padre. "Abrí la tapa de la urna y cayó un poco de mi padre en la mesa del comedor. Y pensé que no podía usar el cepillo y el recogedor para algo así", dijo a la revista digital NME.com.
Dejó la heroína en 1979, después de una década enganchado a ella. "Cuando la tomaba, estaba convencido de que mi cuerpo era mi templo. Podía hacer lo que me diera la gana con él, nadie podía decirme que sí o que no", escribe. "Siempre fui muy meticuloso con respecto a la cantidad que me metía. Nunca añadí un poquito más para hacer más grande el colocón".
De entre todas las relaciones de su vida, hay una en el libro que copa más páginas que casi ninguna otra. Y no es una mujer.
Se trata de su aliado y rival, el cantante Mick Jagger, a quien conoció de adolescente y con quien lleva trabajando cinco décadas. Ambos han pasado por muchos altibajos, para siempre regresar juntos al estudio de grabación y a los escenarios. "Amo a Mick", ha dicho. "Pero es muy posesivo". El conflicto, asegura, les mantiene vivos como artistas. "Sin él, no habría blues".
Keith Richards tiene sentimientos. Durante años, el guitarrista de los Rolling Stones, de 66 años, ha alimentado el mito de roquero duro, provocador y drogadicto; mujeriego y bebedor. Ahora, muestra una cara humana en sus memorias, tituladas simplemente Life, que se publican en Estados Unidos el 26 de octubre y de las que la edición estadounidense de la revista Rolling Stone publica hoy un anticipo. Dice no haber recaído en la heroína desde que la dejó en 1979. Revela el amor que sintió por las dos parejas que ha tenido a lo largo de su vida. Y demuestra un dolor aún intenso por la muerte, hace 34 años, de su hijo recién nacido.
Keith Richards niega ahora que hubiera esnifado las cenizas de su padre
"Amo a Mick Jagger aunque es muy posesivo. Sin él no habría 'blues"
Ya a finales de los años setenta, Richards estaba de vuelta de todo. Era el siguiente candidato a fallecido mito del rock por su abuso de las drogas. Los medios habían tachado de la lista a Janis Joplin, a Jim Morrison, a Jimmy Hendrix. El siguiente debía de ser él. Sus turbios dramas se convirtieron en esa época en una sección fija de los tabloides. En ellos se contó, por ejemplo, la muerte de su hijo Tara cuando tenía tres meses, que le pilló estando de gira; o el día en que la policía de Canadá le arrestó en 1977 con 22 gramos de heroína; o cuando un adolescente de 17 años falleció en casa de su novia en 1979 en extrañas circunstancias. Muchos de esos asuntos se narran ahora también en el libro, por el que la editorial Little Brown ha pagado cinco millones de euros. Aquella novia, Anita Pallenberg, centra una buena parte del libro. Era una actriz que comenzó a salir con otro miembro de los Stones, Brian Jones. "Pero él fue violento con ella. Le lanzaba cuchillos, vasos, la golpeaba, obligándola a parapetarse detrás de los sofás", dice el guitarrista en su libro. Finalmente, Richards le robó la novia a Jones, que fue hallado muerto en una piscina en 1969. Richards y Pallenberg fueron pareja hasta 1980 y tuvieron tres hijos, de los que sobrevivieron dos. Pero cuando muestra más dolor es al hablar de la muerte de su hijo: "Nunca me perdonaré haber dejado a mi pequeño recién nacido". Posteriormente, se casó con la modelo Patti Hansen y tuvieron dos hijos.
Esa cara humana, capaz de sentir remordimientos, es algo que choca con la imagen pública de Richards, tradicionalmente empecinado en esconderse detrás de cualquier provocación. En 2007 admitió haber esnifado parte de las cenizas del cadáver de su padre. "Abrí la tapa de la urna y cayó un poco de mi padre en la mesa del comedor. Y pensé que no podía usar el cepillo y el recogedor para algo así", dijo a la revista digital NME.com.
Dejó la heroína en 1979, después de una década enganchado a ella. "Cuando la tomaba, estaba convencido de que mi cuerpo era mi templo. Podía hacer lo que me diera la gana con él, nadie podía decirme que sí o que no", escribe. "Siempre fui muy meticuloso con respecto a la cantidad que me metía. Nunca añadí un poquito más para hacer más grande el colocón".
De entre todas las relaciones de su vida, hay una en el libro que copa más páginas que casi ninguna otra. Y no es una mujer.
Se trata de su aliado y rival, el cantante Mick Jagger, a quien conoció de adolescente y con quien lleva trabajando cinco décadas. Ambos han pasado por muchos altibajos, para siempre regresar juntos al estudio de grabación y a los escenarios. "Amo a Mick", ha dicho. "Pero es muy posesivo". El conflicto, asegura, les mantiene vivos como artistas. "Sin él, no habría blues".
Neira, ingresado en un hospital de Madrid tras sufrir una hemorragia cerebral
El profesor se encuentra en la UCI y su pronóstico es reservado .
El profesor Jesús Neira, de 57 años, se encuentra ingresado en hospital Puerta del Hierro de Majadahonda (Madrid) tras sufrir ayer una hemorragia cerebral. Una portavoz del centro hospitalario ha confirmado a EL PAÍS que ingresó "ayer por la tarde noche" en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde continúa a estas horas. En una nota, el centro añade que su pronóstico es reservado.
El periplo público y privado del profesor
Jesús Neira, detenido por triplicar la tasa de alcoholemia
Hallado muerto Antonio Puerta, el agresor del profesor Neira
La muerte de Puerta cierra el 'caso Neira'
El ingreso de Neira se produce dos días después de la muerte de su agresor, Antonio Puerta, en un piso de Madrid por una posible sobredosis. "Lamento la muerte de esta persona", dijo Neira al conocer la noticia.
Puerta, de 46 años, se encontraba en libertad bajo fianza a la espera de juicio por la agresión a Neira. El caso se produjo en agosto de 2008, cuando Neira intervino en la violenta discusión que mantenían Puerta y su entonces novia, Violeta Santander. Puerta agredió al profesor por la espalda y éste cayó en coma cuatro días después a causa de un derrame cerebral. Tardó ocho meses en abandonar el hospital, donde tuvo que ser operado de urgencia del derrame. También se sometió a una craneoplastia -implantación de una prótesis- en la parte del cráneo que le había sido extraída para poder operarle.
La muerte de Puerta se produjo justo el mismo día en el que se cumplían dos años del despertar del coma de Neira. El profesor fue dado de alta el 16 de abril de 2009 en el mismo hospital en el que ha vuelto a ingresar ahora, después de permanecer 256 días internado.
La consideración pública del agredido, al que Esperanza Aguirre concedió la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano y nombró presidente Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género, cayó en picado tras conocerse que fue pillado por la Guardia Civil conduciendo bebido. El escándalo, por el que fue condenado a una multa y a diez meses sin carné, supuso la salida de Neira del Observatorio.
Es curioso el destino de estos dos hombres, Neira y Portas, verdugo y víctima en un mal dia para los dos. Porta, cocainómano, adicto a sustancias que pega a su supuesta novia y Neira que, sería igual de facha y a lo mejor estaba bebido pero se jugó su vida por interceder contra el que maltrataba,Ayer ,creo, aparece muerto Porta por sobredosis, Neira juzgado por conducir borracho. Y hoy a Neyra le da un derrame cerebral que lo lleva a un estado crótico entre la vida y la muerte, sus mundos de adicciones coca y alcohol.
Hombres que ya se supone saben discernir, el acto de Neyra defendiendo a una mujer no se lo quita nadie, para el delito de conducir borracho es otro acto que no nos concierne.
Porta de 46 años no tan joven ya y dueño de su vida y de su muerte, lo extraño es que la muerte, el dolor, la agresión les una. ¿Casualidad?
El profesor Jesús Neira, de 57 años, se encuentra ingresado en hospital Puerta del Hierro de Majadahonda (Madrid) tras sufrir ayer una hemorragia cerebral. Una portavoz del centro hospitalario ha confirmado a EL PAÍS que ingresó "ayer por la tarde noche" en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde continúa a estas horas. En una nota, el centro añade que su pronóstico es reservado.
El periplo público y privado del profesor
Jesús Neira, detenido por triplicar la tasa de alcoholemia
Hallado muerto Antonio Puerta, el agresor del profesor Neira
La muerte de Puerta cierra el 'caso Neira'
El ingreso de Neira se produce dos días después de la muerte de su agresor, Antonio Puerta, en un piso de Madrid por una posible sobredosis. "Lamento la muerte de esta persona", dijo Neira al conocer la noticia.
Puerta, de 46 años, se encontraba en libertad bajo fianza a la espera de juicio por la agresión a Neira. El caso se produjo en agosto de 2008, cuando Neira intervino en la violenta discusión que mantenían Puerta y su entonces novia, Violeta Santander. Puerta agredió al profesor por la espalda y éste cayó en coma cuatro días después a causa de un derrame cerebral. Tardó ocho meses en abandonar el hospital, donde tuvo que ser operado de urgencia del derrame. También se sometió a una craneoplastia -implantación de una prótesis- en la parte del cráneo que le había sido extraída para poder operarle.
La muerte de Puerta se produjo justo el mismo día en el que se cumplían dos años del despertar del coma de Neira. El profesor fue dado de alta el 16 de abril de 2009 en el mismo hospital en el que ha vuelto a ingresar ahora, después de permanecer 256 días internado.
La consideración pública del agredido, al que Esperanza Aguirre concedió la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano y nombró presidente Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género, cayó en picado tras conocerse que fue pillado por la Guardia Civil conduciendo bebido. El escándalo, por el que fue condenado a una multa y a diez meses sin carné, supuso la salida de Neira del Observatorio.
Es curioso el destino de estos dos hombres, Neira y Portas, verdugo y víctima en un mal dia para los dos. Porta, cocainómano, adicto a sustancias que pega a su supuesta novia y Neira que, sería igual de facha y a lo mejor estaba bebido pero se jugó su vida por interceder contra el que maltrataba,Ayer ,creo, aparece muerto Porta por sobredosis, Neira juzgado por conducir borracho. Y hoy a Neyra le da un derrame cerebral que lo lleva a un estado crótico entre la vida y la muerte, sus mundos de adicciones coca y alcohol.
Hombres que ya se supone saben discernir, el acto de Neyra defendiendo a una mujer no se lo quita nadie, para el delito de conducir borracho es otro acto que no nos concierne.
Porta de 46 años no tan joven ya y dueño de su vida y de su muerte, lo extraño es que la muerte, el dolor, la agresión les una. ¿Casualidad?
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