23 sept 2010
Bajo cielos pintados de azul
Bajo cielos pintados de azul
queda abandonado el recuerdo
de una barca entregada a su final;
una gaviota que roba un momento de paz
de la mirada perdida donde el cielo se funde con el mar,
y donde el aire, que me besa, me ha de llevar.
Mágicos epílogos susurran las olas al llegar a su orilla,
dejando notas de melancolía traídas de otras tierras,
que suenan y hablan de corazones solitarios
que con ellas, inventadas de amor, quisieron cabalgar.
Mares azules, de aquí y de allá,
de recuerdos y añoranzas,
en tardes de ocasos soñados de esperanzas
que en el alma para siempre prendidos quedarán.
Que llegue la noche vacía sin su Luna,
que el mar se vista de negro y ante mí desaparezca,
que olvide hasta el recuerdo del sabor de la caricia,
y que el tiempo me diga que el mío se acabó;
que todo en tu orilla sienta,
que la noche me confunda en su negrura
y de silencio se haga mi voz;
que todo en tu orilla sienta,
menos que el recuerdo de tu mar y tu cielo azul,
borre de mi historia aquella tarde,
aquél divino momento en que apareciste tu.
(Jpellicer
Los Verdes en España
A diferencia de otros países de nuestro entorno, España no cuenta todavía con un partido verde con representación parlamentaria y ámbito estatal.
En este sentido, la apuesta de relanzar un partido verde que corrija esta anomalía podría llenar un hueco para aquellas personas sensibilizadas que generalmente no nos sentimos bien representados en esta cuestión por unos partidos en los que las cuestiones ambientalistas ocupan generalmente las últimas prioridades.
Esta preocupación por la cuestión ambiental debe ir pareja con una apuesta por la justicia social y el bienestar de las personas que incida en la necesidad de avanzar hacia un nuevo modelo socioeconómico superador del capitalismo y el productivismo, pues este modelo económico injusto y depredador que padecemos ha demostrado ser nefasto para asegurar un futuro sostenible y posible para la humanidad.
El mártir , Maruja Torres
José Luis Rodríguez Zapatero se está convirtiendo en un personaje literariamente interesante, interés que va en progresión a medida de que su envergadura como líder de la izquierda se disuelve.
Su comparecencia ante el alto tribunal financiero del Wall Street Journal, propiedad del magnate de la comunicación Rupert Murdoch -quien, para más inri de ZP, tiene como consejero a José María Aznar-, es todo un inicio de tercer acto de una ópera destinada a acabar mal para el tenor. No allí, sino en España.
Rendimiento de cuentas, arranque final de flamenco lirismo al afirmar ante sus jueces que la crisis va a terminar pronto... Qué tensos ingredientes para la salida por el foro de un tipo que es, posiblemente, la persona con mejores intenciones que llegó a la soledad de La Moncloa y, también, la que a más largos y peores momentos ha debido enfrentarse.
Zapatero había hecho los deberes para su examen ante los dueños de la economía mundial y, según la prensa conservadora y cabal, debemos estar satisfechos de él.
Ha podido volver con la cabeza muy alta para poder inclinarla de inmediato, aquí, ante quienes esperan que la guillotina caiga pronto sobre su cogote.
No hace falta ser muy listo para intuir que en el libreto, además, fontaneros diversos de su propio bando culebrean por los pasillos para ver quién puede sustituir al hombre que ha cargado sobre sus espaldas con el peso de la traición a su militancia.
Los trepas de guardia, maquinando alianzas con los poderes que intentan recuperar protagonismo en Moncloa; de otra parte, aquellos que quieren y deben y pueden salvar al PSOE de este baño de ignominia que el presidente ha decidido asumir solo.
¿Conoce ZP que, en estos días, su grandeza literaria proviene tanto de su inmolación como de su empecinada sordera?
La historia lo recordará. Si la historia es justa y no la escriben los vencedores.
Su comparecencia ante el alto tribunal financiero del Wall Street Journal, propiedad del magnate de la comunicación Rupert Murdoch -quien, para más inri de ZP, tiene como consejero a José María Aznar-, es todo un inicio de tercer acto de una ópera destinada a acabar mal para el tenor. No allí, sino en España.
Rendimiento de cuentas, arranque final de flamenco lirismo al afirmar ante sus jueces que la crisis va a terminar pronto... Qué tensos ingredientes para la salida por el foro de un tipo que es, posiblemente, la persona con mejores intenciones que llegó a la soledad de La Moncloa y, también, la que a más largos y peores momentos ha debido enfrentarse.
Zapatero había hecho los deberes para su examen ante los dueños de la economía mundial y, según la prensa conservadora y cabal, debemos estar satisfechos de él.
Ha podido volver con la cabeza muy alta para poder inclinarla de inmediato, aquí, ante quienes esperan que la guillotina caiga pronto sobre su cogote.
No hace falta ser muy listo para intuir que en el libreto, además, fontaneros diversos de su propio bando culebrean por los pasillos para ver quién puede sustituir al hombre que ha cargado sobre sus espaldas con el peso de la traición a su militancia.
Los trepas de guardia, maquinando alianzas con los poderes que intentan recuperar protagonismo en Moncloa; de otra parte, aquellos que quieren y deben y pueden salvar al PSOE de este baño de ignominia que el presidente ha decidido asumir solo.
¿Conoce ZP que, en estos días, su grandeza literaria proviene tanto de su inmolación como de su empecinada sordera?
La historia lo recordará. Si la historia es justa y no la escriben los vencedores.
El arte de Hopper tiene precio
Dennis Hopper, fallecido en mayo a los 74 años, no solo era un reconocido actor. Era también un consumado y meticuloso coleccionista de arte.
La galería neoyorquina de la casa Christie's ha anunciado que pondrá a la venta buena parte de la colección que atesoraba en dos subastas públicas, programadas para noviembre y enero, y con las que espera recaudar unos 10 millones de euros.
Se subastarán obras de Andy Warhol, Basquiat, Schnabel y fotos de Leibovitz
No compraba grandes nombres, sino grandes promesas.
Así, Hopper acudió a la primera exposición de un relativamente desconocido Andy Warhol en Los Ángeles y adquirió una de las primeras serigrafías sobre lienzo de las latas de sopa Campbell, de 1962, por 75 dólares de la época.
Ambos artistas desarrollaron una amistad que se consumó con la creación de otro icono artístico de la cultura pop: el retrato de un joven Hopper con sombrero vaquero, de 1971, que se venderá, espera Christie's, por 900.000 euros.
Y es que su faz y su espíritu rebelde se encuentran en muchas de las 250 obras que salen a la venta.
Estaba especialmente orgulloso de un mosaico de 1999 del director y artista Julian Schnabel (Antes que anochezca, La escafandra y la mariposa) hecho con fragmentos de platos rotos.
El domingo, por cierto, cierra sus puertas la exposición Dennis Hopper Double Standard en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, de la que el propio Schnabel es comisario y que aúna fotografías, lienzos y esculturas hechos por el actor fallecido.
En su subasta de enero Christie's venderá una fotografía que Annie Leibovitz tomó de Hopper y su amigo Christopher Walken en 1995, por un precio estimado de 3.000 euros. La instantánea muestra a ambos sentados en una habitación del Chateau Marmont, mirando a la cámara de forma siniestra.
Hopper luce solo un pantalón negro, la cabeza rapada.
La fotografía era la pasión central de ese actor, quien también tomó miles de instantáneas a lo largo de su vida, sobre todo a compañeros de profesión como Paul Newman y a personalidades como Tina Turner, Martin Luther King o el propio Warhol.
En las paredes de su casa de Los Ángeles colgaban lienzos de nombres a los que él auguró fama, como Jean-Michel Basquiat o Keith Haring. Apostó por ellos y ayudó a hacer que su nombre resonara en las galerías de arte del mundo.
Christie's calcula que un lienzo sin título de Basquiat de 1987, un collage con figuras humanas, rostros negros y texto extraído del escritor de la generación beat William Burroughs se venderá por 5,5 millones de euros.
Hopper lo compró en 1988 por 12.000.
A Hopper le fascinaba el arte. Vivía en una casa diseñada por Frank Gehry en Venice Beach. En su estudio ocupaba un lugar central una tumbona diseñada también por Gehry en 1987 y hecha de cartón, parte de una serie de 50, cada una de las cuales se vende por unos 15.000 euros.
En la ingente cantidad de entrevistas que concedió a lo largo de su vida, a Hopper le gustaba recordar que comenzó a interesarse por el arte en los años cincuenta y a causa de la insistencia de su compañero de reparto en el largometraje Rebelde sin causa, James Dean. Tras aquel rodaje comenzó a tomar fotos y a visitar galerías de arte, algo con lo que siguió toda su vida.
"Uno debe asegurarse que cuida bien sus obras de arte", dijo en una entrevista.
"Porque el coleccionista es solo un guardián y esas obras le sobrevivirán y uno debe guardarlas para el disfrute de los demás y para los museos".
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