29 jul 2010
Hace ya 50 Años de....
Hace ya cincuenta años que el miedo a que haya alguien tras la cortina de la ducha forma parte de la vida diaria de muchos.
El mismo tiempo que hace que Charlton Heston protagonizó la carrera de cuadrigas más famosa de la historia del cine. Ben-Hur y Psicosis, dos filmes muy diferentes pero con algo en común: se estrenaron con pocos meses de diferencia, conquistaron a crítica y público en 1960 y han pasado con todos los honores a formar parte de las mejores películas de la historia del cine. Hoy inspiran series de televisión, espectáculos y parodias de todo tipo.
"En 'Ben-Hur' la carrera de cuadrigas tampoco la dirigió Wyler, sino un especialista. No pasa nada. Para eso están"
Si alguna vez ha estado en Disneyland París, le gustará saber que Hitchcock se inspiró en los planos de la atracción 'Phantom Manor' para diseñar la casa de Norman Bates
A finales de 1959 se estrenó en Estados Unidos la primera gran producción de la Metro Goldwyn Mayer, nacida para salvarla de la bancarrota. Ben-Hur es un remake de la película homónima de 1925, basada en el libro de Lee Wallace, que narra las peripecias de un príncipe judío durante la invasión romana de Judea en tiempos de Cristo.
Su director, William Wyler, había trabajado como ayudante en el rodaje de la primera película y se plantó en los estudios Cinecittà de Roma con más de 50.000 extras. "Ben-Hur es un espectáculo que siempre ha tenido prestigio. El cine americano gasta mucho dinero y por eso hace cosas muy buenas", cuenta el director Vicente Aranda (Amantes, Juana la Loca), que vio la película cuando residía en Venezuela.
Toda esta ostentación nada tenía que ver con la situación en que se encontraba Alfred Hitchcock cuando decidió rodar la que sería su obra cumbre, Psicosis. Basada también en un libro, una novela de Robert Bloch, inspirada en un asesino en serie que en 1958 fue detenido en Winsconsin (EE UU). Paramount se negó a producir la película ya que el argumento le parecía demasiado desagradable. De esta forma Hitchcock se vio obligado a ahorrar costes.
Del bajo presupuesto a la superproducción
Poco más de 800.000 dólares le bastaron al director para rodar este clásico del cine de terror de todos los tiempos. Hitchcock, que una vez afirmó no tener miedo a la muerte, pero sí a la oscuridad, decidió que Psicosis fuera una película en blanco y negro. El motivo no era simplemente reducir costes, sino también el impacto de la sangre. "Psicosis es la excelencia de la cultura del claroscuro, Ben-Hur del tecnicolor", puntualiza Román Gubern, catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Barcelona.
Janet Leigh fue la elegida por Hitchcock para representar a la joven Marion Crane, que muere asesinada en la ducha a manos de un psicópata, interpretado por Anthony Perkins. Esta escena, una de las más famosas del cine, suscitó gran polémica cuando Saul Bass, miembro del equipo de Hitchcock, aseguró ser su artífice. Gubern le quita hierro al asunto: "En Ben-Hur la carrera de cuadrigas tampoco la dirigió Wyler, sino un especialista. No pasa nada. Para eso están".
William Wyler contó con un presupuesto de 15 millones de dólares que le permitieron reconstruir el antiguo circo de Antioquía para rodar la escena más famosa de Ben-Hur. Mil obreros trabajaron en la recreación, al tiempo que los caballos eran entrenados para correr en grupo. Los protagonistas, Charlton Heston (Judá Ben-Hur) y Stephen Boyd (Messala), tuvieron que aprender a conducir cuadrigas para la carrera. Todo este esfuerzo se vio reflejado en los 20 minutos más recordados de la película.
Tanto Psicosis como Ben-Hur fueron dos grandes éxitos comerciales que permanecieron durante semanas en cartel en muchos países. En 1960 Hitchcock ya era un director consagrado y la gente sabía lo que se podía esperar de él. Sin embargo, Ben-Hur fue un punto desconcertante en la carrera de Wyler, ya que este procedía del drama psicológico e intimista. "Muchos lo vieron como una concesión a la comercialidad y una traición a su trayectoria", asegura Gubern. Hitchcock, aunque hacía cine de autor, siempre tuvo en cuenta la importancia del público. "Qué es el cine: una sala de butacas para llenar", solía decir. Sabía que aunque el producto fuera sofisticado, el objetivo era comercial.
La música tiene un papel importante en ambas producciones. En un principio Hitchcock se negó a poner banda sonora a las escenas del motel, pero cuando el compositor Bernard Hermann le sugirió el famoso chirriar de violines, admitió que llevaba razón. El húngaro Miklós Rózsa ganó el Oscar por Ben-Hur, gracias a una de las composiciones más grandiosas de la historia del cine .
Una escena de riesgo
Dos películas con tanto éxito no podían estar exentas de anécdotas. Precisamente en una escena de la carrera de cuadrigas un actor cae y los caballos le pasan por encima. No era un doble, y los efectos especiales aún no estaban a la orden del día. El hombre murió en el acto. Varios actores rechazaron el papel de Judá Ben-Hur, entre ellos Paul Newman, por vergüenza a enseñar las piernas al vestir la túnica romana.
Si alguna vez ha estado en Disneyland París, le gustará saber que Hitchcock se inspiró en los planos de la atracción Phantom Manor para diseñar la casa de Norman Bates. El propio Disney le enseñó los diseños décadas antes de construir el parque temático y al orondo cineasta le encantaron. Los hizo tan suyos que la empresa propietaria de los derechos de Psicosis denunció a Disney cuando descubrieron el enorme parecido con la casa del terror del parque temático. No obstante, los Estudios Disney demostraron que los diseños originales eran suyos.
A pesar del enorme éxito de ambas producciones, Ben-Hur fue la que cosechó más premios. En los Oscar de 1960 se llevó 11 estatuillas, una cifra que no sería igualada hasta 40 años después por el Titanic de James Cameron. Hitchcock se fue a casa en la gala de 1961 con sabor agridulce, pues las cuatro nominaciones de Psicosis, entre ellas mejor actriz y mejor director, no pasaron de ahí.
Después del que podría calificarse como el gran éxito de su carrera, Janet Leigh apenas volvió a rodar, se casó con Tony Curtis y de su matrimonio nació la también actriz Jamie Lee Curtis. La película impresionó tanto a algunas mentes que Leigh no dejó de recibir amenazas y cartas hasta su muerte en 2004 prometiendo hacer realidad la escena de la ducha. Hasta el FBI tuvo que intervenir. Su compañero de reparto, Anthony Perkins, trabajó hasta 1992, cuando falleció a consecuencia del sida. El de Norman Bates fue el papel más importante de su carrera. Mientras que Charlton Heston tuvo una fructífera trayectoria y apareció en películas como El planeta de los simios o Los tres mosqueteros. En 2002 se retiró de escena por una enfermedad degenerativa. Murió en 2008.
50 años después, del cine a la tele
Ambas películas han calado hondo en la cultura popular. Antena 3 estrenará este año una serie basada en Ben-Hur. La superproducción internacional contará con los actores españoles Miguel Ángel Muñoz y Lucía Jiménez. Además de la pequeña pantalla, la película de William Wyler ha conquistado también el teatro. El espectáculo Ben-Hur Live recreó en directo el año pasado las famosas carreras de cuadrigas. Psicosis también ha sido objeto de varios remakes que, sin embargo, no han contado con el beneplácito del público. "Ninguno ha estado a la altura", dice Román Gubern. El director Vicente Aranda va más allá y critica la versión de Gus Van Sant en 1998: "No entendí muy bien por qué hizo otra película de Psicosis, pero creo que estaba tratando de experimentar algo, eso seguro". La escena de la ducha ha sido de las más parodiadas de la historia. Los Simpson abrieron la veda, pero con teclear la palabra "psicosis" en Youtube aparecen decenas de parodias caseras de lo más variopinto. Como alguien dijo una vez, ser imitado es solo una señal más de que has hecho un buen trabajo.
28 jul 2010
Consuelo del Rey de la Tristeza
Unos pasos de baile que se suicidan. ¿Bailar en este mundo? Qué iluso.
El chico que se quería transformar en elfo, el niño sin juguetes, el que tuvo la desgracia de tener como padre al hombre del saco y ni un sólo amigo en vida por muchos millones que ahora le lloren, se ha cortado las venas con el último trozo de espejo que le mortificaba con una metamorfosis insoportable.
Si trabajas duro, le prometieron, no florecerán las penas y la pobreza no volverá a dejarte sin Santa Claus. Conquistarás el mundo con la voz de mil juglares, serás el rey de la música en todo el mundo, en todos los lugares. ¿Y qué hallaste? Torres perecederas que estrellaron tu vértigo contra un empedrado suelo de avaricia y negocio y que no han respetado ni tu muerte por mucho que fueras feliz en un escenario. Campanas oxidadas de infecciones. Nidos inútiles donde recobrar una infancia imposible.
Cincuenta años disecándote al sol inclemente de la inseguridad y la soledad sin amor.
Lo que la vida te negó te lo entrega gratis la eternidad, ya sabes, ese consuelo para tristes que dice el amigo Simpul. Gratis y sin esfuerzo, sólo precisa el esfuerzo de morirse. El día que murió tu triste sonrisa de niño perdido, ese día en que decidiste de verdad desgarrarte esa camisa que te gustaba llevar abierta para que salieran esos gritos tuyos hartos de no entender nada, ese día descubriste por fin la felicidad de no estar obligado a ser lo supremo, lo más y lo mejor.
Si pudiera echar marcha atrás en el tiempo como en este tu vídeo que siempre me ha gustado tanto y que era el que mejor te retrataba, recobraría justo el instante en el que veías ensayar a tus hermanos, deseando formar parte de su número musical. Un instante antes de que asombraras a tu padre y a tus hermanos con tu inigualable don, el mismo que te ha destruído, te hubiera invitado a salir a la calle para jugar a las canicas. Y quizás, sólo quizás, no hubieras tenido nunca la necesidad de hallar la paz en el minúsculo espacio de un pastillero. Pero yo tampoco he podido hacer nada, absolutamente nada por tí, aparte de imitarte alegremente y estarte eternamente agradecido por las carcajadas que conseguía arrancar a mi atribulada y sacrificadísima madre.
Gracias por tus canciones, por tus bailes, por tus vídeos, por tu magia en el escenario. Pero sobre todo, gracias por alegrarme siempre y por hacer reír a mi madre.
¿Sobre todo lo demás? Recuerdo una frase de Jardiel Poncela: " Si quieres que todo el mundo hable bien de tí..., muérete"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)