18 jul 2010
MADRES E HIJAS Película
Ante la insistencia de su madre, Karen abandonó a la niña que tuvo con 14 años. Ahora, 36 años después, mientras sigue lamentando la pérdida de su hija, encuentra a Paco, dispuesto a darle una familia y aportar un poco de alegría a su vida. Elizabeth es aquella niña, que acaba de empezar a trabajar en una firma de abogados a las órdenes de Paul mientras lucha con sus propios problemas de familia, sexualidad y poder.
En sus vidas se cruzará Lucy, una joven que quiere ser madre a toda costa y cree estar preparada para ello, pero pronto descubrirá que ser madre implica mucho más que dar a luz a un bebé.
Cuando tenía 14 años, Karen abandonó a su hija recién nacida por imposición de su madre. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero ella no ha dejado de arrepentirse de esa decisión, ni siquiera ahora que ha encontrado al hombre de su vida.
Esa niña se llama Elizabeth, trabaja en una firma de abogados e intenta hacer frente a sus problemas familiares y sexuales. El destino irá uniendo los caminos de Karen, Elizabeth y Lucy, una mujer que quiere ser madre sin saber si está preparada para ello.
El colombiano Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez) vuelve a demostrar su gran valía para las historias cruzadas en "Madres e hijas".
El director de "Nueve vidas" y "Cosas que diría con sólo mirarla" analiza el poderoso vínculo materno-filial, a través de un conmovedor drama de corte independiente que él mismo ha escrito pensando en tres personajes femeninos. La pérdida, la ausencia y la fuerza del destino son pilares importantes de la trama, al igual que las consecuencias de los errores del pasado y las oportunidades perdidas.
El elenco es bastante coral, como no podía ser de otra manera en el cine de Rodrigo García. Annette Bening, a la que no veíamos desde la comedia "The Women", está muy bien acompañada de la guapa Naomi Watts (Promesas del Este, El velo pintado) y la actriz de "Los 4 fantásticos" Kerry Washington.
Pese a titularse "Madres e hijas", la presencia masculina de la película es de auténtico lujo, con los nombres de Samuel L. Jackson (Iron Man 2), David Morse (En tierra hostil) y Jimmy Smits (Conociendo a Jane Austen).
Crítica
El aliento de Iñárritu palpita detrás de las imágenes deMadres e hijas. Produce la película y no haría falta consultar la ficha técnica para sospecharlo; salvando la querencia deRodrigo Garcíapor la redención sensiblera, podría ser un guión de Arriaga inmortalizado por el director deBabel.
A García también le gustan las ficciones de vidas cruzadas más que a un tonto un lápiz, y Iñárritu ha de ser por fuerza el espejo en el que se mira.
Más que nunca enMadres e hijas, que desmenuza las vidas interconectadas de tres madres (e hijas) asaltadas por el trauma del efecto dominó.
La fatalidad separa y une sus vidas mientras ellas tratan se superar los traumas del pasado: la una el síndrome del abandono materno, la otra el síndrome de rechazo de un hijo y la otra la incapacidad de procrear y el infierno burocrático y emocional de la adopción.
Las tres historias confluyen en un mismo cruce de caminos en un empacho de sentimentalismo ciertamente estimable.
García sujeta las riendas con pulso firme durante los dos primeros actos, mientras sus personajes se mueven coherentemente en el filo del abismo dañando sin miramientos, de pura amargura, a quienes les rodean.
Hay un aura de verdad en la insufrible derrota de casi todas (el episodio de la adopción con Kerry Washington podría no estar y nadie lo echaría en falta) las subtramas; los unos y los otros sufren con desgarros tangibles, de carne y hueso. Olemos las trampas, pero las digerimos diluidas en la armonía global del conjunto, esculpida con conmovedora credibilidad en los rostros de Annette Bening y Naomi Watts. Pero de pronto
García se emancipa de su mentor Iñárritu; el dolor enquistado e irreversible de las películas del mexicano se atempera aquí alumbrando una colección de redenciones imposibles.
De pronto todos asumen sus errores, metabolizan sus miedos y de bordes, insociables y malas víboras florecen las madres y las hijas en corderitos, en mujeres ejemplares redimidas por el amor y los milagros de la maternidad.
Madres e hijasse cae con todo el equipo en el tercer acto; García inunda su película de trampas y se enreda en el sentimentalismo plano y más pueril.
Entonces deja de ser un discípulo de Iñárritu para parecer más un director de telefilmes lacrimógenos. Lástima porque había madera de película intensa, de cruce de caminos solvente.
Al final García se traiciona a sí mismo y se deja llevar por la dictadura de la lágrima fácil.
No la vi como lágrima facil ni mucho menos sino que en determinadas circunstancias las mujeres debemos elejir y arrastraremos esa decisión toda nuestra vida.
En sus vidas se cruzará Lucy, una joven que quiere ser madre a toda costa y cree estar preparada para ello, pero pronto descubrirá que ser madre implica mucho más que dar a luz a un bebé.
Cuando tenía 14 años, Karen abandonó a su hija recién nacida por imposición de su madre. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero ella no ha dejado de arrepentirse de esa decisión, ni siquiera ahora que ha encontrado al hombre de su vida.
Esa niña se llama Elizabeth, trabaja en una firma de abogados e intenta hacer frente a sus problemas familiares y sexuales. El destino irá uniendo los caminos de Karen, Elizabeth y Lucy, una mujer que quiere ser madre sin saber si está preparada para ello.
El colombiano Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez) vuelve a demostrar su gran valía para las historias cruzadas en "Madres e hijas".
El director de "Nueve vidas" y "Cosas que diría con sólo mirarla" analiza el poderoso vínculo materno-filial, a través de un conmovedor drama de corte independiente que él mismo ha escrito pensando en tres personajes femeninos. La pérdida, la ausencia y la fuerza del destino son pilares importantes de la trama, al igual que las consecuencias de los errores del pasado y las oportunidades perdidas.
El elenco es bastante coral, como no podía ser de otra manera en el cine de Rodrigo García. Annette Bening, a la que no veíamos desde la comedia "The Women", está muy bien acompañada de la guapa Naomi Watts (Promesas del Este, El velo pintado) y la actriz de "Los 4 fantásticos" Kerry Washington.
Pese a titularse "Madres e hijas", la presencia masculina de la película es de auténtico lujo, con los nombres de Samuel L. Jackson (Iron Man 2), David Morse (En tierra hostil) y Jimmy Smits (Conociendo a Jane Austen).
Crítica
El aliento de Iñárritu palpita detrás de las imágenes deMadres e hijas. Produce la película y no haría falta consultar la ficha técnica para sospecharlo; salvando la querencia deRodrigo Garcíapor la redención sensiblera, podría ser un guión de Arriaga inmortalizado por el director deBabel.
A García también le gustan las ficciones de vidas cruzadas más que a un tonto un lápiz, y Iñárritu ha de ser por fuerza el espejo en el que se mira.
Más que nunca enMadres e hijas, que desmenuza las vidas interconectadas de tres madres (e hijas) asaltadas por el trauma del efecto dominó.
La fatalidad separa y une sus vidas mientras ellas tratan se superar los traumas del pasado: la una el síndrome del abandono materno, la otra el síndrome de rechazo de un hijo y la otra la incapacidad de procrear y el infierno burocrático y emocional de la adopción.
Las tres historias confluyen en un mismo cruce de caminos en un empacho de sentimentalismo ciertamente estimable.
García sujeta las riendas con pulso firme durante los dos primeros actos, mientras sus personajes se mueven coherentemente en el filo del abismo dañando sin miramientos, de pura amargura, a quienes les rodean.
Hay un aura de verdad en la insufrible derrota de casi todas (el episodio de la adopción con Kerry Washington podría no estar y nadie lo echaría en falta) las subtramas; los unos y los otros sufren con desgarros tangibles, de carne y hueso. Olemos las trampas, pero las digerimos diluidas en la armonía global del conjunto, esculpida con conmovedora credibilidad en los rostros de Annette Bening y Naomi Watts. Pero de pronto
García se emancipa de su mentor Iñárritu; el dolor enquistado e irreversible de las películas del mexicano se atempera aquí alumbrando una colección de redenciones imposibles.
De pronto todos asumen sus errores, metabolizan sus miedos y de bordes, insociables y malas víboras florecen las madres y las hijas en corderitos, en mujeres ejemplares redimidas por el amor y los milagros de la maternidad.
Madres e hijasse cae con todo el equipo en el tercer acto; García inunda su película de trampas y se enreda en el sentimentalismo plano y más pueril.
Entonces deja de ser un discípulo de Iñárritu para parecer más un director de telefilmes lacrimógenos. Lástima porque había madera de película intensa, de cruce de caminos solvente.
Al final García se traiciona a sí mismo y se deja llevar por la dictadura de la lágrima fácil.
No la vi como lágrima facil ni mucho menos sino que en determinadas circunstancias las mujeres debemos elejir y arrastraremos esa decisión toda nuestra vida.
Meterse con Sara Carbonero no es machismo, es estupidez"
El consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, ha esperado pacientemente a que terminara el Mundial para responder a las críticas que han llovido sobre la cadena por la presencia de la periodista Sara Carbonero, novia del portero Iker Casillas, en Sudáfrica. Dentro y fuera de España, desde periódicos de prestigio hasta programas televisivos de cotilleo han lanzado un ataque feroz contra la reportera. El británico The Times llegó a publicar en portada a una foto de Casillas en el terreno de juego y Carbonero al fondo con la pintoresca teoría de que España perdió el primer partido frente a Suiza porque el guardameta estaba desconcentrado por su presencia.
"No mandamos a la periodista detrás de la portería por morbo"
"Urbaneja ha metido la pata y en lugar de sacarla rápidamente, ha insistido"
"El Mundial ha sido una apuesta con fundamento empresarial"
"No mandamos a Sara Carbonero por el morbo", dice Vasile, visiblemente molesto por una polémica ante la que la periodista ha demostrado "una gran profesionalidad". "Estaba superagobiada, lloraba, me mandaba mensajes. Podía haber tirado el micrófono y coger el primer avión de vuelta a España, pero no lo hizo", dice Vasile, que sale en defensa de la periodista "no para reabrir el caso sino para cerrarlo".
Sus aceradas críticas van especialmente dirigidas al presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, que calificó de "vergüenza" que Telecinco ubicara a Carbonero detrás de la portería. "Como periodista debería saber que no debe implicar personalmente sus emociones con las historias que construye", dijo. De paso, le aconsejó que si aspira a ser una buena profesional no debe dejarse empujar "a las malas prácticas del periodismo".
"Todos tenemos el sacrosanto derecho a equivocarnos. Felipe González decía que es imposible pensar no meter la pata en la vida, pero que lo importante es saber sacarla", replica el consejero delegado de Telecinco.
"Ese señor [Urbaneja], al que no conozco, ha metido la pata y en lugar de sacarla rápidamente ha insistido. Su pecado ha sido ese. La primera norma del periodista es averiguar y contrastar la noticia".
Recuerda Vasile que fue la FIFA quien decidió que los periodistas a pie de campo destacados en Sudáfrica se colocaran detrás de la portería, en lugar de situarse a espaldas del banquillo, como en la Liga italiana o española.
"Detrás de la portería un periodista no sirve para nada. Ese lugar tiene sentido para los fotógrafos. La FIFA lo impuso a todo el mundo y eso era una cosa fácil de comprobar. Pensar que una cadena de televisión puede decidir dónde se coloca el periodista es una fantasía. Antes de abrir la boca, uno debería conectar el cerebro con las cuerdas vocales".
A la hora de considerar si Carbonero ha sido criticada por ser mujer, el principal ejecutivo de Telecinco remarca: "No es machismo, es estupidez. En un mundo en el que todos hemos colaborado a disminuir la discriminación sexual, Urbaneja ha inventado la discriminación sentimental, que es una categoría bastante grave". Al tiempo, percibe que se ha utilizado a Carbonero para atacar a Telecinco.
De hecho, el presidente de la APM matizó en el diario El Faro de Vigo: "Hice las declaraciones sobre la forma de hacer periodismo de Telecinco, que es deplorable. Yo no puedo contribuir a la banalización, yo tengo todo el respeto por Sara Carbonero y por todos los periodistas que trabajan en Telecinco, que bastante tienen con trabajar en Telecinco".
"Si alguien tiene que insultar a Telecinco tiene que hacerlo por lo que hago yo, no eligiendo a una periodista de 26 años. No se meten con Iñaki Gabilondo, Pedro Piqueras o la Milá, que los mandaría inmediatamente a tomar por el culo", reacciona Vasile, quejoso de que se haya usado la cabeza de Carbonero "para romper un cristal". Pese a todo, insiste en que acepta la crítica. "Me parece bien, incluso útil. Cuando es de buena fe e incluso cuando está hecha de mala fe. No me considero una víctima. Cualquiera puede pensar que Telecinco es una mierda. Damos ocasiones todos los días para que no ataquen. Pero Urbaneja hubiera tenido -aún está a tiempo- que pedir disculpas a Carbonero por haberla insultado".
Vasile cuestiona también el comportamiento de la prensa extranjera. "Los ingleses tienden a erigirse en árbitros del mundo. Sacaron el asunto en un momento de gran tristeza futbolística por su participación desastrosa. Pero a Urbaneja le ha dado un calentón. Pudo haber rectificado al día siguiente". Tampoco cree que sea "una maquinación de venganza porque le hemos quitado a Carbonero a La Sexta, donde trabaja el hijo de Urbaneja".
Carbonero se incorporó hace un año al equipo de deportes de Telecinco. Vasile la fichó cuando la cadena compró los derechos de la Liga Europa. Y una vez en Sudáfrica asegura que no dio indicaciones para que entrevistara o no a Casillas. En medio de toda la polémica, solo un consejo: "Le dije que no hablara con nadie. Que si la invitaban a La noria, a Sálvame, a Ana Rosa, a Antena 3 o La Siete, no fuera. Le dije: 'Tienes que decidir en qué categoría quieres estar. Si quieres ser periodista deportiva o si quiere pasar a la categoría de los famosos".
Vasile también cuestiona el comunicado "a la búlgara" que emitió la APM en defensa de su presidente. La junta directiva de esa asociación concluyó que acusar de machista a Urbaneja no era más que una campaña enfocada a "socavar" su trayectoria profesional.
Más allá de esta disputa, Telecinco considera que el Mundial ha sido "una operación interesante". "Nos ha costado un dineral exagerado. Pero un acontecimiento de este tipo, o lo tienes tú o lo tiene otros, y hay que calcular entre el daño que te puede hacer tenerlo o el daño que te puede hacer no tenerlo. Era una apuesta con fundamento empresarial. No era un hecho de amor hacia el fútbol, España o La Roja".
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