Como cuando los días son de colores aunque no lo sean dejaré mi cansancio aparcado en una esquina rota donde duele a veces vivir. Miraré lejos, y, paso a paso, lenta, sin prisa, iré doblando las sucesivas colinas porque nací para andar.
Como cuando los días son de colores, y la luz es ancha, y el viento es largo, y el cielo transparece de amarillos y azules, y la ciudad es amable, y la gente sonríe, y alguien de pronto llama y pregunta, y cómo estás, y sabes, recordaba yo...
Como cuando los días son de colores y amanezco despacio, y el café aromea, y el sol destila ventanas en las baldosas de la casa, y hay una calle hecha de sueños para habitarla, y nombres que existen y que me recuerdan que existo, y pájaros, claro, siempre los pájaros, y la metáfora de los pájaros...
Como cuando los días son de colores...me miraré las manos en los días grises, cansados, gastados, viejos, sucios, arrugados de noes, macilentos de humo y vaho que enrarece y cansa, y cansa, y cansa...me miraré las manos, sí, en esos días, sin sueño, y entonces...
Otra vez, escribiré palabras para llenarlos de luz, de pájaros, de amarillos y azules, para inventarme ciudades amables, baldosas de ternura, calles hechas de sueño y metáforas.
10 abr 2010
EL AGUA CAE
9 abr 2010
Acuarela de Nieve
De "Acuarelas de nieve":
¡Ay de los que pasaron confiados por esta cárcel navegable
y blanda!
-¿Me amas todavía?
-¿Y tú qué piensas?
Desmesurados, paralelos, lentos, dóciles y esquimales.
El dulce escalofrío de ser tacto y pared, color y torbellino,
gaviota de la espuma, línea erecta, oro y tizne a la vez.
En aquel solemne exilio resplandecía su tenaz murmullo
casi lascivo.
Esta mancha sonora
que fue música y nieve,
¿qué es?
Esta música tibia
qué dibujo va a ser,
¿qué no es?
La noche que aquí yace vaticina otra isla más menguante.
El reino de la luna está fundado sobre una esponja.
La puerta empieza a devanar sus hilos.
Nadie saca la aguja del candado.
Los azules desmienten el deseo dentro de las palabras
desechadas. Es más sensato amar cuanto rechazas.
Ahora, cuando el asco ya llega a su destino.
No pierda más quien ha perdido tanto: las plegarias irán,
Melancolía, allí donde ´l sol tace. Despinta el aire este rincón
sagrado con mudable quietud. Y arden hierbas de amor
que no recuerdas.
Ojo dócil, lo mismo que la niebla del arcano final.
*
Humo de la mirada, crimen cóncavo cuando el agua amanece.
Paisaje, amor, revolución...
Fantasmas y piratas en la costa, protegidos por cañas palpitantes.
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